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jueves, 3 de noviembre de 2016

BREVE HISTORIA DEL PEINE

BREVE HISTORIA DEL PEINE



BREVE HISTORIA DEL PEINE


Cuando el hombre primitivo comenzó a fabricar utensilios, uno de los primeros que creó su ingenio fue el peine.
       Antes de eso utilizaba la mano para echarse hacia atrás la larga cabellera y por este motivo los primeros peines hechos por aquellos desconocidos artesanos de la Edad de Piedra, tuvieron la forma de esta herramienta universal: una mano abierta, hecha de madera, hueso o asta. Luego, con la aparición de los metales, los peines se hicieron sucesivamente de bronce, cobre, hierro y también de materiales preciosos, como plata y oro.
       A más de un utensilio de aseo personal, los pueblos de la antigüedad consideraban al peine un elemento de uso religioso. Las mujeres lo llevaban colgando del cuello a modo de amuleto; los griegos primitivos, de culturas anteriores a la época de los poemas homéricos, consideraban que el sacerdote debía pasarse un peine por la cabellera antes de acercarse al altar, y esta costumbre persistió entre los pueblos helénicos y romanos hasta los albores de la Era cristiana.
       Una demostración de lo difícil que es desterrar ciertas costumbres humanas, es precisamente la supervivencia de esta tradición en Inglaterra, donde hasta el siglo xvi los abades se sometían a un peinado litúrgico antes de ser consagrados. En cuanto a la forma, desde la más remota antigüedad hasta nuestros días apenas ha variado.
       Más ancho o menos, más largo o más corto, el peine sigue siendo semejante a los primeros que fabricó el hombre, aunque se hayan abandonado los metales preciosos en favor de los materiales plásticos, más livianos y económicos.

lunes, 31 de octubre de 2016

LA TEXTILERÍA CHIMÚ

LA TEXTILERÍA CHIMÚ
  

LA TEXTILERÍA CHIMÚ

La cultura Chimú surgió alrededor del año 900 d.c. Su capital fue la ciudad de Chan Chan, una gran ciudadela de adobe en el valle de Moche en la actual ciudad de Trujillo. Los chimus fundaron el Reino de Chimú. La evidencia arqueológica sugiere que la Cultura Chimú surgió de los restos de la cultura Mochica. 

LA TEXTILERÍA CHIMÚ
Los Chimú confeccionaron telas, gasas, brocados, bordados, telas dobles, telas pintadas, etc. Algunas veces los textiles fueron adornados con plumas y placas de oro y plata, los colorantes se obtuvieron de ciertas plantas que contenían tanino, del molle y del nogal; de minerales como la arcilla ferruginosa y el mordiente de aluminio y de animales como la cochinilla. 

Las prendas se confeccionaron de la lana de cuatro animales; el guanaco, la llama, la alpaca, y la vicuña y de la planta de algodón nativo que crece en forma natural en siete colores diferentes. La vestimenta de los Chimú consistió en taparrabos, camisas sin mangas con o sin flecos, pequeños ponchos, túnicas, etc.

LA TEXTILERÍA CHIMÚ
La producción de textiles de los chimú es extensa. Las telas, como muchos otros aspectos de su cultura material, fueron inspiradas por los desarrollos tecnológicos y estilísticos de los mochicas. Típicamente, los chimú decoraban textiles para ilustrar diseños geométricos repetitivos tales como diseños semejando tableros de damas, escalonados y en zigzag, lo mismo que temas marinos, incluyendo peces y aves. Un motivo frecuente en los tejidos chimú es el animal con apéndices cefálicos, cuerpo agazapado y cola crestada, el cual es representado de perfil o sentado. 

La textileria chimú destaca por la versatilidad de técnicas, por su iconografía y por su belleza estética. El hilado consiste en la práctica manual y elemental de unir un conjunto de hilos pequeños para poder lograr un hilo largo y continuo, en esta labor inicial de la textileria se utilizaron diversos instrumentos como el huso.

instrumentos como el huso.
El huso, es un instrumento manual confeccionado de una varita pequeña y delgada que generalmente se va adelgazando a ambos extremos; se lo emplea junto a un tortero o piruro que se inserta en la parte inferior para que haga contrapeso. Se empieza a hilar tomando de la rueca (donde se ha fijado la fibra que se va a hilar) algunas fibras que son fijadas en el huso que se lo hará girar rápidamente entre el pulgar, el cordial y el índice para lograr enrollar y torcer las fibras ininterrumpidas.

Cuando ya se había obtenido los hilos necesarios se empezaba el tejido ósea el entrecruzamiento o combinación de los hilos para hacer las telas.

LA TEXTILERÍA CHIMÚ
En la iconografía de los textiles Chimú aparece un personaje central que tiene la cabeza separada del cuerpo. Este ser antropomorfo suele ser simétrico, tiene los brazos extendidos, los pies y las manos dirigidas hacia los lados y casi siempre lleva aretes y un gran tocado en forma de media luna. Su identidad es una incógnita, aunque se dice que tal vez representa a la divinidad de la portada del sol de Tiahuanaco.

Otra imagen que aparece con frecuencia en la iconografía del arte textil Chimú es la de un animal aparentemente felinico que se muestra encorvado.
Su origen se remonta  a la iconografía Moche y Recuay. Generalmente se le encuentra sentado, su piel de caimán, la lengua de lagarto y tiene cresta y cola que se asemejan a la de un animal prehistórico, a este personaje se le conoce como el animal de la luna.

Por su tamaño se ha podido determinar que estas enormes telas de algodón en estado natural se usaban para cubrir muros.
LA TEXTILERÍA CHIMÚ

La cultura Chimú se ubicó en la costa norte del Perú. En una estrecha franja de desierto, de 20 a 100 millas de ancho, entre el Océano Pacífico y las laderas occidentales de los Andes, un territorio atravesado por ríos cortos que nacen en las montañas y proporcionan una serie de valles verdes y fértiles. Las llanuras del valle son muy planas y muy adecuadas para el riego.

Idioma de los Chimus: el Quingnam, una lengua precolombina de la región del norte del Perú. El Quingnam era hablado por la etnia Chimú, que vivía en los antiguos territorios de los Mochicas: una zona al norte del Valle del río Chicamaú, río Jequetepeque en el norte, en el distrito de Carabayllo (cerca de Lima actual) en el sur. Era el idioma predominante en la cultura Chimú.


jueves, 14 de abril de 2016

LA JOYERÍA EGIPCIA

LA JOYERÍA EGIPCIA

LA JOYERÍA EGIPCIA



En la época Predinástica ya encontramos sencillos colgantes con elementos tomados de la naturaleza, integrados por conchas, colmillos, huesos o piedras, aunque en ocasiones ya se retocaban y llegaban a cubrirse de un sencillo pan de oro embelleciendo más su aspecto.
        Es el periodo de gestación del concepto de joya en el Valle del Nilo.
       
LA JOYERÍA EGIPCIA
Ya en el Predinástico se utilizaron amuletos que imitaban la forma de animales, y se llegó a realizar una abundante variedad de cuentas que eran utilizadas para la confección de collares, pulseras o tobilleras.
      
La turquesa denominada en la lengua de Khufu "mefkat"se encontaba en los yacimientos sinaíticos de Uadi Maghara y Sherabit el-Jadim, podemos encontrarla en joyería desde épocas muy tempranas. Formó una tríada de piedras semipreciosas junto al lapislázuli y la cornalina.
La malaquita "shesemet" no era utilizada habitualmente para la fabricación de joyas, sino que la convertían en polvo para elaborar cosméticos y pigmentos.
La cornalina, "herset", es quizá la gema de uso más prolongado, se encuentra documentada desde el periodo Predinástico como cuentas de collar, y durante la época faraónica se utilizó en cuentas, incrustaciones, anillos y especialmente en los ojos udyat de los amuletos.
   
LA JOYERÍA EGIPCIA
    El oro, "neb",, fue reconocido y apreciado por los Antiguos Egipcios que además tuvieron la suerte de contar con numerosos yacimientos auríferos en zonas bastante próximas que prácticamente explotaron hasta su agotamiento.
Al principio el oro se obtenía de pepitas en los depósitos aluviales, pero con el paso del tiempo se abrieron minas para seguir los filones de cuarzo aurífero.
Las fuentes escritas faraónicas hacen referencia a tres tipos de oro, en función a su zona de obtención. El "oro de Coptos", procedente de la zona de el Uadi Hammamat, el "oro de Uauat", procedente del sue, alrededor del Uadi Allaqui, y el "oro de Kush" que venía más alla de la segunda catarata, aunque no se han encontrado huellas de presencia egipcia en los yacimientos auríferos de la zona, supongo que llegaría en forma de tributos por los Kushitas 
     
LA JOYERÍA EGIPCIA
  Por su naturaleza incorruptible, el oro se consideró mágico y metáfora de eternidad.
Debido a su intenso brillo se identificó con el resplandor del sol, y este vínculo solar lo hizo relacionarse estrechamente con la monarquía cuya legitimación se basaba en su identificación con este astro, incluso en la titulatura real se hace énfasis de esta identificación: Horus Dorado.
    
LA JOYERÍA EGIPCIA
   Los collares y brazaletes de oro otorgaron tanto prestigio, que podían ser concedidos como condecoración a destacados personajes o militares. Podemos ver imágenes en las que los dignatarios reciben con satisfacción ese precioso emblema de manos del faraón.
        Los aspectos simbólicos de la plata, fueron casi tan importantes como los del oro, ya que este metal fue identificado con los huesos de los dioses además de tener simbología lunar.
        La plata en Egipto se muestra frecuentemente mezclada con el oro. Esta mezcla de metales preciosos llamada electrum, fue también muy apreciada por los egipcios, y es muy habitual que se confeccionara con ella amuletos y representaciones de seres divinos.
     
LA JOYERÍA EGIPCIA
  Podía tener un color o más dorado o más plateado dependiendo de las proporciones de oro o plata que contuviera, y podía representar como emblema por igual al sol que a la luna.
        La plata era muy escasa en Egipto, pero en el Imperio Nuevo con la conquista de los territorios asiáticos, este metal empezó a entrar en abundancia, lo que incrementó mucho su uso.