viernes, 6 de mayo de 2011

El pacto Perón-Frondizi

Perón y Cooke en los días del pacto con Frondizi

El gobierno de la Revolución Libertadora había prometido las elecciones generales para el 23 de febrero de 1958. En los meses anteriores, se hizo cada vez más difícil al gobierno separar las cuestiones políticas de los asuntos electorales. El propósito primitivo de eliminar el control peronista de los sindicatos mediante la intervención de la CGT, y de prohibir la ocupación de cargos sindicales a dirigentes que hubieran actuado durante el gobierno de Perón no resultó. Los sindicalistas peronistas lograron el control de numerosos sindicatos, y en otros, aunque hubieran sido elegidas personas independientes para los puestos directivos, los afiliados continuaban respondiendo al peronismo. Las directivas de Perón eran transmitidas por un grupo clandestino de dirigentes de la CGT, quienes trataban de incentivar las actitudes revolucionarias. En septiembre y octubre de 1957, una ola de paros y dos huelgas generales se dispusieron en contra del gobierno, en demanda de aumentos de salarios. (1)
   
En el seno del gobierno se produjo una fuerte controversia sobre la manera en que se debía responder a la presión gremial. El presidente Aramburu y los ministros civiles eran partidarios de una política moderada que contemplaba el aumento de salarios. El vicepresidente Rojas, con el apoyo del ministro de Marina Teodoro Hartung, postulaba en cambio una política de línea dura contraria al aumento de sueldos y que demandaba el arresto de los agitadores peronistas y comunistas, a quienes responsabilizaba de los problemas gremiales.
   
Las opiniones enfrentadas alcanzaban también la estrategia para las elecciones generales y  amenazaban con provocar una división absoluta entre presidente y vicepresidente. Aquéllas se manifestaron  cuando, según el vicepresidente Rojas, el presidente parecía no prestar atención a las recomendaciones políticas de la Junta Militar. El presidente se negaba a refrendar decretos leyes preparados por la Junta Militar -los cuales había aceptado en un principio-, que ordenaban la proscripción del partido Comunista y el arresto de dirigentes gremiales peronistas. El almirante Rojas sospechaba que Aramburu tenía motivos políticos para no aceptar las sugerencias de la Junta Militar.
   
El 6 de octubre, en una reunión en Olivos, la discusión casi llegó a la ruptura entre presidente y vice. Ambos se acusaron de tomar iniciativas que podían comprometer la palabra empeñada por el gobierno de neutralidad en las elecciones generales. Aramburu señaló que la propuesta de Rojas de arrestar a dirigentes sindicales apuntaba a provocar desórdenes entre los trabajadores. El presidente aludía a rumores que advertían que Rojas intentaba utilizar la inquietud obrera para justificar la suspensión de las elecciones y el establecimiento de un régimen dictatorial. Rojas negó terminantemente la acusación y a su vez reconvino al presidente y a los ministros civiles por utilizar sus cargos para apoyar el programa de la UCRP y quitar votos a Arturo Frondizi. (2)
   
Las alternativas de la Asamblea Constituyente habían demostrado la imposibilidad de acordar cambios políticos relevantes en un contexto de proscripción de un partido que había sido mayoritario en el país y de fuerte competencia entre los demás partidos para conseguir los votos peronistas. No obstante, el 15 de noviembre se hizo público el decreto de llamado a elecciones para el 23 de febrero de 1958, hecho que aventó las dudas sobre la realización de los comicios. Una docena de partidos designaron sus candidatos, pero era sabido que los candidatos con posibilidades reales de acceder a la presidencia eran sólo dos: Ricardo Balbín por la UCRP, y Arturo Frondizi por la UCRI. El primero era percibido como el candidato oficial, con sus ventajas y desventajas, entre éstas el hecho de representar la continuidad de lo realizado por la Revolución Libertadora, lo cual implicaba el mantenimiento de las medidas antiperonistas y de la política económica y social. Frondizi, inversamente, se presentaría como opuesto a todo lo actuado por el gobierno militar. Postularía el fin de la persecución ideológica y política, una amnistía para los acusados de delitos políticos, la integración de la clase trabajadora en la vida nacional, un programa económico que daba prioridad a la industria pesada, y la adopción del sistema de enseñanza libre que permitiría la existencia de universidades privadas. (3)
   
La aceptación que parecía tener el movimiento frondizista llevó a que el gobierno considerara la idea de levantar la proscripción al partido Peronista. No obstante, una consulta con oficiales navales reveló una opinión negativa prácticamente unánime. El gobierno permitió sin embargo el registro electoral de un grupo de partidos neoperonistas, estrategia que apuntaba a dividir a los simpatizantes frondizistas. La marina se opuso firmemente a la medida, pero ésta se mantuvo debido al apoyo del ejército y la aeronáutica. El temor de la marina consistía en que una orden de Perón podría llevar el caudal de votos en blanco a apoyar una de las listas neoperonistas. Aramburu y algunos ministros estaban dispuestos a aceptar la victoria de los peronistas en alguna provincia, aunque consideraban que la elección debía anularse si obtenían un triunfo mayor. A su vez, los almirantes Rojas y Hartung pensaban que era inmoral permitir la participación de los neoperonistas en la elección y luego negarles los cargos si ganaban. Era preferible mantenerlos proscriptos y hacer una elección limpia con todos los demás partidos. Por cierto, la oposición de Aramburu a la eliminación de los partidos neoperonistas poco antes de la elección respondía a la percepción de que dividiendo los votos peronistas se contribuiría al triunfo de la UCRP.
   
Pero en estas estrategias había un imponderable que era la posición que Perón ordenaría asumir a sus seguidores. En Chile, los miembros del Comando Táctico desarrollaron una estrategia que sería presentada a Perón en Caracas por John William Cooke y que señalaba que había que respaldar a Frondizi, dado que éste representaba la corriente más popular y nacional. La mayoría de los dirigentes y bases peronistas, sin embargo, consideraban que debía insistirse con el voto en blanco, pero esto implicaba facilitar el continuismo entre el gobierno militar y la UCRP de Balbín. Perón solicitó un tiempo para pensar su decisión. A comienzos de febrero comenzaron a llegar los indicios de que el ex presidente, ahora instalado en Santo Domingo, pedía a los candidatos de las listas neoperonistas que renunciaran a ellas y a sus simpatizantes que no avalaran con sus votos el plan continuista de la Revolución. Esto podía interpretarse como un apoyo tanto a Frondizi como al conservador popular Vicente Solano Lima. El interrogante se reveló una semana más tarde cuando fueron distribuidas copias de una carta de Perón ordenando votar por Arturo Frondizi. Se hizo  evidente entonces que dicha resolución sólo podía ser producto de un pacto Perón-Frondizi. (4)
   
En las altas esferas del gobierno no podía creerse que Frondizi hubiese hecho un pacto con Perón, motivo por el cual se hizo caso omiso de la evidencia que presentaron los ministros civiles.  En una reunión solicitada urgentemente, el ministro de Relaciones Exteriores, Alfonso de Laferrère, presentó documentos diplomáticos que testimoniaban los contactos entre representantes de Frondizi y de Perón, y demostraban un acuerdo político entre ambos. El almirante Rojas propuso citar a Frondizi para que aclarara la cuestión, pero no se tomó ninguna medida. El canciller decidió presentar su renuncia. Tampoco existe evidencia de que la Junta Militar se reuniera formalmente para tratar la posibilidad de lapara tratar la posibilidad de lae. El ministro de Marina Hartung no estaba convencido de que la victoria de Frondizi estuviera asegurada.
   
Un rol clave en toda la estrategia política que desembocara en el acuerdo Perón-Frondizi fue el jugado por el asesor económico del último, el empresario Rogelio Frigerio. Este era partidario de un programa económico y social desarrollista, que pretendía transformar el país a través de la expansión de la industria nacional. En los últimos meses, Frigerio había tratado de obtener el respaldo de Perón para constituir una alianza electoral que apoyara su programa. Perón, sin embargo, no estuvo convencido de respaldar los planes frondizistas hasta fines de 1957.
   
Las negociaciones se llevaron a cabo en Caracas, adonde Frigerio viajó dos veces. La primera vez llegó el 3 de enero de 1958 y la segunda el 18. En la última circunstancia se produjo la revolución que derrocó al dictador venezolano Marcos Pérez Jiménez, por lo cual las tratativas se suspendieron, dado que Perón debió trasladarse a Santo Domingo por su seguridad y Frigerio regresó a Buenos Aires. Aquí se ultimaron los detalles del documento a firmarse y éste fue remitido a Santo Domingo el 5 de febrero por medio de un enviado especial. 
   
Cabe mencionar aquí que el embajador argentino en Venezuela, general Carlos Toranzo Montero, desempeñó un rol activo en la preparación del golpe que derrocaría al dictador Pérez Jiménez. Esta intervención llevó al gobierno de Venezuela a declarar persona no grata al embajador argentino y llamar a su embajador en la Argentina. El 6 de julio de 1957, el gobierno argentino daba a conocer la interrupción de las relaciones con Venezuela, fundamentando la decisión en la negativa del gobierno de ese país en atender las peticiones para que “reprimiera las actividades delictuosas que se llevan a cabo desde su territorio en forma sistemática contra el pueblo y el gobierno argentino, incitando al terrorismo y a la subversión”, lo que aludía a la residencia de Perón en ese país y a las negociaciones que éste realizaba desde allí. Por cierto, instaurada la Junta Militar Revolucionaria, presidida por el contraalmirante Wolfgang Larrazábal, quien tenía una antigua amistad con el almirante Rojas desde que había sido agregado naval en Buenos Aires, el gobierno argentino reanudó inmediatamente las relaciones diplomáticas. Esta evolución de los acontecimientos explicaría el hecho de que Perón haya debido salir rápidamente de Venezuela al conocerse el golpe, temiendo por su seguridad. La situación se repitió con la República Dominicana, al instalarse Perón en Santo Domingo. El gobierno argentino juzgó como una desconsideración de ese gobierno el que no fueran atendidos sus reclamos por la “injerencia que desde ciudad Trujillo ha tenido en la política el ex dictador Juan Domingo Perón, que allí ha encontrado asilo después de su fuga de Caracas”. En consecuencia, el 9 de abril de 1958, se declararon suspendidas las relaciones diplomáticas con el gobierno dominicano. (5)
   
El pacto Perón-Frondizi generó posteriormente una controversia acerca de su contenido. Frigerio sostuvo que tanto él como Frondizi firmaron dos copias del documento enviado a Perón, pero insistió en que no se establecían medidas concretas sino la necesidad de hacer frente al radicalismo de Balbín y a las maniobras del neoperonismo del partido Blanco de los Trabajadores. La afirmación de Frigerio no concuerda con el texto dado a publicidad por Perón en junio de 1959. Por su parte, Frondizi negó haberlo firmado y el acto de darlo a publicidad fue atribuido a una maniobra desestabilizadora por parte de Perón hacia su gobierno. No obstante, la correspondencia particular de Perón en los primeros meses de la administración de Frondizi indicaría que el texto conocido es parcialmente verdadero. Según dicho texto los compromisos de Frondizi incluían la revisión de todas las medidas económicas y la revocación de todas aquéllas de persecución política contra los peronistas adoptadas por la Revolución Libertadora, la devolución de propiedades incluidas las de la Fundación Eva Perón, la normalización de los sindicatos y de la CGT, el reemplazo de los miembros de la Corte Suprema, la restitución de la legalidad al partido Peronista. En un lapso no mayor de dos años debía convocarse una asamblea constituyente que revisara la Constitución, declarara vacantes todos los cargos electivos y convocara a nuevas elecciones. El acuerdo era de una envergadura tal que puede comprenderse que Frondizi estuviera decidido a negarlo.
   
La información transmitida por el embajador norteamericano en Ciudad Trujillo también parecía confirmar los rumores del compromiso entre Frondizi y Perón. Farland informó que en una entrevista Perón comentó que Frondizi diseñaría un período de transición de dos años que prepararía el terreno para realizar nuevas elecciones. Esto permitiría eliminar la posibilidad de un conflicto social y de crear el clima necesario para el regreso de Perón. (6)
   
Frigerio sostuvo posteriormente que el acuerdo con Perón no había sido secreto. Todas las estipulaciones del pacto eran, en su opinión, el programa de conciliación que se había propuesto contra la corriente antiperonista y antipopular desatada en 1955. Dicho programa había sido explicado en distintos lugares del país, había formado parte de los discursos de Frondizi durante la campaña electoral y había sido desarrollado extensamente en la revista Qué. Tanto la política del petróleo, la política respecto del capital extranjero, las ideas acerca de las asociaciones profesionales o la decisión de terminar con la antinomia peronismo-antiperonismo no fueron secretas. (7)
   
En virtud del pacto, la fórmula Arturo Frondizi-Alejandro Gómez consiguió una victoria decisiva en las elecciones del 23 de febrero. Obtuvo 4.070.000 votos, más del doble de los obtenidos por la UCRI unos meses antes, contra 2.550.000 del candidato de la UCRP. La UCRI logró una amplia mayoría en diputados, unanimidad en el Senado y la totalidad de los gobiernos provinciales. El resultado indignó a gran parte de los militares, quienes consideraron que Frondizi había manipulado la proscripción de los peronistas en contra de la Revolución Libertadora. Muchos lo percibieron legalmente electo pero no legítimo. Se pensó incluso en no entregar el poder. Finalmente se impuso la opinión de los legalistas, pero que encerraba un condicionamiento. Frondizi asumiría el gobierno, pero las fuerzas armadas retendrían el poder. De esta manera, a pesar del enorme respaldo electoral  obtenido, el gobierno de Frondizi se vería debilitado por las condiciones del apoyo peronista y la tutela que las fuerzas armadas pretenderían ejercer sobre su gestión. 
1.     NOTAS
2.     R.A. Potash, op. cit., pp. 346-347.
3.     Ibid., pp. 346-349. Rojas siempre negó las acusaciones de que hubiera querido postergar las elecciones. El almirante Estévez, quien en la época era subordinado de Rojas y luego fue secretario de Marina, también aseveró que Rojas nunca trató de evitar la elección de Frondizi. Ibid., p. 349, n. 97.
4.     Las alternativas e implicancias del proceso electoral se pueden consultar en ibid., pp. 351-365; A. Rouquié, op. cit., pp. 146-151; Félix Luna, De Perón a Lanusse, Buenos Aires, Sudamericana/Planeta, 1985, pp. 115-118.
5.     R. A. Potash, op. cit., pp. 357-364; Julio E. Nosiglia, El desarrollismo, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1983, pp. 70-76; Silvia L. Belenky, Frondizi y su tiempo, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1984, pp. 40-43; Mario Barrera, Information, Ideology, and Decision Making: Arturo Frondizi and the Argentine Political System, Ph.D. dissertation, University of California, 1970, pp. 54-55-
6.     María Laura San Martino de Dromi, Historia política argentina (1955-1988), Buenos Aires, Astrea, 1988, tomo 1, p. 42; Claudio Panella, Perón y Atlas
7.     National Archives Documents, 735.00/2-1958, February 19th, 1958.
Fanor Díaz, Conversaciones con Rogelio Frigerio, Buenos Aires, Colihue-Hachette, 1977, pp. 33 y ss., cit. en J.E. Nosiglia, op. cit., pp. 73-74

jueves, 5 de mayo de 2011

Historia de la bicicleta

Los testimonios más antiguos sobre este, hoy popular, vehículo se remontan hasta las antiguas civilizaciones de Egipto, China e India.

En un apartado de la obra "Codez Atlanticus" de Leonardo da Vinci ya aparecía un dibujo de una bicicleta. Leonardo ya pensó en una transmisión de cadena como en las que se utilizan en la actualidad . Estos dibujos fueron dispersados por el tiempo y quedaron recopilados sin orden ni concierto en la biblioteca Ambrosiana de Milán.

Bicicleta de Leonardo

Vehículos toscos de dos ruedas propulsados por los pies eran corrientes en los primeros años de la segunda mitad del siglo XVII. En 1690, un francés, el Conde Mede de Sivrac inventó "el celífero" ("la célérifère"), que consistía en un bastidor de madera al que se añadían las ruedas. El vehículo no tenía manillar; el asiento era una almohadilla en el bastidor y se propulsaba y dirigía impulsando los pies contra el suelo.

En 1816, un noble alemán diseñó el primer vehículo de dos ruedas con dispositivo de dirección. Esta máquina, denominada draisiana (en honor a su inventor), tenía un manillar que pivotaba sobre el cuadro, permitiendo el giro de la rueda delantera. Después, inventores franceses, alemanes y británicos introdujeron mejoras. En Inglaterra, estos primeros modelos se conocieron como balancines; el nombre de dandy horse quedó para el vehículo inventado en 1818. El balancín era más ligero que la draisiana y tenía un asiento ajustable y un apoyo para el codo. Fue patentado en Estados Unidos en 1819, pero suscitó poco interés.


Celífero

En 1839, un herrero escocés, Kirkpatrick Macmillan, añadió las palancas de conducción y los pedales a una máquina del tipo de la draisiana. Estas innovaciones permitieron al ciclista impulsar la máquina con los pies sin tocar el suelo. El mecanismo de impulsión consistía en pedales cortos fijados al cubo de la rueda de atrás y conectados por barras de palancas largas, que se encajaban al cuadro en la parte superior de la máquina. Las barras de conexión se unían a las palancas a casi un tercio de su longitud desde los pedales. La máquina era impulsada por el empuje de los pies hacia abajo y hacia adelante

La usó para realizar un viaje de ida y vuelta hasta Glasgow de 226 km, cubriendo un tramo de 65 km a una velocidad media de 13 km/h.

Bicicleta de Macmillan

En 1861 , Ernest Michaux decidió dotar de unos pedales a la rueda delantera de una vieja draisiana. Aunque el descubrimiento fue de suma importancia , tropezó con un grave problema que durante cierto tiempo resultó infranqueable ; no había forma de mantener el equilibrio con el movimiento a pedales . Ernest se dio cuenta de que la máquina de dos ruedas sería estable siempre que fuera a una velocidad suficiente ; el lento aprendizaje resulto efectivo .

Se reconoce a Michaux como el precursor directo de la bicicleta aunque se deben citar nombres como Philip Moritx o Galloux que construyeron bicicletas a pedales para uso particular . Hay referencias más antiguas halladas en jeroglíficos egipcios en los que se describe a un hombre montado sobre un aparato formado por dos ruedas unidas a un potro . El inventó de Michaux , la "Michaulina" se empezó a producir en serie atrayendo la atención de las clases populares.

Este modelo se hizo muy popular en Francia. El cuadro y las ruedas se fabricaban en madera. Los neumáticos eran de hierro y los pedales estaban colocados en el cubo de la rueda delantera o del conductor, que era un poco más alta que la rueda de atrás.

En Gran Bretaña esta máquina se conoció como el 'quebrantahuesos', a causa de sus vibraciones cuando circulaba sobre carreteras pedregosas o en calles adoquinadas.

En 1869, en Gran Bretaña se introdujeron neumáticos de goma maciza montados en el acero, y el vehículo fue el primero en ser patentado con el nombre moderno de bicicleta.

En 1873, James Starley, un inventor inglés, produjo la primera máquina con casi todas las características de la famosa bicicleta común o de rueda alta. La rueda delantera de la máquina de Starley era tres veces más grande que la de atrás.

El 7 de enero de 1887, el norteamericano Thomas Stevens realiza el primer viaje en bicicleta alrededor del mundo. Partió de San Francisco y regresó a la misma ciudad después de pedalear durante más de tres años.


Fuente:
Bicicletos

miércoles, 4 de mayo de 2011

De chancletas tiradas y de grelas


(De Luis Alposta)

Del cruce entre pajperosi (cigarrillo en polaco) y papusa (mujer hermosa en lunfardo), se originó la voz papirusa, que quiere decir mujer joven, hermosa y, además, coqueta.
Hubo un tiempo, en las primeras décadas del siglo pasado, en que Buenos Aires tuvo el triste privilegio de convertirse en una de las principales plazas de la trata de blancas. Los “tratantes” solían reclutar pupilas entre las campesinas polacas, a las que raptaban, cuando no enamoraban y se casaban, para luego, una vez en el puerto de Montevideo o de Buenos Aires, dejarlas en manos de los rufianes o macrós, encargados éstos de “clasificarlas” y “distribuirlas”. Así fue como muchos porteños escucharon por primera vez pedir un cigarrillo en polaco.
Digamos de paso que la expresión tirar la chancleta encuentra su origen dentro del mismo ámbito. La pupila se asomaba al vestíbulo vestida con batón y sandalias. Por cada cliente que atendía debía descalzarse, tirandola chancleta. La frase en sentido lato, significa rendirse al acto sexual, capitular, entregarse.
Y de aquellas desdichadas, de las que se decía que eran mujeres alegres o de vida alegre, tal vez provenga la palabra grela como una deformación del adjetivo.
A mediados de la década del 70, este término recobró vigencia entre los adolescentes, pero esta vez con el significado de mugre, de suciedad, degremu.
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Imagen: Pupila de un burdel. Foto de exapamicron.wordpress.com)
Tomado del libro: Mosaicos porteños (Marcelo Héctor Oliveri Editor, Bs. As., 2005.)

Cristina y los jóvenes


Ayer por la tarde, Cristina inauguraba las nuevas instalaciones del Hospital Ramón Carrillo, en el Partido de Tres de Febrero -a saber; dos salas de internación con 80 camas en total y una de neonatología, con 18 camas-.

Al momento de cerrar su intervención, la Presidenta contó una anécdota referida a Arturo Jauretche:

El 19 de setiembre de 1945, la oposición al peronismo realizaba la multitudinaria marcha llamada; "De la Constitución y la Libertad".
Observando la enorme cantidad de gente que la integraba (unas 200 mil personas), un amigo le comenta a Jauretche:
- "Cuántos que son!"
A lo que él le responde:
- "Pero no hay jóvenes".

La necesaria superación de lo viejo por lo nuevo no estaba allí. El pasado prevalecía: aquello que quería conservar lo que sería luego sepultado por un nuevo Movimiento que elevaría al país de su sometimiento.

Es bueno celebrar hoy, el arribo de cada vez más jóvenes al interés por lo público, a la vocación de solidaridad y construcción de lo nuevo. De un renovado Proyecto.

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viernes, 29 de abril de 2011

La imprenta

Hay quien coloca la fecha de 1453, en que salieron impresos los primeros ejemplares de la Biblia editada por Gutenberg, como el hito que inicia la Edad Moderna. Lo cierto es que el descubrimiento de la imprenta es mucho más que el avance de una técnica humana. Cambió el mundo hasta extremos impensables.

El uso de caracteres grabados en tacos de madera que, mojados en tinta, servían para imprimir signos sobre una hoja de papel nació como obra de un grupo de monjes budistas chinos, al parecer en el año 593. La primera obra impresa, con ilustraciones, también en China, data del año 868. El logro fue importantísimo, pero no se desarrolló especialmente desde entonces. La razón es sencilla: la escritura china requiere caracteres muy complicados, y tan numerosos -son más de diez mil- que la tarea de grabarlos, ordenarlos y manejarlos resultaba extraordinariamente difícil.

Allá por el siglo XI los monjes cristianos, sin saber nada de los chinos, idearon el mismo sistema con un alfabeto mucho más sencillo. Con todo, apenas lo utilizaron más que para imprimir la letra inicial, generalmente con tinta roja, de sus preciosos manuscritos caligráficos. También se hicieron xilografías -grabados hechos con madera- representando figuras reales o alegóricas. La utilización de escritos impresos con caracteres móviles habría de esperar todavía muchos años, hasta el siglo XV. Hay quien atribuye el mérito al holandés Laurens Coster. Otros creen que empezaron antes los grabadores de Estrasburgo. Lo cierto es que una máquina de imprenta realmente eficaz y de una cierta capacidad industrial no aparece hasta Gutenberg.
Johannes Gutenberg (1395-1467) era natural de Maguncia y se dedicaba, entre otras actividades, a la grabación de monedas con destino a su acuñación. Este oficio estimuló su inventiva. Inventó un aparato de imprimir con caracteres móviles que, debidamente alineados, se introducían en una prensa. Pero la realización de la idea no era tan sencilla. Los tacos de madera se manchaban de tinta y después de usarlos muchas veces era casi imposible limpiarlos. Gutenberg recurrió a piezas metálicas que era preciso fundir en un molde de hierro. La dificultad de su trabajo obligó a Gutenberg a asociarse al banquero Johann Fust. Como esa primera imprenta no dio los beneficios esperados, Fust puso pleito a su compañero y lo ganó. Gutenberg vio incautada su imprenta y tuvo que partir otra vez de cero. Posteriormente se asoció al dibujante P. Schöffer. En 1447 logró imprimir un pequeño calendario, y entre 1450 y 1453 consiguió sacar a la luz el primer libro impreso propiamente dicho.
Era una Biblia completa, cuya edición le llevó tres años de trabajo. No era fácil preparar los plomos, alinearlos, ajustarlos, elegir la tinta, encajar los tipos y elegir la prensa (al principio Gutenberg usó una prensa para uvas del Rhin). Pero aquella Biblia fue una maravillosa obra de arte.


Fuente:
Historia sencilla de la ciencia - José Luis Comellas

jueves, 28 de abril de 2011

MANUELA PEDRAZA

MANUELA HURTADO DE PEDRAZA

Fue una heroína de la Primera Invasión Inglesa. Los días 10, 11 y 12 de agosto de 1806 se combatió encarnizadamente en las calles de Buenos Aires para reconquistarla de manos de sus usurpadores ingleses. Todos participaron en la lucha, las mujeres con el mismo fervor que los hombres.

Cuando el combate había llegado a su culminación en la plaza mayor (hoy Plaza de mayo), donde las fuerzas al mando de Liniers trataban de tomar la Fortaleza (hoy Casa Rosada), una mujer del pueblo se destacó entre los soldados, uno de los cuales era su marido, a quien había resuelto acompañar.

La metralla no la acobardó. Por el contrario, se lanzó al lugar de mayor peligro siempre al lado del soldado de patricios, con el que formaba una pareja de leones. El hombre cayo atravesado por una bala. Manuela tomó su fusil y mató al inglés que había disparado sobre él.

Pasada la lucha, el general vencedor la recompensó con el grado de alférez y goce de sueldo. En su parte dirigido a la metrópoli decía: "No debe omitirse el nombre de la mujer de un cabo de Asamblea, llamada Manuela la Tucumanesa (era nacida en Tucumán), que combatiendo al lado de su marido con sublime entereza mató un inglés del que me presentó el fusil".

Manuela termina trastornada y en la miseria. Una calle de la ciudad que ayudo a reconquistar lleva su nombre.

Fuente: "Diccionario Biográfico de Mujeres Argentina", de Lily Sosa de Newton. Plus Ultra.
Facsímil de la resolución real otorgándole a Manuela Pedraza grado y sueldo militar.


Ilustración de Manuela Pedraza dibujada por Segundo Moyano y pintada por el Oso Rossello

martes, 26 de abril de 2011

Voytek, el oso que se enroló en el ejército polaco

Esta es la historia de Voytek, el oso que figuraba enrolado en la 22ª Compañía de Transporte del Ejército Polaco durante la II Guerra Mundial.
En el año 1939 era invadida Polonia; los rusos por el Este y los alemanes por el Oeste. Poco pudo hacer el ejército polaco ante los dos potencias militares; muchos soldados polacos fueron apresados y enviados a los gulags soviéticos. Tras el giro de 180%, de aliados a enemigos, que se produjo entre soviéticos y alemanes, Stalin decidió liberar a los presos polacos constituyéndose el Segundo Cuerpo del ejército polaco (1943) para luchar junto a los aliados.
El Segundo Cuerpo fue enviado a Oriente Medio como apoyo a la 8ª del ejército británico. Mientras la 22ª Compañía cruzaba las montañas de Irán, un niño les ofreció un pequeño osezno por comida. No sabemos si porque les dio pena el niño o les hizo gracia el osezno, el caso es que se lo quedaron como mascota. Le pusieron de nombre Voytek y se convirtió en uno más… gustaba de echarse una cerveza, fumarse – o comerse- algún cigarrillo, llevaba pesadas cargas, saludaba a sus superiores, participaba en peleas que siempre ganaba…
Cuando el Segundo Cuerpo fue trasladado a Europa, para participar en la campaña de Italia, ocurrió el primer contratiempo: el ejército británico no aceptaba mascotas. Así que, ni cortos ni perezosos, la 22ª Compañía lo enroló con número y rango de ayudante de Artillería.
También tuvo su momento heróico en combate en la batalla de Monte Cassino (1944). Tras varios intentos de los aliados por tomar este estratégico enclave sin éxito, se enviaron todas las tropas disponibles incluida la 22ª Compañía. Comenzó un bombardeo de artillería masivo y nuestro amigo Voytek estuvo durante varias horas transportando obuses, de casi 50 Kg, sin parar. Dicen que aquella
 actitud sirvió como estímulo para que “compañeros” pudieran ganar aquella batalla.
Insignia de Voytek
Cuando terminó la II Guerra Mundial la fama de Voytek había cruzado fronteras. Como Polonia seguía bajo la influencia soviética, parte del Segundo Cuerpo, incluido Voytek, se trasladó a Berwickshire (Escocia) donde recibió muchas visitas de curiosos y periodistas. Tras la desmovilización, lo llevaron al zoológico de Edimburgo hasta su muerte en 1963. Cuentan algunos veteranos, que lo visitaron en el zoo, que cuando les veía se ponía de pie y les pedía un cigarrillo…
Voytek en el Zoo
Publicado en las historias de la historia