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domingo, 19 de noviembre de 2017

DOLORES CACUANGO

DOLORES CACUANGO

DOLORES CACUANGO
Nació en 1881 en Cayambe, Provincia de Pichincha. Le llaman “Mama Dulu”, fue líder indígena que dedicó su vida a defender el derecho a la tierra y a la lengua quichua para su pueblo.

Nunca fue a la escuela, el español aprendió en Quito cuando trabajó como empleada doméstica. Entre sus anécdotas, se cuenta que se aprendió de memoria el Código de Trabajo y que le dijo a un ministro de Gobierno: "Vos Ministro mientes, cambias contenidos del Código de Trabajo porque estás de parte de patrones."
Formó sindicatos agrícolas en Pesillo y en comunidades cercanas. En 1944 junto a Tránsito Amaguaña y Jesús Gualavisí , un dirigente de la comunidad de Juan Montalvo, fundó la primera organización indígena del Ecuador, la Federación Ecuatoriana de Indios (FEI).

Hace más de cinco décadas, en 1945, sin reconocimiento oficial, fundó la primera escuela bilingüe (quichua-español). Luisa Gómez de la Torre, profesora del Colegio Mejía y compañera de Dolores en el Partido Comunista, respaldó su idea y entregaba a los profesores 20 sucres mensuales de su bolsillo. Las escuelas seguían los programas del Ministerio, pero también introducían elementos de la cultura indígena. Luis Catucuamba es el único sobreviviente de sus tres hijos y fue uno de los que más apoyaron a su madre en su trabajo.   

Por la presión de los terratenientes, que rechazaban la educación de los indios y del Gobierno que veía en las escuelas “focos comunistas”, la Junta Militar, en 1963, prohibió el quichua para la instrucción de los niños.

Dolores Cacuango murió en 1971, sin vislumbrar esperanza de rehacer su trabajo. Cuando el Ministerio de Educación creó la Dirección de Educación Indígena Bilingüe Intercultural en 1989, la perspectiva era otra: ahora se trataba de rescatar el quichua y la cultura indígena que estaban perdiéndose.

En 1998, la Asamblea Nacional Constituyente reconoció el derecho de las nacionalidades indígenas del Ecuador a contar con el sistema de educación intercultural bilingüe. Actualmente, la CONAIE ha decidido fortalecer la DINEIB y la educación intercultural bilingüe para que sirva a los objetivos con los que fue creada. En el Proyecto de Educación Bilingüe viene participando también la Federación de Indígenas Evangélicos (FEINE).


Actualmente la primera Escuela de Mujeres Líderes, lleva su nombre.

Citamos algunas frases de Dolores Cacuango:

"Somos como la paja de páramo que se arranca y vuelve a crecer... y de paja de páramo sembraremos el mundo"

“A natural unidos como a poncho tejido, patrón no podrá doblegar”

“Esta es la vida, un día mil muriendo, mil naciendo, mil muriendo, mil renaciendo. así es la vida”.

“Nosotros somos como los granos de quinua si estamos solos, el viento lleva lejos. Pero si estamos unidos en un costal, nada hace el viento. Bamboleará, pero no nos hará caer”

“Primero el pueblo, primero los campesinos, los indios, los negros, y mulatos. Todos son compañeros. Por todos hemos luchado sin bajar la cabeza, siempre en el mismo camino”

“Si muero, muero, pero uno siquiera ha de quedar para seguir, para continuar”

“Siempre comprendí el valor de la escuela. Por eso les mandé a mis hijos a la escuela más cercana, para que aprendan la letra”



sábado, 12 de noviembre de 2016

EL CABALLO Y EL INDIO

EL CABALLO Y EL INDIO


EL CABALLO Y EL INDIO


Los primeros indios se encontraron con los equinos que quedaron de la expedición de Mendoza, aprendieron a amansarlos, y de esa unión hombre-caballo resultó una poderosa combinación que implicó una revolución de las estructuras sociales, políticas y económicas de los nativos de la pampa y de los araucanos que llegarían de Chile.

En el período anterior al conocimiento del caballo, el hábitat de los aborígenes era reducido a consecuencia de la falta de movilidad.

Gracias al caballo el territorio se agrandó enormemente y las técnicas de caza se perfeccionaron, con el rodeo de los animales salvajes.

En la guerra se reemplazó el arco y la flecha por la lanza y se usaron armaduras de cuero de equino.

Las actividades económicas se convirtieron en predadoras, porque se basaron en el robo de ganado.

El rol de la mujer cambió fundamentalmente al ser liberada del transporte de enseres, para dedicarse al grupo familiar y los trabajos en los toldos.

La alimentación cambió haciéndose en base a la carne del equino.

Y algo muy importante: el incomparable adiestramiento de sus caballos les permitió tener grandes ventajas cuando hubieron de enfrentarse con los cristianos.

Cuando regresaban a las tolderías, luego de un malón, los indios apartaban los caballos robados y los soltaban en el monte a pastorear; después los sometían al más duro aprendizaje para seleccionar los mejores. Ensillados, al salir el sol, los hacían galopar velozmente por terrenos difíciles -hondonadas, médanos o zonas pantanosas- hasta agotarlos. A continuación los ataban a un poste y los dejaban sin comer ni beber durante un día. Los caballos que resistían estas pruebas se volvían tan dóciles como infatigables y podían secundar eficazmente al indio en sus invasiones".( Párrafo extractado de la obra  "Descripción de la Patagonia", de Tomás Falkner
El español llegó al Río de la Plata con un elemento valioso para la guerra: el caballo.

Este animal causó espanto entre los indígenas, hasta que se acostumbraron a pelear con los europeos; entonces, tomándolo de las riendas hacen caer al jinete, pero para llegar a esto pierden muchas vidas.

El coronel  Wlather dice en su libro La conquista del desierto: «Antes de la introducción del caballo en las pampas, andaban y combatían a pie, pero cuando adaptaron el cuadrúpedo a sus costumbres, se convirtieron en habilísimos jinetes, transformando a los equinos en valiosos auxiliares para la guerra. Ello les permitió ganar movilidad y rapidez de acción en sus correrías».

Sobre los caballos de los indios de la pampa, una de las primeras referencias se encuentra en lo que escribiera el virrey Ceballos en 1777, al referirse al plan que quiso poner en práctica contra los enclaves indígenas. Allí dice: «Yo medito que se haga una entrada general en la vasta extensión a donde se retiran y tienen su madriguera estos bárbaros, favorecidos en la gran distancia y en la ligereza y abundante provisión de caballos de que están provistos».

Un párrafo de la memoria del virrey Vértiz, a su sucesor el marqués de Loreto, escrito en 1784, explica: «(…) Que los indios forman cuerpos errantes, sin población ni habitación determinada; que carecen de todos los bienes de fortuna, que no aprecian comodidades; que se alimentan de yeguas y otros animales distintos de los que usamos nosotros (…)>>.

Está claro, por lo que escriben los virreyes, que en la segunda mitad del siglo XVIII era bien conocido que los indios disponían de muchos y buenos montados, y que se alimentaban con carne de yegua. Con respecto a la forma como amansó el caballo el indio, y como lo entrenó para la lucha, se ha escrito mucho, por lo que a continuación sólo nos referiremos a los autores que expresaron mejor esa habilidad, recordando que para varios entendidos en la materia, aquél superó al gaucho en ese aspecto.

El capitán F.B. Head, en su libro Las Pampas y los Andes, escribe al respecto:«Los gauchos, que son magníficos jinetes, declaran todos que es imposible correr con un indio, porque los caballos de los indios son mejores que los suyos, y también que tienen una forma de impulsarlos por medio de gritos y de movimientos peculiares de sus cuerpos, que, aun si cambiaran los caballos, los indios ganarían».

 Martiniano Leguizamón hizo notar por su parte que «el indio fue el maestro del gaucho en el manejo del lazo y de las boleadoras».

Lucio V. Mansilla escribió: «Los indios no echaron pie a tierra. Tienen ellos la costumbre de descansar sobre el lomo del caballo. Se echan como en una cama. haciendo cabecera del pescuezo del animal, y extendiendo las piernas cruzadas en las ancas, así permanecen largo rato, horas enteras a veces.
Ni para dar de beber se apean; sin desmontarse sacan el freno y lo ponen. El caballo del indio, además de ser fortísimo, es mansísimo. ¡Duerme el indio!, no se mueve. ¡Está ebrio”, le acompaña a guardar el equilibrio. ¡Se apea y le baja la rienda”, allí se queda. ¡Cuánto tiempo”, todo el día. Si no lo hace es castigado de modo que entienda por qué. Es raro encontrar un indio que use manea, traba, bozal y cabestro.
Si alguno de esos útiles lleva, de seguro que anda redomoneando a un potro, o es un caballo arisco, o enseñando a uno que ha robado en el último malón. «El indio vive sobre el caballo, como el pescador en su barca: su elemento es la Pampa, como el elemento de aquél es el mar. (…) Todo cuanto tiene dará el indio en un momento crítico por un caballo.»



 El dibujo es el cuadro “Palenqueando” del prestigioso pintor  Enrique Castells Capurro

domingo, 6 de noviembre de 2016

REINO MONOMOTAPA O MUTAPA (1450-1884)

REINO MONOMOTAPA O MUTAPA (1450-1884)


REINO MONOMOTAPA O MUTAPA (1450-1884)

El estado Mutapa se estableció en el siglo XV, tras el declive del Gran  Zimbabue en el sur. Se extendía desde el norte de la meseta de Zimbabwe hasta las tierras bajas adyacentes del Zambeze, incluyendo extensas zonas de la actual Mozambique. Sus límites territoriales han sido exagerados por los primeros cartógrafos y cronistas, quienes llevaron a los historiadores a pensar que se trataba de un imperio que se extendía desde el Océano Índico hasta el desierto de Kalahari. Se sabe que desde los siglos XV y XVI mantenías relaciones con comerciantes Swahili y portugueses respectivamente.
La tradición oral sobre los orígenes del Estado Mutapa hablan de las migraciones desde Guruuswa, identificado con tierras del sur, tal vez desde el Gran Zimbabue, a la región de Dande en busca de depósitos de sal. Sus fundadores, de acuerdo con esta tradición oral, conquistaron y sometieron a los Tonga y Tavara del Zambeze inferior, y a los Manyika y Barwe hacia el este. La evidencia histórica sugiere que el primer Mwene Mutapa (Señor de Mutapa) inicialmente se estableció en Mukaranga, en la cuenca Ruya-Mazowe, antes del siglo XVI, y conquistó y absorbió las jefaturas preexistentes para poder controlar los recursos de tierras agrícolas y minerales, principalmente de oro y marfil. Extendieron los edificios de piedra y ciudades amuralladas que se habían construido anteriormente en el Gran Zimbabue.
Su expansión por el río Zambeze hacia el este se debió a la creciente importancia del río Zambeze en el comercio con el Océano Índico. Desde comienzos del siglo XVI, su historia está dominada por los intentos portugueses de interferir en la política de la corte, las guerras civiles, las conquistas y el comercio, especialmente tras su establecimiento en Sena y Tete en 1531. Los Tonga (grupo de habla shona) reaccionaron a la invasión portuguesa alrededor de 1570 con una fuerte resistencia.
Durante la segunda mitad del siglo XVII, la actividad comercial fue decayendo debido a la interferencia política portuguesa, en un intento por conquistar el estado, apoyando las insurrecciones e incluso armando ejércitos privados para robar o esclavizar a la gente. Esta inestabilidad política socavó seriamente el comercio de la zona oriental y central de la meseta, obligando a los comerciantes de Mutapa a moverse hacia el oeste para abrir nuevos mercados. Al mismo tiempo, el reino quedó dividido en dos estados separados el de Mutapa y el que más tarde se conocería como Imperio  Rozwi.
A principios del siglo XVIII, después de que importantes regiones del este habían caido bajo el control portugués, el estado Mutapa se vió obligado a desplazarse hacia Dande. Pero la presión continuó y aunque, ya en el siglo XIX, el estado Mutapa sobrevivió a las invasiones  Nguni en 1860 los portugueses comenzaron el asalto definitivo al Estado Mutapa, invadiéndola y obligándola a pagar tributo. En 1884 la desaparición del estado había sido completada.
Fuente : Inocencio Pikirayi


lunes, 31 de octubre de 2016

LA TEXTILERÍA CHIMÚ

LA TEXTILERÍA CHIMÚ
  

LA TEXTILERÍA CHIMÚ

La cultura Chimú surgió alrededor del año 900 d.c. Su capital fue la ciudad de Chan Chan, una gran ciudadela de adobe en el valle de Moche en la actual ciudad de Trujillo. Los chimus fundaron el Reino de Chimú. La evidencia arqueológica sugiere que la Cultura Chimú surgió de los restos de la cultura Mochica. 

LA TEXTILERÍA CHIMÚ
Los Chimú confeccionaron telas, gasas, brocados, bordados, telas dobles, telas pintadas, etc. Algunas veces los textiles fueron adornados con plumas y placas de oro y plata, los colorantes se obtuvieron de ciertas plantas que contenían tanino, del molle y del nogal; de minerales como la arcilla ferruginosa y el mordiente de aluminio y de animales como la cochinilla. 

Las prendas se confeccionaron de la lana de cuatro animales; el guanaco, la llama, la alpaca, y la vicuña y de la planta de algodón nativo que crece en forma natural en siete colores diferentes. La vestimenta de los Chimú consistió en taparrabos, camisas sin mangas con o sin flecos, pequeños ponchos, túnicas, etc.

LA TEXTILERÍA CHIMÚ
La producción de textiles de los chimú es extensa. Las telas, como muchos otros aspectos de su cultura material, fueron inspiradas por los desarrollos tecnológicos y estilísticos de los mochicas. Típicamente, los chimú decoraban textiles para ilustrar diseños geométricos repetitivos tales como diseños semejando tableros de damas, escalonados y en zigzag, lo mismo que temas marinos, incluyendo peces y aves. Un motivo frecuente en los tejidos chimú es el animal con apéndices cefálicos, cuerpo agazapado y cola crestada, el cual es representado de perfil o sentado. 

La textileria chimú destaca por la versatilidad de técnicas, por su iconografía y por su belleza estética. El hilado consiste en la práctica manual y elemental de unir un conjunto de hilos pequeños para poder lograr un hilo largo y continuo, en esta labor inicial de la textileria se utilizaron diversos instrumentos como el huso.

instrumentos como el huso.
El huso, es un instrumento manual confeccionado de una varita pequeña y delgada que generalmente se va adelgazando a ambos extremos; se lo emplea junto a un tortero o piruro que se inserta en la parte inferior para que haga contrapeso. Se empieza a hilar tomando de la rueca (donde se ha fijado la fibra que se va a hilar) algunas fibras que son fijadas en el huso que se lo hará girar rápidamente entre el pulgar, el cordial y el índice para lograr enrollar y torcer las fibras ininterrumpidas.

Cuando ya se había obtenido los hilos necesarios se empezaba el tejido ósea el entrecruzamiento o combinación de los hilos para hacer las telas.

LA TEXTILERÍA CHIMÚ
En la iconografía de los textiles Chimú aparece un personaje central que tiene la cabeza separada del cuerpo. Este ser antropomorfo suele ser simétrico, tiene los brazos extendidos, los pies y las manos dirigidas hacia los lados y casi siempre lleva aretes y un gran tocado en forma de media luna. Su identidad es una incógnita, aunque se dice que tal vez representa a la divinidad de la portada del sol de Tiahuanaco.

Otra imagen que aparece con frecuencia en la iconografía del arte textil Chimú es la de un animal aparentemente felinico que se muestra encorvado.
Su origen se remonta  a la iconografía Moche y Recuay. Generalmente se le encuentra sentado, su piel de caimán, la lengua de lagarto y tiene cresta y cola que se asemejan a la de un animal prehistórico, a este personaje se le conoce como el animal de la luna.

Por su tamaño se ha podido determinar que estas enormes telas de algodón en estado natural se usaban para cubrir muros.
LA TEXTILERÍA CHIMÚ

La cultura Chimú se ubicó en la costa norte del Perú. En una estrecha franja de desierto, de 20 a 100 millas de ancho, entre el Océano Pacífico y las laderas occidentales de los Andes, un territorio atravesado por ríos cortos que nacen en las montañas y proporcionan una serie de valles verdes y fértiles. Las llanuras del valle son muy planas y muy adecuadas para el riego.

Idioma de los Chimus: el Quingnam, una lengua precolombina de la región del norte del Perú. El Quingnam era hablado por la etnia Chimú, que vivía en los antiguos territorios de los Mochicas: una zona al norte del Valle del río Chicamaú, río Jequetepeque en el norte, en el distrito de Carabayllo (cerca de Lima actual) en el sur. Era el idioma predominante en la cultura Chimú.


miércoles, 17 de febrero de 2016

GRAN JEFE TORO SENTADO (SITTING BULL) ó TATANKA IYOTANKA "¡Hoy es un buen día para combatir, es un buen día para morir: corazones fuertes, corazones bravos, al frente!"

GRAN JEFE TORO SENTADO (SITTING BULL) ó TATANKA IYOTANKA
"¡Hoy es un buen día para combatir, es un buen día para morir: corazones fuertes, corazones bravos, al frente!"

GRAN JEFE TORO SENTADO (SITTING BULL) ó TATANKA IYOTANKA
El 15 de diciembre de 1890, cuando iba a ser detenido una vez más por la policía de esa especie de ghetto campestre que llamaban "Reserva", ante el presunto peligro que suponía su autoridad moral entre los guerreros de las praderas centrales, fue asesinado junto a una docena de "indios revoltosos" el gran caudillo político-militar de la nación Sioux Toro Sentado, valiente jefe de jefes sioux, cheyennes, pies negros y apaches.

Tatanka Iyotanka había nacido en 1831 en lo que hoy es el estado de Dakota del Sur. Desde chico mostró afición por la danza, la poesía y la música y con el correr del tiempo, mientras crecía su inteligencia, sabiduría y carisma, el joven escuálido pero saludable echó un cuerpo bien adiestrado en el arte de la guerra; de enorme coraje, aprendió a montar a caballo a puro pelo sin albarda y haciendo grandes malabarismos.

El solemne tratado de Fort Laramie de 1868 garantizaba a los sioux que por siempre serían dueños de las Montañas Negras, su centro del mundo, el lugar sagrado donde los guerreros hablaban con los dioses. Pero en 1874 se descubrió oro en esas tierras. El propio presidente Ulysses Grant ordenó a los indios que abandonaran esos campos de caza donde los mineros blancos buscaban afiebradamente el maravilloso metal entre rocas y manantiales. El ultimátum presidencial decía: "Si no hacen caso o se niegan a irse, se dará cuenta de ellos en el Departamento de Guerra como indios hostiles, y se enviará a las fuerzas militares para obligarles a obedecer las órdenes de la Agencia India". Y así mandó tres poderosas columnas de veteranos del U.S. Army reunificado después del fin de la Guerra de Secesión de 1865, a fin de resolver la conquista del far west mediante la "solución final" contra las tribus indígenas.

El gran Jefe Toro Sentado dijo entonces: "Si un hombre pierde algo, vuelve sobre sus pasos y lo busca concienzudamente, lo encontrará. Eso y no otra cosa es lo que hacen los indios, ahora, al acudir a ti en demanda de lo que se les prometió en el pasado, y no creo que sea justo que se les trate como a bestias. Esta es la razón de que hayan crecido en mí los sentimientos que albergo. [...] Me doy cuenta de que mi nación ha ganado mala fama y yo quiero que su nombre esté limpio. Así solía ser. A veces, cuando me siento a meditar en paz, me pregunto quién le ha dado este mal nombre". Convocó así a un gran campamento de cerca de 1.500 tipis en los que se alojaban unos 12.000 sioux, cheyennes, apaches y pies negros del Canadá, a orillas del río Little Big Horn (Pequeño Gran Cuerno), en Montana.

El Séptimo de Caballería era un cuerpo de elite del ejército, al mando del prestigioso héroe de guerra teniente coronel George Armstrong Custer. Constituía una de las tres columnas, la mejor, de la campaña militar ordenada por Grant. El 25 de junio de 1876 Toro Sentado y su lugarteniente Caballo Loco libraron una de las batallas más importantes y encarnizadas de la historia norteamericana. Caballo Loco, al dar la orden de ataque de la caballería india gritó: "¡Hoy es un buen día para combatir, es un buen día para morir: corazones fuertes, corazones bravos, al frente!". En Little Big Horn el mítico Toro Sentado y sus guerreros aniquilaron totalmente a los doce escuadrones y cinco compañías de gringos, que contaban con el armamento y la instrucción más avanzados de la época, incluso con los temibles hotchkiss guns (cañones ligeros de repetición). Allí perdió la vida el propio Custer.

Toro Sentado logró huir a las frías tierras de los pies negros del Canadá con tres mil jinetes, perseguido por todo el ejército norteamericano. En 1881 recibió una promesa de amnistía para volver a la Reserva y ponerse al frente de su pueblo, que estaba pasando por una hambruna pavorosa. Pero resultó una burda trampa para apresarlo. Algunos de sus poemas más melancólicos datan de esos años.

GRAN JEFE TORO SENTADO (SITTING BULL) ó TATANKA IYOTANKA
En 1885 consiguió que le dieran permiso para salir de su confinamiento en la Reserva y sumarse a una gira con el famoso "Show del Salvaje Oeste", de Buffalo Bill. Por entonces apareció en Nevada un "mesías" indígena de nombre Wovoka, que predicaba la caída de los blancos. Wovoka le enseñó la "Danza del Espíritu" a Toro Sentado. Se suponía que mediante esa danza se invocaba al Gran Espíritu para solicitar su ayuda en la devolución de las tierras usurpadas, y para que los indígenas vivieran de nuevo en abundancia y paz. Toro Sentado incorporó este baile a su repertorio del show. Las autoridades se alarmaron con la enorme popularidad de la danza, y creyeron que generaría un levantamiento generalizado de los indios, por lo que ordenaron apresar a Toro Sentado, hecho durante el que encontró la muerte, según ya comentamos.

Después del asesinato de Toro Sentado se desató una serie desaforada de feroces masacres de indígenas que en las últimas décadas el revisionismo histórico norteamericano sacó a la luz, completando el cuadro de un verdadero genocidio.

Parece que los "carapálidas" no resultaron tan buenos como nos mostraba Hollywood.


viernes, 5 de febrero de 2016

CULTIVOS DE LOS INCAS

CULTIVOS DE LOS INCAS
CULTIVOS DE LOS INCAS

Hablar de agricultura en el Perú es remontarse a por lo menos 10 mil años, tiempo en el cual los Incas empezaron a cultivar diversas plantas que encontraron en sus territorios, dándose inicio con ello a un larguísimo proceso de domesticación de especies de flora, que continúa hasta el día de hoy.

Al desarrollarse en los Andes una sociedad predominantemente agrícola, los incas supieron aprovechar al máximo el suelo, venciendo las adversidades que les ofrecía el accidentado terreno andino y las inclemencias del clima. 

La adaptación de técnicas agrícolas que ya se empleaban con anterioridad en distintas partes, permitió a los incas organizar la producción de diversos productos, tanto de la costa, sierra y selva, para poder redistribuirlos a pueblos que no tenían acceso a otras regiones. Los logros tecnológicos, alcanzados a nivel agrícola, no hubieran sido posibles sin la fuerza de trabajo que se encontraba a disposición del Inca, así como la red vial que permitía almacenar adecuadamente los recursos ya cosechados y repartirlos por todo su territorio.

El desarrollo agrícola inca y las técnicas usadas fueron tan efectivas que muchos expertos consideran que si se reutilizaran hoy en día se solucionarían los problemas de nutrición de la gente de los Andes por muchas décadas.

El manejo del que fueron objeto las plantas durante su domesticación, permite que hoy podamos contar con especies de gran valor nutritivo adaptadas a los variados pisos ecológicos peruanos y a muchos otros de todo el mundo.

En el proceso de domesticación, la mujer andina sigue desempeñando un importante rol seleccionando y cuidando las semillas para futuras siembras, convirtiéndose así, a través de los siglos, en una fitomejoradora natural, especialista en el manejo de las semillas.
Con el correr del tiempo los antiguos peruanos fueron desarrollando mayores conocimientos y tecnologías acerca del cultivo de plantas, con lo cual la agricultura se convirtió en la principal actividad, sustentando toda la vida económica del gran imperio del Tahuantinsuyo.

Gracias a ese valioso esfuerzo de domesticación el Perú hoy día cuenta con una despensa alimentaria y un botiquín natural, únicos en el mundo, conformado por más de 4400 plantas oriundas útiles para muchos fines como: medicinas, alimentos, tintes, colorantes, resinas, maderas, construcción, etc, de las cuales 182 son domesticadas y 1700 se cultivan o se encuentran en estado silvestre.


Las plantas con cualidades alimenticias que se cultivaron y domesticaron en nuestro país se agrupan en: Granos como maíz, quinua, kiwicha y kañiwa; Leguminosas como tarwi, frijol ñuña, pallar y pajuro; Tubérculos como papa, oca, olluco y mashua; Raíces como achira, ajipa, maca, camote, yacón y arracacha; Cucurbitáceas como caigua y zapallo; Condimenticias como ají y rocoto; y Frutas como el aguaymanto, chirimoya, papaya, lúcuma, pepino, tomate y pacae; y muchas otras más de las que debemos sentirnos orgullosos ya que conforman nuestra biodiverdad alimentaria.   

jueves, 4 de febrero de 2016

JUEGOS ABORÍGENES

JUEGOS ABORÍGENES

JUEGOS ABORÍGENES
Los hombres que habitaban el territorio argentino antes de la llegada de los españoles poseían un completo repertorio de juegos, deportes y entretenimientos, cuyos objetivos y características generales no diferían sustancialmente de los objetivos y características de los juegos y pasatiempos importados por los colonizadores europeos.

Basta recorrer, para advertirlo, las crónicas que nos han dejado misioneros como Sánchez Labrador, Paucke, Nicolás del Techo, Dobrizhoffer y los numerosos geógrafos, exploradores, naturalistas y viajeros que visitaron estas regiones durante la época colonial y en los primeros años del siglo XIX.

Los mapuches, por ejemplo, practicaban el palín o viñu, que se asemejaba a la chueca o mallo español y al actual hockey. Para Jugarlo se elegía un lugar despejado y plano, de aproximadamente 100 metros de largo por 50 ó 60 de ancho. Los Jugadores, adornados con pinturas especiales y con birretes y borlas de lana coloreada, se repartían en dos equipos de 10 a 12 hombres cada uno.

En los extremos de la cancha se maracaban las metas, amontonando con tal propósito ramas y gajos de arbustos. En el centro del campo se cavaba un hoyo, en el que se introducía una pelota de cuero sobado, rellena con bosta y paja. Cada jugador se proveía de un palo, generalmente de molle o coihue, arqueado en uno de sus extremos. El juego comenzaba cuando dos jugadores expertos, cruzando sus palos, lograban sacar la pelota del hoyo y la lanzaban al campo, y consistía en llevarla, impulsándola con los bastones, hasta la meta del equipo contrario, para marcar con ello un tanto.

El palín había obtenido gran difusión entre las tribus meridionales, y era motivo de afanes semejantes a los que despierta el fútbol entre los aficionados modernos. Existía una frondosa tradición "chuequera", con sus favoritos, sus prácticas mágicas y sus canciones celebratorias, y se lo jugaba con verdadero ardor y entusiasmo. En este sentido refiere A. M. Guinnard, en Tres años de cautividad entre los patagones, que "rara `vez concluyen estas diversiones sin que haya piernas y brazos rotos y aun cabezas descalabradas. No hago figurar en la cuenta los latigazos que distribuyenlos los jueces de`campo, desde lo alto de sus caballos, a los combatientes fatigados para que recobren fuerzas y vigor".

Los tobas y matacos del Gran Chaco practicaban, por su parte, un juego muy similar, al que llamaban tol. También`cabe mencionar entre las prácticas araucanas al loncoteo, que consistía en tomarse dos hombres de los pelos y propinarse rudos tirones. Otro Juego mapuche era el pillmatún, sa que se practicaba con una pelota de cuero algo mayor que la utilizada para el palín. Se jugaba por parejas, colocados frente a frente los adversarios, y consistía en arrojar la pelota por debajo del muslo, tratando de pegarle al contrincante en la barriga, lo que equivalía a su eliminación.

Los mapuches eran muy aficionados al auarr-cudén, un juego de azar que participaba por igual de características de la payana y los dados . Para jugarlo se utilizaban tres o cuatro habas partidas porla mitad, de lo que resultaban seis u ocho fichas, una de cuyas caras se ennegrecía con humo.

Los jugadores se sentaban en círculo y por turno arrojaban al aire las piezas. Cuando las caras negras eran pares ganaba el tirador y los tantos se computaban mediante un compejo sistema de cuentas de tipo decimal o senario decimal.

El cautivo Guinnard lo describe así "El juego de los dados, o más bien el juego de blanco o negro, se compone de ocho cuadraditos de hueso ennegrecidos en uno de sus lados, éste se juega entre dos. Se coloca un cuero entre los jugadores con el objeto de que sus manos puedan coger de una vez estos cuadraditos que dejan caer, gritando en voz alta y dando palmadas para aturdirse mutuamente. Siempre que el número de los negros es par, el Jugador tiene derecho a proseguir hasta que haga impar; entonces le toca el turno al contrario. La partida puede durar, así, eternamente; pero cuando ya está cansado o atontado, uno de los dos, el que se haya conservado`máS sereno marca con frecuencia doble punto sin que lo note su compañero, y le gana. Entonces hay casi siempre riña entre ellos, pues por lo regular el que ha salido perdiendo
se niega a dar el objeto perdido".

Entre los juegos Infantiles podemos mencionar el kÜme, similar al "juego de mudos en que el primero que habla o se ríe debe pagar una prenda; el trariangue, parecido al "gallo ciego"; el nútun, un juego de persecución del tipo del "vigilante y ladrón"; el elkaun, o "juego de las escondidas"; el trikokenun, semejante a la "rayuela"; el trentrikatun, en que los participantes calzaban zancos y trataban de voltearse, etc. (v. B. Kossler- 11g, Tradiciones araucanas) . Según los testimonios de Sánchez Labrador en su Paraguay Católico (1770) y los de numerosos misioneros jesuitas que visitaron sus tierras, entre los mocobíes, vilelas y guaicurúes eran muy populares el boxeo colectivo, la realización de carreras pedestres y la natación deportiva, con características muy similares a las modernas.

Con respecto al boxeo Sánchez Labrador refiere lo siguiente:" Píntanse todos a las maravillas, y forman dos partidos. Cada uno de ellos lleva su viejo de padrino. Salen las dos compañías la tarde emplazada y dan una vuelta a los toldos. Después en fila y con paso mesurado van a la plaza, toman sus sitios, unos enfrente de otros, dejando lugar capaz para la pelea. Los hombres con las lanzas en las manos cierran la plaza, formando un gran círculo: las mujeres o no salen o se quedan a lo lejos.
Dispuesta la tela, sale uno de los jóvenes recién venidos a pasearlas. Llevan todos en las muñecas algunos cascabeles, o pezuñas de puerco, que al bracear forman su sonido. El que salió a provocar halla luego competidor. Este hace lo mismo de registrar el sitio. Antes de arremeterse parecen dos gallos que se disponen a la lucha. Se acercan, se retiran, como si no les diera mucho cuidado. Al fin se acometen a puñadas, de donde diere, y venza el que pudiere. Es juego algo pesado porque algunos salen ensangrentados, y más de una vez dan en las sienes o debajo de la nariz el golpe y el herido cae en tierra atolondrado. Cuando ya ven los padrinos a los combatientes encarnizados, meten el montante, que es la mano, los apartan y hacen que otros dos salgan a medir los brazos. Recorridos todos, se retiran con el mismo orden con que vinieron, tiene una merienda, y quedan tan amigos como si nada hubiera pasado".

Otros juegos menos drásticos eran los que se practicaban con pelotas emplumadas (la pelota debía permanecer en el aire la mayor cantidad posible de tiempo), con argollas que debían ser ensartadas en un bastón, y con garrotes que se arrojaban a distancia y tenían que efectuar una serie de vueltas sobre sí mismos, como los rayos de una rueda (v. Emilio A. Breda, Juegos y deportes entre los Indios del Río de la Plata).

Los indios sentían una verdadera pasión por los juegos de envite o de apuestas, y al igual que los españoles y criollos se complacían en transgredir cotidianamente la previsora norma de aquel personaje que no quería "sacrificar lo necesario con la esperanza de alcanzar lo superfluo".

Esta afición, por cierto, había encontrado aliento y nuevas formas de expresión en los contactos con los blancos y en los tratos de frontera, y puede afirmarse que ya a fines del siglo XVIII los indios habían incorporado a su patrimonio original numerosas formas lúdicas de procedencia europea.

En su Vida entre los patagones el marino británico George Chaworth Musters se refiere a la inclinación que sentían los indios por los juegos de azar, y nos brinda el siguiente testimonio: "Las cartas que se usan a veces es la baraja española, que se obtienen en las colonias, pero lo más frecuente es que los indios usen otras de cuero, fabricadas por ellos mismos. Estas, como los naipes españoles comunes, están marcadas con los numerales hasta siete; pero las figuras son completamente distinta porque, en vez de ellas, se veían monogramas de origen nativo cuyo significado, si tenían alguno, era indecifrable. El as, sin embargo, es un poco parecido al nuestro. Los juegos más comunes son panturga, primero, siete y yaik o fuego, una especie de burro.
Los jugadores se sientan en rueda, con un poncho o una mantilla que representa el tapete verde; sus fichas consisten en pedazos de ramitas o hierba, y su sistema de tanteo es complicado. Yo, por lo general, cuando me permitía el lujo de jugar, lo hacía en sociedad con otro que se encargaba de tantear, pero mi buena suerte constante me quitaba las ganas de aceptar invitaciones a entrar en la rueda. Cuando se pierde la apuesta, ya se trate de un caballo,una tropa de yeguas, una montura,un lazo o cualquier otra cosa, el ganador manda sencillamente a un amigo a buscarla, o va él mismo a tomarla; toda deuda de honor se paga escrupulosamente en seguida. Con frecuencia se pierden y se ganan apuestas de consideración".


viernes, 29 de enero de 2016

LOS YÁMANAS, NÓMADES DEL MAR

LOS YÁMANAS, NÓMADES DEL MAR


LOS YÁMANAS, NÓMADES DEL MAR


Cazar ballenas y lobos marinos, pescar y recoger mariscos eran las actividades más importantes de los yámanas. Estos pueblos cazadores y recolectores habitaban en el sur de la isla Grande de Tierra del Fuego y en las islas del archipiélago del Cabo de Hornos. Aunque eran muchos, vivían en pequeños grupos formados por unas pocas familias muy independientes. No tenían jefes ni caciques.
Los yámanas no se establecían en forma permanente en una isla. Eran nómadas: levantaban su campamento en una playa o cerca de un arroyo y se quedaban allí unos pocos días. Cuando los alimentos escaseaban, abandonaban las viviendas y se iban en sus canoas buscando aguas y playas donde hubiera buena caza y buena pesca.

Vivían en chozas muy sencillas

Las casas que construían los yámanas eran muy simples. Sus chozas tenían forma de cono o cúpula.
Para hacer una choza, primero construían un armazón con postes o ramas. Luego lo cubrían con hojas y ramas y finalmente, con cueros de lobos marinos.
La casa tenia una entrada pequeña que cubrían con un trozo de cuero para protegerse del frío. La parte superior de la choza se dejaba abierta. Por esa abertura salía el humo de las brasas que siempre ardían en el centro de la choza.

Hábitos

Los yámanas, para darse calor, dormían muy apretujados, uno sobre otro.
Los yámanas comían huevos duros de cormorán, pingüino, cauquén... También comían hongos y algunas raíces y tallos. Pero su alimentación era fundamentalmente de origen animal: carne asada y grasa derretida de lobos marinos, ballenas y delfines; peces, mejillones y otros moluscos.
Las mujeres preparaban pieles, confeccionaban ropa, hacían canastos, cocinaban y cuidaban a los chicos. También eran ellas las que construían las chozas.
Además de cazar en el mar, los hombres cazaban sobre tierra firme guanacos, pájaros, cormoranes, pingüinos... Para ello, fabricaban arcos, flechas, hondas y lazos.
A los niños varones les encantaba dejarse caer por las lomas.

Las canoas: un segundo hogar

Los yámanas pasaban gran parte del tiempo navegando por las aguas encrespadas de la región. Desde sus frágiles canoas, obtenían los alimentos fundamentales para su supervivencia.
Las canoas yámanas eran muy grandes (cinco metros de largo y un metro de ancho en su parte media) y livianas. Las hacían con la corteza del coíhue, un árbol de la región. Sólo utilizaban madera para la construcción del armazón.

Una tarea comunitaria: la caza de la ballena

Cuando los yámanas descubrían alguna ballena descansando en las aguas de un canal, se organizaban para atacarla. Varias familias se acercaban y desde las distintas canoas le arrojaban arpones que llovía sobre el animal. Si no lograba escapar, la ballena se desangraba y moría. Entre todos la llevaban hasta la playa más cercana. Entonces, tras tantas horas de esfuerzos, la alegría estallaba entre los cazadores porque cientos de kilos de grasa y carne les aseguraban una buena alimentación por muchos días.

Más hábitos

Las mujeres remaban incansablemente. Tenían una gran habilidad para dirigir la canoa hacia los lugares que les señalaba el cazador.
Los niños sacaban el agua que se filtraba en la canoa y cuidaban que no se apagaran las brasas del fogón. El fuego no incendiaba la canoa porque se hacía sobre una plataforma de piedras.
Los hombres yámanas iban al acecho, parados en la proa de la embarcación. Para cazar y pescar usaban arpones de distinto tamaño que terminaban en una punta de hueso que podía tener forma de dientes, serruchos o ganchos.
Hombres, mujeres y niños usaban un taparrabos de cuero pequeño. Se cubrían con una capa que fabricaban con pieles de lobo marino, nutria de mar, guanaco o zorro. A veces, se calzaban con mocasines de piel.
Las mujeres recogían mejillones y otros mariscos. Para ello usaban unos largos palos que terminaban en forma de pinza. También pescaban con línea y carnada o con canastos.



jueves, 21 de enero de 2016

DOLORES CACUANGO LA REVOLTOSA MAMÁ DULU Heroína indígena de Ecuador

DOLORES CACUANGO LA REVOLTOSA MAMÁ DULU
Heroína indígena de Ecuador

DOLORES CACUANGO LA REVOLTOSA MAMÁ DULU


Nació en 1881 en Cayambe, Provincia de Pichincha. Le llaman “Mama Dulu”, fue líder indígena que dedicó su vida a defender el derecho a la tierra y a la lengua quichua para su pueblo.

Nunca fue a la escuela, el español aprendió en Quito cuando trabajó como empleada doméstica. Entre sus anécdotas, se cuenta que se aprendió de memoria el Código de Trabajo y que le dijo a un ministro de Gobierno: "Vos Ministro mientes, cambias contenidos del Código de Trabajo porque estás de parte de patrones."
Formó sindicatos agrícolas en Pesillo y en comunidades cercanas. En 1944 junto a Tránsito Amaguaña y Jesús Gualavisí , un dirigente de la comunidad de Juan Montalvo, fundó la primera organización indígena del Ecuador, la Federación Ecuatoriana de Indios (FEI).

Hace más de cinco décadas, en 1945, sin reconocimiento oficial, fundó la primera escuela bilingüe (quichua-español). Luisa Gómez de la Torre, profesora del Colegio Mejía y compañera de Dolores en el Partido Comunista, respaldó su idea y entregaba a los profesores 20 sucres mensuales de su bolsillo. Las escuelas seguían los programas del Ministerio, pero también introducían elementos de la cultura indígena. Luis Catucuamba es el único sobreviviente de sus tres hijos y fue uno de los que más apoyaron a su madre en su trabajo.

Por la presión de los terratenientes, que rechazaban la educación de los indios y del Gobierno que veía en las escuelas “focos comunistas”, la Junta Militar, en 1963, prohibió el quichua para la instrucción de los niños.

Dolores Cacuango murió en 1971, sin vislumbrar esperanza de rehacer su trabajo. Cuando el Ministerio de Educación creó la Dirección de Educación Indígena Bilingüe Intercultural en 1989, la perspectiva era otra: ahora se trataba de rescatar el quichua y la cultura indígena que estaban perdiéndose.

En 1998, la Asamblea Nacional Constituyente reconoció el derecho de las nacionalidades indígenas del Ecuador a contar con el sistema de educación intercultural bilingüe. Actualmente, la CONAIE ha decidido fortalecer la DINEIB y la educación intercultural bilingüe para que sirva a los objetivos con los que fue creada. En el Proyecto de Educación Bilingüe viene participando también la Federación de Indígenas Evangélicos (FEINE).


Actualmente la primera Escuela de Mujeres Líderes, lleva su nombre.

Citamos algunas frases de Dolores Cacuango:

"Somos como la paja de páramo que se arranca y vuelve a crecer... y de paja de páramo sembraremos el mundo"

“A natural unidos como a poncho tejido, patrón no podrá doblegar”

“Esta es la vida, un día mil muriendo, mil naciendo, mil muriendo, mil renaciendo. así es la vida”.

“Nosotros somos como los granos de quinua si estamos solos, el viento lleva lejos. Pero si estamos unidos en un costal, nada hace el viento. Bamboleará, pero no nos hará caer”

“Primero el pueblo, primero los campesinos, los indios, los negros, y mulatos. Todos son compañeros. Por todos hemos luchado sin bajar la cabeza, siempre en el mismo camino”

“Si muero, muero, pero uno siquiera ha de quedar para seguir, para continuar”

“Siempre comprendí el valor de la escuela. Por eso les mandé a mis hijos a la escuela más cercana, para que aprendan la letra”



martes, 19 de enero de 2016

LOS INDIOS DE GRAN QUIVIRA, MOGOLLÓN, ANASAZI

LOS INDIOS DE GRAN QUIVIRA, MOGOLLÓN, ANASAZI


LOS INDIOS DE GRAN QUIVIRA, MOGOLLÓN, ANASAZI

Aquí, sobre el altiplano de la mesa 'Chupadero', en el centro de Nuevo México, se levantan las ruinas de un pueblo Indio (Villa indígena), y dos Iglesias Franciscanas del siglo XVII. Hace más de 1200 años que los primeros indios vinieron a estos lugares. A través de los siglos, varios grupos de indios mantuvieron contacto unos con otros, adoptando varias costumbres culturales. Durante el siglo XVII los españoles arribaron y aportaron su contribución. Aun hoy puede verse las diversas culturas pasadas y adoptadas por los habitantes de estos pueblos prehistóricos a través de las huellas dejadas en el curso del tiempo en las ruinas de arquitectura.  LOS INDIOS de GRAN QUIVIRA, Mogollón, Anasazi, ¿Quiénes fueron ellos? Estos son los nombres de dos grupos de indios que vivieron en el sudoeste de los E.E.U.U. de Norteamérica desde el año 800 hasta el 1400. Los Mogollones habitaron en lo que es hoy el sur de Arizona y Nuevo México, los Anasazis vivieron en la parte norte de estos dos estados. 
Seria fácil de unificar los indígenas de Norteamérica en una categoría y llamar los indios. Pero esto seria un error, como lo seria el no distinguir entre europeos, asiáticos, y cualquier otro grupo étnico. Los Mogollones y Anasazis fueron dos grupos diferentes de indios entre tantas culturas aborígenes en los E.E.U.U. de Norteamérica. 
Los Mogollones no se dedicaron mucho a la agricultura, pero hay pruebas de que se dedicaron a la caza de pequeños animales salvajes y de que utilizaron plantas en estado salvaje, además de dedicarse a la fabricación de vasijas de barro en colores rojo y marrón. En el año 1000 los Mogollones cayeron bajo el dominio de los Anasazi, cuya cultura fue conocida por la fina fabricación de cestas y vasijas de barro. En cuanto a las estructuras sociales eran muy religiosas y las actividades encauzadas a la agricultura. En poco tiempo la civilización del Mogollón fue absorbida por la cultura del Anasazi y en el termino de un siglo muy poco quedaba de las costumbres del Mogollón. 
Los habitantes de Gran Quivira (se los llamaban 'Cueloze'), habitaron en la región donde varias culturas armonizaron en una. Aquí, en el nordeste del Mogollón y sudeste de la cultura Anasazi, Gran Quivira sirvió de margen a estas dos culturas. 
LOS INDIOS DE GRAN QUIVIRA, MOGOLLÓN, ANASAZI
La evidencia más remota de población fueron los pequeños grupos de habitaciones semi-subterraneas edificadas en el año 800. Los ocupantes de estas habitaciones fabricaban vasijas de barro color marrón, además de ocupares de la agricultura, y como los Mogollones contaban con la caza y plantas salvajes para el sustento. 
En el siglo XII, la influencia del Anasazi empezó a predominar. En esta época un estilo distintivo de cerámica fue introducido, que consistía de vasijas de barro hechas de arcilla, de un color gris claro decorado con un diseño obscuro, el cúal se convirtió en el estilo popular de esta región. Este tipo de cerámica es conocido con el nombre de 'Chupadero', blanco sobre negro. 
En esta misma época la técnica usada en construcciones empezó a cambiar. En lugar de construir habitaciones familiares individuales, semi-subterraneas, se edificaron habitaciones de 'adobe' construidas sobre el terreno. Finalmente, las construcciones se desarrollaron en casas comunales hechas de piedra, con varias familias compartiendo la misma estructura. Sin embargo, el estilo de las habitaciones semi-subterraneas continuaron en uso en la construcción de 'kivas' al estilo Anasazi, la cual puede describirse como habitaciones circulares usadas generalmente para reuniones y la practica de ceremonias rituales. Hacia el año 1300 la cultura de Gran Quivira era muy semejante a aquellas de la mayoría de los otros 'pueblos' en el Rio Grande. Una de las casas comunales más primitivas en Gran Quivira consistía de una habitación circular ('kiva') en el centro, con varias habitaciones partiendo del mismo círculo concéntrico. Esta estructura fue usada alrededor de 75 años y luego abandonada, siendo esta una variedad del estilo más popular de las habitaciones construidas en forma de arco que era usado en el sudoeste, el cual fue abandonado cuanto el estilo rectangular fue adoptado. 
LOS INDIOS DE GRAN QUIVIRA, MOGOLLÓN, ANASAZI
A mitad del siglo XVI una serie de cambios tuvo lugar en esta villa Indígena. Por lo menos una de las edificaciones fue reconstruida y ampliada, además de la aparición de una nueva variedad de cerámica. Además de continuar la practica de enterrar los muertos, una nueva fue adoptada, que fue la de quemarlos. ¿A que fueron debidos cambios de mayor importancia en una cultura conocida por ser tradicionalista? la explicación más plausible puede ser que estos cambios fueron debidos a la llegada de un nuevo grupo no relacionado a los habitantes del lugar, a pensar que nadie sabe quienes fueron o de donde procedían. Gran Quivira fue otra vez la cuna de dos culturas que se fundieron en una tercera la cual no se impuso sobre la otra, pero creo un ambiente favorable para la práctica de las mismas. 
La economía de la villa indigena, que en el siglo XVII se convirtió en la más desarrollada de la región, se basaba en la agricultura y la caza. Sus habitantes plantaban cereales, legumbres, y el recurso de sustento consistía mayormente en la caza de venado, perdiz y conejo. Sin embargo, como 50 por ciento del sustento se obtenida por medio del trueque, pero excavaciones del lugar indican que la mayor en el borde oeste de la región habitada por el búfalo. Criaban además, pavos para usar las plumas en la fabricación de abrigos para el invierno. Parte del sustento consistía también de semillas de maíz, frutos de cactos, generalmente la 'cholla', raíces y flores de la 'yucca', las fibras de las hojas de las mismas fueron utilizadas para fabricar jabón. 
El 'Pueblo', se levantaba en el centro de las culturas sedentarias del Rio Grande y las culturas nómadas de los Planos del Este, lugar donde las dos culturas se reunían. Gran Quivira se convirtió en el centro de intercambios. Quizás, vegetales fueron permutados por búfalo y pieles. Indudablemente, ideas culturales fueron intercambiadas. Estos intercambios fueron realizados entre miembros de diferentes tribus del lugar. Excavaciones del 'Pueblo' indican de que los Indígenas usaban collares y adornos hechos de cascara de moluscos del Golfo de California, además de puntas de arco, cuchillos y punzones hechos de huesos utilizados para coser y hacer cestas, también utilizadas en la preparación de pieles y piedras preciosas; cristales volcánicos y cuarzos eran encontrados en la localidad. Herramientas hechas de pedernales fueron adquiridas en el sudeste de lo que es hoy Texas. Hachas de piedras utilizadas para cortar árboles en la fabricación de vigas para techos eran producidas en la localidad y también importadas de pueblos del norte que se especializaban en la fabricación de finos instrumentos hechos de piedra. A pensar que los habitantes de Gran Quivira fabricaban cestas y vasijas además de pintarlas, varios productos hechos de vidrio y cerámicas fueron importados. La mayoría de los productos fueron fabricados en la localidad, pero también una gran variedad de los mismos, eran importados de otros lugares. 
En esta región semiárida, el mayor problema era la obtención de agua. La agricultura, animales y habitantes dependían de las lluvias irregulares del verano. Pozos de agua superficiales, de 5 metros de profundidad (15 a 25 pies) fueron cavados en los valles de arena a un kilómetro al oeste del pueblo y fueron construidas represas para recoger agua, pero estos pozos y represas se secaban con facilidad. En este ambiente natural, los habitantes del 'Pueblo', llevaban una vida sencilla de trabajo para sobrevivir en el mismo. La llegada de los conquistadores españoles y franciscanos seria otro encuentro de culturas en Gran Quivira.  


Fuente: http://www.nps.gov/subjects/travelspanishmissions/gran-quivira

miércoles, 23 de septiembre de 2015

AZTECAS DEVORARON A CONQUISTADORES ESPAÑOLES

AZTECAS  DEVORARON A CONQUISTADORES ESPAÑOLES



La caravana de Pánfilo de Narváez llegó para capturar a Hernán Cortés. Los mexicas se los comieron.

        
En junio de 1520, una caravana de las tropas del conquistador  Pánfilo de Narváez, compuesta por unas 550 personas -entre españoles, indígenas, negros, mulatos y mestizos-, cayó en manos de guerreros del reino de Texcoco. Muchos de los hombres, mujeres y niños cautivos terminaron sacrificados en rituales mexicas. Entre
ellos, una mujer española sexagenaria, cuya vida fue ofrendada a la diosa Tozi, la madre de todos los dioses aztecas.

La antropofagia religiosa formó parte de las ceremonias realizadas en distintos puntos sagrados de lo que es hoy el Estado de Tlaxcala
Las personas que viajaban con Pánfilo de Narváez venían de Cuba, con la misión de capturar a Hernán Cortés y formar una colonia: "De ahí que trajeran una enorme diversidad de gente y de animales domésticos, como vacas, caballos, borregos, perros, cerdos y gallinas. En la caravana capturada también había individuos heridos, además de enseres personales de los conquistadores, incluso del propio Cortés".

Se ha logrado identificar entre quienes fueron sacrificados a 20 españoles -ocho mujeres-, siete negros y dos
mulatas, pero hubo muchos más hombres y mujeres de los pueblos  prehispánicos, principalmente tlaxcaltecas, totonacas, otomis y mayas.

La captura de la caravana fue todo un acontecimiento. De entrada, provocó que la población de Teocaque, que tradicionalmente se dedicaba a recolectar y distribuir pulque (aguardiente del cactus Maguey), se triplicase. Además, forzó a una transformación arquitectónica. Los mexicas y sus aliados de Texcoco pidieron instrucciones a la Gran México-Tenochtitlán. Llegaron entonces varios sacerdotes que ordenaron la creación de un "punto de encuentro entre los hombres y los dioses" en el centro de la población, donde se erigieron tres plazas resguardadas por un muro.

En estas áreas sagradas comenzaron los sacrificios rituales, de acuerdo con el calendario de fiestas mexica (de 20 días por mes). Se elegía a los cautivos de acuerdo a su edad y sexo, e incluso a sus grados como guerreros, pues para cada dios había que destinar a alguien en especial. Así, desde finales de junio de 1520 a finales
de febrero o principios de marzo de 1521, tuvieron lugar los rituales que incluían el sacrificio humano. Los
cuerpos de los ofrendados fueron en ocasiones desmembrados y algunas partes fueron comidas por un grupo selecto integrado por sacerdotes, guerreros y miembros de la clase dominante.

Los muros construidos protegían las zonas sagradas y aislaban el centro de la ceremonia para que no se contaminara. Allí se dedicaban los sacrificios a dioses como Huitzilopochtli - deidad de la guerra-, al que se le ofrecía el zompantli (altar de cráneos). También se veneraba a Mayahuel, dios del pulque; a Tlaloc, señor de la lluvia; a Mictlantecutli, amo del inframundo; a Tezcatlipoca, dios de la pureza y el pecado; a Tozi, madre de todos; y a Quetzaltcoatl.

Fuente: ANTONIO O. ÁVILA
Diario EL PAÍS
Madrid - 31-08-2006




jueves, 19 de febrero de 2015

EL PRIMER REBELDE DE AMERICA: CACIQUE HATUEY

EL PRIMER REBELDE DE AMERICA: CACIQUE HATUEY


Este cacique de los taínos había nacido en la isla de Quisqueya (Hoy Haití y Republica Dominicana). Se rebeló contra los españoles, que lo expulsaron a Cuba.
Allí Hatuey organizó a sus hombres contra los conquistadores, en un adelanto de lo que se dio luego en llamar “guerra de guerrillas”, en pequeños grupos y atacando por sorpresa. Pero sus armas (palos, piedras y flechas) finalmente fueron vencido por los españoles comandados por Diego Velazquez, que tenían armas de fuegon corazas, ballestas, etc.
No obstante lograron tomar prisionero al cacique Hatuey porque lo delataron prisioneros indígenas mediante tormentos.
El Fray Bartolomé de las Casas le atribuye en su obra las siguientes palabras:  Este es el Dios que los españoles adoran. Por estos pelean y matan; por estos es que nos persiguen y es por ello que tenemos que tirarlos al mar... Nos dicen, estos tiranos, que adoran a un Dios de paz e igualdad, pero usurpan nuestras tierras y nos hacen sus esclavos. Ellos nos hablan de un alma inmortal y de sus recompensas y castigos eternos, pero roban nuestras pertenencias, seducen a nuestras mujeres, violan a nuestras hijas. Incapaces de igualarnos en valor, estos cobardes se cubren con hierro que nuestras armas no pueden romper”.
Detenido, el cacique Hatuey fue condenado a morir en la hoguera.
Previo al sacrificio, el sacerdote Olmedo le preguntó si quería convertirse en cristiano para subir al cielo.
Hatuey sin dudar le contestó su famosa frase: "No quiero yo ir allá, sino al infierno, por no estar donde estén y por no ver tan cruel gente.


miércoles, 18 de febrero de 2015

EL VERDADERO ORIGEN DEL HOCKEY : LA “CHUECA”

EL VERDADERO ORIGEN DEL HOCKEY : LA “CHUECA”

El origen del hoy llamado Hockey es argentino, más aún, de nuestro pueblos originarios.
¡Por eso son tan buenas las Leonas!
Se llamaba la “CHUECA”
El juego de la "chueca", antecesor indígena del hockey se jugó en casi todo el territorio argentino. Los mapuches lo llamaban "uiñu" o " palín", los tobas:"tol", los pilagá: "elemrak" y los mocobíes lo llamaban "leremá". Los adultos varones y, en algunas comunidades los niños, jugaban este juego. El número de jugadores y las dimensiones del campo de juego variaban según los distintos pueblos. Se alentaba a los equipos con cánticos y el vencedor ganaba además un premio, muchas veces se apostaba un caballo, que era un bien muy preciado.
Para vencer era necesario lograr una diferencia de 4 tantos, por lo que algunas veces los partidos se extendían durante varios días.

Estos juegos servían para dirimir conflictos y para tomar decisiones, ya que se creía que la suerte del equipo era determinada por los dioses. En ocasiones para zanjar alguna diferencia entre tribus se jugaba un partido de "chueca", el vencedor obtenía el derecho a decidir sobre la cuestión en disputa.

jueves, 2 de febrero de 2012

Manifiesto del General Felipe Varela a los Pueblos Americanos

Proclamación:
¡ARGENTINOS! El hermoso y brillante pabellón que San Martín, Alvear y Urquiza llevaron altivamente en cien combates, haciéndolo tremolar con toda gloria en las tres más grandes epopeyas que nuestra patria atravesó incólume, ha sido vilmente enlodado por el General Mitre, gobernador de Buenos Aires.
La más bella y perfecta Carta Constitucional democrática republicana federal, que los valientes entrerrianos dieron a costa de su sangre preciosa, venciendo en Caseros al centralismo odioso de los espurios hijos de la culta Buenos Aires, ha sido violada y mutilada desde el año sesenta y uno hasta hoy, por Mitre y su círculo de esbirros.
El Pabellón de Mayo que radiante de gloria flameó victorioso desde los Andes hasta Ayacucho, y que en la desgraciada jornada de Pavón cayó fatalmente en las ineptas y febrinas manos del caudillo Mitre -orgullosa autonomía política del partido rebelde- ha sido cobardemente arrastrado por los fangales de Estero Bellaco, Tuyuti, Curuzú y Curupaití.
Nuestra Nación, tan feliz en antecedentes, tan grande en poder, tan rica en porvenir, tan engalanada en glorias, ha sido humillada como una esclava, quedando empeñada en más de cien millones de fuertes, y comprometido su alto nombre a la vez que sus grandes destinos por el bárbaro capricho de aquel mismo porteño, que después de la derrota de Cepeda, lacrimando juró respetarla.
COMPATRIOTAS: desde que aquel, usurpó el gobierno de la Nación, el monopolio de los tesoros públicos y la absorción de las rentas provinciales vinieron a ser el patrimonio de los porteños, condenando al provinciano a cederles hasta el pan que reservara para sus hijos. Ser porteño, es ser ciudadano exclusivista; y ser provinciano, es ser mendigo sin patria, sin libertad, sin derechos. Esta es la política del Gobierno Mitre.
Tal es el odio que aquellos fratricidas tienen a los provincianos, que muchos de nuestros pueblos han sido desolados, saqueados y guillotinados por los aleves puñales de los degolladores de oficio, Sarmiento, Sandez, Paunero, Campos, Irrazábal y otros varios oficiales dignos de Mitre.
Empero, basta de víctimas inmoladas al capricho de mandones sin ley, sin corazón y sin conciencia. Cincuenta mil víctimas hermanas, sacrificadas sin causa justificable, dan testimonio flagrante de la triste o insoportable situación que atravesamos, y que es tiempo ya de contener.
¡VALIENTES ENTRERRIANOS! Vuestros hermanos de causa en las demás provincias, os saludan en marcha al campo de la gloria, donde os esperan. Vuestro ilustre jefe y compañero de armas el magnánimo Capitán General Urquiza, os acompañará y bajo sus órdenes venceremos todos una vez más a los enemigos de la causa nacional.
A él y a vosotros obliga concluir la grande obra que principiasteis en Caseros, de cuya memorable jornada surgió nuestra redención política, consignada en las páginas de nuestra hermosa Constitución que en aquel campo de honor escribisteis con vuestra sangre.
¡ARGENTINOS TODOS! ¡Llegó el día de mejor porvenir para la Patria! A vosotros cumple ahora el noble esfuerzo de levantar del suelo ensangrentado el Pabellón de Belgrano, para enarbolarlo gloriosamente sobre las cabezas de nuestros liberticidas enemigos!
COMPATRIOTAS: ¡A LAS ARMAS! ¡Es el grito que se arranca del corazón de todos los buenos argentinos!
¡ABAJO los infractores de la ley! Abajo los traidores a la Patria! Abajo los mercaderes de Cruces en la Uruguayana, a precio de oro, de lágrimas y de sangre Argentina y Oriental!
¡ATRÁS los usurpadores de las rentas y derechos de las provincias en beneficio de un pueblo vano, déspota e indolente!
¡SOLDADOS FEDERALES! nuestro programa es la práctica estricta de la Constitución jurada, el orden común, la paz y la amistad con el Paraguay, y la unión con las demás Repúblicas Americanas. ¡¡Ay de aquel que infrinja este programa!!
¡COMPATRIOTAS NACIONALISTAS! el campo de la lid nos mostrará al enemigo; allá os invita a recoger los laureles del triunfo o la muerte, vuestro jefe y amigo.
FELIPE VARELA
Campamento en marcha, Diciembre 6 de 1866.