domingo, 23 de agosto de 2015

PROYECTO DE CONSTITUCION NACIONAL DE BELGRANO

PROYECTO DE CONSTITUCION NACIONAL DE BELGRANO



Mientras se encontraba en el campamento de Tacuarí, durante su expedición al Paraguay, donde fuera enviado tras la Revolución de Mayo, el general Manuel Belgrano redactó lo que algunos consideran la primera Constitución de Misiones, un texto de treinta artículos con una fuerte impronta social.

Fue el 30 de diciembre de 1810, luego de haber estado en Candelaria y otros pueblos de la región, donde presenció la brutalidad y la barbarie con que eran tratados los “naturales” y los criollos.

En el museo Aníbal Cambas se encuentra una copia mecanografiada de aquel histórico documento y se sabe que en el archivo general de Asunción del Paraguay existe otra escrita a mano, en idioma guaraní. Esta sería la más cercana al original redactado por Belgrano durante su campaña al Paraguay.

El documento original se titula “Reglamento para el régimen político y administrativo y reforma de los pueblos de Misiones”.

Se trata de un manifiesto que expresa el cariz profundamente humanista de Belgrano quien deja expresada la libertad de los naturales de Misiones y el derecho a disponer de sus propiedades. Belgrano reconoce en forma explícita la igualdad de los nativos con los españoles, por lo que los primeros quedan habilitados para “todos los empleos políticos, civiles,  militares y eclesiásticos”.

Además, prohíbe en forma expresa todo castigo físico contra los naturales, una práctica muy común por entonces.

Fue el primer proyecto constitucional del Río de la Plata
Este Reglamento será incorporado por Juan Bautista Alberdi en 1853 como una de las bases de la Constitución Nacional.
Fuente: Senado de la Nación. Biblioteca de Mayo, Guerra de la Independencia, Buenos Aires, 1963, Tomo XIV, págs. 12482-12483.
REGLAMENTO PARA EL RÉGIMEN POLÍTICO Y ADMINISTRATIVO Y REFORMA DE LOS 30 PUEBLOS DE LAS MISIONES
A consecuencia de la proclama que expedí para hacer saber a los naturales de los pueblos de Misiones, que venía a restituirlos a sus derechos de libertad, propiedad y seguridad de que por tantas generaciones han estado privados, sirviendo únicamente para las rapiñas de los que han gobernado, como está de manifiesto hasta la evidencia, no hallándose una sola familia que pueda decir: "estos son los bienes que he heredado de mis mayores"; y cumpliendo con las intenciones de la Excelentísima Junta de las Provincias del Río de la Plata, y a virtud de las altas facultades que como a su vocal representante me ha conferdo, he venido en determinar los siguientes artículos, con que acredito que mis palabras, que no son otras que la de Su Excelencia, no son las del engaño, ni alucinamiento, con que hasta ahora se ha tenido a los desgraciados naturales bajo el yugo del fierro, tratándolos peor que a las bestias de carga, hasta llevarlos al sepulcro entre los horrores de la miseria e infelicidad, que yo mismo estoy palpando con ver su desnudez, sus lívidos aspectos, y los ningunos recursos que les han de dejado para subsistir:
1º Todos los naturales de Misiones son libres, gozarán de sus propiedades, y podrán disponer de ellas como mejor les acomode, como no sea atentando contra sus semejantes.
2º Desde hoy los liberto del tributo; y a todos los Treinta Pueblos, y sus respectivas jurisdicciones los exceptúo de todo impuesto por el espacio de diez años.
3º Concedo un comercio franco y libre de todas sus producciones, incluso la del tabaco con el resto de las Provincias del Río de la Plata.
4º Respecto a haberse declarado en todo iguales a los españo­les que hemos tenido la gloria de nacer en el suelo de América, les habilito para todos los empleos civiles, militares, y eclesiásticos, debiendo recaer en ellos, como en nosotros los empleados del gobierno, milicia, y administración de sus pueblos.
5º Estos se delinearán a los vientos N.E., S.O. y N.O. y S.E.. formando cuadras de a cien varas de largo, veinte de ancho, que se repartirán en tres Suertes cada una con el fondo de cincuenta varas.
6º Deberán construir sus casas en ellas todos los que tengan poblaciones en la campaña, sean naturales o españoles y tanto unos como otros podrán obtener los empleos de la República.
7º A los naturales se les dará gratuitamente las propiedades de las suertes de tierra que se les señalen que en el pueblo será de un tercio de cuadra, y en la campaña según las leguas y calidad de tierra que tuviere cada pueblo su suerte, que no haya de pasar de legua y media de frente y dos de fondo.
8º A los españoles se les venderá la suerte que desearen en el pueblo después de acomodados los naturales, e igualmente en la campaña por precios moderados, para formar un fondo, con que atender a los objetos que adelante se dirá.
9º Ningún pueblo tendrá más de siete cuadras de largo, y otras tantas de ancho, y se les señalará por campo común dos leguas cuadradas, que podrán dividirse en suertes de a dos cuadras, que se han de arrendar a precios muy moderados, que han de servir, para el fondo antedicho, con destino a huertas, u otros sembrados que más se les acomodase y también para que en lo sucesivo sirvan para propios de cada pueblo.
10º Al Cabildo de cada pueblo se les ha de dar una cuadra que tenga frente a la Plaza Mayor, que de ningún modo podrá enajenar, ni vender y sólo edificar para con los alquileres atender a los objetos de su instituto.
11º Para la Iglesia se han de señalar dos suertes de tierra en el frente de la cuadra del Cabildo, y como todos o los más de ellos tienen un templo ya formados podrán éstos servir de guía, pera la delineación de los pueblos aunque no sean tan exactamente a los vientos, que dejo determinados.
12º Los cementerios se han de colocar fuera de los pueblos, señalándose en el ejido una cuadra para este objeto, que haya de cercarse, y cubrirse con árboles, como los tienen en casi todos los pueblos, desterrando la absurda costumbre que prohíbo absoluta­mente de enterrarse en la iglesia.
13º El fondo que se ha de formar según los artículos 8º y 9º no ha de tener otro objeto que el establecimiento de escuelas de primeras letras, artes y oficios, y se han de administrar sus productos después de afincar los principales, como dispusiese la Excelentísima Junta, o el Congreso de la Nación por los cabildos de los respectivos pueblos, siendo responsables de mancomún, e insolidum los individuos que los compongan, sin que en ello puedan tener otra intervención los gobernantes, que la de mejor cumplimiento de esta disposición, dando parte de su falta, para determinar al Superior Gobierno.
14º Como el robo había arreglado los pesos y medidas, para sacrificar más y más a los infelices naturales señalando 12 onzas a la libra, y así en lo demás, mando que se guarden los mismos pesos y medidas que en la Gran Capital de Buenos Aires hasta que el Superior Gobierno determine en el particular lo que tuviere conveniente encargando a los corregidores y Cabildos que celen el cumplimiento de éste artículo, imponiendo la pérdida de sus bienes y extrañamiento de la jurisdicción a los que contravinieren a él, aplicando aquellos a beneficio del fondo para escuelas.
15º Respecto a que los curas satisface el erario el sínodo conveniente, y en lo sucesivo pagarán por el espacio de diez años de otros ramos; que es el espacio que he señalado, para que estos pueblos no sufran gabela, ni derecho de ninguna especie, no podrán llevar ­derecho de bautismo ni entierro y por consiguiente les exceptúo dé pagar cuartas a los obispos de las respectivas diócesis.
16º Cesan desde hoy en sus funciones todos los mayordomos de los pueblos y dejo al cargo de los corregidores, Cabildos, la administración de lo que haya existente, y el cuidado del cobro de arrendamiento de tierras, hasta que esté verificado el arreglo, debiéndose conservar los productos de harca de tres llaves, que han de tener el corregidor, el alcalde de primer voto, y el síndico procurador, hasta que se le dé el destino conveniente que no ha de ser otro que el fondo citado para escuelas.
17º Respecto a que las tierras de los pueblos están intercaladas, se hará una masa común de ellas, y se repartirán a prorrata entre todos los pueblos; para que unos a los otros puedan darse la mano, y formar una provincia respetable de las del Río de la Plata.
18º En atención a que nada se haría con repartir tierra a los naturales si no se les hacían anticipaciones así de instrumentos para la agricultura como de ganados para el fomento de las crías, ocurriré a la Excelentísima Junta para que se abra una suscripción para el primer objeto, y conceda los diezmos de la cuatropea de los partidos de Entre Ríos para el segundo; quedando en aplicar algunos fondos de los insurgentes, que permanecieron renitentes en contra de la causa de la Patria a objetos de tanta importancia; y que tal vez son habidos del sudor y sangre de los mismos naturales.
19º Aunque no es mi ánimo desterrar el idioma nativo de éstos pueblos; pero como es preciso que sea fácil una comunicación para el mejor orden, prevengo que la mayor parte de los Cabildos se ha de componer de individuos que hablen el castellano y particularmente el corregidor, el alcalde de primer voto, el síndico procurador y un secretario que haya de extender las actas en lengua castellana.
20º La administración de Justicia queda al cargo del corregidor y alcaldes conforme por ahora a la legislación que nos gobierna, concediendo las apelaciones para ante el gobernador de los Treinta Pueblos, y de éste para ante el Superior Gobierno de la Provincia en todo lo concerniente a gobierno y a la Real Audiencia en lo contencioso.
21 El Corregidor será el presidente del Cabildo, pero con un voto solamente, y entenderá en todo lo político siempre con dependencia del gobernador de los Treinta Pueblos.
22º delegaciones, que han de recaer en hijos del país para la mejor expedición de los negocios, que se encarguen por el gobernador, los que han de tener sueldo por la real hacienda, hasta tanto que el superior gobierno resuelva lo conveniente.
23º En cada capital de departamento se ha de reunir un individuo de cada pueblo que lo compone con todos los poderes para elegir un diputado que haya de asistir al Congreso Nacional, bien entendido que ha de tener las cualidades de probidad y buena conducta, ha de saber hablar el castellano; y que será mantenido por la Real Hacienda en atención al miserable estado en que se hallan los pueblos.
24º Para disfrutar la seguridad así interior como exteriormente se hace indispensable que se levante un cuerpo de milicias, que se titulará Milicia Patriótica de Misiones, en que indistintamente serán oficiales así los naturales como los españoles que vinieren a vivir en los pueblos, siempre que su conducta y circunstancias los hagan acreedores a tan alta distinción; en la inteligencia que ya estos cargos tan honrosos no se deban al favor ni se prostituyen, como hacían los déspotas del antiguo gobierno.
25º Este cuerpo será una legión completa de Infantería y Caballería que se irá disponiendo por el gobernador de los pueblos como igualmente que el cuerpo de Artillería, con los conocimientos que se adquieran de la población; y estarán obligados a servir en ella según el arma a que se les destina desde la edad de dieciocho años hasta los cuarenta y cinco, bien entendido es que su objeto es defender la patria, la religión y sus propiedades; y que siempre que se hallen en actual servicio se les ha de abonar a razón de diez pesos al mes al soldado y en proporción a los cabos, sargentos y oficiales.
26º Su uniforme para la infantería es el de los Patricios de Buenos Aires, sin más distinción que un escudo blanco en el brazo derecho, con esta cifra "M. E de Misiones" [Ilustre Pueblo de Misiones], y para la caballería el mismo con igual escudo y cifra; pero con la distinción de que llevarán casacas cortas, y vuelta azul.
27º Hallándome cerciorado de los excesos horrorosos que se cometen por los beneficiadores de la hierba no sólo talando los árboles que la traen sino también con los Naturales de cuyo trabajo se aprovechan sin pagárselos y además hacen padecer con castigos escandalosos, constituyéndose jueces en causa propia, prohíbo que se pueda cortar árbol alguno de la hierba so la pena de diez pesos por cada uno que se cortare, a beneficio la mitad del denunciante y para el fondo de la escuela la otra.
28° Todos los conchabos con los naturales se han de contratar ante el corregidor o alcalde del pueblo donde se celebren y se han de pagar en tabla y mano en dinero efectivo, o en efectos si el natural quisiera con un diez por ciento de utilidad deducido el principal y gastos que se tengan desde su compra en la inteligencia de que no ejecutándose así, serán los beneficiadores de hierba multados por la primera vez en diez pesos, por la segunda en con quinientos y por la tercera embargados sus bienes y desterrados, destinando aquellos valores por la mitad al delator y fondo de la escuela.
29º No se les será permitido imponer ningún castigo a los naturales, como me consta lo han ejecutado con la mayor iniquidad, pues si tuvieren de que quejarse ocurrirán a los jueces para que se les administre justicia, so la pena que si continuaren en tan abominable conducta, y levantaren el palo para cualquier natural serán privados de todos sus bienes, que se han de aplicar en la forma arriba descrita, y si usaren el azote, serán penados hasta el último suplicio.
30° Para que estas disposiciones tengan todo su efecto, reservándome por ahora el nombramiento de sujetos que hayan de encargarse de la ejecución de varias de ellas, y lleguen a noticia de todos los pueblos, mando que se saquen copias para dirigir al gobernador Don Tomás de Rocamora y a todos los Cabildos para que se publiquen en el primer día festivo, explicándose por los padres curas antes del ofertorio y notoriándose por las respectivas jurisdicciones de los predichos pueblos hasta los que vivan más remotos de ellos: remítase igualmente copia a la Excelentísima Junta Gubernativa de las Provincias del Río de la Plata para su aprobación, y archívense en los cabildos los originales para el gobierno de ellos, y celo de su cumplimiento.
Hecho en el Campamento del Tacuarí a treinta de diciembre de mil ochocientos diez.
Manuel Belgrano.


ASTUCIA DE SAN MARTIN

ASTUCIA DE SAN MARTIN

Cuando el ejército libertador desembarcó en Huaura (Perú), el virrey de Lima estaba ansioso por saber los efectivos con que contaba San Martín.

Cierto día, mandó de parlamentario al general Bacaro quien se presentó a las avanzadas argentinas preguntando por el general.

Éste, avisado, lo hizo demorar con cualquier pretexto y al fin fué traído a la casa del gobernador de la plaza que era el bizarro coronel Manuel Rojas.

Durante el tiempo de esa demora San Martín hizo salir a todo su ejército a un llano que había entre ese edificio y el ocupado por el cuartel general.

En ese terreno, que tenía cerca de una legua, formaron los cuerpos en compañías y escuadrones que maniobraban, haciendo unos, ejercicios de armas, otros, de tiradores y guerrillas, pero todos muy desparramados, abarcando un campo inmenso en forma tal que, aun los que conocían la verdad, se figuraban que había una fuerza mayor.

Preparado esto, el general San Martín, con un gran Estado Mayor y todos sus generales —menos Arenales que se encontraba con una división en la Sierra lo que, desde luego, contribuyó más al engaño— entró en la gobernación donde se encontraba el general realista a quien conocía de mucho tiempo atrás:
—Oh, mi amigo Bacaro —le dijo— cuánto gusto tengo en volver a ver a Ud.! siento no haber sabido antes su venida, pero yo había salido desde temprano a dar una vuelta y no he vuelto aun al cuartel general; aun aquí he venido por casualidad.

Después de las presentaciones y saludos de práctica con el resto de su oficialidad, el Gran Capitán le invitó a visitar el cuartel general, a lo que accedió gustoso el español, pues eso facilitaba su misión de espionaje.

Para ir allá, tenían que pasar por el terreno que en ese momento servía de campo de instrucción y al coronar una loma se encontró de golpe Bacaro con aquel estupendo despliegue de fuerzas.
San Martín simuló sorpresa y disgusto al ver cómo se “descubría” su fuerza y deteniendo la marcha, dijo al realista:

—Volvamos a desandar —y despachó varios ayudantes en todas direcciones a ordenar el regreso de la tropa a sus acantonamientos.

Cuando le informaron que se había cumplido su orden volvió a continuar la marcha y al volver a pasar la loma el campo estaba totalmente desierto.

Al regresar Bacaro a Lima aseguró al Virrey que todos los datos recibidos hasta el momento eran incompletos y que, a su criterio, San Martín ocultaba todavía su juego.

Gracias al Blog de las Fuerzas de Defensa de la República Argentina
http://fdra.blogspot.com/2011/10/anecdotario-historico-argentino-la.html


sábado, 22 de agosto de 2015

SUSANNE KLATTEN “Lady BMW” cayó en las garras de un gigoló

SUSANNE KLATTEN “Lady BMW” cayó en las garras de un gigoló


Susanne Klatten, heredera de la empresa automovilística alemana, fue extorsionada por Helg Sgarbi, un amante, que le amenazó con difundir grabaciones de sus escarceos sexuales

Helg Sgarbi tiene un don para las mujeres. Más exactamente, para las millonarias.

Oficial del Ejército suizo, licenciado en Derecho, conserva a sus 43 años un aspecto juvenil y cultiva un encanto indefenso que conmueve a mujeres maduras y poderosas.

Mujeres como Susanne Klatten, de 46 años, heredera de la empresa automovilística BMW, cuyo patrimonio se estima en 8.000 millones de euros.

La acaudalada Susanne Klatten, nacida Quandt en 1962, está casada con Jan Klatten y, tras la muerte de su padre en 1982, controla el 50,1% de Altana y el 12,5% de BMW; junto con su madre y su hermano Stefan, entre los tres son dueños del 47% del grupo automovilístico. Sólo los dividendos de estos dos grupos empresariales añaden cada año cientos de millones de euros a su patrimonio. La revista norteamericana Forbes, famosa por las listas de personas ricas, incluyó a Susanne Klatten en un reportaje titulado Los multimillonarios de los que usted nunca ha oído hablar. Aparte de su fortuna, el rasgo que mejor ha definido durante décadas a la familia Quandt es la discreción. La riqueza no es nada nuevo para ellos, tampoco los divorcios y las infidelidades; la publicidad, sí.


Esta madre de familia, rubia, delgada y discreta, célebre por su timidez, ha declarado a la policía italiana que Sgarbi, "un hombre fascinante de ojos azules, alto y delgado", le pareció enseguida "muy triste y digno de que lo ayudaran".

Nada más conocerlo en el bar de un hotel de la ciudad austríaca de Innsbruck, sintió una "gran cercanía". Era el 17 de agosto de 2007 y, sin que ella lo supiera, acababa de caer en la trampa de una red de chantajistas.

Un 'gurú', cómplice del 'novio', grababa desde una habitación contigua los encuentros entre éste y la rica empresaria

Meses más tarde, Ernano Barretta, acaudalado gurú de una secta local de los Abruzos, en Italia, reconoció, en una conversación grabada por la policía, cuál fue "el mayor error" de su vida: Susanne Klatten, lady BMW, la mujer a la que habían pedido 50 millones de euros a cambio de no divulgar vídeos de su adulterio, no cedía. "¿Tienes idea de quién es? ¡Es demasiado poderosa! ¡La mujer más rica de Alemania!".

Desde que, hace una semana, salió a la luz el chantaje de Sgarbi y Barretta, la heredera de BMW y el gigante químico Altana es, además, la protagonista pública de una historia de infidelidad, engaños, extorsión y lavado de cerebro con cuyo argumento, de puro rocambolesco, costaría arreglar una ficción verosímil.

El gigoló Helg Sgarbi mantuvo relaciones íntimas con Klatten durante ocho semanas.

Haber caído con éste le costó a Klatten más de siete millones de euros y, ahora, la publicación mundial de su torpeza. Apenas un año después de que un documental desvelara el pasado nazi de la fortuna familiar, su infidelidad asesta otro grave estacazo a la proverbial discreción de uno de los clanes industriales más poderosos del mundo, los Quandt, del que Klatten forma parte.

Todo empezó el 17 de agosto de 2007 en Innsbruck. El galán Sgarbi abordó a Susanne Klatten. La reconoció por alguna de las escasas fotos que existen de ella en Internet. Empezó así la inopinada amistad entre Susanne Klatten, casada y madre de tres hijos, modelo de discreción y sobriedad, y el  cazafortunas Helg Sgarbi. Unos días más tarde se reunieron en la habitación 629 del Holiday Inn de Múnich-Schwabing. Nada de lujos asiáticos: el precio medio para dos personas en este hotel de cuatro estrellas, sin minibar ni suplemento confort, es de 109 euros. Desde la habitación contigua, Barretta grababa con una cámara oculta el apasionado encuentro sexual. Esta excursión al adulterio de clase media fue sufragada, sin duda, por Sgarbi. Klatten no sospechaba que, ya desde el primer día, el delincuente había reservado la habitación 630 para que su compinche Barretta manejara desde allí la cámara de vídeo.

Fueron ocho semanas de "relación sentimental", en palabras de Klatten. Una serie de citas en el Holiday Inn, todas grabadas; una excursión alpina que les proporcionó "días inolvidables" y una salida a Francia. El galán no tuvo que esforzarse demasiado para obtener la simpatía de Klatten, que demostró un natural generoso para su patrimonio, estimado en 8.000 millones de euros.

Cierto día, Sgarbi narró la más grave de sus lastimosas historias. Le contó a su amante que había atropellado a un niño en Estados Unidos. Para mayor desgracia, era el hijo de un mafioso. Le hacía falta mucho dinero para evitar que le asesinaran como venganza. La mujer accedió a prestárselo y le citó el 11 de septiembre de 2007, de nuevo en el Holiday Inn de Múnich, pero esta vez en el garaje, donde sólo pasaron de mano en mano siete millones de euros. Barretta se entusiasmó cuando Sgarbi le entregó aquel "metro cúbico" de billetes de 500 euros.


El 9 de octubre, Susanne Klatten decidió acabar con los encuentros. Así se lo dijo a Sgarbi. Pero éste le envió un mes después un DVD con "imágenes explícitas" de sus citas. Pedía 49 millones de euros y amenazaba con distribuir grabaciones comprometedoras en las empresas, fundaciones y organizaciones en las que ella tiene parte. Si bien es de suponer que alguien tan rico como Klatten siempre cuenta con que puedan quererlo por su dinero, el chantaje enfureció a la empresaria. Klatten quedó en enero pasado con Sgarbi para entregarle el dinero y, antes de que llegara al lugar convenido, el donjuán estaba en manos de la policía austriaca. Diez meses después, medio mundo conoce los detalles de la historia.

PORFIRIO RUBIROSA “ RUBÍ el gigoló más grande de la historia”

PORFIRIO RUBIROSA “ RUBÍ el gigoló más grande de la historia”






Profirio Rubirosa el gigoló más grande de la historia, nació el 22 de Enero de 1909, en San Francisco de Macorís en República Dominicana. Creció en el seno de una familia que le pertenecía a la alta sociedad, sus padres Ana Ariza Almanzar y María Rubirosa le dieron muchos lujos y fue el más pequeño de tres hermanos. Lo de conquistador lo lleva por sus venas ya que su padre fue conocido por ser un hombre alegre entre las mujeres.

Se crió en la ciudad más romántica del mundo Paris, Francia hasta los 17 años y regreso a su natal Quisqueya a donde pensaba ingresar en la escuela de leyes sin embargo decidió formar parte de la milicia. Su físico no era el del típico galán elegante, pero tenía un don de verbo con las mujeres y siempre conseguía a las mujeres más famosas y millonarias. Siempre estuvo divirtiéndose entre copas y mujeres con reyes, príncipes y presidentes. Debido a ser un hombre estéril no pudo pasar la tradición de conquistador a futuras generaciones. Pero, su historia ha cautivado a millones de personas en el mundo entero en más de cuatro generaciones.

Sostenía una estrecha relación con el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo y en 1932 se casa con Flor de Oro Trujillo la hija del dictador, lo cual lo ayudo a conseguir cargos en el gobierno de su país. Primero, fue teniente de la seguridad presidencial y en 1936 fue nombrado diplomático. En sus asignaciones viajó a países de Europa, al igual que a muchas ciudades en los Estados Unidos, también estuvo presente en Cuba durante la Revolución Cubana.

Se casó cinco veces, incluyendo a la actriz francesa Danielle Darrieux en 1942 la más cotizada y bella de su tiempo.

Luego en 1947, decidió casarse con Doris Duke la mujer más rica del mundo, en el día de su matrimonio en un acto de sorpresa sacó de su bolsillo rubís para entregárselo a su amada en símbolo de su nombre. El matrimonio llego a su fin por causa de sus infidelidades, y él se quedo con carros deportivos, un avión privado, una casa grande en Paris y manutención monetaria de miles de dólares. Después de unos meses de divorciados Doris Duke le ofreció $2 millón para que regresara con ella, pero él no quiso.

En 1953 se casó con Barbará Hutton la segunda mujer más rica del mundo y se dice que ella le daba $60,000 a diario para sus gastos personales y le regalo la finca más grande de café en la República Dominicana, lástima que el matrimonio solo duró unas semanas.

Su último matrimonio en 1956 fue con la actriz francesa Odile Rodin de 19 años y Porfirio Rubirosa tenía 47 años, se cuenta que fue a la única mujer a la cual le fue fiel.

Todas caían a sus pies, en la lista del conquistador dominicano están las actrices Zsa Zsa Gabor, Rita Hayworth, Dolores del Rio, Ava Gardner, y muchos afirman que también anduvo con Marilyn Monroe.

Protegía su cara con miel, siempre se hacia las uñas de las manos y los pies, tenía un entrenador profesional que lo ayudaba en el gimnasio. Se destacaba entre la gente por andar con ropa fina y manejar autos últimos modelos. Estudio y aprendió hablar en varios idiomas que incluyen el español, inglés y francés, porque la apariencia y el carisma lo era todo para él. Se dice que en una ocasión duró casi dos horas enseñándole al famoso cantante y actor americano Sammy Davis Jr. la manera adecuada de besar la mano de una dama.


El polo y los carros de carrera sus deportes favoritos

Su pasión después de las mujeres era jugar al polo y organizaba carreras de correr autos en Paris. Porfirio Rubirosa sabía que una de las mejores estrategias para hacerse amigos de los adinerados era estar involucrado en estos deportes.

Murió a los 56 años, el 5 de Julio de 1965, en un terrible accidente automovilístico en Paris, Francia mientras manejaba chocó su Ferrari contra un árbol y murió instantáneamente. Después, hubieron especulaciones que posiblemente Profirió Rubirosa lo hizo intencionalmente.


LOS PRINCIPALES GIGOLÓ EN EL CINE

LOS PRINCIPALES GIGOLÓ EN EL CINE


En la historia del cine hay muchas representaciones de este tipo de vida tales como:

En “American playboy”, Ashton Kutcher es Nikki, un joven que tiene la vida más que solucionada siempre que siga satisfaciendo a Samantha (Anne Heche), una abogada de mediana edad que le garantiza todos los lujos y comodidades en su casa de Hollywood Hills. La película de David Mackenzie, pues, gira en torno a la figura del gigoló y/o embaucador sexual y sus presas, figuras que gozan de una cierta tradición en el cine y por las que han pasado algunos de los rostros más conocidos del mismo. Repasemos algunos de ellos:


George Peppard en “Desayuno con diamantes” (Blake Edwards, 1961). Probablemente el papel más recordado de Peppard, más allá de sus incursiones en “El Equipo A”, fuera el de aquel escritor en horas bajas que vivía de las rentas de su adinerada protectora. Claro está, la aparición de su vecina Holly (Audrey Hepburn), una “escolta” de la alta sociedad neoyorquina (eufemismo cinematográfico que  rehuía el apelativo call girl de la novela de Truman Capote), complicaba un tanto las cosas.

Paul Newman en “Dulce pájaro de juventud” (Richard Brooks, 1962). En esta adaptación de Richard Brooks sobre Tennessee Williams, el personaje de Newman, Chance Wayne, volvía a su población natal tras fracasar en el cine. Con él, llegaba Alexandra Del Lago (Geraldine Page), una actriz alcohólica y en decadencia a la que Wayne había seducido con esperanzas de un más fácil acceso a la industria. Su vuelta a casa le hacía debatirse entre la famosa actriz y su antiguo amor.

Joe Dallesandro en “Caliente” (Paul Morrisey, 1972). Sex symbol del cine underground y estrella habitual de Andy Warhol, Joe Dallesandro protagonizó esta cinta producida por el famoso artista y dirigida por Paul Morrisey. En ella, Dallesandro era una ex estrella infantil que utilizaba el sexo como moneda de pago a su casera (Pat Ast), al tiempo que trataba de ejercer influencia sobre Sally (Sylvia Miles).

Richard Gere en “American gigolo” (Paul Schrader, 1980). Schrader dirigía a Richard Gere en esta historia que mezclaba prostitución y asesinato. Gere era un gigoló cuyos servicios eran requeridos por una pareja. Al día siguiente, el saldo era de un cadáver y todas las sospechas sobre su persona.

William Holden en “El crepúsculo de los dioses” (Billy Wilder, 1950). Su voz desde ultratumba en la obra maestra de Billy Wilder nos narraba su ascenso (o tentativa de ascenso) y caída en Hollywood. La ex estrella del cine mudo Norma Desmond (Gloria Swanson) era su decadente valedora, confinada en su fantasmagórica, tremebunda mansión o particular museo de cera. El personaje de Holden se debatía entre la protección de Desmond y el amor hacia Betty (Nancy Olson).

Warren Beatty en “Shampoo” (Hal Ashby, 1975). Beatty era el peluquero más atractivo de Beverly Hills, interesado en financiar sus negocios metiéndose en la alcoba de Felicia (Lee Grant), la rica esposa de un posible patrocinador. Otros líos de faldas con la hija y amante del mismo completaban la telaraña de encuentros y desencuentros en el contexto político de la elección de Richard Nixon como presidente en 1968.

Warren Beatty en “La primavera romana de la Sra. Stone” (José Quintero, 1961). También adaptación sobre una obra de Tennessee Williams, en ella Warren Beatty hacía las veces de italiano seductor que se embarcaba en un affaire con la viuda Karen Stone (Vivien Leigh), actriz en declive entregada a unas placenteras vacaciones romanas.

David Bowie en “Gigolo (Just a gigolo)” (David Hemmings, 1978). Dos años después de su debut en el cine con “El hombre que cayó a la Tierra”(Nicolas Roeg, 1976), y todavía en su etapa berlinesa, David Bowie participó en esta producción alemana ambientada en el Berlín de los años 20. Bowie era un coronel salido de un coma que, en la postguerra, se veía obligado a buscar un trabajo a su medida, siendo introducido en el mundo de los gigolós por la mismísima Marlene Dietrich.

Rob Schneider en “Gigoló” (Mike Mitchell, 1999) y “Deuce Bigalow: Gigoló europeo” (Mike Bigelow, 2005). Schneider parodió la figura del gigoló con sendas incursiones de su personaje Deuce Bigalow. En la primera, este se introducía en la profesión por accidente. En la segunda, volvía a las andadas con tal de ayudar a resolver el misterio de los asesinatos de los mejores gigolós europeos.


Jude Law en “A.I. Inteligencia Artificial“ (Steven Spielberg, 2001). Spielberg imaginó el gigoló para el futuro, una literal máquina del amor. Era un robot, estaba lleno de carisma y encanto, y tenía el rostro (mecanizado) de Jude Law.

GIGOLO “La repentina actualidad de una vieja singularidad”

GIGOLÓ “La repentina actualidad de una vieja singularidad”


Un gigoló es un hombre que se ofrece a una mujer a cambio de dinero. Normalmente la mujer es de mayor edad y el intercambio entre ambos tiene una finalidad sexual.

El gigoló es generalmente un hombre joven de buena apariencia física y que se dedica profesionalmente a las mujeres, con el fin de obtener una gratificación económica, así como regalos y atenciones diversas.

Se puede decir que el gigoló se dedica a la prostitución masculina, pero es una prostitución con algunos matices. No ofrece simplemente su cuerpo con un fin sexual, sino que es también un acompañante esporádico de mujeres adineradas que buscan el entretenimiento y practican una especie de juego de seducción.

Un gigoló es un acompañante social mantenido por una mujer en una relación continua, a menudo viviendo en su residencia o teniendo que estar presente a su entera disposición. Su pareja puede proporcionarle regalos, como ropa cara o un automóvil, y la relación puede incluir servicios sexuales.


Sobre el origen de la palabra Gigoló y su sorprendente actualidad

Se dice que un gigoló es el amante joven de una mujer de más edad que lo mantiene. (Espasa Calpe 2005). La palabra proviene del francés gigoló, formada a partir de gigue (violín y baile), adaptada del germánico gigua (violín). La palabra femenina precedió a la masculina (qué raro...):gigolette, que significa mujer desvergonzada. ¿Quién era el hombre que podía acompañar a una mujer de esta naturaleza? Un gigoló.

Otros dicen que su origen es italiano.

Es decir, el gigoló, también conocido en otras culturas como chapero y taxiboy, es una forma de la prostitución que se caracteriza por varones que prestan servicios sexuales a otros individuos y no unicamente mujeres.

El gigoló suele frecuentar ambientes de lujo con el fin de llamar la atención sobre sus clientas. En el mundo de estos profesionales hay una serie de características: un cierto glamour, elitismo, buenas maneras, fantasías sexuales y consumo de productos caros. El ambiente que rodea a estos individuos se ha dado a conocer a través de la literatura y el cine, pues en la vida cotidiana no se conoce habitualmente este tipo de realidad. Las historias del cine han creado un idea sofisticada de todo lo que les envuelve y es muy probable que no se corresponda con la realidad (el gigoló que acaba enamorándose de la clienta es una idea atractiva, aunque poco realista).


No dejan de sorprender las diferencias conceptuales que existen para definir a personas que hacen lo mismo pero son de distinto sexo. A una mujer que se mete con un hombre, mayor o no, con la finalidad de que la mantenga y sacar provecho de esa relación se le dice “gato”, en el mejor de los casos, prostituta.  A un hombre que se mete con una mujer para aprovecharse y vivir de ella se le dice...Gigoló, así, con todo y mayúscula.

La definición ha cambiado pues en la actualidad se dice que un gigoló no es exclusivamente el hombre que busca el amor y el dinero de una mujer mayor, puede ser una de su edad, o inclusive menor, que lo mantenga. La cuestión se ha vuelto un poco confusa en estos tiempos.

Si bien la prostitución masculina existe desde tiempos remotos, conocidas son las diferentes referencias que proceden de la Antigua Grecia, con respecto a la prostitución femenina, la masculina ha sido menos estudiada y abordada.

La mayoría de las civilizaciones de la antigüedad presentan evidencias de prostitución masculina, aún más, la mismísima Biblia nos ofrece testimonios acerca de la práctica masculina de vender favores sexuales a cambio de algún beneficio económico. Por ejemplo, en Grecia, los prostitutos o gigolós, eran mayormente esclavos, como consecuencia que quien ejercía la prostitución había perdido los derechos civiles y políticos.

También en el Imperio Romano como en Grecia existieron burdeles masculinos en los cuales se practicaba la prostitución de hombres.

Estados Unidos, por su lado, también ha mostrado a través de los siglos manifestaciones de prostitución masculina. Con el crecimiento urbano y el avance de las comunidades gays, la prostitución en este territorio comenzó a ser más visible en burdeles, baños públicos y bares, en los cuales los hombres que vendían licor eran también solicitados sexualmente, recibiendo comisiones por ello.

Los gigolós de nuestro tiempo, igual que los de antaño, son encantadores, posiblemente atractivos, profundamente convincentes y totalmente manipuladores.

En tanto, en la actualidad, la prostitución masculina se caracteriza por su variabilidad y por sus diferencias respecto de la femenina, porque por ejemplo muchos hombres ejercen la prostitución porque no disponen de medios económicos o empleo, aunque, una vez que consiguen un trabajo de inmediato la abandonan, algo que es bastante infrecuente entre las mujeres. En las clases altas, los hombres que ejercen la prostitución lo hacen para obtener ingresos alternativos y por curiosidad.

Muchas mujeres exitosas esconden una gran inseguridad interna y buscan la aceptación y compañía de un hombre que no cuestione su trabajo y compromiso con él. Este es el tipo de mujeres perfectas para un gigoló, quién les hará compañía y aceptará a cambio, solamente, de que ellas lo mantengan. Es posible que ellas vivan en una casa propia y ellos no tienen inconveniente alguno en irse a vivir con ellas o en vivir alternadamente entre su casa (si es que tienen) y la de estas ilusas féminas.


Internet, bares, bares, clubes, parques, avisos, saunas y clubes de sexo son algunos de los espacios en los cuales se ofrece y demanda hoy prostitución masculina.

Y respecto de los peligros y riesgos de la misma corren los mismos que para la prostitución femenina: violencia, enfermedades de transmisión sexual, vínculos con la mafia y el mundo de las drogas, abusos sexuales, explotación, entre otros.

Fuentes:




UN NIÑO FAMELICO “cuadros de miseria” (1915)

UN NIÑO FAMELICO  cuadros de miseria”  (1915)



La página Magicas Ruinas nos acerca un artículo sobre la miseria que existía en Buenos Aires a principios del siglo XX. Esta noticia se publicó en un medio de la época. Es bueno que sepamos que esto también pasó.


El niño Cayetano Molinari, de 12 años de edad, que fué encontrado sin conocimiento, debido a la falta de alimentos y ropas, en un caño de las obras sanitarias que se construyen en la calle Hidalgo.

Un agente de la comisaría 42ª, el oficial Francisco Grisolía, encontró, dentro de un caño de las obras sanitarias que se construyen en la calle Hidalgo, entre las de Avellaneda y Neuquen, al niño de 12 años de edad Cayetano Molinari, quien se hallaba sin conocimiento por inanición.

El menor, que cubría su cuerpo con unos harapos, abandonó hace tres meses el hogar de sus padres, que se hallan en una situación económica difícil, recorriendo las calles sin ocupación alguna y alimentándose con las sobras que encontraba en los recipientes de basura.

Trasladado al hospital Durand, un practicante le aplicó varias inyecciones que consiguieron reanimarlo un poco; pero su gran debilidad le provocó una fiebre intensa.

Como tal estado requiriera la pronta hospitalización del menor, la policía trató de efectuar ésta en el citado establecimiento, no lográndolo debido a que la dirección del hospital pretextó que Cayetano no era un enfermo.

Por intermedio de la Asistencia Pública se logró al fin internar al niño en el hospital Teodoro Alvarez, donde continúa.




viernes, 21 de agosto de 2015

TIRADENTES Joaquim José da Silva Xavier Héroe nacional y patriota brasileño

TIRADENTES
Joaquim José da Silva Xavier  


Héroe nacional y patriota brasileño



Nació el 12 de noviembre de 1748 en Pombal (Brasil).

Tiradentes era hijo del portugués Domingos da Silva Santos, propietario rural, y de la brasileña Maria Antônia da Encarnação Xavier. Era el cuarto de siete hermanos. En 1755 y 1757 murieron sucesivamente su madre y su padre. No estudió de manera formal, sino que se puso bajo la tutela de Fue educado por su hermano, que era sacerdote. y cirujano. Trabajó ocasionalmente como minero y en diversas tareas relacionadas con la farmacia y la odontología, lo que le valió su apodo de Tiradentes.

Conocía en profundidad las constituciones promulgadas por las asambleas estatales de Estados Unidos, y llevaba siempre consigo ejemplares de las mismas.

Fue un odontólogo, militar, minero, comerciante y activista político brasileño, considerado como héroe nacional de su país por haber asumido en exclusividad la responsabilidad de la Conspiración Minera -estrictamente Inconfidência Mineira-('conjuración minera'), primer intento serio de independizar a Brasil del Reino de Portugal, a fines del siglo XVIII. Pretendía provocar un levantamiento, lograr la independencia de Brasil y crear una república, libre de las restricciones impuestas a la minería, fabricación y sistema monetario del diamante.

Con los conocimientos adquiridos en su trabajo de minero se hizo técnico en reconocimiento de terrenos y en exploración de sus recursos, y empezó a trabajar para el gobierno.

En 1780 se alistó en el ejército de Minas Gerais, y en 1781 fue nombrado por la reina María I, comandante de patrulla de Caminho Novo, que conducía hasta Río de Janeiro y que garantizaba el transporte del oro y los diamantes de la región. En ese periodo, comenzó a criticar las misiones de exploración del Brasil por parte de la metrópoli, lo que resultaba evidente cuando se comparaba el volumen de riquezas tomadas por los portugueses y la pobreza en la que seguía viviendo el pueblo. Descontento por no conseguir ascender en su carrera militar (en la que sólo llegó al grado de alférez) se licenció en 1787.

Esto ocurría porque en la Policía Colonial Portuguesa, así como en todas las Fuerzas Armadas de la metrópoli lusitana, todos los rangos militares arriba de alférez (teniente) eran reservados a los nacidos en Portugal, en una práctica muy común durante el colonialismo en América Latina.

De regreso a Minas Gerais, empezó a preconizar en Vila Rica y sus alrededores la creación de un movimiento de independencia para Brasil. A este movimiento se integraron miembros del clero y personajes de cierto relieve social, como los poetas Cláudio Manuel da Costa, antiguo secretario del gobierno, Tomás Antônio Gonzaga e Inácio José de Alvarenga Peixoto.

El movimiento ganó apoyo ideológico con la independencia de las colonias británicas en Norteamérica y la formación de los Estados Unidos. Factores regionales y económicos también influyeron en consolidar la rebelión en Minas Gerais, ya que la región producía cada vez menos oro. Los colonos ya no eran capaces de cumplir con el pago anual de cien arrobas de oro destinadas a la Real Fazenda, motivo por el que se unieron a la rebelión.


El sentimiento de rebelión alcanzó su momento álgido con la implantación de un nuevo impuesto por parte del gobierno colonial: una tasa obligatoria de 538 arrobas de oro en impuestos atrasados (desde 1762), debía ser ejecutada por el nuevo gobernador de Minas Gerais, Luís Antônio Furtado de Mendonça, vizconde de Barbacena. El movimiento se inició la noche de la insurrección cuando los líderes de la conspiración salieron por las calles de Vila Rica dando vivas a la República, con lo que obtuvieron la inmediata adhesión de la población. Sin embargo, antes de que la conspiración se transformara en revolución, fue delatada por los portugueses: coronel Joaquim Silvério dos Reis, teniente coronel Basílio de Brito Malheiro do Lago y el natural de Azores Inácio Correia de Pamplona, a cambio de ver condonadas sus deudas con la Hacienda Real.

El vizconde de Barbacena suspendió el impuesto y ordenó la prisión de los conjurados (1789). Tiradentes se escondió en casa de un amigo en Río de Janeiro, pero fue delatado por Joaquim Silvério dos Reis, quien más tarde, por su delación, entre otras cosas, recibiría de la corona el título de fidalgo.

Entre los conspiradores destacaron los religiosos Carlos Correia de Toledo e Melo, José de Oliveira Rolim y Manuel Rodrigues da Costa; el teniente coronel Francisco de Paula Freire de Andrade, los coroneles Domingos de Abreu y Joaquim Silvério dos Reis -a la sazón, delator del movimiento- y los ya mencionados Cláudio Manuel da Costa, Inácio José de Alvarenga Peixoto y Tomás Antônio Gonzaga.

EL mayor deseo de los inconfidentes era establecer un gobierno independiente de Portugal, crear una universidad en Vila Rica, formar industrias y hacer de São João Del-Rei la nueva capital de la región.



Joaquim José da Silva Xavier, Tiradentes, era probablemente el participante en la revuelta de menor posición social (era alférez y dentista práctico). Por esa razón, fue el único que asumió la responsabilidad por la conspiración, a pesar de que al principio negó su participación, y trató de exculpar a sus compañeros. Encarcelados, todos los conspiradores tuvieron que esperar durante tres años hasta que finalizó el proceso por traición a la corona portuguesa. Algunos fueron condenados a muerte y otros al destierro. Luego, por orden de la reina doña María I, todas las sentencias fueron conmutadas por el destierro, excepto la de Tiradentes, que siguió condenado a muerte.

Y así, en la mañana del sábado 21 de abril de 1792, Tiradentes recorrió en procesión las calles engalanadas del centro de la ciudad de Río de Janeiro hasta el patíbulo. Ejecutado y descuartizado, con su sangre se firmó la certificación de que se había ejecutado la sentencia de muerte y se declaró su memoria infame. Su cabeza se plantó en un poste en Vila Rica y sus restos mortales se distribuyeron a lo largo de Caminho Novo: Cebolas, Varginha do Lourenço, Barbacena y Queluz, la antigua Carijós, lugares en los que expuso sus discursos revolucionarios. Su casa fue destruida y todos sus descendientes deshonrados.


Convertido en un mártir, se  le concedió un lugar privilegiado en la cultura popular brasileña como héroe nacional.
La ciudad de Pombal fue rebautizada con el nombre de Tiradentes y el aniversario de su muerte se declaró día de fiesta nacional.

Está considerado Patrón Cívico de Brasil y la fecha de su muerte es día festivo en todo el país. La Capitanía de Minas Gerais, donde él vivió, con el advenimiento de la República, se convirtió en el estado de Minas Gerais, y hasta hoy en día a muchos habitantes de esta región del país les gusta oír con mucho respeto la historia de su ilustre compatriota Tiradentes, el primer líder revolucionario de matiz verdaderamente republicano de Brasil.

Bibliografía[editar]
AQUINO, Rubim Santos Leão de; BELLO, Marco Antônio Bueno; DOMINGUES, Gilson Magalhães. Um sonho de liberdade: a conjuração de Minas. São Paulo: Editora Moderna, 1998.
CHIAVENATO, Júlio José. As várias faces da Inconfidência Mineira. São Paulo: Contexto, 1989.
JARDIM, Márcio. A Inconfidência Mineira: uma síntese factual. Río de Janeiro: Biblioteca do Exército Editora, 1989.
Tiradentes: a sentença. Río de Janeiro: ALERJ, 1992..

Tiradentes: os caminhos do ouro. Brasília: Imprensa Nacional, 1992.* DORIA, Pedro. 1789: A História de Tiradentes e dos Contrabandistas, Assassinos e Poetas Que Lutaram Pela Independência do Brasil. São Paulo: Editora Nova Fronteira, 2013.

jueves, 20 de agosto de 2015

MATANZA DE PERROS CIMARRONES EN EL BUENOS AIRES COLONIAL



A principios del año 1747 el entonces gobernador en Buenos Aires impuso a los vecinos una matanza general de perros, autorizándolos a mantener solamente uno por casa. 
Es de imaginar cuál sería la situación que provocaban los canes para semejante disposición cuando, en las viviendas -por lo general- había una gran cantidad de ellos. 
Si se estima que el sacrificio para el área céntrica era así dispuesto, es de imaginar los problemas que los perros provocaban en los alrededores bonaerense donde había varios cientos de los llamados cimarrones, que a mordiscos mataban y diezmaban las vacas, corderos, cabras y demás animales. 
La terminante orden, repetida en 1755, en donde se estatuía matar dos veces al año a los perros cimarrones –los que cada vez proliferaban más- era debido a que, se decía, “los perjuicios que ocasionan en el ganado”. 
Se sumaba el hecho de que algunos vecinos habían sido mordidos, obteniendo heridas de consideración, infecciones y gangrenas, luego de haber sido perseguidos por los perros en las pocas prolijas calles porteñas. Igualmente, se conoce -como después se describe- los inconvenientes que producían los deshechos tirados por doquier, convertidos en el alimento diario de los canes hambrientos. La basura acumulada de manera cotidiana daba lugar a la reunión de perros, gatos y demás ratas y ratones. 
No obstante la sanción, es de imaginar que la respuesta a los bandos pregonados se cumpliría limitadamente, debido a que el afecto y la compañía perruna era normal y no todos se animaban a desprenderse de su compañía.

En 1762, 1766, 1770 y 1771, se repetiría lo expresado. En el primero de los años, el gobernador Pedro de Cevallos ordenaba una matanza de perros cada cuatro meses. En noviembre de 1766, el posterior gobernador Francisco de Bucarelli y Ursúa, los prohibiría inclusive en las zonas cercanas al centro. Las matanzas de animales fueron, asimismo, la de la potrada cimarrona. En 1789 el descendiente de vascos Estanislao Zamudio sostenía su sacrificio, porque consideraba que producían variados males. 
Era conocido que los indios los utilizaban para introducirse en la ciudad, sirviéndoles de “municiones de boca”, además de que destruían las sementeras. 
Sin embargo, no todos estaban de acuerdo con esta conveniencia. 
Los Acuerdos del Cabildo demuestran que el vasco Martín de Alzaga en 1790 y el descendiente de navarro Marcos José de Riglos, pensaban de otra manera. Para éstos, era provechoso que se propusiera la prohibición de matar potros y yeguas bagualas, “porque a espaldas de éstas se matarían las mansas, y otras ariscas orejanas que provenían de ellas se crían dentro de las mismas estancias y son necesarias para la renovación y aumento de las mismas crías”. 
De ello se desprende, por otro lado, la abundancia de ganado de todo tipo que pastaba salvaje en las inmediaciones de Buenos Aires.

SAN MARTIN y el "Paso de Numancia" Cuando el batallón español Numancia arrojó las banderas del Rey

SAN MARTIN y el "Paso de Numancia" 
Cuando el batallón español Numancia arrojó las banderas del Rey





El 2 de diciembre de 1820, una de las mejores unidades del ejército español en el Perú abandonó las filas del rey con todos sus efectivos y armamentos y se incorporó al Ejército Libertador en el valle de Huaura. Este episodio, singular y único en la historia de la emancipación americana, se conoce como el "Paso de Numancia". Este batallón es resto de un famoso Regimiento Numancia de tiempo atrás, que era un cuerpo selecto formado por gente escogida de Nueva Granada en los años anteriores a la Batalla de Boyacá, en la que perdió su segundo batallón. El primero, salvado en dicha batalla (7 de agosto de 1819) -como queda expresado- fue enviado al Perú con más de 600 plazas y una oficialidad distinguida y brillante que más tarde ocuparía altos puestos en los ejércitos y gobiernos del Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela. El Numancia arribó a Lima, luego de un largo viaje desde el valle de Cauca, en julio de 1820. Trajo solamente cuatro compañías pues las restantes las fue dejando, por orden del virrey, en importantes ciudades de su trayecto: Guayaquil, Piura y Trujillo. Sua armamento era de factura inglesa y de los mejor de la época. Vistoso su uniforme, comparable sólo al del Batallón Gerona que los realistas levantaron en Nueva Granada. En sus filas servían de soldados rasos algunos oficiales americanos en castigo por sus actividades revolucionarias y la mayoria de los numantinos eran de origen neogranadino y venezolano, por lo cual, y a pesar de su reconocida disciplina y comportamiento militar anterior, no dejaban de ser sospechosos a las autoridades del virreynato. Al arribo de la Expedición Libertadora en Pisco, los patriotas de Lima procuraron relacionarse con los numantinos y su cuartel -el de Guadalupe- se convirtió en un foco de conspiraciones en favor de la patria. San Martín conocía la inclinación de muchos oficiales y tropa del Numancia por la independencia americana, principalmente a través de los informes secretos que le enviaba Riva Agüero. El plan elaborado consistía en que el batallón fuera destinado a Chorrillos, donde sería recogido por uno de los buques de la escuadra Liberadora. El emisario encargado de hacer llegar el mensaje a Pisco, un cadete, fue sorprendido en el camino y apenas pudo salvar su vida gracias a la mediación de un magistrado peruano que intervino en el proceso marcial. Fracasada esta tentativa, sus principales comprometidos fueron encerrados en el Real Felipe, mientras se sustanciaba la causa de conspiración. Para debilitar la fuerza y moral de la unidad, el virrey dispuso se remitiera una de sus c ompañías a piura y otra a Trujillo, a las órdenes del entonces intendente Torre Tagle. Establecido San martín en Huaura, el Numancia operá en el norte de Lima a las órdenes de Valdez. El 2 de diciembre de 1820, en el curso de un operativo, el batallón regresaba a Lima desde Chancay, a la retaguardia de las otras fuerzas realistas. Debido al calor reinante se hizo alto al pie de la cuesta del Trapiche y, tal como secretamente se había vuelto a convenir, llegó hasta esa localidad una avanzada de la caballería de Alvarado. Siendo esa la oportunidad planeada, todos los integrantes del Numancia arrojaron las banderas del rey y, sorpresivamente, se alejaron con las fuerzas patriotas. Los numantinos ingresaron en Huaura el 11 de ese mes, con enorme júbilo del pueblo y las tropas libertadoras allí estacionadas. Como San Martín se encontraba ese día en Supe, fue el general Las Heras quien lanzó la proclama: El honor y la gloria de los individuos que lo componen, la libertad e independencia de América, todos los más grandes intereses que han sido por más de diez años el objeto de nuestros esfuerzos, todo se halla asegurado por la unión del batallón más antigüo del ejército. El día 4 de noviembre de 1820, San Martín dictó la Orden del Día y cedió al Batallón Numancia la custodia de la bandera del ejército, le dio el renombre singular de batallón "Fiel a la patria" y entregó a sus hombres la medalla "A la lealtad de los más bravos". El Libertador procedió a reorganizar la unidad con cuatro compañías, según era en su origen: el mando fue confiado al coronel Tomás de Heres; segundo jefe fue el comandante Ramón Herrera y tercero, el mayor Miguel Delgado. Fueron ascendidos a capitanes Simón Pacheco y Antonio de la Guerra y, como mayores, Pedro Taramona y Pedro Hernández. Se elevaron sus efectivos a 800 plazas. El paso del Numancia consternó a los realistas y el virrey decretó severísimas penas para los que, en el futuro, fueran tomados prisioneros: para los numantinos no habría cuartel y así, uno de sus oficiales capturado, fue pasado por las armas sin juicio alguno. Ante el reclamo de San Martín contra esta bárbara medida, Canterac contestó que el castigo era justo y merecido. Los altibajos de la guerra obligaron a suspender la pena de muerte a los numantinos pues, ya en el gobierno Bolívar, éste amenazó con fusilar a todos sus prisioneros realistas si no se dejaba de aplicar esa venganza. La presencia del Numancia entre las fuerzas patriotas fue decisiva durante las operaciones militares del siguiente año. Llegó al campamento de Huaura cuando las tropas patriotas pasaban momentos críticos por las graves epidemias y sin posibles reemplazos en sus cuadros de oficiales. También fue decisiva, pero en sentido contrario, para el ejército español que perdía una de sus mejores unidades de combate que, al cambiar de banderas, introducía el desaliento entre sus antiguos compañeros. Con el paso del Numancia, los realistas vieron claro que la causa del rey estaba ya perdida en el Perú.
José de San Martín un camino hacia la libertad, Bs. As., 1989. Págs Fuente: Manrique Zago (dir). 101/102.