Caroline
Herschel (1750-1848) nació en Hannover, Alemania. Junto a su hermano
William, doce años mayor, fue iniciada en la astronomía por su padre que se
ganaba la vida como músico tocando el oboe. Fue tan brusco como para
decirle a su hija que no era lo bastante bonita ni rica para casarse, y tan
sensible como para transmitir a sus seis hijos el amor por la música y la
ciencia.
Caroline
escribió: «Recuerdo como las noches despejadas me llevaba a la calle
para que tras contemplar un cometa visible me familiarizara con las
hermosas constelaciones. Recuerdo muy bien el placer que le producía ayudar a
mi hermano William en sus estudios de filosofía…»
Cuando
Caroline tenía dieciséis años murió su padre, y su madre la obligó a encargarse
de guisar, limpiar y coser. Pero seis años después, su hermano fue a rescatarla
y Caroline se trasladó a vivir con él y a cambio William le
presentó un pormenorizado programa de tareas. William le dio clases de inglés,
de bliblioteconomía y de canto, y según Caroline: «en los ratos de ocio,
hablamos sobre astronomía y sobre las hermosas constelaciones con las que
estaba familiarizada».
Caroline
quería ser cantante, e incluso realizó alguna actuación, pero el interés de
William por la astronomía era muy fuerte y debía compaginar las clases de
música, los trabajos en la capilla y su afán por construir telescopios: “Para mi
pesar, vi como se convertían en taller casi todas las habitaciones”, dijo
Caroline que se pasaba todas las noches despejadas observando las estrellas. Se
convirtió en ayudante de su hermano, tallando lentes, haciendo maquetas de los
grandes telescopios que montaba William, realizando observaciones con él y
asegurándose de que no se olvidaba de comer. Estaba muy atareada: “Si no
hubiera sido porque a veces se interponía una noche nubosa o de luna llena, no
sé cuándo habría dormido algo mi hermano (o yo).”
Tras
el descubrimiento de Urano, en 1781, William se hizo famoso, abandonó la música
y, gracias a la pensión real de 200 libras anuales, se dedicó al estudio de la
astronomía. En 1787 a Caroline le asignaron un salario anual de 50 libras en
reconocimiento a su condición de astrónoma. Al año siguiente William se casó
con Mary Pitt, una viuda rica, las dos mujeres se hicieron amigas y Caroline
tuvo también una buena relación con su sobrino, John, nacido en 1792.
Trabajó
como devota ayudante de William hasta poco antes de su muerte en 1822 pero las
observaciones de Caroline continuaron sin su hermano: “todas las noches
estrelladas sobre la hierba mojada o cubierta de escarcha, sin un ser humano
cerca”..
Fue
más que la ayudante de su hermano. Revisó el catálogo estelar de John
Flamsteed, escribió un Catálogo de nebulosas (tenía setenta y cinco años cuando
lo acabó) y descubrió diecisiete nebulosas y muchos cúmulos de estrellas.
También fue la primera mujer que descubrió un cometa. Llegó a encontrar ocho.
Después
de la muerte de William, Caroline regresó a Alemania, donde vivió otros
veintiséis años, siempre mantuvo una activa correspondencia con su sobrino, que
también se hizo astrónomo, y con otros científicos importantes. A los setenta y
ocho años, recibió la Medalla de Oro de la Royal Astronomical Society, fue
elegida miembro de la Royal Irish Academy a los ochenta y seis, y diez años
después el rey de Prusia le concedía la Medalla de Oro de la Ciencia. Murió a
los noventa y siete años en su ciudad natal. Un cráter de la Luna lleva su
nombre.
Fuente “El universo para curiosos” de Nancy
Hathaway
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