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jueves, 10 de diciembre de 2020

Ana Carmen Macri

 Ana Carmen Macri


Hoy quiero hablar de Ana Carmen Macri, la fanática peronista, a quien Evita llamaba “la Peti” cariñosamente.

Hoy esta prócer del peronismo tiene 104 años. Ana Carmen Macri nació en Buenos Aires el 15 de julio de 1916.

Desde el año 1938 trabajaba en el Hospital Rivadavia de secretaria de Radiología.

Con la aparición de Juan Domingo Perón, se convirtió en una ferviente seguidora de sus ideas y de su sueño de un país más justo.

Cuando es intervenida la Sociedad de Beneficencia y Evita crea la Fundación de Ayuda Social María Eva Duarte de Perón, el Dr. Méndez San Martín le sugiere a Evita que Ana Macri tiene las calidades necesarias para cumplir funciones de ayuda en el Hogar de Tránsito Nº 2, en Lafinur y Gutiérrez, actual sede del Museo Evita,  y allí va.

Fue Directora de ese Hogar modelo que recibía mujeres solas y con hijos mientras se les buscaba trabajo y vivienda permanente.

 “Yo era peronista de Perón. A ella no la conocía. La conocí porque el Hogar quedaba cerca de la residencia presidencial y ella estaba en plena función de organizar la Fundación, iba a hacer la inspección, porque quería que fuera de lo mejor”, recordó.

Ana integra la Conferencia Interamericana de Mujeres donde Evita le asigna la función de Pro-secretaria y asesora Argentina. En dicha Conferencia se trataron todos los temas referidos a la participación de la mujer en la política a nivel continental. De esta forma, Anita sufre un nuevo giro en su vida: deja la ayuda social y de la mano de Evita inicia su participación por el difícil sendero de la política.

Para 1949 Ana Macri es convocada por Evita para integrar la Asamblea General de Mujeres desarrollada en el Teatro Nacional Cervantes.




Evita Perón consideraba fundamental lograr una convocatoria de mujeres a nivel nacional para concretar definitivamente la incorporación de las mujeres a la vida política. De tal manera, Evita decide abocarse a estudiar la posibilidad de concretar un partido político femenino independiente que permitiera a la mujer una real participación; por lo cual funda el Partido Peronista Femenino (PPF) bajo su conducción.

De esta forma, el Partido Peronista se dividió en dos ramas, una masculina y otra femenina, ya que consideraban que desde el punto de vista político el hombre y la mujer cumplían roles diferentes dentro de la estructura del movimiento. El principio fundamental del PPF era la unidad en torno a la doctrina y la persona de Perón, así se sostiene la existencia de un solo líder, Perón; una sola doctrina, el peronismo, y una única dirección, Evita.

Para comenzar con la construcción del PPF, Eva Perón elige delegadas censistas, cuyo primer objetivo fue realizar un censo nacional de mujeres peronistas y abrir unidades básicas femeninas en todas las provincias y territorios nacionales, por la cual fueron 23 elegidas.

Anita Macri fue una de las mujeres seleccionadas por Eva, por lo que le encomienda la labor de organizar el PPF en las provincias de Tucumán, en primera instancia, donde en tres meses afilió cinco mil mujeres y posteriormente la provincia de Santa Fe, donde a lo largo y ancho de la región fundó 658 unidades básicas en dos años.

Cuando apenas llegué fui a la casa del gobernador a presentarme y a pedirle movilidad, y me dio un Jeep asqueroso y alto”, recordó. Con ese coche comenzó a afiliar a las mujeres peronistas santafesinas: “Al Jeep le hice poner un parlante y recorría la ciudad hablándole a las mujeres, diciéndoles que era la delegada de Eva Perón para organizar el Partido y afiliar a las mujeres, y que estaba empadronando para los votos”.

Destacando su labor, Eva Perón decide que Ana forme parte de las primeras mujeres que integrarán la nómina para legisladores que presente el Partido Peronista para las elecciones de 1951; por lo cual llega a ser Diputada Nacional por la Capital Federal en 1952.

Ana Carmen Macri, bajo la acusación de "peronista fanática" estuvo presa durante tres años en la cárcel de Olmos entre 1955 y 1958.

Se encontró el “prontuario” de esta mujer encarcelada por sus “ideas peligrosas” para la dictadura militar de aquel entonces.


Una vez liberada y aunque el Partido Peronista se encontraba proscripto por los militares, decide pasar a la clandestinidad y por orden de Perón formar parte del Comando Táctico del Movimiento Peronista.

Durante estos años mantuvo correspondencia con el General y trabajó arduamente para lograr su vuelta.

Posteriormente, casi hasta nuestro días, solíamos tener el placer de encontrarla en los actos peronistas, con el mismo entusiasmo y la misma lealtad de siempre.

jueves, 16 de abril de 2020

EL HECHO MALDITO DEL PAÍS BURGUÉS


EL HECHO MALDITO DEL PAÍS BURGUÉS

EL HECHO MALDITO DEL PAÍS BURGUÉS

Es la frase del “gordo” John William Cooke reproducida habitualmente por todos, desde el peronismo, sus aliados y desde la vereda de enfrente.

Pero Cooke jamás la dijo, al menos así.

Lo que expresó literalmente fue esto:

Durante bastante tiempo, el prestigio de Perón evitó las colisiones, pero aunque podía absorber estas contradicciones, no las suprimía; algunas aparecieron a la luz en los momentos finales del régimen, otras después de la caída. El equilibrio era ya insostenible, y el frente estaba desarticulado. Eso explica por qué el peronismo sigue siendo el hecho maldito de la política argentina: su cohesión y empuje es el de las clases que tienden a la destrucción del statu quo" (Peronismo y revolución, Granica Editor, Bs. As., 1971)

martes, 11 de febrero de 2020

Victorine Meurent Una ramera en el Louvre.

Victorine Meurent 

Una ramera en el Louvre.

Victorine Meurent Una ramera en el Louvre.


¿Quién era? Una joven francesa, hija de una modesta pareja de artistas, que soñaba con ser pintora. Una Lolita precoz: A los 16 años empezó a trabajar posando como modelo, pero la necesidad la empujó a la prostitución.Especialidad erótica: Su juventud la hizo una pieza muy cotizada para los maduros clientes del local donde estaba empleada, uno de los más famosos burdeles parisinos. Y su mayor talento sexual, según los cronistas, era masajear todo el cuerpo de sus clientes con sus carnosos senos.Musa expresionista: Fue inspiración para el pintor Edouard Manet, quien, fascinado por su cabellera cobriza, la convirtió en su amante y en su modelo preferida, inmortalizada en varios lienzos. Entre ellos: El almuerzo campestre y Olympia, que pueden admirarse en el Museo del Louvre. Alumna aplicada: Pero Victorine no se limitó a retozar con su protector y a posar desnuda para él. Aprendió la técnica de su arte y, con los años, ella también se convirtió en pintora. Logró cierta notoriedad con el lienzo Un burgués de Nuremberg. Tristemente, ninguna de sus obras ha llegado hasta nosotros.
Una Lolita precoz: A los 16 años empezó a trabajar posando como modelo, pero la necesidad la empujó a la prostitución.Especialidad erótica: Su juventud la hizo una pieza muy cotizada para los maduros clientes del local donde estaba empleada, uno de los más famosos burdeles parisinos. Y su mayor talento sexual, según los cronistas, era masajear todo el cuerpo de sus clientes con sus carnosos senos.Musa expresionista: Fue inspiración para el pintor Edouard Manet, quien, fascinado por su cabellera cobriza, la convirtió en su amante y en su modelo preferida, inmortalizada en varios lienzos. Entre ellos: El almuerzo campestre y Olympia, que pueden admirarse en el Museo del Louvre. Alumna aplicada: Pero Victorine no se limitó a retozar con su protector y a posar desnuda para él. Aprendió la técnica de su arte y, con los años, ella también se convirtió en pintora. Logró cierta notoriedad con el lienzo Un burgués de Nuremberg. Tristemente, ninguna de sus obras ha llegado hasta nosotros.

viernes, 17 de enero de 2020

martes, 12 de noviembre de 2019

PARA LA INQUISICIÓN FUMAR ERA UNA HEREJÍA Y este cartel de la época lo confirma

PARA LA INQUISICIÓN FUMAR ERA UNA HEREJÍA

PARA LA INQUISICIÓN FUMAR ERA UNA HEREJÍA  Y este cartel de la época lo confirma

Y este cartel de la época lo confirma


La Sagrada Congregación del Santo Oficio o Sagrada 

Congregación del Santo Oficio de la Romana y Universal 

Inquisición

La Inquisición o el Santo Oficio es una institución conformada por religiosos católicos la cual se fundó con un fin especial y era el de juzgar los delitos que se presentaban contra la religión e iglesia católica. Dicho de forma clara esta institución surgió como un instrumento para la lucha contra la herejía que proliferaba en aquellos tiempos.

Como se vé en la imagen, para la Inquisición, fumar era una herejía.

miércoles, 6 de noviembre de 2019

ADVERTENCIA A LOS PORTUGUESES POR EL VIRREY DON PEDRO ANTONIO DE CEVALLOS 1777 TEXTO


ADVERTENCIA A LOS PORTUGUESES POR EL VIRREY DON PEDRO ANTONIO DE CEVALLOS  1777 TEXTO

ADVERTENCIA A LOS PORTUGUESES POR EL VIRREY DON PEDRO ANTONIO DE CEVALLOS
 1777
TEXTO

Don Pedro Antonio de Cevallos, Gobernador y Comandante General de Madrid y su distrito, Comandante General de las Fuerzas de Tierra y Mar destinadas a la América Meridional, Virrey Gobernador y Capitán General de las Provincias del Río de la Plata, Buenos Aires, Paraguay, Tucumán, Potosí, Santa Cruz de la Sierra, Charcas y de las ciudades y Pueblos de Mendoza y de San Juan, Superior Presidente de la Real Audiencia de Charcas y Superintendente General de Real Hacienda en todos los Ramos y Productos de ella. (...) Hago saber a los Gobernadores y Comandantes Portugueses en América Meridional que de orden del Rey, mi Amo, he venido a estas regiones a tomar satisfacción de las injurias que las Armas del Rey Fidelísimo han cometido contra los dominios, vasallos, tropa y pabellón español, abusando de la moderación, magnanimidad y escrupulosa buena fe del Rey y publicando mendaces Manifiestos en que para paliar sus excesos se atreven a calumniar de agresores a los mismos comandantes españoles, a quienes han asaltado bajo el seguro de la paz y buena armonía de los respectivos soberanos. Declaro además para que nunca pueda alegarse o suponerse ficción y dolo en mis operaciones, que éstas se dirigirán también a recurperar los dilatados países pertenecientes a la Corona de Castilla, que la de Portugal ha usurpado ilegítimamente en esta parte del mundo. Que me hallo noticioso de que después que las armas portuguesas obtuvieron su ya notorio designio de apoderarse fraudulentamente de la Banda Meridional del Río Grande de San Pedro y ocuparon poco antes el Fuerte de Santa Tecla, escribió el comandante General de las Tropas portuguesas Don Juan Henrique Bohm, como el Gobernador de la Colonia del Sacramento Don Francisco Josef de la Rocha al Gobernador de Buenos Aires, Don Juan Josef de Vertiz, tenían orden del Virrey del Brasil de significarle la habían recibido para cesar en todas las hostilidades y procedimientos que pareciesen contrarios a la buena paz y amistad que S.S.M.M. Católica y Fidelísima querían se cultivase entre ambas Naciones; que dichas ordenes expresaban debía esta amistad ser recíproca en inteligencia de que quien quebrantase bajo cualquier pretexto la amigable correspondencia sería reputado agresor contra las mismas ordenes y responsable de todas las consecuencias que se siguiesen de semejantes procedimientos... Debo yo advertir y prevenir a los gobernadores, comandantes y oficiales portugueses de mar y tierra, para que no aleguen ignorancia. Vengo a estos paises plenamente autorizado por S.M. para vindicar los derechos de su Corona y solicitar por medio de las armas el desagravio del Real decoro, y que soy portador de las últimas determinaciones de mi soberano, ya arriba enunciadas, las cuales deben calificarse como forzosas e inevitables consecuencias de los mismos atentados cometidos por los portugueses sin respeto, ni consideración alguna a las seguridades, reiteradamente dadas, ni a la negociación entablada entre ambas cortes la cual era tan positiva y sincera de parte del Ministerio Español como aparente y capciosa de parte del Lusitano. A bordo del navío el Poderoso, a Veinte de Febrero de mil setecientos setenta y siete.
Don Pedro de Cevallos.
Fuente: www.elortiba.org

martes, 29 de octubre de 2019

HISTORIA DE UNA MICRONACION: SEALAND


HISTORIA DE UNA MICRONACION: SEALAND 


HISTORIA DE UNA MICRONACION: SEALAND

En pleno Mar del Norte

Una plataforma del tamaño de una cancha de tenis sobre pilotes de cemento que se usó en la segunda guerra mundial, sirve de base para el principado de “Sealand”, un país de 27 personas, con su propia moneda, sellos postales y un príncipe…

En 1967, un antiguo operador de radios clandestinas llamado Roy Bates se instalaba con su familia en una antigua plataforma de la segunda guerra mundial que había quedado en desuso, autoproclamándose Roy I, príncipe de Sealand. La idea no era nueva, pero Bates tenía de su parte un profundo conocimiento de las leyes internacionales y previamente había tenido cierta experiencia en radios clandestinas que utilizaban las aguas fuera de la jurisdicción del Reino Unido para transmitir sin interferencias de ningún tipo.
La instalación era conocida como Rough Tower, y era una de las tantas que el gobierno de Gran Bretaña había utilizado en la segunda guerra mundial para frenar el avance alemán sobre las costas inglesas. Bates sabía que al estar sobre aguas internacionales tenía una chance de poder llevar a cabo su proyecto, así que embarcó a su esposa y a su hijo Michael en la base acuática, decretando una Constitución basada en el sistema legal inglés.
En 1968, un año después de creado el reino, un buque de la armada británica se acercó a Sealand para reparar una boya marítima. El pequeño Michael sacó la carabina del padre y comenzó a defender la soberanía del país. El buque se retiró y padre e hijo fueron llevados a juicio ante una corte británica por uso ilegítimo de arma, pero luego de arduos debates sobre derecho internacional, fueron proclamados inocentes ya que se reconoció que la plataforma se encontraba fuera de jurisdicción. Este es uno de los principales argumentos que utilizan los defensores de Sealand para ser declarados nación de facto. Sin embargo, que una corte no reconozca jurisdicción sobre aguas internacionales, dista mucho de admitir la existencia de un país.
El caso de Sealand ganó bastante notoriedad por esos años, reproduciéndose en varias revistas europeas que hacían fantasear con la idea de crearse el propio país, casi para regalárselo a la esposa y nombrarla princesa, tal cual hizo roy con la suya. Hubo algunas personas que se interesaron en el proyecto, y lograron adquirir sus pasaportes e ingresar a vivir en la plataforma.
El príncipe Bates, visionario, fue ocupándose de las cuestiones más marketineras del reinado; himno nacional, bandera, escudo, estampillas (que llegaron a usarse en intercambio con Bélgica), moneda propia y pasaportes.
En 1978, en un hecho confuso, un grupo de alemanes y holandeses, toman por asalto el país mientras el príncipe Roy Bates se encontraba en Inglaterra buscando empresas dipuestas a invertir en un país libre de impuestos y preguntas. El grupo, presuntamente secuestra al príncipe Michael, hijo de Roy, pero éste logra comunicarse con su padre para advertirle de la situación. El caso es que Roy, con un grupo armado de gente, toma “por asalto” la isla, sin ninguna baja, y logra el control de la isla. El hecho llega a la prensa alemana y holandesa, y ambos gobiernos encaran gestiones para que los prisioneros sean liberados, los cuales, según la convención de Ginebra al terminar una guerra deben ser puestos en libertad. Salen todos, excepto un alemán, que al tener ciudadanía de Sealand es acusado de traición a la patria, quedando en confinamiento. Alemania reclamó ante el Reino Unido, el cual en base al fallo de 1968 informa que no se encuentra en su jurisdicción. Fue necesario el envío de un diplomático a Sealand que realizó las gestiones pertinentes para que el prisionero fuera liberado. Este fue otro de los argumentos que supo utilizar el príncipe Roy para que su país sea reconocido.
Según contó Bates al diario “The Independent”, durante la guerra de Malvinas un grupo de argentinos le acercó una oferta para comprar Sealand a fin de desarrollar actividades anti-británicas. “Los mandé de regreso – dijo – nunca haría nada que pudiera ser una amenaza para el Reino Unido”
En 1987, Gran Bretaña extendía sus límites marítimos a 12 millas, aplicando la convención 82 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para límites marítimos, por lo que el principado queda dentro de sus límites jurisdiccionales. Bates, proclama la adhesión al mismo tratado (a pesar de no ser miembro de la ONU), y también extiende el territorio marítimo a 12 millas, por lo que ambos límites se superponen. Técnicamente el límite queda prefijado en la mitad y según las leyes internacionales, un país no puede anexar a otro al extender sus límites.
Claro que el Reino Unido, por medio de voceros, desconoce la existencia de Sealand como país, e informa que es propiedad militar de la corona. Sin embargo, se muestra reticente en los hechos a volverse a involucrar en disputas legales; lo demuestra en 1990 cuando Michael, hijo de Bates, dispara nuevamente contra una embarcación, y el caso fue directamente desechado en las cortes británicas.
Durante los años 90’ el príncipe Roy envejecía en la plataforma mientras en Europa Continental, supuestos “embajadores” de Sealand hacían circular pasaportes, licencias de conducir, títulos de la “Universidad de Sealand”, matrículas diplomáticas y títulos honoríficos. Fue así como mágicamente, la población de Sealand pasó de unas decenas de personas a 150.000 súbditos acorde a la cantidad de pasaportes que se vendieron. Según la historia “oficial” de Sealand, había gente que se hacía pasar por ellos, y daban como pista a seguir al antiguo alemán que trató de hacer la revolución. Lo cierto es que la desmentida llegó luego del desbaratamiento de las redes de venta de pasaportes y el descubrimiento de un negocio de adulteración de naftas por varios millones de dólares en España.
Se vendió inmunidad diplomática de Sealand desde Hong Kong hasta Rumania.
Así como antaño se utilizaban las aguas internacionales para montar radios clandestinas, hoy la nueva radio es internet y goza de los mismos beneficios; no hay control, no hay censuras, no hay impuestos. El cambio radical surgió de la mano de Havenco, una compañía que pagó 250.000 dólares en 1999 para alquilar algunas instalaciones de Sealand durante el primer año de vida. Ese mismo año el príncipe Roy dejaba el cargo ejecutivo para nombrar regente a su hijo Michael por cuestiones tecnológicas y de salud. Havenco instaló su datacenter en Sealand, promocionando la supuesta evasión de cualquier tipo de control de cualquier gobierno; por lo cual sus usuarios no estarían expuestos a ninguna ley, un verdadero paraíso en el cual se permite todo excepto pedofilia.

lunes, 28 de octubre de 2019

HISTORIA DE LA SILLA


HISTORIA DE LA SILLA

HISTORIA DE LA SILLA



En Egipto, por ejemplo, los datos obtenidos provienen de los jeroglíficos pintados en las paredes de las cámaras sepulcrales. Las escenas muestran como los egipcios, tanto hombres como mujeres, se sentaban en sillas con respaldo y algunos sitiales. 
       En la civilización romana se fabricaban de marfil. 
De las sillas de honor sin respaldo y con asiento mullido, se conocen dos clases:
       BISELIUM, se trataba de una silla muy alta, recta y con capacidad para dos personas. 
       SILLA CURULIS (silla curul), tenía los pies encorvados y era plegable o de tijera. Era utlizada por los cónsules y ediles. 
Tenían otro asiento al cual llamaban "scammun", haciendo referencia a una serie de banquillos, tarimas o bancos grandes con respaldo.
       Por otra parte, los romanos denominaban "sede" a la silla o trono. Las pinturas hayadas en los murales de las ruinas de Pompeya revelan el uso de sitiales.
       De Grecia podemos mencionar las sillas en las que están sentadas ciertas estatuas que hoy se encuentran en diversos museos de Europa, que datan del siglo 6 a.C. Son sillas con respaldo, perpendiculares tanto por delante como por detrás. La base tiene variadas formas. 
       Desde principios del siglo XVI aparecen la silla y el sillón clásicos españoles sobrios, rectangulares, llevando telas bordadas, terciopelos o guadameciles sujetos con clavos de adorno en el asiento y respaldo y que tan extendidas se encuentran en España en los siglos siguientes. En el XVIII con la dinastía borbónica se va imponiendo el gusto francés de las butacas y demás sillas o sillones con acolchados.
       Las sillas de paja o anea en el asiento se usan desde el siglo XVI y las de rejilla desde el XVII. En este siglo y el siguiente estuvo muy en boga para reyes y nobles la silla portátil o de manos, a modo de coche.


viernes, 25 de octubre de 2019

CARTA DE ERNESTO GUEVARA A SUS PADRES

CARTA DE ERNESTO GUEVARA A SUS PADRES

CARTA DE ERNESTO GUEVARA A SUS PADRES

Marzo 1965

Queridos viejos:
Otra vez siento bajo mis talones el costillar de Rocinante, vuelvo al camino con mi adarga al brazo.
Hace de esto casi diez años, les escribí otra carta de despedida. Según recuerdo, me lamentaba de no ser mejor soldado y mejor médico; lo segundo ya no me interesa, soldado no soy tan malo.
Nada ha cambiado en esencia, salvo que soy mucho más consciente, mi marxismo está enraizado y depurado. Creo en la lucha armada como única solución para los pueblos que luchan por liberarse y soy consecuente con mis creencias. Muchos me dirán aventurero, y lo soy, solo que de un tipo diferente y de los que ponen el pellejo para demostrar sus verdades.
Puede ser que ésta sea la definitiva. No lo busco pero está dentro del cálculo lógico de probabilidades. Si es así, va un último abrazo.
Los he querido mucho, sólo que no he sabido expresar mi cariño, soy extremadamente rígido en mis acciones y creo que a veces no me entendieron. No era fácil entenderme, por otra parte, créanme, solamente, hoy. Ahora, una voluntad que he pulido con delectación de artista, sostendrá unas piernas flácidas y unos pulmones cansados. Lo haré.
Acuérdense de vez en cuando de este pequeño condotieri del siglo XX. Un beso a Celia, a Roberto, Juan Martín y Patotín, a Beatriz, a todos. Un gran abrazo de hijo pródigo y recalcitrante para ustedes.

Ernesto



lunes, 21 de octubre de 2019

Vicealmirante Maximilian Graf von Spee Dio nombre al acorazado y murió frente a las Islas Malvinas


Vicealmirante Maximilian Graf von Spee



Dio nombre al acorazado y murió frente a las Islas Malvinas


Vicealmirante Maximilian Graf von Spee   Dio nombre al acorazado y murió frente a las Islas Malvinas
Maximilian Johannes Maria Hubertus, Reichsgraf von Spee nacio en Copenhague en Junio 22 de 1861, hijo de un gentil hombre dedicado al campo. Se enlisto en la Armada Imperial como cadete en Abril 23 de 1878 y fue comisionado el 17 de Diciembre de 1881. Obtiene su grado de oficial como Contralmirante von Spee el 27 de Junio de 1910 y para la epoca de su ultima promocion a Vicealmirante el 15 de Noviembre de 1931, es asignado como Comandante en Jefe del Escuadron de Cruceros alemanes en Asia del Este, con base en Tsingtau, un enclave aleman en China. 
En Agosto de 1914 un grupo consistente en los cruceros pesados Scharnhorst (13.00 toneladas; 8 cañones de 210mm) y Gneisenau y el crucero ligero Nurnberg salen de Ponape en las Islas Carolinas rumbo a la costa de Chile. Los cruceros ligeros Dresden y Leipzig se unen al grupo en la isla Easter. Los enemigos de Alemania; Gran Bretaña, Francia y Japon, tienen a varios grupos de tarea asignados a la busqueda del grupo. El 1 de Noviembre de 1914, cerca de las Islas Santa Maria de Coronel, Chile, el escuadron aleman se encuentra  con una division de cruceros ingleses. Durante la batalla, los cruceros de batalla HMS Good Hope (insignia del Almirante Craddock) y el HMS Monmouth son hundidos por la fuerza naval alemana; un crucero ligero, un buque de batalla y un AMC escapan. Las unidades victoriosas alemanas entran luego al puerto de Valparaiso, Chile, donde, segun se rumora, se les ofrece asilo, pero von Spee declina la oferta.
La Armada Imperial habia hecho por otra parte arreglos destinados a la adquisicion de 67.000 toneladas de carbon que debian estar disponibles para propositos no conocidos, el 5 de Diciembre de 1914, 20.000 toneladas en La Plata, Argentina y New York, USA; y otras 15.000 toneladas en Nueva York y 12.000 en las Islas Canarias para el 20 de Enero de 1915. Esto sugiere que von Spee esperaba realizar una ruptura del bloqueo hacia Alemania, a pesar de su bajo nivel de municiones. El escuadron habia hecho uso de la mitad de su parque en la batalla de las Islas Santa Maria, sin embargo, von Spee decide continuar viaje y bordea el cabo de Hornos, tomando rumbo hacia el norte. 
Cerca de la 9:30 de la mañana del 8 de Diciembre de 1914, el Gneisenau y Nurnberg se acercan a pocas millas de la parte sureste de las Islas Falkland (Islas Malvinas) y son avistados desde el Fuerte Williams, donde estan anclados los cruceros de batalla HMS Invincible, HMS Inflexible y los cruceros HMS Kent, Carnarvon y Cornwall. La fuerza naval britanica se hace a la mar y despues de una enconada batalla, el Scharnhorst, Gneisenau, Leipzig y Nurnberg son hundidos, con una gran perdida de vidas. El Vicealmirante von Speee cae muerto en su buque, del cual no quedan supervivientes y sus hijos Tenientes Otto Ferdinand von Spee y Heinrich Franz von Spee mueren en el Gneisenau y Nurnberg.


jueves, 17 de octubre de 2019

17 DE OCTUBRE, NACE EL PERONISMO.


17 DE OCTUBRE, NACE EL PERONISMO.

 
17 DE OCTUBRE, NACE EL PERONISMO.
Por Javier Parbst

«Los hijos de Martín Fierro y del Sargento Cruz eran educados en las escuelas de Sarmiento a despreciar a sus padres por bandoleros, y buscar el perdón de su pecado original amoldándose mansamente a los dueños del cepo, los contingentes y la partida»
José Maria Rosa.
Dice Galasso que «desde el 17 de Octubre 1945 la oligarquía argentina ya no pudo dormir tranquila». Los privilegiados temblaron en sus cimientos. El «aluvión zoológico», la «indiada» que copó por dos días la ciudad puerto crecida y formada de espaldas a la Argentina profunda, dejo pasmados a los porteños.
¿Por qué la Pueblada de la Lealtad del 17 de Octubre? En gran parte, por los derechos y lo Revolucionario de 1944. Por esos días era común leer en los diarios nacionales: «El gobierno toma posesión de elevadores de granos privados en La Plata» (la Razón, 28/09/44), «El gobierno toma posesión de elevadores de granos en Rosario» (la Razón, 30/08/44), «Aumento de sueldo a los Ferroviarios» (06/10/44), «Aumento de salario a los Panaderos» (08/10/44), El 13 de Octubre del 44 los diarios anuncian la sanción del Estatuto del peón rural. En su lanzamiento el 15 de Octubre en Junín, un Perón Revolucionario de 49 años dice: «…todo había sido falseado: la libertad, la ciudadanía, la función directriz, la justicia y la moral. Como consecuencia de ello, nuestro Pueblo estaba al borde de perder sus fuerzas mas ponderables: La esperanza y la Fe. (…) Se ha pretendido hacer creer al Pueblo que esa logia funesta de demagogos representaba la clase dirigente del país, su elite, y que, como tal, estaba formada por sabios, por ricos y por buenos. Hay que observar que los sabios rara vez han sido ricos y los ricos rara vez has sido buenos. (…) «Nosotros realizamos leal y sinceramente una política social, encaminada a dar al trabajador un lugar humano en la sociedad. Lo tratamos como hermano y como argentino. Ellos dicen que somos demagogos (…) al hablar así, al aclarar que el peón, necesita como todo argentino: «…vivienda sana y decorosa, alegre desarrollo físico y espiritual, protección biológica y económica contra los riesgos profesionales…» rompe barreras que nuestra oligarquía ya creía infranqueables por los tibios políticos atroquelados en la falacia del sistema. Los dueños de la Argentina desde 1853, la oligarquía terrateniente explota furiosa, las tertulias del Té se ven alteradas por las charlas sobre «este demagogo» que para ellos viene a «sublevar a la plebe» pero a lo que viene y los aterra es «a cuestionar su status quo». La sociedad rural contesta. Son piezas únicas de la escritura oligárquica discriminatoria los comunicados de esos días, dicen: «En la fijación de los salarios es primordial determinar el estándar de vida del peón común. Son a veces tan limitadas sus necesidades materiales que un remanente trae destinos socialmente poco interesantes». Traducido: Ojo con los negros a ver si le das guita de más no saben usarla. Los privilegiados, los intelectuales cómodos con el sistema, los grandes diarios, los socialistas, los comunistas, los conservadores, todos se oponen a Perón y a su «populismo» que no para de otorgar derechos a los trabajadores. Luego del 17 de Octubre y del triunfo del Pueblo tomando las calles para rescatar a su líder todas estas fuerzas se juntaran para enfrentar electoralmente al «peligro» del Peronismo y todos perderán ante la voluntad del Pueblo de creer y acompañar a quien en un año y medio los dignifico y otorgo derechos a las mayorías antes ocultados por los continuadores de la década infame. 1945 sigue con las jubilaciones para todos, el aguinaldo y finalmente la cárcel para Perón. Los hechos son conocidos, confinado en la Isla Martín García, la CGT que declara paro para el 18, el Pueblo trabajador que se encamina hacia la plaza desde todos los puntos del conurbano y el llamado de Farrell a Perón a la casa rosada «porque estos nos van a prender fuego todo».
Finalmente el 17 de Octubre es fiesta, es algarabía, claro que primero es lucha, resistencia, coraje y lealtad!!! Pero ya cuando el Pueblo esta en la Plaza y el Gral en la Rosada todos y todas sabemos que triunfamos, que por una vez la pulseada la ganamos los de abajo, los oscuros, los invisibilizados; y ganamos contra los ricos, los poderosos, los patrones de la argentina. Y ahí esta Perón, gigante. De nuestro lado. Cumplió él y el Pueblo cumplió con él. Y nuestro día es el de la Lealtad, el Peronismo nace con mística y con Victoria.
La mejor forma de entender el 17 de Octubre de 1945 es leer a Perón, para entender al Peronismo, hay que leer a Perón. Es la forma simple y veraz de sentir, comprender a un movimiento político desde el Pueblo y para el Pueblo. Es muy difícil negar las tres banderas Peronistas si uno se para desde la nacionalidad y la soberanía. El Peronismo es humanismo en acción, al 17 de Octubre lo hicieron los postergados de siempre, eran los nietos sobrevivientes últimos de asesinados gauchos, eran los gringos anarquistas, socialistas, trabajadores que llegaban década tras década al país, eran los indios sobrevivientes de otras grandes matanzas, era el pueblo oculto, postergado; el que un coronel vio, comprendió, organizó e impulsó a ser protagonista de su destino. Scalabrini Ortiz afirmaba que fue necesario que Perón caiga, lo encarcelen, para que se consolide el pacto del Pueblo con su líder, fue el encarcelamiento de los días previos lo que convenció al Pueblo de que Perón no era uno más que los terminaría engañando y que si el «régimen» lo excluía y lo corría la cosa iba en serio. Nacía «el echo maldito del país burgués» tan bien sintetizado por Cooke años después y la argentina ya no sería la misma con un movimiento de masas, que forjara su doctrina y sus banderas con la mística que le dio nacer de una revuelta callejera y popular como fue la gesta del 17 de octubre de 1945.
El 17 de octubre parió un Movimiento Nacional, Popular, Revolucionario, Policlasista… Hijos del Peronismo, con este como columna vertebral y amplísimos sectores hoy el Frente de TODOS demuestra que el Peronismo sigue vigente con la capacidad de reinventarse, repensarse y 70 años después impulsando grandes movilizaciones callejeras que significan siempre: acá estamos, Pueblo y política, organizados, dispuestos a dar batalla por nuestro derechos.
Acá estamos, entonces, una vez mas, para poner de pie a la Argentina.
Feliz día de la Lealtad!!
(Todas las citas, menos la frase de Jose Maria Rosa, son del libro «Perón, formación, ascenso y caída» de Norberto Galasso.)


jueves, 10 de octubre de 2019

Scylla: Una meretriz que salvó la vida del emperador Claudio derrotando a la viciosa emperatriz Mesalina


Scylla: Una prostituta que salvó la vida del emperador Claudio derrotando a la viciosa emperatriz Mesalina


Scylla


¿Quien era? 
Según relata Suetonio en su obra Historias de putas famosas, era la mayor ramera de Roma.
Especialidad erótica: En la puerta de su casa colgaba este aviso: “Doy placer a tres hombres a la vez con mis tres agujeros. Aunque vayáis con prisa, entrad”.
Un duelo épico: La emperatriz Mesalina retó a Scylla a ver quién satisfacía a más hombres en una noche.
El duelo sexual duró horas, hasta que el emperador Claudio, fascinado por la chica, le aconsejó que se dejara ganar si no quería que Mesalina la hiciera matar.
Agradecida: Scylla se convirtió en espía y confidente de Claudio, y le avisó de que Mesalina y su amante iban a asesinarle.

Y la emperatriz perdió la cabeza.
¿Quien era? 
Según relata Suetonio en su obra Historias de putas famosas, era la mayor ramera de Roma.
Especialidad erótica: En la puerta de su casa colgaba este aviso: “Doy placer a tres hombres a la vez con mis tres agujeros. Aunque vayáis con prisa, entrad”.
Un duelo épico: La emperatriz Mesalina retó a Scylla a ver quién satisfacía a más hombres en una noche.
El duelo sexual duró horas, hasta que el emperador Claudio, fascinado por la chica, le aconsejó que se dejara ganar si no quería que Mesalina la hiciera matar.
Agradecida: Scylla se convirtió en espía y confidente de Claudio, y le avisó de que Mesalina y su amante iban a asesinarle.
Y la emperatriz perdió la cabeza.

lunes, 10 de junio de 2019

MARTÍN MIGUEL DE GÜEMES


  MARTÍN MIGUEL DE GÜEMES 


  MARTÍN MIGUEL DE GÜEMES

Nació en la ciudad de Salta el 8 de febrero de 1785, siendo sus padres Gabriel de Güemes Montero, comisario de guerra y ministro general de la real hacienda de la Provincia, y María Magdalena de Goyenechea y la Corte (nacida en Jujuy e hija del general Martín Miguel de Goyenechea). Ambos progenitores del famoso caudillo estaban vinculados a las familias más respetables de Salta y de Jujuy.

Influenciado el joven Güemes por la tradición de su abuelo materno y con el beneplácito de sus padres, sentó plaza de cadete en el Regimiento “Fijo” de Buenos Aires (en una compañía que se encontraba en Salta), el 13 de febrero de 1799.  El “Fijo” bajó a Buenos Aires en 1801 y de aquí a Montevideo en 1803.  Más tarde compartió de las gloriosas jornadas de 1806 y 1807, con motivo de las invasiones inglesas, en las filas de su regimiento, ascendiendo por estos hechos a Alférez graduado, al mismo tiempo que le hacían Teniente de Milicias de Granaderos del Virrey Liniers.  En la Reconquista de la ciudad de Buenos Aires, el 12 de agosto de 1806, Güemes desempeñaba funciones de ayudante de Liniers, general en jefe de las fuerzas libertadoras.  La tradición cuenta que el combate había terminado después de dos horas de rápida acción llevada con toda energía por soldados bisoños, por el amor de la tierra en que nacieron, quebrantando el esfuerzo de expertos veteranos que habían hecho frente a los soldados de Bonaparte en San Juan de Acre.  Pueyrredón acababa de arrebatarles el estandarte del glorioso Regimiento Nº 71, y el general Beresford había rendido su espada.  Cercanas las sombras de lluviosa tarde de invierno, se reunía un grupo de jefes y oficiales al pie del asta bandera en el bastión Norte, contemplando con satisfacción el real pabellón, flameando donde hacía pocos momentos tremolaba el de la vieja Albión.  El jefe vencedor dialogaba en aquellos instantes con el jefe de la escuadrilla que había trasportado de La Colonia a las legiones reconquistadoras, Gutiérrez de la Concha.  El diálogo agitado de Liniers, apenas llegaba a herir los oídos de un joven bizarro de brillante uniforme, que inclinado desde sus años juveniles a la noble carrera de las armas, había revelado en aquellos angustiosos días una actividad y un comportamiento tan digno, que el general en jefe le había hecho quedar a su lado, en calidad de ayudante, como queda dicho; el día 11, enviado desde la plaza para informar a Liniers de la situación allí, había quedado al lado del futuro vencedor.

El diálogo entre Liniers y Gutiérrez de la Concha era producido por un buque de la escuadra de Popham, que había estado bombardeando la ciudad, el cual aparentemente estaba varado.  El jefe de la Reconquista, después de observar con el catalejo el buque de referencia, se dio vuelta al ayudante Güemes y le dijo: “Usted que siempre anda bien montado, galope por la orilla de la Alameda, que ha de encontrar a Pueyrredón, acampado a la altura de la batería Abascal y comuníquele la orden de avanzar soldados de caballería por la playa, hasta la mayor aproximación de aquel barco que resta cortado de la escuadra en fuga”.

Güemes con la velocidad del relámpago trasmitió a Pueyrredón la orden de Liniers y más rápidos aún, los húsares de aquel Jefe, se apresuraron a arrojarse al río con el agua hasta el encuentro de sus cabalgaduras, y rompían el fuego de sus tercerolas sobre el buque varado, cuyo comandante comprendiendo la gravedad de su situación, hizo señales desde el alcázar con un paño blanco, anunciando su rendición; era el “Justina”, de 26 cañones, 100 tripulantes, el cual durante aquella dura jornada, habiéndose acercado mucho a tierra, había hecho un fuego realmente destructor contra las legiones libertadoras, pero su audacia le resultó cara, como se ve.  Era una de las unidades de la escuadra británica del comodoro Home Popham.

Participó también en las operaciones que tuvieron por escenario la Banda Oriental, con motivo de las invasiones inglesas, y de regreso de estas campañas, solicitó permiso para regresar a Salta, ya teniente de milicias, lo que le fue concedido el 7 de abril de 1808.  llegado a su ciudad natal, el gobernador Isasmendi dispuso fuese agregado a la guarnición de la plaza con el grado de Teniente.  La “Suprema Junta Gubernativa del Reino”, en Sevilla, el 13 de enero de 1809, le expidió a Güemes el ascenso a subteniente efectivo del Regimiento de Infantería de Buenos Aires.

Corría el año de 1810 y Güemes con el grado de Teniente de Granaderos de Fernando VII se encontraba en Salta con licencia, cuando estalló en Buenos Aires el movimiento emancipador.  Este resonó con eco extraordinario en aquella ciudad, que fue la primera que respondió al grito de libertad lanzado desde la Capital.  Güemes se incorporó a las fuerzas que la Primera Junta lanzó sobre el Alto Perú, con una partida de 60 jinetes, a cuyo frente se presentó al nuevo Gobierno.  Esta partida de 60 hombres, fue llamada “Partida de Observación” y fue equipada con gran lujo, para el cual habían contribuido en gran parte las casas de Gurruchaga y de Moldes.  Güemes fue nombrado capitán de la misma, en setiembre de 1810, fecha en que se le encuentra destacado en Humahuaca (el día 22 de aquel mes).

Güemes al frente de su partida, contribuyó a la victoria de Suipacha, el 7 de noviembre de 1810.  Reunidas las fuerzas en Potosí, algo grave pasó entre el general Balcarce y Güemes, con motivo del parte de Suipacha, por lo que este último fue separado del ejército, actitud de la cual reclamó Güemes ante la Junta, la que con fecha 23 de junio de 1811 accedió a su reclamo, ordenando su reincorporación al ejército, el cual ya se hallaba al mando de Pueyrredón, pues había sufrido ya el contraste de Huaqui, el día 20 de junio, lo que obligó a replegarse sobre Jujuy.  Güemes ya había sido ascendido a capitán y Pueyrredón al llegar a Jujuy reorganizó sus fuerzas, con las que avanzó nuevamente al Alto Perú, ocupando Suipacha con su vanguardia, mandada por Díaz Vélez; pero allí fue derrotado el 11 de enero de 1812, y al día siguiente en el combate de El Nazareno.  Ante este fracaso, Pueyrredón resuelve retirarse a Tucumán, y desde Humahuaca solicita su relevo, llegando el 20 de marzo del mismo año, a Yatasto, donde le recibe el mando el general Belgrano.

Belgrano contramarchó a Jujuy, donde se propuso la tarea de reorganizar el ejército.  Desde allí, despachó a Santiago del Estero al capitán Güemes, por un acto de indisciplina.  El “pecado” de Güemes fue su relación amorosa con la esposa de un teniente del Ejército, que la había abandonado y ya separada convivía con Güemes, que era soltero todavía.  Enterado Belgrano que esta señora se había ido a vivir a Santiago, decide el traslado de Güemes a Buenos Aires.

A su paso por Córdoba fue encargado de conducir a la Capital el contingente de presos realistas que se encontraba en aquella ciudad.

El 20 de enero de 1813 llega Güemes a Buenos Aires y solicita al gobierno se le haga conocer la causa de su confinación, respondiendo el Estado Mayor que “no hay antecedente alguno”, por lo que el gobierno se dirige a Belgrano para que haga conocer las causas.  Pero antes de recibir la respuesta y en mérito a su carrera militar, Güemes es agregado al Estado Mayor General en calidad de capitán de Infantería.

El Oficio de Belgrano al gobierno decía: “Habiéndome informado el alcalde de la ciudad de Santiago don Germán Lugones de la escandalosa conducta del teniente coronel graduado, don Martín Güemes, con doña Juana Inguanzo, esposa de don Sebastián Mella, teniente de dragones en el ejército de mi mando, por vivir ambos en aquella ciudad aposentados en una sola mansión, y habiendo adquirido noticias que este oficial ha escandalizado públicamente mucho antes de ahora con esta mujer en la ciudad de Jujuy… Con estos antecedentes indubitables, considerando que cualquier procedimiento judicial sobre la materia sería demasiado escandaloso y acaso ineficaz, he tomado la resolución de mandarle a Güemes … Espero que vuestra excelencia se dignara aprobar estas medidas en que sólo he tenido por objeto la conservación del orden, el respeto a la religión…”.

El 15 de abril de 1813, Belgrano le escribía a Chiclana: …”Si usted no presta oídos más que a los patriotas, le llenarán la cabeza de especies,…estoy arrepentido, usted sabe cuál es mi lenguaje y siempre digo lo que siento…” (1)

El 12 de agosto de 1813 el Gobierno resolvió que Güemes pasase agregado al Estado Mayor del ejército sitiador de Montevideo, como teniente coronel graduado; lo que no lo satisfizo porque se le rebajaba la jerarquía; ordenándose que se le abonasen los sueldos devengados desde aquella fecha.  Ante una solicitud de Güemes pidiendo marchar al Norte con San Martín, y que este informó el 6 de diciembre del mismo año en forma conveniente, se accedió a lo pedido por el causante.

El 7 de diciembre de 1813 Güemes era ascendido a Teniente Coronel graduado del Ejército y era destinado nuevamente al Ejército Auxiliar, del cual recibía el mando en jefe el coronel San Martín, el 30 de enero de 1814.  Güemes había concurrido presuroso a su provincia natal, al tener conocimiento de que se había producido una nueva invasión realista. San Martín que había oído ponderar los servicios del caudillo salteño, aceptó complacido sus servicios y lo nombró comandante de las avanzadas de Salta, por el lado del río Pasaje, mientras que Apolinario Saravia quedaba de comandante de avanzadas por el lado de Guachipas.

No estaba equivocado el futuro general de los Andes en la elección del personaje para hacer aquella guerra de partidas que mantendría en jaque a los españoles cuando se aventurasen en las provincias del Norte; en compañía de Francisco Gorriti, se propuso levantar todo el paisanaje por la causa de la libertad.  Su éxito fue tan grande como rápido, pues todos los partidarios de la libertad pusieron su vida y sus bienes a su servicio, halagados tan sólo por cooperar en la emancipación del suelo natal.  Desde aquel momento empieza a hacerse sentir la acción personal de Güemes en aquella guerra interminable de partidas, en que los realistas no podían asomar por ninguna parte sin encontrar inmediatamente fuerzas dependientes de Güemes que les presentarán combate, o mejor dicho, que les asesten un terrible zarpazo. Cuando los realistas ocupaban la ciudad de Salta, en 1814, Güemes concibió el audaz proyecto de apoderarse de su ciudad natal; en demanda de este objetivo, el día 27 de marzo de aquel año, pernocta en la Cuesta de la Pedrera, a tres leguas de Salta, donde existía una guardia realista, que Güemes sorprende al amanecer del 28, tomándola casi toda prisionera.  Sabedor de que el jefe español de la ciudad, coronel Castro,  se encontraba allí con todas sus fuerzas, resuelve atraerlo a su posición, para lo cual destaca un piquete para provocarlo.  Pero Castro también era salteño y conocía muy bien las tretas criollas y no avanzó en la persecución de sus enemigos más de una legua, el día 29 de marzo, persecución que efectuó con 80 jinetes, los mejores del regimiento.  Ante el fracaso para atraer a Castro, Güemes resolvió atacarlo y haciendo avanzar a su gente, le ordenó cargar puñal en mano, poniendo en fuga a Castro y sus jinetes, que no pararon hasta llegar a Salta, quedando en poder de Güemes 45 prisioneros, armas y caballos.  Por sus merecimientos en esta acción, el Director Supremo le reconoció la efectividad de teniente coronel de Ejército el 9 de mayo de 1814 y por recomendación de San Martín, se lo declaró “Benemérito”, dándosele las gracias en nombre de la Patria.  Se le nombró Comandante General de la Vanguardia, con lo cual los patriotas que operaban en Guachipas y en el Pasaje, quedaban bajo su comando.  Güemes los organizó divididos en tres secciones; la primera, la más próxima al enemigo, tomó el nombre de guerrilla o avanzada de los campos de Salta, al mando de Pedro José Zavala; la segunda, llamada avanzada de Guachipas, que servía de sostén a la anterior, a las órdenes siempre de Apolinario Saravia, teniendo por teatro el Valle de Lerma; la tercera tenía por zona de operaciones hacia Oriente, sobre el camino que une Tucumán con Salta Y Jujuy, compuesta en su mayor parte por gauchos de esa región, bajo el mando personal de Güemes, con su vanguardia particular estacionada en Cobos y Campo Santo, al mando de Pablo Latorre.

Tantas dificultades para el avance de las fuerzas reales, decidieron al general Pezuela, comandante en jefe, trasladarse desde Tupiza hasta Jujuy, donde permanecía el general Ramírez Orozco, como jefe de la guarnición.  A esta ciudad llegó Pezuela el 27 de mayo de 1814, al frente de 4.000 soldados aguerridos.  Traían el propósito de realizar el plan que el Virrey Abascal había trazado en 1812 al general Goyeneche, esto es, socorrer a Montevideo, salvando al ejército de 6.000 hombres allí encerrado, que agregado a sus tropas y a las que le enviarían desde Chile, tendría a sus órdenes 12.000 soldados, con los cuales esperaba dar fácil cuenta del gobierno patriota de Buenos Aires.

Los gauchos de Güemes pronto convencieron al general español de las insuperables dificultades que era necesario vencer; que 4.000 gauchos armados de puñales, lanzas, boleadoras y escaso número de armas de fuego, a los que apoyaban apenas 300 soldados del ejército regular, era una barrera difícil de vencer.  Pronto se convenció Pezuela de que no había nada que hacer contra esta infranqueable barrera y no encontró otro expediente que buscar una batalla general y con este propósito trató de atraer a San Martín a Salta, ya que los gauchos le impedían a él llegar hasta Tucumán, y concentró todas sus fuerzas en Salta.  Sin embargo, la acción de Güemes y sus gauchos fue tan efectiva que el general Pezuela con todo su ejército en Salta y su Cuartel General en Jujuy, se encontraba imposibilitado de avanzar. Marquiegui, jefe realista natural de Jujuy, propuso al general Pezuela abandonar el camino real por el Pasaje a Tucumán, y tomar el que conduce al mismo punto más hacia Oriente, atravesando el desierto.  Marquiegui se puso en marcha desde Jujuy con 400 hombres de infantería y caballería, llegando a Yaví el 15 de junio, donde arrolló al comandante patriota Arias, y tomó rumbo al Este en dirección a Orán, tomando sucesivamente una serie de fortines en el Chaco con rumbo al Sur.  Pero Güemes lo había sentido y cuando Marquiegui se proponía regresar a Jujuy, fue atacado por aquel el 26 de junio en Anta y el 29 en Santa Victoria; se desvió al Oeste y se dirigió a Jujuy por el camino de la Cuesta Nueva, pero el 4 de julio fue destrozada por Güemes su retaguardia.  Al mismo tiempo, su subordinado Zavala, el 11 de junio llegaba hasta los aledaños de Salta en un ataque contra los realistas.  Estos contratiempos le decidieron a iniciar su retirada el 25 de julio de 1814.  Entretanto el general Rondeau mandaba el Ejército Auxiliar, en reemplazo de San Martín.

Tan pronto como Güemes tuvo conocimiento de la retirada de Pezuela, se aproximó a Salta, cuyo sitio estrechó a fines de julio.  Güemes ocupó su ciudad natal y Pablo Latorre la de Jujuy, adelantando sus avanzadas en persecución del enemigo a las órdenes de Alejandro Heredia.  Güemes se apresuró a trasladarse a Jujuy, mientras Pezuela, volaba más que corría,  desde que abandonó Jujuy el 3 de agosto, llegando a Suipacha el día 21, después de haber perdido 1.500 hombres y haber recibido una lección soberbia.  Indudablemente, influyó en la decisión para retirarse, la noticia de la caída de la plaza de Montevideo, el 23 de junio.

Rondeau avanzó a fines de 1814 hacia el Norte, habiendo sido reforzado su ejército en forma notable, gracias a los cuerpos que había dejado libres la caída de Montevideo.  El 17 de abril de 1815, en la sorpresa del Puesto de Marqués, Güemes ejecutó una carga contra los realistas, haciendo una horrible matanza.  Al día siguiente, el caudillo salteño pretextaba una enfermedad al general Rondeau para retirarse del ejército.  Desde el 30 de setiembre del año anterior ostentaba los galones de coronel graduado.  La causa de la enfermedad no era más que un pretexto.  Al pasar por Jujuy se apoderó de 700 fusiles que existían en el parque del ejército, que Rondeau había ordenado que le remitieran, a lo que Güemes contestó con franqueza que era necesarios llevarlos para armar las partidas de Salta y resistir a la próxima invasión española.  Llevó también unos 300 hombres enfermos que encontró en Jujuy, de modo que en breve, el caudillo salteño alcanzó a contar con 1.500 hombres.

Güemes se había retirado del ejército, porque prontamente se dio cuenta que con la indisciplina reinante en él, iba derecho a un desastre, como aconteció.  El 6 de mayo de 1815 Güemes era elegido por asamblea popular, gobernador de Salta.  Cinco meses más tarde lo eligió también el pueblo de Jujuy.  Rondeau, después de su desastrosa campaña de aquel año, al replegarse a Huacalera, ya había declarado a Güemes traidor a la patria, en agosto, mediante un manifiesto; ahora, el 8 de marzo de 1816, Rondeau abandonaba su campamento de Huacalera, anunciando que como Güemes le había negado recursos, para proveérselos con más comodidad, se trasladaba a Salta con 3.500 soldados.  Fracaso total de Rondeau fue esta empresa contra el bravo caudillo salteño.  Aquel, que había llegado a Jujuy, sin esperar a Güemes para una entrevista a la que se habían citado, el 13 de marzo se puso en marcha sobre Salta, con 2.500 soldados veteranos, acampando en el campo de Castañares, a una legua de la ciudad, el día 15, ocupando la ciudad sin resistencia.  Después Rondeau salió de Salta y acampó en el Viñedo de Tejada, a la entrada de Cerrillos, donde los gauchos le arrebataron 200 cabezas de ganado, toda la caballada del Regimiento de Dragones que la custodiaba, con lo que el ejército quedó a pie y sin sustento.  El día 20 de marzo, los gauchos arrebataron a Rondeau los últimos animales que le restaban para la alimentación, lo que desconcertó profundamente al general en Jefe.  El día 22, los buenos oficios de los hermanos Figueroa lograron llevar en los Cerrillos a Güemes a una entrevista con Rondeau, en la que ambos firmaron una capitulación, por la que se reconocía una paz sólida entre el Ejército Auxiliar y el Gobernador de Salta.  Al llegar Rondeau a Jujuy de regreso, el 17 de abril, lanzaba un bando justificando la conducta de Güemes.  El 7 de agosto del mismo año el primero entregaba en  Las Trancas, al general Belgrano, el comando en jefe del ejército, mientras el segundo había vuelto a ocupar su línea de defensa al Norte, lo cual era una garantía para la causa patriota.  Desde aquel momento Güemes es el Angel Tutelar de la Patria en aquellas apartadas regiones.

El general Ramírez de Orozco ordena a Olañeta que invada por la Quebrada de Humahuaca con su División de Vanguardia; el 17 de agosto de 1816 ocupa Yaví y el 29 llega a Humahuaca; por su parte el coronel Marquiegui logra tomar Tilcara, el 19 de setiembre, pero pocos días después las partidas de gauchos quebraderos y jujeños obligan a los invasores a retirarse, tenazmente hostilizados.

El general Olañeta ocupa sorpresivamente el 15 de noviembre del mismo año, Yaví, tomando prisionero al Marqués de este nombre, coronel mayor Juan José Fernández Campero, y a su segundo, el teniente coronel Juan José Quesada (El primero conducido a Potosí, logró fugar y permanecer algún tiempo oculto, pero no pudiendo salir de aquella Provincia, optó por presentarse; murió en viaje para España, en 1820).  El 6 de enero de 1817, Olañeta se apodera de Jujuy, donde es sitiado tenazmente por Pérez de Urdinenea, que hábilmente dificulta el abastecimiento de sus tropas.  El 14 del mismo mes llega el general en jefe, La Serna, a Humahuaca con el grueso del ejército., y resuelve fortificar dicho pueblo, dejando un depósito de armamento y víveres al cuidado de un destacamento y prosigue su marcha sobre Jujuy, donde diariamente se combate en los alrededores de la ciudad, distinguiéndose particularmente el capitán Juan Antonio Rojas, que al frente de los “Infernales” lucha ventajosamente contra fuerzas superiores mandadas por Arregui, en San Pedrito, haciéndoles muchas bajas.  El 12 de enero, Olañeta se vio obligado a abandonar Jujuy para marchar en apoyo de su cuñado, el coronel Marquiegui; y el 23 del mismo mes, estos dos últimos entran en Jujuy seguidos del general La Serna.

El 13 de abril este último parte de la mencionada ciudad, en dirección a Salta,  en la que entra el 16; pero cruelmente hostilizadas sus tropas por las partidas de Güemes que impiden el acopio imprescindible de víveres, el General español inicia la evacuación de la capital salteña el 5 de mayo, y el día 21 del mismo mes quedó evacuado todo el territorio de las dos provincias norteñas.  En los primeros días de junio el ejército real llegaba a Tilcara; el día 2, proseguía su repliegue por fracciones, constantemente hostilizado por las partidas patriotas, quienes atacaron a sus enemigos en Tres Cruces, en Sococha y aún en Tupiza, donde obligaron a la guarnición a encerrarse bajo los muros de la ciudad.  Por toda esta serie de brillantes triunfos alcanzados por Güemes y sus gauchos, el Gobierno premió a aquél con el grado de Coronel Mayor, con fecha 17 de mayo de 1817; una medalla de oro y  una pensión vitalicia para su primer hijo, de $400.-; una medalla de plata con brazos de oro para los jefes y una puramente de plata para los oficiales, y para la tropa, un escudo de paño con la inscripción: “A los heroicos defensores de Salta”.

El 11 de junio de igual año, Olañeta invade nuevamente por la Quebrada de Humahuaca con 100 hombres y es combatido por el capitán Manuel Eduardo Arias el 23 en Los Toldos y Baritú; el 25 de noviembre en Colanzuli; el 27 en Humahuaca; el 1º, el 15, 18, 25 y 26 de diciembre en Uquía, Caluti, San Lucas y Tilcara, habiéndose visto obligado a retirarse de Humahuaca el día 3 del mismo mes, con grandes pérdidas y continuamente hostilizado por las columnas patriotas.

El 1º de enero de 1818. el general La Serna destaca desde Tupiza al general Gerónimo Valdés con 400 hombres para reforzar a su vanguardia, mandada por Olañeta, que se mantenía en Humahuaca.  Reunidos ambos jefes realistas, avanzaron sobre Jujuy, que ocupaban el 14 de enero, saqueándola, pero fuertemente hostilizado Olañeta por las partidas de Güemes, el mismo día abandona su presa, retirándose al Norte, siendo perseguido por los patriotas hasta cerca de Yaví.  El 26 de junio de aquel año, el general Canterac, unido al coronel Valdés, expediciona hasta Orán, pero diariamente son hostilizados por las partidas independientes,  Canterac y el coronel Vigil combaten el 5 de agosto en Tarija y Orán, contra las partidas de Rojas y Uriondo.

El 17-18 de marzo de 1819 los generales Canterac y Olañeta invaden por la Quebrada de Humahuaca y son combatidos: el 3 de abril, en Huacalera y Tilcara; el 12 de mayo, en Iruya y Orán; el 9 de setiembre, en El Rosario; en octubre, en Orán y Santa Victoria y el 28 de ese mismo mes, en San Antonio de los Cobres.  Del 10 al 20 de diciembre son combatidos: Canterac, en La Rinconada; Lóriga en la quebrada de Toro y Gamarra en San Antonio de los Cobres.

En mayo de 1820 es invadida Salta por un ejército de 4.000 hombres a las órdenes del general Ramírez Orosco, y los generales Canterac, Olañeta y Valdés y los coroneles Gamarra, Vigil y Marquiegui.  Del 8 al 27 de mayo los gauchos de Güemes combaten contra Ramírez y Canterac, en Guaia, La Cabaña, Perico y Monte Rico.  El 24 de mayo los españoles se apoderan de Jujuy y el 31 del mismo mes, después de las acciones en Lomas de San Lorenzo y en Salta, se apoderan de esta última ciudad; pero del 2 al 8 de junio se libran numerosos encuentros con las partidas salteñas; en La Pedrera, Quesera, Cruz y Chamical (contra Olañeta y Valdés) y Cerrillos, Chamical, en la Troja (con Olañeta) y en Pasaje (contra Vigil y Méndez).  El 28 de junio de 1820 fuertes combates en Cerrillos contra Canterac, Clover y Ferraz, en los que muere el coronel patriota Juan Antonio Rojas (célebre guerrillero).  El día 30, el ejército real inicia su retirada, evacuando la provincia de Salta el 5 de julio.

El 1º de febrero de 1821, Güemes delega el mando de la provincia en el Dr. Gorriti y se ausenta al Sud de la misma, para rechazar la invasión del gobernador de Tucumán Bernabé Aráoz e invade a su vez la de Tucumán.  Los españoles, noticiados de este acontecimiento, a las órdenes de Olañeta,  el 10 de marzo de 1821 invaden la Quebrada de Humahuaca, siendo combatidos hasta mediados de abril: en Humahuaca, Laguna, San Lucas, Valle Grande, Tilcara, Uquia y el día 21 de abril, la vanguardia realista, formada por 300 hombres mandados por Marquiegui, entra en la ciudad de Jujuy.

Mientras tanto, las tropas de Güemes, aliadas a las de Ibarra (de Santiago del Estero), son batidas por los coroneles Abraham González y Manuel Eduardo Arias, el 3 de abril, en las cercanías de Tucumán.

Ante el peligro de la invasión española, el gobernador substituto, Dr. Gorriti, delegó el gobierno en el Cabildo y se puso a la cabeza de 600 hombres que logró reunir y marchó en busca del enemigo, al que puso sitio en la boca de la Quebrada de Humahuaca, obligándolo el día 27 de abril a rendirse a discreción, con su jefe el coronel Marquiegui, contraste que obligó a Olañeta a regresar a sus posiciones.

Pocos días después del primer desastre, Güemes era nuevamente batido en Acequiones y Trancas, por las fuerzas tucumanas.  La noticia de este contraste, así como también la del triunfo de Gorriti, llegadas casi simultáneamente a Salta, indujeron al Cabildo, el 24 de mayo, a deponer a Güemes y a designar gobernador provisorio al alcalde del primer voto Saturnino Saravia, pero el día 30, se presentó Güemes frente a Salta y no obstante que una parte de los civiles y dos escuadrones de caballería lo esperaban formados para combatirlo, bastó que sus soldados oyeran su vos gangosa, para que el grito “¡Viva Güemes!” brotara de todos los pechos y el famoso caudillo ocupara nuevamente el gobierno.

Estableció su cuartel general en Chamical, cuatro leguas al S. E. de Salta.  Sabedor Olañeta de todos los acontecimientos relatados, resolvió destacar al coronel José María Valdés (Barbarucho) con 500 hombres, con orden de avanzar sobre la ciudad de Salta por el camino del Despoblado (quebrada del Toro) atravesando las fragosas sierras de Leser y Yacones. En la noche del 7 de junio de 1821 los españoles ocupaban la ciudad de Salta y Güemes que con una escolta de 50 hombres se encontraban en casa de su hermana Magdalena despachando la correspondencia con su secretario; al necesitar un documento que se encontraba en el Cabildo, despachó un ayudante a buscarlo, el cual en la plaza fue tiroteado en la oscuridad al contestar un ¿Quién vive? de los realistas.  Güemes que creyó nuevamente en un movimiento subversivo, salió de la casa para indagar el origen del tiro y en la plaza fueron tiroteados por otra partida y al desbandarse la escolta, el caudillo tomó por una calle lateral, donde tropezó con otra partida realista que le hizo fuego, hiriéndolo de gravedad.  La bala ingresó por la cadera y salió por la ingle.  Sin largarse del caballo, logró salir a las afueras de la ciudad, donde algunos de sus partidarios acompañaron al general herido desde el Campo de la Cruz hasta su campamento en El Chamical.  A los diez días, el 17 de junio de 1821, el gran caudillo, debilitado por la abundante hemorragia, quebrado por crueles dolores, viendo que se le escapaba la vida, aún tuvo aliento para celebrar una conferencia con un parlamentario que le enviara el general Olañeta.  A esta conferencia hizo llamar al jefe de Estado Mayor, el coronel Jorge Enrique Vidt y delante de los parlamentarios le ordenó: “que marchase inmediatamente con sus fuerzas a poner sitio a la capital, haciéndole jurar sobre el pomo de le espada que continuaría la campaña hasta que en el suelo de la Patria no hubiera ya argentinos o no hubiera ya conquistadores” y dirigiéndose al emisario enemigo añadió: “Señor oficial, diga a su jefe que agradezco sus ofrecimientos sin aceptarlos; está usted despachado”.  Aquel día, 17 de junio, a pesar de los solícitos cuidados de su médico Dr. Antonio Castellanos, moría el bravo guerrero, en La Cruz, en el lugar llamado La Higuera (o Higuerillas).  Al día siguiente era sepultado en la capilla de El Chamical (hoy San Francisco), al mismo tiempo que se levantaba el país en masa contra los invasores, cumplimentando la orden postrera de su valeroso caudillo.  Los “Infernales” al mando de Vidt cumplían aquella, poniendo sitio a la ciudad de Salta, con lo cual quedaban rotas las hostilidades, no obstante las gestiones de Olañeta con el Cabildo salteño para llegar a un armisticio.  El 26 de julio de 1821, el general Olañeta, constantemente hostilizado por los patriotas, se retiraba al Alto Perú, con lo que terminaba la última invasión realista al territorio argentino.  El espíritu de Güemes había sido el ángel tutelar de la Patria en peligro en aquellos días.

Una pincelada que metaforiza los alcances de la guerra social encabezada por el caudillo está contenida en el relato de Bernardo Frías: una vez muerto el General Güemes, los gauchos se arrojan sobre su cadáver para despojarlo de las vestiduras y quedarse con “un jirón de aquellos trapos”. Mientras esto ocurría en Salta, la elite porteña festejaba su deceso y la prensa bonaerense fiel a Rivadavia exclamaba: “Murió el abominable Güemes al huir de la sorpresa que le hicieron los enemigos.  Ya tenemos un cacique menos”.

Güemes había contraído enlace el 9 de junio de 1815 con Margarita del Carmen Puch, hija única del afincado español de notable fortuna, Domingo Puch y Alcaraz, nacido en Tupiza, y Dorotea Velarde Cámara; la que murió apenada por el fallecimiento de su esposo.

Por Ley del Congreso Nacional Nº 6286, del 30 de setiembre, fue erigido en la ciudad de Salta un hermoso monumento a la memoria del general Güemes, el cual fue inaugurado el 20 de febrero de 1931, por el Tte Grl José Félix Uriburu, Presidente Provisional de la Nación.

Referencia

(1) El 9 de septiembre de 1816, Belgrano noblemente se reconcilia con Güemes en una carta donde le dice: “Mi amigo y compañero querido…”

Fuente
Colmenares, Luis Oscar – Martín Güemes, el héroe mártir – Ed. Ciudad Argentina.
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado.
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