martes, 25 de octubre de 2011

Una victoria que da certezas


Me gustó este artículo que publicó Jorge Giles en El Argentino


El kirchnerismo es hijo de la adversidad y padre de la victoria.
Es una linda definición para presentar el nuevo DNI con el que este movimiento ingresará a la historia por la puerta grande de las transformaciones.
No nació de un día glorioso como el 17 de Octubre, aunque se inspire en él, sino como consecuencia de una tumultuosa movilización que se desprendía a dentelladas de un modelo de país injusto.
Era diciembre del 2001, cuando quedaron en la Plaza ensangrentada, 32 muertos y 117 heridos. 
Tampoco nació de una avalancha de votos, sino de apenas el 22,24 %.
Y sin embargo, el rastro que siguió fue avisar rápidamente que venía a cambiar la vida de los argentinos.
A falta de relaciones de fuerza más favorables, las fue creando al calor de los derechos que iba reparando con su propia voluntad.
Néstor Kirchner fue el conductor de esta revolución de las pequeñas cosas.
Su propia estampa desacartonada anunciaba a su paso que los hombres comunes volvían a regir los destinos del país.
El presidente se parecía a su pueblo, abrevió Cristina.
En 2005 y 2007 el nuevo movimiento acrecentó el espacio de representación popular. Lo hizo sin prepotencia, tejiendo y cociendo el tejido roto de la dignidad allí donde los injustos lo habían desgarrado.
Pero en el 2008 primero y 2009 después, el viejo país del privilegio lo tomó del cuello y no lo quiso soltar. Creyeron que había llegado la hora de cazar la presa.
La inocencia de un pueblo fue asaltada por las minorías, al sonido estridente del “Clarín” y “La Nación”.
De esa adversidad pocos creían poder escapar.
Para sorpresa de muchos, se salió de la emboscada a todo pueblo en el Paseo del Bicentenario.
Pero después, llegó la muerte de Néstor y nos dejó para siempre este dolor en la mirada.
De allí nació esta luz.
Fue cuando miles de jóvenes salieron debajo de los adoquines, que es una forma de decir debajo de las estrellas y le cambiaron la edad al porvenir.
Por eso el kirchnerismo cosechó la gran victoria del 23 de octubre después de varias derrotas.
Es que el proyecto que conduce Cristina está signado por la certidumbre.
Arroja certezas en medio de un mundo de incertidumbres.
Sabemos que mañana y la semana siguiente y el año que viene y el otro, estaremos un poquito mejor que ayer con este rumbo.
El kirchnerismo es tierra firme; pero no está quieta nunca; gira siempre hacia el mismo lado, aunque no prenda el guiño a la izquierda.
La victoria de Cristina provoca, por ejemplo, que mi madre llene de flores y faroles el humilde patio de ladrillos y cante nuevamente a toda voz.
Según ella, ahora bajarán las estrellas a bailar por las noches, sin que tengan miedo, ni vergüenza de hacerlo.
El Argentino, martes 25 de octubre de 2011

jueves, 20 de octubre de 2011

LIBRO COMO ENTENDER A LAS MUJERES

Carta de dirigentes radicales disgustados con cúpula de la U.C.R.

"Los próceres del radicalismo hicieron historia porque llevaron a los hechos su compromiso con un proyecto político nacional, popular y democrático. Y muchos de quienes nos sumamos al radicalismo, en especial por la convocatoria de Raúl Alfonsín en 1983, lo hicimos para formar parte de un proyecto político que suponía recuperar las instituciones democráticas, los derechos humanos, y desarrollar una política económica y social autónoma e inclusiva.


Por eso, mientras la burocracia partidaria y los legisladores radicales se opusieron a proyectos que alguna vez fueron emblemáticos del radicalismo, como la sanción de la ley de medios o la reversión de la privatización del sistema previsional, muchos de nosotros seguimos pensando igual que antes.

Por eso, mientras defienden el campo de los intereses corporativos y sectoriales de los poderosos, nosotros seguimos en el campo nacional y popular y seguimos pensando, con Leandro Alem, que nuestra causa es la causa de los desposeídos.

Por eso, quienes seguimos a las ideas antes que a las personas, no tenemos dudas de que nuestros ideales y nuestras convicciones sólo pueden alcanzarse consolidando el proyecto nacional y popular que encabeza la Presidenta de la Nación, y al que aportan diversas vertientes del pensamiento nacional y popular, del que no renegaremos.

Por eso, nuestro voto va a ser a favor de la consolidación del modelo de inclusión económica y social; de más trabajo, salud y educación y de más derechos. A favor de un Estado fuerte, capaz de hacer prevalecer el interés general.

Por eso, votamos por la continuidad como Presidente de la Nación, de Cristina Fernández de Kirchner.

Hugo Prieto – Diputado Nacional
Rodolfo Quezada – Diputado Nacional (MC)
Nicomedes Navarrete – Intendente de Las Ovejas
Jorge Scelzi – Secretario de Gobierno de Chos Malal
Mirta Bilorián – Concejal San Martín de los Andes (vicepresidente 1ª HCD)
Rubén Moya – Concejal San Martín de los Andes (MC)
Fernando Conte
Rosana Suther
Gloria Monteverde
Luis Galizzi."

Los 10 delincuentes más ricos de todos los tiempos

Cualquiera que piense que el crimen organizado no da dinero, sólo tiene que echar un vistazo a estos personajes que presentamos a continuación. Ellos demostraron que carecer de escrúpulos puede ayudar a triunfar.


10. Joseph Kennedy (200-400 millones $)


Joseph Kennedy era el patriarca de una de las familias más poderosas de América. Fuertemente ligado al contrabando, hizo millones vendiendo alcohol en la época de la prohibición. Se cree que tuvo tratos con Frank Costello, jefe de la familia mafiosa de Luciano, para facilitar el contrabando de alcohol. Eso sin contar que fue un brutal antisemita y un gran defensor de Hitler.

9. Meyer Lansky (300-400 millones $)


Meyer Lansky creó un formidable imperio basado en el juego ilegal en EE.UU a partir de la década de 1930, con ramas que se extendían desde Florida hasta Las Vegas. Gran parte del resto de su fortuna se generó a través de sus estrechos vínculos con la mafia. Varios gangsters de película se han basado supuestamente en él, incluyendo el personaje de Michael Corleone en El Padrino. En el momento de su muerte en 1983, el FBI calculó que tenía cientos de millones depositados en cuentas ocultas.

8. Griselda Blanco, "La Madrina" (500 millones $)


Con sede en Miami, podría decirse que "La Madrina" Griselda Blanco es uno de los gangsters más despiadados que trabajaban en el comercio de drogas durante los años 70 y 80. A la edad de 11 años tomó como rehén a un compañero de escuela, pidió un rescate por él, y acabó asesinándolo de un tiro en la cabeza. Blanco también fue sospechosa de asesinar a sus tres maridos y se dice que obligaba a los hombres a tener relaciones sexuales con ella a punta de pistola. Fue vista por última vez en 2007. Si aún vive, se cree que es una de las mujeres más ricas del planeta.

7. Anthony Salerno (600 millones $)


En la vida real, el conocido como "Fat Tony" no era tan tierno como su contraparte en "Los Simpsons". Fácilmente distinguible por su cigarro de marca y su sombrero, Salerno se abrió camino hasta ser consigliere de la familia Genovese en los años 70. Anteriormente, había practicado sus habilidades en el juego ilegal, la usura y la venta de protección. Pasó los últimos años de su vida en la cárcel y murió a los 80 años.

6. Joaquín Loera (1 billón $)


Loera hizo la mayor parte de su dinero con la venta de drogas en México. Es conocido por una serie de apodos, entre ellos El Chapo y Rey de Cristal. Se encuentra prófugo en su propio país, pero se cree que es el narcotraficante más poderoso de la Tierra, lo que significa que el billón de dólares es una cifra estimada que podría ser muy superior. En 2010 dejó un mensaje burlándose de la policía junto a los cadáveres de dos oficiales del ejército que habían sido acribillados.

5. Al Capone (1.3 billones $)


El icónico gangster Al Capone era prácticamente el Bill Gates del mundo criminal. Traficante de alcohol durante los años 20 y 30 fue el verdadero "intocable" de Chicago. Su mano de hierro a la hora de "gobernar" la ciudad le reportó unos ingresos muy sustanciales. Incluso se permitió el lujo de ser un filántropo y un hombre público, hasta que la evasión de impuestos y la sífilis acabaron con él.

4. Susumu Ishii (1,5 billones $)


El padrino de la Yakuza Susumu Ishii fue miembro de una unidad de torpederos suicidas japoneses durante la II Guerra Mundial. Después de la guerra se abrió camino como gangster y amasó su fortuna con los préstamos, ofertas de banca y estafas de bienes raíces. Fue tan popular que cuando murió en 1991 asistieron a su funeral más de 5.000 personas.

3. Carlos Enrique Lehder Rivas (2,7 billones $)


Carlos Lehder fue uno de los cofundadores del cártel de Medellín. Descrito como un megalómano, este criminal no reparaba en gastos a la hora de transportar la cocaína. Incluso compró un avión privado y una isla en las Bahamas para facilitar la entrada de la droga en EE.UU. Después de amasar una gran fortuna fue encarcelado en la década de 1980 y hoy en día sigue en la cárcel.

2. Pablo Escobar (9-25 billones $)


Nacido en un pueblo de Colombia donde no había electricidad, Pablo Escobar se abrió camino hasta convertirse en uno de los hombres más ricos y poderosos del mundo. Junto con sus socios del cártel de Medellín, movía alrededor de 15 toneladas de cocaína al día. Sobornaba a los funcionarios y estableció una red de sicarios para asesinar a quien intentara parar sus fechorías.

1. Amado Carrillo Fuentes (alrededor de 25 billones $)


El mexicano Amado Fuentes basó su imperio en el narcotráfico. Poseía una flota de 727 aviones para el transporte de la mercancía y se sometió a una cirugía plástica para cambiar su apariencia. En el momento de su muerte su patrimonio neto se estima aproximadamente en 25 billones de dólares, lo que lo convertirían en el criminal más rico de todos los tiempos.


Fuente | Business Pundit

VEDA 8¡(Gracias Prol)

miércoles, 19 de octubre de 2011

SOY CAROLINA Y QUERÍA HABLARTE RICARDO...


Gracias Eva Row por acercarlo

Decime si vos no querías contestarle a Ricardo lo mismo que Carolina. Si querés suscribir, hacelo en un comentario

http://www.youtube.com/watch?v=MHx7QBTwA-k&feature=share

Manifiesto de las vacas (¡Gracias Horacio Fontova!)

NESTOR KIRCHNER INTIMO


 A poco de cumplirse el primer aniversario de la muerte del ex presidente, el periodista Daniel Míguez presentó su libro. Anécdotas que permiten conocer al político, al militante, al amigo, al compañero, pero sobre todo, al hombre.
Por Daniel Míguez 
http://www.elargentino.com/nota-161997-Nestor-intimo.html

"Che, Majestad"
No sólo era el traje con mocasines y el saco desabrochado, o la birome Bic negra en lugar de una elegante lapicera. A Kirchner le chocaba la formalidad. El ceremonial y el protocolo eran para él rituales absurdos y vetustos. Basta recordar cuando Eduardo Duhalde le entregó el bastón de mando, las piruetas que hizo con él en la mano. Los pasos de minué de la diplomacia lo fastidiaban tanto que apenas llegaba a un evento de esas características lo único que quería hacer era irse, salvo cuando a la ocasión podía sacarle algún provecho político.

La primera prueba de fuego verdadera en su relación con el protocolo la afrontó a menos de seis meses de haber asumido la Presidencia, cuando el 12 de noviembre de 2003 tuvo su debut con gente de la realeza. En los días previos, la visita estelar de los reyes de España tenía en vilo al personal de ceremonial de la Casa Rosada. Y aún más nerviosos se sentían ante un Kirchner que no les prestaba la más mínima atención cuando querían instruirlo sobre reglas de urbanidad en el mundo de la monarquía. "Sí, sí", les decía sin escucharlos.

Hasta que llegó el momento de recibir a los reyes Juan Carlos y Sofía. A los presidentes podía llamarlos simplemente "Presidente" o, si tenía confianza, por su nombre de pila, pero al rey no le podía decir rey, ni Juan Carlos. Tenía que dirigirse a él como Su Majestad, algo que incomodaba especialmente a Kirchner, que estaba bastante lejos de sentirse súbdito de nadie.

Los reyes de España habían llegado el martes 11 de noviembre de 2003 a la noche en medio de una tormenta tremenda y vivieron una experiencia dramática. El avión casi se estrella contra la pista del Aeroparque Jorge Newbery si no fuera por la increíble pericia del piloto real, según comentaban todos, incluido Kirchner, al día siguiente. "El avión parecía un papelito en el viento. No sé cómo hizo el tipo para ponerlo en la pista", le contó al Presidente un experimentado piloto de la Fuerza Aérea Argentina que había presenciado el aterrizaje. Kirchner se fue a dormir un poco abrumado por lo que pudo haber ocurrido y afortunadamente no sucedió.

La primera actividad al otro día era una visita al Glaciar Perito Moreno, en El Calafate. Allí, Kirchner y Cristina recibieron a los reyes. En el paseo, primero en catamarán y luego en una caminata por la boscosa costa del Lago Argentino, Néstor, con la concentración de quien está haciendo los deberes, había desplegado un par de veces el ensayado Su Majestad. Pero en un momento de repentización, en el que se apuró para mostrarle una vista del paisaje al rey, que iba dos pasos delante de él, le tocó el brazo y lo llamó: "Che, Majestad…" No quedó claro si el Rey entendió bien la apelación, pero hizo un leve gesto entre risueño y sorprendido al darse vuelta.

Al día siguiente, en la cena de gala en el Palacio San Martín de la Cancillería, Kirchner, sentado al lado del rey Juan Carlos, volvió a nombrarlo según el protocolo, aunque a veces le decía Majestad a secas. Hasta que cortó por lo sano y le confesó al Rey su incomodidad:

—La verdad, me cuesta llamarlo Su Majestad.

—¡Pero, hombre! ¡Llámame Juanito! —fue la rápida respuesta de Juan Carlos entre risas.

Néstor también rió y lo abrazó apoyando su cabeza en el pecho del Rey, lo que se transformó en una recordada foto que por esos días dio la vuelta al mundo.


« Un nazi en la Patagonia» 
Como tantas tardes, estaba sentado en la antesala del despacho presidencial esperando que Kirchner se hiciera un espacio en la agenda para atenderme. Era el primer día de julio de 2003 y el zarandeo que le imponía al gobierno que comandaba desde hacía 36 días también mantenía en vilo al justicialismo, por lo que el 29° aniversario de la muerte de Juan Domingo Perón pasaba casi inadvertido.

Mi puesto en esa sala de espera era estratégico para hablar con ministros, gobernadores, intendentes o cualquiera que estuviera esperando para ser atendido por Kirchner y conseguir así noticias para el diario en el que trabajaba.

El gesto automático de mirar raudamente hacia la puerta que llevaba a la oficina presidencial tras escuchar el ruido del picaporte se transformaba en una atención desvanecida al ver salir, la mayoría de las veces, a un mozo, un empleado, algún funcionario… hasta que al fin, sí, salía el que estaba en audiencia con el Presidente. Y esa vez el que salió, de traje impecable y con un sobretodo color camello prolijamente doblado sobre su brazo izquierdo, fue el doctor Eugenio Raúl Zaffaroni. Lo saludé formalmente y él me miró sonriente, un gesto del que se siente descubierto aunque sin preocupación. No pude más que estrecharle la mano, porque el secretario ya me estaba anunciando que era mi turno.

El tema de la renovación de la Corte Suprema de Justicia de la Nación estaba todos los días en los títulos de los diarios, desde el 4 de junio, cuando Kirchner había pedido al Congreso la destitución del presidente del Tribunal, Julio Nazareno, símbolo de la llamada "mayoría automática" durante el menemismo. No había que ser un iluminado para sospechar los motivos de la presencia de Zaffaroni allí.

Cuando saludé al Presidente le comenté presumiendo inocencia:

—Lo vi salir a Zaffaroni.

—Sí, le dije que iba proponerlo para la Corte y aceptó. Él y el Bebe (Esteban) Righi son los mejores penalistas del país, pero Righi está con nosotros y yo quiero mostrar claramente que la Corte va a ser independiente —me explicó Kirchner.

—Zaffaroni estuvo en el gobierno de De la Rúa, en el INADI —respondí, como refrendando la independencia del juez postulado respecto de su gobierno.

—No sólo eso. Vení, mirá… —me dijo con ese entusiasmo que lo desbordaba cuando tenía un as en la manga.

—Mirá esto —repitió mientras caminaba rápido hacia su escritorio.

Abrió el cajón superior derecho y quedó a la vista el recorte de un diario santacruceño. El título era: "Un nazi en la Patagonia" y se refería a un artículo escrito por Zaffaroni sobre la gobernación de Kirchner en Santa Cruz, cuyo título original era "La República de Weimar".

—Nadie va a poder decir que lo propongo porque es mi amigo, ¿no? Sin embargo, el periodismo argentino ya empezaba a darle a Kirchner insospechadas sorpresas. Al formalizarse el anuncio, La Nación opinó en su editorial del 13 de julio: "Es decididamente desalentador que el titular del Poder Ejecutivo haya propuesto en primer lugar para integrar el máximo tribunal de la República a un candidato amigo".


«¡Corré, Chango, corré!» 
Era el líbero del equipo. Ordenaba, daba indicaciones. Cuando la tenían los suyos pedía: "Toquen, toquen". Cuando avanzaba un rival con pelota dominada gritaba: "¡Bajalo, bajalo!" Si el delantero llegaba a sus narices, lo volteaba; y si la falta no era muy alevosa, invariablemente se defendía: "Fuimos los dos a la pelota, chocamos, no fue foul".

Kirchner no sólo ejercía el liderazgo y la jefatura en el Gobierno. También lo hacía en el potrero cuando jugaba al fútbol, un rol que no era el ideal para los que integraban su equipo, y mucho menos para los kirchneristas que formaban el equipo rival. Siempre vestido con la camiseta de Racing y con pantalones deportivos largos metidos dentro de las medias, Kirchner desplegaba su andar desgarbado, más cerca en el estilo del voluntarioso Mostaza Merlo que de la técnica refinada de Fernando Redondo.

Él armaba los equipos, el propio y el rival y, aunque sin hacerlo muy ostensible, se reservaba a los mejores, como el secretario privado de Cristina, Isidro Bounine, para que jugaran de su lado. También hacía indicaciones tácticas. Es decir que, además de jugador, era director técnico. Pero no sólo eso. Lo peor es que también era el árbitro y aunque no actuaba con excesivo despotismo, en cada fallo dividido los rivales terminaban acatando su opinión.

Los únicos que le discutían o protestaban a Kirchner eran su hijo Máximo y su secretario privado y amigo Daniel Muñoz, quien habitualmente atajaba para el equipo rival y sobre quien Kirchner ponía especial empeño en hacerle goles y cargarlo después. Tanto que una vez en Río Gallegos después de una goleada que yo había presenciado, Néstor me pidió casi al oído: "Daniel, ¿en esa sección de chismes que tienen ustedes podés poner la goleada que se comió el Gordo? ¡Cuando lo lea en el diario se va a querer morir!" El Gordo, por supuesto, era Muñoz.

Kirchner también tenía veleidades de crack. Trataba de poner pases largos y si la pelota llegaba a destino se ufanaba: "Miráaaaaa… a lo Capria". Muchos de los pases iban dirigidos al delantero Héctor "Chango" Icazuriaga, y buena parte de las veces la pelota iba a parar lejos del destinatario, que siempre se esforzaba por alcanzarla. Invariablemente, ante cada pase mal dado, en vez de un pedido de disculpas se escuchaba el grito de Kirchner: "¡Corré, Chango, corré!"

lunes, 17 de octubre de 2011

Gracias Nik

¡Qué visionaria Critica!

DÍA DE LA LEALTAD




"Nació en los surcos, en las fábricas y en los talleres. Surge de lo más noble de la actividad nacional. Fue concebido por los trabajadores en el trabajo y su desarrollo contempla sus aspiraciones también en el trabajo.

"Soy peronista por conciencia nacional, por procedencia popular, por convicción personal y por apasionada solidaridad y gratitud a mi pueblo, vivificado y actuante otra vez por el renacimiento de sus valores espirituales y la capacidad realizadora de su Jefe, el General Perón. Esta es la definición de un peronismo auténtico, que tiene su raíz en la mística revolucionaria. Esta es la definición del peronismo del 17 de octubre de 1945, sin otro interés, sin otro cálculo, sin otra proyección que el bienestar de la Patria traducido en el bienestar de los trabajadores en sus múltiples actividades.

"Yo invito al pueblo a meditar sobre el significado, sobre la honda proyección del 17 de octubre. Es la única, la auténtica, la definitiva revolución popular que se opera en nuestro pueblo. Una revolución histórica se justifica cuando sus causas sociales, políticas y económicas las determinan. Y ahí está la justificación de la revolución histórica del 17 de octubre. Fue determinada por causas sociales, políticas y económicas. En lo social, el abandono total de la justicia, con el enquistamiento de los privilegiados y la explotación del trabajador. En lo político, con la sistematización del fraude en favor de los partidos que se turnaban en el Gobierno o se quitaban mutuamente según el menor o mayor apoyo de los intereses en juego y en lo económico, el entreguismo y la venta del país, surgidos de sus reyertas. "Contra ello, y para destruir este estado de cosas, el pueblo rescató a su Líder y lo ubicó en este balcón el 17 de octubre de 1945."

Eva Perón, Discurso del 17 de octubre de 1949.





"Eran tiempos "falaces y descreídos" en el gobierno y abajo, tiempos de cálculo pequeño, con banderines de cantina y posturas de compromiso. No había en la política en qué creer y la necesidad de fe buscó otros derroteros y fue así que los héroes del deporte fueron los "Héroes".

En la angustia desesperada de los que buscaban la regeneración del país, se empezó a descreer en el pueblo, y hubo momento en que las voces clamantes del desierto parecían apagarse ganadas por un escepticismo angustiado que hacía paralelo al escepticismo gozoso de los que mandaban.

Y, sin embargo, esto tenía que ser así. Así ha sido siempre en la historia. En el espacio de tiempo que media entre una fe que muere, y una fe que nace, la frivolidad pone su imperio. Los viejos altares se van apagando y los nuevos tienen solo una llamita incipiente, que no alumbra aún el camino de las oscuras catacumbas donde fermenta el futuro.

Frívolas fueron en París las vísperas del 89. Frívolas en Petrogrado las vísperas del 17. María Antonieta jugaba a los pastores en Versailles, cuando alguien en los suburbios de París, afilaba guillotinas. Y en la corte del Zar nadie presentía tras las barbas de Rasputín, el rostro lampiño de los adolescentes de la marinería de Kronstand.

Aquí también la multitud se puso de pronto en movimiento. Comenzó a mirar hacia otro lado que el verde de las canchas, cuando en la mañana del 4 de junio vio avanzar, por Blandengues al centro, la columna militar. Y fue mirando, mirando, y creyendo, creyendo. El 17 de octubre ya tenía una fe y se volcó en la calle, a la carrera. Como si bajara los tablones y los escalones de cemento. Y porque ya tenía una fe, se quedó en la calle de guardia al lado del "héroe", que acababa de encontrar. Y sigue estando en la calle, rumorosa en el mitin, silenciosa en el sufragio, pero siempre al lado de la fe encontrada.

Es el Pueblo de la Revolución que ha vuelto al foro y que hoy estará presente en la Plaza de la República.

Pueblo de la Revolución. ¡Salud!"


Arturo Jauretche, reproducido en Mano a Mano entre nosotros, Juárez Editor, Buenos Aires, 1969.



"Al caer la tarde el sector céntrico de la ciudad es irreconocible. La pequeña burguesía, los estudiantes, los abogados, las gentes bien vestidas, el 'público culto' que había dominado hacía pocas horas las calles desaparecen. Algunos raleados grupos 'democráticos' desde las veredas, observan perplejos el inusitado espectáculo.

"Algunos en camiseta, muchos en camisa, otros montados en caballos, aquellos agrupados en camiones, trepados al techo de tranvías, amontonados en colectivos que perentoriamente debieron cambiar su ruta y conducirlos a la Plaza de Mayo, las mujeres obreras con sus niños en brazos, otros con pantalones arremangados hasta la rodilla, munidos de palos o de latas para agregar estrépito a su desfile, lanzando burlas soeces a los caballeros bien vestidos que miraban las manifestaciones en silencio, llevando carteles improvisados, o botellas vacías, bebiendo refrescos, comiendo un trozo de pan, enronquecidos y desafiantes, profiriendo ironías gruesas o epítetos agresivos, esa gigantesca concentración obrera inauguraba el 17 de octubre un nuevo capítulo en la historia argentina.

"La noche había caído sobre la ciudad y seguían llegando grupos exaltados a la Plaza de Mayo. Jamás se había visto cosa igual excepto cuando los montoneros de López y Ramírez, de bombacha y cuchillo, ataron sus redomones en la Pirámide de Mayo, aquel día memorable del año 20. Ni en el entierro de Yrigoyen una manifestación cívica había logrado congregar masas de tal magnitud. Cómo —se preguntaban los figurones de la oligarquía azorados y ensombrecidos— ¿pero es que los obreros no eran estos gremialistas juiciosos que Juan B. Justo había adoctrinado sobre las ventajas de comprar porotos en las cooperativas? ¿De qué abismo surgía esta bestia rugiente, sudorosa, brutal, realista y unánime que hacía temblar a la ciudad? Con el diario La Prensa retorcido a guisa de antorchas, aquella noche inolvidable, el proletariado iluminó con una llama viva la trama de la conspiración oligárquica. Miles de antorchas rodearon de una aureola ardiente, la mole espectral de la Casa de Gobierno."

Jorge Abelardo Ramos, Perón, Historia de su triunfo y su derrota, 1959.
"Pasaban los días y la inacción aletargada y sin sobresaltos parecía justificar a los escépticos de siempre. El desaliento húmedo y rastrero caía sobre nosotros como un ahogo de pesadilla. Los incrédulos se jactaban de su acierto. Ellos habían dicho que la política de apoyo al humilde estaba destinada al fracaso, porque nuestro pueblo era de suyo cicatero, desagradecido y rutinario. La inconmovible confianza en las fuerzas espirituales del pueblo de mi tierra que me había sostenido en todo el transcurso de mi vida, se disgregaba ante el rudo empellón de la realidad.

"Pensaba con honda tristeza en esas cosas en esa tarde del 17 de octubre de 1945. El sol caía a plomo cuando las primeras columnas de obreros comenzaron a llegar. Venían con su traje de fajina, porque acudían directamente de sus fábricas y talleres. No era esa muchedumbre un poco envarada que los domingos invade los parques de diversiones con hábito de burgués barato. Frente a mis ojos desfilaban rostros atezados, brazos membrudos, torsos fornidos, con las greñas al aire y las vestiduras escasas cubiertas de pingües, de restos de breas, grasas y aceites. Llegaban cantando y vociferando, unidos en la impetración de un solo nombre: Perón. Era la muchedumbre más heteróclita que la imaginación puede concebir.

"Los rastros de sus orígenes se traslucían en sus fisonomías. El descendiente de meridionales europeos, iba junto al rubio de trazos nórdicos y el trigueño de pelo duro en que la sangre de un indio lejano sobrevivía aún. El río cuando crece bajo el empuje del sudeste disgrega su enorme masa de agua en finos hilos fluidos que van cubriendo los bajidos y cilancos con meandros improvisados sobre la arena en una acción tan minúscula que es ridícula y desdeñable para el no avezado que ignora que es el anticipo de la inundación. Así avanzaba aquella muchedumbre en hilos de entusiasmos que arribaban por la Avenida de Mayo, por Balcarce, por la Diagonal.

"Un pujante palpitar sacudía la entraña de la ciudad. Un hálito áspero crecía en densas vaharadas, mientras las multitudes continuaban llegando. Venían de las usinas de Puerto Nuevo, de los talleres de la Chacarita y Villa Crespo, de las manufacturas de San Martín y Vicente López, de las fundiciones y acerías del Riachuelo, de las hilanderías de Barracas. Brotaban de los pantanos de Gerli y Avellaneda o descendían de las Lomas de Zamora. Hermanados en el mismo grito y en la misma fe iban el peón de campo de Cañuelas y el tornero de precisión, el fundidor mecánico de automóviles, la hilandera y el peón. Era el subsuelo de la patria sublevado. Era el cimiento básico de la Nación que asomaba, como asoman las épocas pretéritas de la tierra en la conmoción del terremoto. Era el substrato de nueva idiosincrasia y de nuestras posibilidades colectivas allí presente en su primordialidad sin reatos y sin disimulos. Era el de nadie y el sin nada en una multiplicidad casi infinita de gamas y matices humanos, aglutinados por el mismo estremecimiento y el mismo impulso, sostenidos por una misma verdad que una sola palabra traducía: Perón."

Raúl Scalabrini Ortíz, Hechos e Ideas, febrero 1946.

"Era muy de mañana, y yo acababa de ponerle a mi mujer una inyección de morfina (sus dolores lo hacían necesario cada tres horas). El coronel Perón había sido traído ya desde Martín García. Mi domicilio era este mismo departamento de la calle Rivadavia. De pronto, me llegó desde el Oeste un rumor como de multitudes que avanzaban gritando y cantando por la calle Rivadavia: el rumor fue creciendo y agigantándose, hasta que reconocí primero la música de una canción popular, y en seguida su letra:«Yo te daré, / te daré, Patria hermosa, / te daré una cosa, / una cosa que empieza con P, / Perooón». Y aquel «Perón» resonaba periódicamente como un cañonazo.

"Me vestí apresuradamente, bajé a la calle y me uní a la multitud que avanzaba rumbo a la Plaza de Mayo. Vi, reconocí, y amé los miles de rostros que la integraban: no había rencor en ellos, sino la alegría de salir a la visibilidad en reclamo de su líder. Era la Argentina «invisible» que algunos habían anunciado literariamente, sin conocer ni amar sus millones de caras concretas, y que no bien las conocieron les dieron la espalda. Desde aquellas horas me hice peronista."

Leopoldo Marechal, Palabras con Leopoldo Marechal, por Alfredo Andrés, 1968.




viernes, 14 de octubre de 2011

Así es

¿Es Tan Difícil De Entender?

GRACIAS DANIEL PAZ - RUDY

Daniel Paz & Rudy

MORENO, ese gran patriota


Alejandro Echeagaray, presidente de BMW Group Argentina firmó el acuerdo junto a Giorgi y Moreno. Foto: Prensa Ministerio de Industria



BMW exportará arroz para poder ingresar sus vehículos al país

La firma alemana firmó un acuerdo con Industria para compensar su balanza comercial. Ya son nueve las automotrices que venden soja, heladeras y hasta maní para que les permitan importar sus productos.
Por Juan Pablo De Santis  | LA NACION
La automotriz alemanda BMW se comprometió ante el Ministerio de Industria a exportar arroz procesado y cuero de tapicería para las autoridades locales le permitan importar automóviles. La firma se suma otras ocho automotrices -que no producen en el país- que debieron acceder a este mecanismo para saltar las trabas aduaneras.
Desde marzo pasado, Industria aplicó licencias no automáticas (trabas aduaneras) al ingreso de más de 200 modelos de automóviles y requirió a las empresas que compensen su balanza comercial para poder importar. El plan fue bautizado oficialmente como "Uno a uno". Es decir, las firmas del sector deberán exportar la misma cantidad de dólares que importan.
Las automotrices que son importadoras netas de vehículos tuvieron que ser "creativas". Con BMW, ya son nueve las que están vendiendo maní, soja, vino, maíz y hasta heladeras para ingresar sus vehículos al país. El intercambio propuesto por el ministerio de Industria no tiene como objeto aumentar la oferta de bienes exportable, sino que trata de compra y reventa de producciones locales para mejorar el saldo comercial.

9 CASOS DE AUTOS POR HELADERAS, SOJA Y GRANADAS

1. Porsche 
Exporta vinos y aceite de oliva . La representación de la marca en Argentina, en manos del empresario y bodeguero Hugo Pulenta, traerá este año 100 autos por más de U$S 8 millones. Utilizará los productos generados en su bodega "Pulenta Estate" para venderlos a veinte países. Su mayor fuente de importaciones es el Porche Cayenne.
2. Hyunday 
Exporta maní, biocombustibles y soja . Firmó con el ministerio de Industria un compromiso de exportación por U$S 157 millones. Además portará U$S 8 millones de su bolsillo para saldar su déficit comercial.
3. Land Rover, Volvo, Jaguar 
La importadora de estas tres marcas, Ditecar SA, aportará capital por U$S 2 millones y realizará exportaciones diversas a través de terceras empresas con destino a Chile.
4. BMW 
Exportará arroz y cueros. Rubricó este jueves un plan ante la ministra de Industria Débora Giorgi y el secretario de Comercio Interior. Fue la útima de las marcas internacionales en alcanzar un acuerdo para destrabar de la Aduana sus importaciones.
5. Chery Exportará granadas (frutas) y equipos de gas . Franco Macri, representante de la marca china, venderá al exterior equipos para conversión a gas que fabrica su firma Galileo y cultivos de su finca Yuto, que posee en la provincia de Salta. Debe revertir un déficit comercial de U$S 38 millones que registró en 2010.
6. Alfa Romero 
Exportará biocombustible . La firma afirma que instalará una planta de producción de biocombustible en el partido de Pilar (Buenos Aires) y comenzará a vender en 2012 por más de U$S 11 millones.
7. Kia Motors 
Exportará autopartes, plásticos, GNC y heladeras . A través del grupo Sidgo Koppers compensará vendiendo al exterior electrodomésticos de línea blanca, polipropileno y nylon y dos filiales extranjeras harán compras de autopartes locales y equipos de gas. Debe revertir un déficit comercial de U$S 35 millones.
8. Mitsubishi 
Exportará agua mineral, alimento balanceado y maní . Realizará las operaciones a través de una tercera empresa de la firma para lograr el año que viene un superávit comercial de U$S 30 millones.
9. Nissan 
Exportará biocombustible y soja . Una empresa asociada al grupo, Marubeni, será el comprador exterior de las exportaciones agro industriales de la automotriz
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jueves, 13 de octubre de 2011

Un auténtico JP (Feinmann)


Escribí un cuento que se llama La última invasión de Buenos Aires, donde vienen todos los “negros” a invadir Buenos Aires, se comen a los chicos, decapitan a Susana Giménez y pasa todo lo más horrible que puede pasar. Ramiro Bergman y Blumberg van hacia ellos y le dicen: “Muchachos, paz, amistad”. Pero se los comen. Entran a los campos, comen a los bebes, una negra le corta el pito a un tipo y le dice: “Miren, el negro tiene 30 centímetros más”. Un horror. Nadie puede frenar a los negros. Van caminando por una vereda y están Osvaldo Bayer sentando conmigo y con Saccomanno. Osvaldo dice: “Mírenlos, muchachos, los negros, qué lindo, nuestros compañeros están tomando todas las ciudades”. “Pero Osvaldo –digo yo- nos van a matar.” “¿Qué importa? Morir en manos de los negros en el día que toman Buenos Aires es maravilloso.” “Tiene razón”, le digo. Saccomanno también. Uno se llama Matasiete –como el de El Matadero, de Echeverría–. Dicen: “¿Y estos tres burgueses?”. “Un momento –dice Matasiete-, este es el compañero Osvaldo Bayer, cuidado con tocarlo.” “Gracias, muchacho”, dice Osvaldo. La cosa termina en que le dan la pica con la cabeza de Susana Giménez a Osvaldo Bayer y van hacia la Casa de Gobierno. Aquí interviene la realidad: el ministro de Defensa llama a los Estados Unidos y dice lo que está pasando. “Para que me crea –le dice a su asistente–, le voy a decir que hay guerrilleros islámicos infiltrados.” Llama, el presidente de los Estados Unidos, le dice: “Bueno, muy bien, no se haga problema. Ya mismo mando 10 aviones con misiles para reprimir a los terroristas infiltrados en esas columnas”. Al día siguiente, Buenos Aires no existía, pero era la ciudad más segura del mundo.
Publicado en :
http://sur.elargentino.com/notas/este-es-un-libro-sobre-un-desacuerdo

miércoles, 12 de octubre de 2011

MEMORIA

Gracias Prol

Descubren un virus gigante



En la costa de Las Cruces, en Chile, científicos han encontrado el mayor virus descubierto hasta ahora. Se llama Megavirus chilensis y mide alrededor de 0,7 micras de diámetro, lo que implica que es de 10 a 20 veces más grande que la media de los virus, y de mayor tamaño incluso que algunas bacterias. Según Jean-Michel Claverie, investigador del Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia (CNRS por sus siglas en inglés) y coautor del trabajo, el virus no parece tener capacidad de infectar a los humanos.

El Megavirus arrebata así el récord del mundo al Mimivirus, que se encontró en una torre de enfriamiento de agua en Reino Unido en 1992. Al igual que el Mimivirus, el nuevo virus gigante tiene estructuras filiformes en el exterior de su concha o cápside, que probablemente atraen a amebas incautas que persiguen bacterias de las que alimentarse.

Los virus difieren de las bacterias en que normalmente son mucho más pequeños y no se reproducen por sí mismos, sino que necesitan infectar a otro organismo para replicarse. El hallazgo del Megavirus sustenta la hipótesis de que los virus gigantes evolucionaron a partir de células que se hicieron más simples.

http://www.muyinteresante.es

martes, 11 de octubre de 2011

GRACIAS DANIEL PAZ - RUDY

Lealtad o pirotecnia discursiva


Un muy buen análisis 



Por Hernán Brienza
Periodista, escritor y politólogo

Regalarle títulos a la prensa hegemónica, intentar esmerilar la relación entre la presidenta y los trabajadores a menos de un mes de las elecciones no parece una política madura por parte de algunos dirigentes obreros.

(Tiempo Argentino) - Quizás el peor error de los tantos que cometió la izquierda peronista en el ’73, tras el regreso de Juan Domingo Perón, es el de haber caracterizado mal la etapa que se avecinaba en el mundo, en Latinoamérica y se cernía sobre la Argentina. Convencidos de que soplaban vientos revolucionarios y de que era posible la creación del Hombre Nuevo, se lanzó a generar las condiciones subjetivas de la revolución, sin importar lo que ocurriera con los resultados. Tensar la cuerda la llevó a perder la comunicación con el conductor, y finalmente, al desencuentro y al debilitamiento de todo el proceso de liberación nacional iniciado el 11 de marzo de ese tremebundo año.
Más allá de las caracterizaciones ideológicas que puedan hacerse teórica o abstractamente sobre el Perón del regreso –sin dudas ya era un hombre del orden más que de la Revolución–, pero era justamente él quien sabía en qué medida y con armonía se iba a llevar adelante la concreción del proyecto nacional en función de los tiempos que corrían en el globo. Fue Perón el que supo que Richard Nixon y el inefable Henry Kissinger iban a sembrar el continente de dictaduras militares. Fue Perón el que se dio cuenta y lo escribió en una carta al general chileno Carlos Prats –asesinado después por la dictadura militar– de que Estados Unidos no iba a permitir otro enclave nacional y popular: “Reconozcamos que una de las causas principales de los duros reveses sufridos por las fuerzas democráticas de América Latina reside en no apreciar debidamente el rol de los Estados Unidos, responsables de la mayoría de los golpes de Estado. Sus manos están manchadas con la sangre de miles y miles de latinoamericanos caídos en la lucha por la libertad y la independencia. No hay un solo país latinoamericano que no haya sufrido la intromisión descarada de los monopolios estadounidenses, verdaderos ejecutores de la política exterior de su país. Se equivocan los que afirman que respecto de los Estados Unidos estamos viviendo un período de calma. Y qué calma es esta cuando están realizando toda clase de actividades secretas, soborno de políticos y funcionarios gubernamentales, asesinatos políticos, actos de sabotaje, fomento del mercado negro y penetración en todas las esferas de la vida política, económica y social. Sobre nuestros países vuelan los aviones militares estadounidenses, mientras nuestro suelo permanece en poder de sus monopolios, con bases militares. Y a esto se añaden centenas de establecimientos menores, como estaciones meteorológicas, o sismológicas, capaces de convertirse en centros de terrorismo y agresión.” Fue Perón el que comprendió el mensaje de La Moneda, el 11 de septiembre de 1973, y el que comprendió las incidencias de la crisis del petróleo en las economías emergentes. La izquierda, tanto peronista como perreteísta, claro, estaban convencidos de que la revolución estaba a la vuelta de la esquina. Hasta Fidel Castro se daba cuenta de que eran tiempos más proclives a las “lealtades” que a las “profundizaciones”. En una carta a Mario Santucho, el líder cubano le contestó unos meses más tarde, cuando Robi le pidió ayuda económica y militar: “¿Cómo es eso, chico, de una guerrilla rural en pleno gobierno democrático?”. Fue el conductor, en síntesis, quien tenía la estrategia acertada para el momento histórico que se avecinaba. La premisa era mantener el Pacto Social –el plan económico más progresista entre 1955 y 2003– y evitar un último golpe militar. ¿Por qué? Porque como él mismo respondió: “Si alguna vez llegase a haber otro golpe, el pueblo quedará tan derrotado que la vuelta constitucional servirá solamente para garantizar, con el voto popular, los intereses del imperialismo y de sus cipayos nativos.”
No era la primera vez que Perón debía poner freno a los apresurados. El otro momento fue durante el polémico Congreso de la Productividad que en 1954 y 1955 lo enfrentó al Movimiento Obrero Organizado que exigía no perder posiciones en sus ganancias sectoriales. Nadie puede negar que los reclamos de la CGT no fueran justos ni tuvieran un componente social con el que cualquiera se sintiera identificado. Sin embargo, hizo patente el debilitamiento del poder del propio Perón, que intentó firmar un Pacto Social para impedir que los poderes concentrados de la Argentina no avanzaran como lo hicieron finalmente en junio-septiembre de 1955 y tras el golpe. Otra vez, el conductor miraba todas las fichas del tablero, mientras otros actores –industriales y sindicalistas– sólo defendían sus propios intereses sectoriales.
Nadie pretende que la política no sea confrontación y conflicto. Nadie en su sano juicio puede creer que sólo se trate de un dechado de buenas intenciones. Tampoco se cree que los intereses nacionales estén representados por un sector como el empresariado, que cuando tuvo oportunidades enajenó su patrimonio y se travistió en importadores o ahorró en dólares en el exterior, o aumentó brutalmente sus ganancias aprovechando el ejército de reservas que significó la desocupación en los años noventa. Seguramente, no estarán nunca a la altura histórica de liderar un proceso de integración social y nacional que lleve a la Argentina al lugar donde muchos –no sin exagerada fe y optimismo- creemos que puede llegar a estar. Pero si la conductora del movimiento nacional y popular Cristina Fernández de Kirchner considera que es tiempo de no apresurar, debería tener el voto de confianza, no sólo de ese más del 50% de la población que está dispuesto a votarla, sino también de las organizaciones sindicales. Regalarle títulos a la prensa hegemónica, intentar esmerilar la relación entre la presidenta y los trabajadores a menos de un mes de las elecciones no parece una política madura por parte de algunos dirigentes obreros.
Perón escribió en Conducción política: “En el arte de la conducción hay sólo una cosa cierta. Las empresas se juzgan por los éxitos, por sus resultados. Podríamos decir nosotros: ¡Qué maravillosa conducción!, pero si fracasó, ¿de qué sirve? La conducción es un arte de ejecución simple: acierta el que gana y desacierta el que pierde. Y no hay otra cosa que hacer. La suprema elocuencia de la conducción está en que si es buena, resulta, y si es mala, no resulta. Y es mala porque no resulta y es buena porque resulta. Juzgamos todo empíricamente por sus resultados. Todas las demás consideraciones son inútiles.”
¿Hay algún sector del peronismo –territorial, sindical, partidario– capaz de obtener en las próximas elecciones más del 50% de los votos y llevar a una indiscutible victoria al movimiento nacional y popular con esa legitimidad? No, ¿verdad? Bueno, entonces habrá que admitir que la estrategia utilizada por la conductora es la acertada. ¿Existe el miedo de que la presidenta vire a la “derecha”? O sea, ¿la sospecha es que la presidenta que quiso instalar la 125, que nacionalizó Aerolíneas Argentinas y las AFJP, que decretó la Asignación Universal por Hijo, que profundizó el programa de paritarias, que creó el plan Conectar Igualdad, que mejoró todos los índices sociales pueda intentar frenar la profundización del modelo nacional y popular? No sé por qué, pero me recuerda al gordo que en la platea de Boca, comiéndose una choripán colesteroloso, le grita a Riquelme “Corré, fracasado”.
Sabrán disculpar la poca elegancia que tiene este final categórico; pero en la Argentina de hoy, profundizar el modelo es ser leal a la conducción del movimiento, es decir, a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Lo demás, las apelaciones a la abstracción del “modelo nacional y popular” o al recuerdo lúcido de Néstor Kirchner, no es otra cosa que poco más que pirotecnia discursiva.