ESTE ES EL BLOG DEL DR. RODOLFO E. PARBST He creado este blog para que juntos conozcamos un poco más de Historia, por lo cual te invito a participar del mismo.- Toda la historia. La verdadera historia.
Mostrando entradas con la etiqueta Francia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Francia. Mostrar todas las entradas
martes, 11 de febrero de 2020
viernes, 22 de marzo de 2019
BENJAMIN VIEL Soldado de Napoleón, Coronel de San Martín
BENJAMIN VIEL Soldado de Napoleón, Coronel de San Martín
Su nombre era Benjamin Viel Gometz.
Nació en París el 21 de enero de 1787; hijo de Claudio
Benjamín Viel y Rosa Ana Gometz.
Se casó con María Luisa Toro Guzmán y tuvieron cuatro
hijos.
En 1801, a los 14 años, ingresó al regimiento de Húsares
de su patria y concurrió a las campañas napoleónicas de la Europa Central.
Sirvió en el ejército francés hasta abril de 1817.
Ese año se embarcó a Buenos Aires y se puso al servicio
de la causa revolucionaria de América.
El gobierno argentino le dió el grado de sargento mayor y
fue enviado a Chile para servir en el ejército de San Martín.
Participó en Cancharrayada.
Después fue enviado al sur, donde se batió en numerosas
campañas contra los últimos defensores realistas.
En 1823 fue ascendido a coronel y trasladado a
Santiago,donde se distinguió por su afección a la causa liberal y su lealtad al
poder constituído.
En 1827 hizo la campaña contra los Pincheira.
Fue elegido diputado propietario por Parral en el
Congreso Nacional, 1829 (1º de agosto-6 de noviembre de 1829). Integró la
Comisión Permanente de Guerra.
Después de Lircay, fue separado del escalafón militar
durante 10 años y en 1841, siendo presidente Manuel Bulnes, fue reincorporado
al ejército y nombrado comandante general de armas de Santiago.
En 1849 fue enviado a Valdivia en comisión y en 1851 se le
ascendió a general de brigada y se le nombró intendente de Concepción.
La revolución que estalló en aquella provincia, lo
envolvió en una serie de contrariedades y lo alejó del ejército y la política.
Falleció en Santiago, el 15 de agosto de 1868.
Etiquetas:
conozcamos,
curiosidades,
Francia,
Historia,
Independencia,
Latinoamérica,
Personajes,
Perú,
Rio de la Plata,
San Martín
lunes, 4 de marzo de 2019
LA RUBIA MIREYA
LA RUBIA MIREYA
Las
heroínas están presentes en muchos títulos y letras de tangos. Algunas fueron
personajes reales y otras producto de la imaginación que luego se convirtieron
en mitos populares.
El
caso de la Rubia Mireya es pura invención, inspiración romántica del poeta,
aunque, como en otros casos se intentó darle un cuerpo, un nombre y una
trayectoria de vida.
Los
argentinos de la época, influenciados por la cultura europea y en especial la
francesa, soñaban con las noches parisinas, con la posibilidad de frecuentarse
con Mimí, Ninón, Manón, Griseta o Mireya.
Los
orígenes del nombre podemos ubicarlo en la región de Provenza, en el sur de
Francia. El poeta Frédéric Mistral (1830-1914) escribió en 1859 un largo poema
en el que retrata la vida cotidiana en la región, y coloca de personaje
principal a una mujer, cuyo nombre da título a la obra: Mirèio, en lengua
provenzal. Este nombre traducido al francés se convierte en Mireille, que al
arribar a nuestro puerto, los argentinos transforman en Mireya.
Lo
curioso del asunto es que este poeta provenzal recibió el premio Nobel de
literatura, en su tercera edición del año 1904, lo que le dio una difusión
extraordinaria.
La
primera referencia concreta sobre su utilización la comprobamos en un sainete
(breve obra teatral de argumento sencillo), El rey del cabaret, Alberto Weisbach y Manuel-Romero,
este último autor de numerosas letras de tango, argumentista y director de
cine.
La
obra estrenada el 21 de abril de 1923, tenía como protagonista femenino a
Mireya, muchacha que gustaba de las noches con champagne, bailando tangos y
conquistando corazones, con un final feliz, donde la muchacha contrae
matrimonio con un joven adinerado, de buena familia.
Dos
años más tarde, el propio Manuel-Romero escribe la letra del famoso
tango Francisco-Canaro "Tiempos-viejos”. En ella inmortaliza a la
Rubia Mireya, que a diferencia del personaje del sainete, tuvo un destino
trágico y desgraciado. Era tan linda de joven que «se formaba rueda para verla
bailar» y que al correr de los años, se transforma en «una pobre mendiga
harapienta».
Esta
misma historia fue llevada al cine, también por Manuel Romero en su
condición de director, donde la actriz Mecha Ortiz le dio su impronta
definitiva.
Es
muy probable que muchas frecuentadoras de las milongas de aquellos tiempos
hayan usado el nombre como seudónimo. Lo cierto es que ninguna fue identificada
como la auténtica Mireya inspiradora del tango.
Podemos
completar esta crónica con una curiosidad. Un periodista intentó generar una
polémica diciendo conocer a la «verdadera Mireya». Esta era uruguaya a la que
llamaban La Oriental y cuyo verdadero nombre era Margarita Verdier, una
bailarina muy admirada por sus habilidades en la danza. Esta historia nunca
pudo establecer la relación entre el autor del tango y la bailarina uruguaya.
La falta de asidero convirtió esta noticia en una mera anécdota.
Finalmente
Héctor Benedetti nos dice en su libro Las mejores letras de
tango (Editorial Seix-Barral): «La rubia Mireya motivó una abundante
literatura, que no hubiera tenido de ser un personaje real. Se le crearon
biografías y anécdotas dudosas; Julian Centeya la menciona en una
milonga, quizás al solo efecto de la rima».
Textos tomados de un artículo brillante de Néstor Pinsón
Etiquetas:
cine,
conozcamos,
costumbres,
curiosidades,
famosas,
Francia,
Historia,
Latinoamérica
martes, 2 de octubre de 2018
BATALLA DE ISLA FORTUNA
BATALLA DE ISLA FORTUNA
El 16
de octubre de 1600 la flota holandesa formada por el Mauritius, el Hope, el
Eendracht y el Hendrik Frederik fondea cerca de Luzón haciéndose pasar por
francesa. A bordo del buque insignia Mauritius, el almirante Olivier de Noort
comandaba una operación contra Manila. El Gobernador Francisco Tello organizó
la defensa. Embarcó los cañones que defendían Manila a bordo de un galeón que
se encontraba fondeado en Cavite, el San Diego, al que se unió el patache
bautizado San Bertolomé y dos pequeñas galeras. Tras el combate el San Diego
resultó hundido y sus náufragos masacrados desde el Mauritius, el Eendracht capturado
por el San Bartolomé. En adelante los holandeses rehusaron el combate con los
barcos españoles. En 1992 Frank Goddio, a bordo del catamarán Kaimiloa localizó
el pecio del San Diego a unos 1200 metros de la Isla Fortuna. Se extrajeron
6000 piezas desde una profundidad de unos 50 metros.
Hundimiento
del San Diego:
El San Diego, con catorce cañones de bronce de diferentes calibres y las provisiones necesarias para varios días, partió el 11 de diciembre de 1600, al mando de Antonio de Morga, acompañado con la otra flotilla. Más de cuatrocientas cincuenta personas se embarcaron en los barcos españoles, entre los que se encontraban unos ciento cincuenta nobles de Manila y algunos mercenarios japoneses. Y así, tres días después, se encontraron frente a frente ambas flotas, la española y la holandesa, librándose inmediatamente una batalla naval donde inicialmente el galeón San Diego en su maniobra aborda y apresa al buque insignia mandado por Olivier de Noort, el Mauritius. Los españoles toman el navío holandés al abordaje y, después de varias horas de combate, donde ya los holandeses se habían refugiado en las bodegas para su última defensa que presumía una victoria española, le aparece al San Diego una vía de agua en el barco, debajo de la línea de flotación. Antonio de Morga, indeciso, no sabiendo si quedarse a bordo del galeón holandés que le confirmaba una victoria segura, inexplicablemente se decide por picar y soltar amarras, que aguantaban al navío holandés, y navegar con parte de los españoles a bordo del San Diego, rumbo a la Isla Fortuna, pero con la mala suerte de que el galeón español comenzó a hundirse rápidamente, salvándose de este naufragio el almirante Antonio de Morga y un centenar de hombres que, por sus propios medios, llegaron hasta esta isla.
El San Diego, con catorce cañones de bronce de diferentes calibres y las provisiones necesarias para varios días, partió el 11 de diciembre de 1600, al mando de Antonio de Morga, acompañado con la otra flotilla. Más de cuatrocientas cincuenta personas se embarcaron en los barcos españoles, entre los que se encontraban unos ciento cincuenta nobles de Manila y algunos mercenarios japoneses. Y así, tres días después, se encontraron frente a frente ambas flotas, la española y la holandesa, librándose inmediatamente una batalla naval donde inicialmente el galeón San Diego en su maniobra aborda y apresa al buque insignia mandado por Olivier de Noort, el Mauritius. Los españoles toman el navío holandés al abordaje y, después de varias horas de combate, donde ya los holandeses se habían refugiado en las bodegas para su última defensa que presumía una victoria española, le aparece al San Diego una vía de agua en el barco, debajo de la línea de flotación. Antonio de Morga, indeciso, no sabiendo si quedarse a bordo del galeón holandés que le confirmaba una victoria segura, inexplicablemente se decide por picar y soltar amarras, que aguantaban al navío holandés, y navegar con parte de los españoles a bordo del San Diego, rumbo a la Isla Fortuna, pero con la mala suerte de que el galeón español comenzó a hundirse rápidamente, salvándose de este naufragio el almirante Antonio de Morga y un centenar de hombres que, por sus propios medios, llegaron hasta esta isla.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)