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martes, 26 de noviembre de 2019

La Leyenda del Pan Dulce Una historia de amor

La Leyenda del Pan Dulce  Una historia de amor

La Leyenda del Pan Dulce


Una historia de amor




En la fortificada, noble y patricia localidad de Recco, en la costa lígure, vivía un respetable panadero conocido como Don Zenone.
Entre sus jóvenes ayudantes, había uno gozaba de su afecto pues era más hábil que los otros para cumplir sus tareas. Don Zenone, tan viejo como astuto, había descubierto que su protegido andaba perdido por una bella lugareña: la altiva Adalgisa, hija de gente noble y muy rica.
Por aquellos tiempos, la hogaza de pan llevaba sal y, a veces, azúcar cuando se la quería convertir en algo más atractivo. Pero por un milagro de amor nació lo que hoy conocemos como pan de Navidad; el famoso panettone de los italianos. Para alagar y conquistar el corazón de la bella, Don Zenone le indicó al enamorado que remojara pasas de uva y otras frutas secas en buen vino del país.
Agregó un puñado de aromáticas especias guardadas celosamente en su alacena, nueces y almendras de los árboles del huerto, y agua de azahar para perfumar.
Estos ingredientes se mezclaron con el simple pan levado junto con el azúcar.
El primer pan dulce acababa de nacer. Como era de esperar, no tardó en convertirse en la golosina especial en la celebración de la Navidad.
Así se convirtió, a través de los siglos, como el símbolo de la mesa hogareña.

lunes, 11 de diciembre de 2017

EL ORIGEN DE LOS VILLANCICOS

EL ORIGEN DE LOS VILLANCICOS
EL ORIGEN DE LOS VILLANCICOS
La palabra "villancico", deriva de la denominación (villanos) dada a los habitantes de las villas, para diferenciarlos de los nobles o hidalgos. En España, el origen de los villancicos se halla en una forma de poesía preferentemente cultivada en Castilla, parecida al zéjel.Esta es una forma de composición o métrica popular de los musulmanes españoles.(Por ej.: "Zéjeles del Cancionero de Aben Guzmán"). Antes de denominarse villancicos, recibieron también los nombres de "villancejos" o "villancetes".

Estas canciones de Navidad son muy valoradas por la Iglesia Católica. Y la más antigua data del siglo IV: "Jesus refulsit omnium", atribuida a San Hilary de Poitiers. Más tarde, la música navideña cristiana del Medioevo, siguió las tradiciones del "Canto Gregoriano", mientras que en el Renacimiento italiano, surgió una forma de canciones navideñas más alegre y juguetona. De algún modo, ellas se acercan más a los posteriores villancicos que hoy conocemos.

En inglés, los villancicos son denominados "carols". La palabra tiene su origen en el francés "caroler", que significa bailar haciendo un anillo o círculo (similar a nuestra "ronda"). Dichas canciones se interpretaban en latín, su contenido era religioso y, debido a su adopción por los países protestantes, las tradiciones musicales de Navidad se intensificaron.

Una de las más célebres canciones de Navidad es "Noche de Paz" (originalmente "Stille nacht, heilige nacht") cuya letra fue escrita por Joseph Mohr, párroco de un pueblito de Austria y la música, compuesta por un profesor de música, Franz Gruber, poco antes de la Navidad de 1818. El profesor la enseñó a los feligreses y la acompañó en guitarra, dado que el órgano de la iglesita estaba descompuesto, cantándose por primera vez, en la fecha indicada



domingo, 10 de diciembre de 2017

LA FLOR DE NOCHEBUENA Flor de la Navidad

LA FLOR DE NOCHEBUENA Flor de la Navidad
             
 
LA FLOR DE NOCHEBUENA Flor de la Navidad
La Poinsettia es una planta que crece salvaje en Méjico y los mejicanos la llaman "Flor de la Nochebuena" porque sus hojas, verdes, cambian de color en Diciembre volviéndose rojas. En 1830, el botánico Joel Roberts Poinsett, la catalogó y se empezó a cultivar en los Estados Unidos como planta decorativa. 


Porqué una planta de hojas verdes cambia su color en el mes del Nacimiento del Señor, nos lo cuenta esta bonita leyenda.

Era costumbre en Méjico que los fieles llevaran algún pequeño regalo que ofrecían al Niño Jesús durante la misa de Nochebuena.
Un muchachito llamado Pablo, se sintió muy triste cuando esa noche no pudo unirse a los demás para obsequiarle alguna cosa al Niño. Era demasiado pobre y no tenía nada que poder ofrecerle.
Se sentía tan triste por no tener nada que dar al Niño Dios que se escondió en un rincón de la Iglesia y, arrodillado, lloró amargamente.  Las lágrimas resbalaban por su cara y caían al suelo de la Iglesia. De pronto, ante sus ojos, una preciosa planta empezó a crecer. Sus hojas eran de un rojo encendido estaban dispuestas en forma de estrella y en el mismo centro, un manojito de menudas flores amarillas la inundaban de luz.

Pablo supo que aquel era el regalo que Dios le enviaba para ofrecer a Su Hijo recién nacido y feliz como nunca, depositó aquella estrella preciosa a los pies del Pesebre.

Así dicen que pasó y que es desde aquella noche que la poinsettia se vuelve roja en Navidad.


 

viernes, 8 de diciembre de 2017

HISTORIA DE LA COSTUMBRE DE HACER REGALOS PARA NAVIDAD

HISTORIA DE LA COSTUMBRE DE HACER REGALOS PARA NAVIDAD

HISTORIA DE LA COSTUMBRE DE HACER REGALOS PARA NAVIDAD
La costumbre de intercambiar regalos en los días cercanos a Navidad, nos llega desde la antigua Roma, cuando el emperador Domiciano  fijó la duración de las Fiestas Saturnales en una semana, comprendida entre el 17 y el 23 de Diciembre.
 
El primer día, después de ofrecer un sacrificio al dios Saturno, se inauguraban las fiestas y durante los siguientes se organizaban festejos y diversiones populares, entre los que destacaban las loterías y juegos de azar.

Los sirvientes y los esclavos tenían plena libertad mientras duraban las fiestas y estaban autorizados a dejar las labores que normalmente desempeñaban mientras sus amos se reunían con sus amigos entre para comer y charlar.
 
Durante ese tiempo, todo el que lo deseara era libre de acercarse al emperador y  obsequiarle algún pequeño objeto, sin valor económico alguno y que se suponía portador de buena suerte para el emperador.


Estos objetos recibían el nombre de strenae.

Con el tiempo la costumbre de hacerse obsequios se generalizó y en las capas altas de la sociedad su valor aumentó hasta llegar a ser verdaderamente suntuosos.