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lunes, 4 de marzo de 2019

LA RUBIA MIREYA


LA RUBIA MIREYA


LA RUBIA MIREYA

Las heroínas están presentes en muchos títulos y letras de tangos. Algunas fueron personajes reales y otras producto de la imaginación que luego se convirtieron en mitos populares.

El caso de la Rubia Mireya es pura invención, inspiración romántica del poeta, aunque, como en otros casos se intentó darle un cuerpo, un nombre y una trayectoria de vida.

Los argentinos de la época, influenciados por la cultura europea y en especial la francesa, soñaban con las noches parisinas, con la posibilidad de frecuentarse con Mimí, Ninón, Manón, Griseta o Mireya.

Los orígenes del nombre podemos ubicarlo en la región de Provenza, en el sur de Francia. El poeta Frédéric Mistral (1830-1914) escribió en 1859 un largo poema en el que retrata la vida cotidiana en la región, y coloca de personaje principal a una mujer, cuyo nombre da título a la obra: Mirèio, en lengua provenzal. Este nombre traducido al francés se convierte en Mireille, que al arribar a nuestro puerto, los argentinos transforman en Mireya.

Lo curioso del asunto es que este poeta provenzal recibió el premio Nobel de literatura, en su tercera edición del año 1904, lo que le dio una difusión extraordinaria.

La primera referencia concreta sobre su utilización la comprobamos en un sainete (breve obra teatral de argumento sencillo), El rey del cabaret, Alberto Weisbach y Manuel-Romero, este último autor de numerosas letras de tango, argumentista y director de cine.

La obra estrenada el 21 de abril de 1923, tenía como protagonista femenino a Mireya, muchacha que gustaba de las noches con champagne, bailando tangos y conquistando corazones, con un final feliz, donde la muchacha contrae matrimonio con un joven adinerado, de buena familia.

Dos años más tarde, el propio Manuel-Romero escribe la letra del famoso tango Francisco-Canaro "Tiempos-viejos”. En ella inmortaliza a la Rubia Mireya, que a diferencia del personaje del sainete, tuvo un destino trágico y desgraciado. Era tan linda de joven que «se formaba rueda para verla bailar» y que al correr de los años, se transforma en «una pobre mendiga harapienta».

Esta misma historia fue llevada al cine, también por Manuel Romero en su condición de director, donde la actriz Mecha Ortiz le dio su impronta definitiva.

Es muy probable que muchas frecuentadoras de las milongas de aquellos tiempos hayan usado el nombre como seudónimo. Lo cierto es que ninguna fue identificada como la auténtica Mireya inspiradora del tango.

Podemos completar esta crónica con una curiosidad. Un periodista intentó generar una polémica diciendo conocer a la «verdadera Mireya». Esta era uruguaya a la que llamaban La Oriental y cuyo verdadero nombre era Margarita Verdier, una bailarina muy admirada por sus habilidades en la danza. Esta historia nunca pudo establecer la relación entre el autor del tango y la bailarina uruguaya. La falta de asidero convirtió esta noticia en una mera anécdota.

Finalmente Héctor Benedetti nos dice en su libro Las mejores letras de tango (Editorial Seix-Barral): «La rubia Mireya motivó una abundante literatura, que no hubiera tenido de ser un personaje real. Se le crearon biografías y anécdotas dudosas; Julian Centeya la menciona en una milonga, quizás al solo efecto de la rima».

Textos tomados de un artículo brillante de Néstor Pinsón


viernes, 22 de febrero de 2019

FORTIN SAN LORENZO DE NAVARRO



FORTIN SAN LORENZO DE NAVARRO
Escondidos en la historia de antiguos tiempos, los “pagos de Navarro” deben su nombre al encomendero Capitán Miguel Navarro, militar español que acompañó a Juan de Garay en su derrotero conquistador y que se habría asentado en estas latitudes, al margen de un bañado natural para parlamentar y negociar pacíficamente con la indiada que poblaba la zona, y en su posterior establecimiento como pueblo adoptó el nombre del paraje, dado por el apellido de quien dieciocho décadas antes había pisado estas tierras en representación de la corona española.
Así, después de casi dos siglos de que estas tierras se conocieran por “los pagos de Navarro”, el poblado nace de las entrañas de un fortín que tuvo como misión el proteger y resguardar el ganado vacuno de los hacendados del Cabildo de Luján, y la valerosa y arriesgada tarea de formar parte de una línea de guardias y fortines que frenaran las pretensiones saqueadoras del indio.
La laguna natural, por entonces servía de abrevadero para el ganado cimarrón, capital valioso de los hombres del virreinato, que muchas veces era perseguido, asediado y arriado por los malones a sus dominios indígenas.
El historiador mercedino Ricardo Tabossi nos dice:
“No será épico, pero las avanzadas de la civilización sobre el desierto siguieron, con sus líneas de frontera y fortines, la marcha de los ganados. En este sentido, la línea de frontera no fue más que un vasto cerco, un gigantesco corral levantado paras encerrar la vaca. Este peregrinar de las reses explicará la fundación de Navarro. Así entonces, la seca de 1767, más la proximidad del invierno determinó al comandante del Regimiento de Dragones Provinciales Juan Antonio Marín, a cuyo cargo estaba la frontera de Luján, a solicitar al gobernador Bucarelli el 30 de abril, la fundación de una guardia en Navarro.
“Señor, hallándonos con la penalidad que nos ha ocasionado la dilatada sequía, pues hace algunos meses que se padece el beneficio del agua, con cuyo motivo y el de ir apretando los fríos, los más ganados se han retirado fuera de las fronteras, de modo que se hallan hoy a distancia de ocho o nueve leguas… y encontrando modo de precaver este daño es poniendo en una laguna llamada Navarro, la guardia que está en la frontera de Conchas, a cuya guardia se le agregarán los mismos vecinos interesados, con lo que se hará un número de ochenta o cien hombres con el cual podrán soportar cualquier extorsión que intente el enemigo y al mismo tiempo que se repara este daño con mayor facilidad podrán correr la campaña”.

La transcripción corresponde a la carta enviada con fecha 30 de abril de 1767 por el Comandante del Regimiento de Dragones Provinciales Juan Antonio Marín al Gobernador Bucarelli, documento que certifica que en tal fecha se expresó la primera voluntad de establecimiento del fortín y guardia, hecho que se acredita por documentos inmediatamente posteriores.
Así, lastimosamente pertrechados, dieciséis milicianos iniciaron el epopéyico camino que nos condujo a ser pueblo. Claro está que no fue fácil para ellos ni para sus contemporáneos plantar raíces en tan inhóspita realidad.
En oportunidad de una inspección once años después de su establecimiento que pretendía trasladar sus instalaciones a otro lugar fronterizo, el Fortín de la Guardia de San Lorenzo de Navarro presentaba este estado: “…mal corral de ganado, pues entre palo y palo cabe un hombre perfilado; y entre muchos de ellos, de frente. El foso quedó a los principios, pues apenas hay hecha una cuarta parte de él, y tan accesible que se puede pasar a caballo, y lo que es peor es que no se puede hacer sin mudar el corral que está siguiendo la misma palizada del fuerte sobre todo el frente de su retaguardia…..no hay aquí más vivienda que un rancho para treinta hombres y uno pequeño,,,..pero tan estropeados que sólo defienden del sol”.
Luego de la inspección, en 1779, el virrey decide no trasladar a la Guardia de Navarro y reparada sus precarias instalaciones, la Guardia pasa a denominarse Fortín San Lorenzo de Navarro.
Ese fue el inicio. Ese fue el principio de Navarro. Agreste y fortinero.
El virrey Vértiz decide establecer poblados en torno a cada uno de los fortines de línea y comisiona al oficial Juan José de Sardén para tal fin. El oficial Sardén es quien en el año 1782 eleva la recomendación de dotar de vecindario al Fortín San Lorenzo de Navarro, cuestión que se fue cumpliendo en los primeros años, ya que n el año 1797 el vecindario ya estaba formado y organizado pero todavía dependía del Cabildo de Luján.
El 1º de Enero de 1798 San Lorenzo de Navarro es declarado Partido, se fijan su límites y se lo dota de gobierno propio al crear la primera Alcaldía de Hermandad, siendo el primer Alcalde el Sr. Juan Miguel de Leiva. El cargo de Alcalde de Hermandad estaría vigente hasta el año 1821, año en que se disuelven las Alcaldías para dar lugar a los Juzgados de Paz.
En el año 1825, el vecindario ya estaba compuesto por unos treinta ranchos, se trazan los límites del ejido pueblo y comienza a funcionar la primera escuela pública exclusiva para varones, luego de once años ésta deja de funcionar por carecer del sustento de las autoridades provinciales. Se restablece en su función recién en el año 1854, en el mismo año también inicia la primera escuela para niñas.
Tres años después, en 1857, el céntrico cementerio, que se encontraba a la vera de la capilla, es removido y construido en el predio donde funciona actualmente.
Llega el año 1870 y el ejido de Navarro toma forma definitiva al quedar marcada la traza del pueblo con sus calles, manzanas y quintas.
Fuente
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
Portal Navarro Para Todos
Portal www.revisionistas.com.ar
Tabossi, Ricardo – Sobre los más remotos orígenes de Navarro - Junta de Estudios Históricos de Navarro, Imprenta Amanecer, 1987.
Se permite la reproducción citando la fuente: www.revisionistas.com.ar


martes, 4 de diciembre de 2018

EL VIVAC


EL VIVAC

EL VIVAC
Transcribimos un texto de 1815 de dos ingleses, JUAN PARISH y GUILLERMO P. ROBERTSON, que pasaron por nuestro país:

...Disponíanse las carretas en semicírculo, bastante cerca una de otra, pero de manera que pudieran uncirse todos los bueyes a la vez por la mañana.
Estos animales quedaban sueltos y podían pastar libremente; desensillábanse los caballos y daban comienzo los preparativos para la noche. Entre los bueyes mansos, hay siempre un cierto número que el capataz compra para dar de comer a sus hombres durante el viaje...
Al mismo tiempo, dentro del círculo de las carretas, iban encendiéndose grandes fogones en el suelo; crepitaba la leña y las llamas iluminaban la escena destacando con intensidad todos los objetos mientras se extinguía la luz del sol.
La primera distracción del gaucho, después de cumplido su afanoso trabajo, es el mate. De manera que, tan pronto como terminaban las tareas, salían a relucir las rústicas y abolladas calderitas y en seguida podía verse a los hombres llenando los mates o chupando las bombillas, mientras caminaban a paso lento o bien permanecían sentados junto al fuego sobre una cabeza de vaca y fumando cigarrillos de papel.
Era el preludio de la cena más suculenta que pueda imaginarse: sobre los fuegos, y ensartados en largas estacas de madera o en brochetas de hierro, inclinadas, se veían ya una media docena de asados compuestos de las mejores partes del animal; el olorcillo de la carne asada, llenando el aire, abría cada vez más el apetito...
Una vez todo en calma, los hombres cubiertos con sus ponchos rodeaban los fogones y seguían fumango cigarros y tomando mate...


viernes, 30 de noviembre de 2018

EL DIA EN 1829 EN QUE ROSARIO FUE CAÑONEADA


EL DIA EN 1829 EN QUE ROSARIO FUE CAÑONEADA

 

EL DIA EN 1829 EN QUE ROSARIO FUE CAÑONEADA

En diciembre de 1828, el gobernador legítimo de Buenos Aires, Manuel Dorrego fue fusilado por Lavalle y la Convención Nacional de ese año reunida en Santa Fe, designó al Gobernador Estanislao López general en jefe del ejército contra Buenos Aires.


Rosario, estuvo entre dos fuegos y acamparon cerca de ella tanto las huestes de Lavalle como las de López. Para peor, una escuadrilla porteña, al mando de los coroneles Isaac Thompson y Leonardo Rosales, incursionó por el Paraná rumbo a Santa Fe. Ancladas las naves en San Nicolás, en mayo de 1829, dirá Rosales: "En la noche del 27 determinamos seguir aguas arriba y con intención de recorrer y amagar al Rosario".

En efecto, los buques continuaron su viaje río arriba y a su paso por Rosario descargaron sobre su artillería.

Como los vientos norte contrarios no permitían seguir la navegación, recibieron orden de atacar nuevamente a la Villa. El 29 de julio informaba Rosales, a bordo de la goleta de guerra "Sarandí": "Al pasar por la Villa del Rosario, la batí con la escuadra por orden del jefe de la expedición coronel D. Isaac Thompson, y nuestros fuegos no fueron contestados sino por algunos tiros de fusil, habiendo la población recibido mucho daño".

De más esta decir que, como dice Rosales, apenas se respondió el ataque por no existir en la Villa destacamento militar de importancia.


jueves, 29 de noviembre de 2018

CACIQUE INACAYAL



CACIQUE INACAYAL 


CACIQUE INACAYAL
 
INACAYAL nació hacia 1835 y su nombre es de origen gününa-küne (tehuelche del norte). (ina: del verbo seguir; ka: otro, otra; yal: prole).

Su conducta valió los elogios del Perito Francisco Moreno que lo encontró prisionero en los cuarteles de Palermo, en Buenos Aires, una vez desalojado de sus tierras a orillas del Nahuel Huapi, en 1885. En 1886 consiguió llevarlo a vivir bajo su protección, junto con el cacique Foyel y su familia, al museo de La Plata, donde murió el 24 de septiembre de 1888.
 
CACIQUE INACAYAL
La expedición de Roca se componía de alrededor de 6.000 soldados distribuidos en cinco divisiones dotadas del armamento más avanzado de la época. La arremetida del ejército fue incontenible. Una avalancha de saqueo y despojo inexorables. 
  De acuerdo con la Memoria del Departamento de Guerra y Marina de 1879, el resultado de la expedición en su primer año fue: 5 caciques principales prisioneros; 1 cacique principal muerto (Baigorrita); 1.271 indios de lanza prisioneros; 1.313 indios de lanzas muertos; 10.513 indios de chusma prisioneros; 1.049 indios reducidos.

    A pesar de todo, el indígena combatió con furia desesperada. Grito de desesperación que se manifestó, por ejemplo, el 29 de junio de aquel 1879 cuando 60 araucanos se arrojaron con ira sobre un destacamento militar luego de atravesar el congelado Río Neuquen. Al decir de Juan Carlos Walter, en su obra La conquista del desierto: "la muerte inesperada del jefe originó su retirada, pero no cabe duda que en pleno invierno cruzar un ancho río antes de aclarar, casi en presencia del enemigo montado en pelo y desnudo, es un ejemplo que escapa a los de orden común".

   En 1884 el cacique Namuncurá se rindió con 331 de sus hombres. Pero Sayhueque e Inacayal estaban dispuesto a batallar hasta el fin. En la Memoria del Departamento de Guerra y Marina se afirma que: 
    "...se habían invitado recíprocamente con Sayhueque que estaba en el Norte para unirse y pelear a las tropas hasta morir. Que la vigilancia que se tenía en los toldos era grande, y que ellos no se separaban los hombres más que en reducido número y por pocas horas para bolear, teniendo al propio tiempo el encargo de bombear el campo y cortar rastros en todos los rumbos".

   Al unirse los caciques, acordaron una enérgica resistencia:
  "en Schuniqueparia había tenido lugar un gran parlamento, al que concurrieron Inacayal, Foyel, Chagallo, Salvutia Rayel, Nahuel, PichiCuruhuinca, Cumilao, Huichaimilla, Huenchunecul, Huicaleo y otros caciques en representación de su tribu y Sayhueque con todos sus capitanejos...Que el parlamento se arribó a la conclusión de no entregarse ninguno a las fuerzas del gobierno y de pelear hasta morir, debiendo prestarse recíproco apoyo las tribus entre sí. Que la señal de alarma convenida era prender fuego en los cerros, y que según su número y situación tenían su inteligencia explicativa, cosa que solo era conocida por los caciques..."
    
El 18 de octubre de 1884, rugió la batalla final. Los caciques Inacayal y Foyel atacaron al teniente Insay. Perdieron 30 guerreros y cayeron prisioneros. Conciente de la derrota irreversible, Sayhueque se rindió con 700 de sus guerreros en Junín de los Andes.
 
Junto con sus hermanos, mujeres e hijos, ambos caciques fueron llevados, en 1886, a vivir al Museo de la Plata. El Dr. Moreno, fundador de la institución, intentaba de esta manera retribuirles su hospitalidad.     

"Y un día, cuando el sol poniente teñía de púrpura el majestuoso propíleo de aquel edificio (...), sostenido por dos indios, apareció Inacayal allá arriba, en la escalera monumental; se arrancó la ropa, la del invasor de su patria, desnudó su torso dorado como metal corintio, hizo un ademán al sol, otro larguísimo hacia el sur; habló palabras desconocidas y, en el crepusculo, la sombra agobiada de ese viejo señor de la tierra se desvaneció como la rápida evocación de un mundo. Esa misma noche, Inacayal moría, quizas contento de que el vencedor le hubiese permitido saludar al sol de su patria". Clemente Onelli. Fue el 24 de septiembre de 1888.

Cuando al año siguiente se abrieron al público las puertas del Museo de la Plata, Inacayal no era más que una curiosidad etnológica con el Nº 5438. Un siglo despues en 1994, fue enterrado en Tecka, provincia de Chubut. 
 
 
http://www.temakel.com/ghsurchaco.htm
http://64.233.187.104/search?q=cache:_RVs92pHmTcJ:www.patagoniaexpress.com/tecka.htm+CACIQUE+INACAYAL&hl=es


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lunes, 26 de noviembre de 2018

EL DEPORTE DE LOS GAUCHOS


EL DEPORTE DE LOS GAUCHOS
 

EL DEPORTE DE LOS GAUCHOS
Así como el mate es la bebida por excelencia del pueblo bonaerense, el pato es su juego, el mayor deporte que ha conocido la provincia, de enorme popularidad en el siglo pasado, fue Guillermo E. Hudson, él celebre naturalista argentino que residió muchos años en las llanuras de Buenos Aires, quien lo describió antes que nadie, narrando con cuidadosa precisión como se jugaba en esa época.  "Se mataba un pato o un pollo - dice Hudson - y se le cosía dentro de un trozo de cuero fuerte, haciendo así una pelota de forma irregular, dos veces el grandor de una de fútbol era proveído de cuatro manijas de cuero retorcido y de tamaño conveniente para ser agarrada por la mano del hombre.
Después se avisaba a los vecinos la intención de realizar un partido de pato y una verdadera multitud montada a caballo, se concentraba en el lugar preferido Cuando llegaba el portador del ave todos trataban de alcanzarlo y arrancársela de la mano.  Frecuentemente rodaba por el suelo. "A veces un par de contendientes furiosos por haber sido vencidos - prosigue Hudson - desenvainaban sus facones para probar cual era de más valor... Pero, hubiera o no pelea alguien se apoderaba del pato y se lo llevaba, para ser él a su turno acosado."
El juego terminaba solo cuando alguien lograba escapar definitivamente con la pelota.  "Era el vencedor y como tal debía llevarse el ave a su casa y tenía derecho a comérsela."   Prohibido por Juan Manuel de Rosas, su práctica no desapareció.  Por el contrario, se mantuvo hasta la actualidad y varios torneos que se realizan en el interior de la provincia recuerdan que ha sido el deporte más popular de la llanura bonaerense un territorio que por sus características geográficas, proporcionaba espacio suficiente para desarrollar en libertad la alocada carrera en busca de esa pelota con cuatro manijas.
Algunos matices, apenas de una rica tradición que como todas mezcla la realidad con la magia, pero que sirve para comprender el espíritu que anima a los habitantes del territorio más rico del país.
Actualmente en los campos de la ciudad de Villa Ramallo se juntan las familias tradicionales en fechas patrias a jugar al pato por supuesto con una pelota de cuero moderna sin el pato adentro como lo fue antaño.

domingo, 25 de noviembre de 2018

MANUELA MÓNICA BELGRANO, LA HIJA DEL GENERAL


MANUELA MÓNICA BELGRANO, LA HIJA DEL GENERAL 

MANUELA MÓNICA BELGRANO, LA HIJA DEL GENERAL
La más larga residencia de Belgrano en Tucumán transcurrió entre agosto de 1816 y febrero de 1819, como jefe, por segunda vez, del Ejército del Norte aquí acantonado. Fue en esa época que anudó un romance con Dolores Helguero, hija de don Victoriano Helguero y doña Dolores Liendo. Residía don Victoriano, con sus seis hijos, en la esquina de las actuales San Martín y Maipú, en el terreno donde está hoy el clausurado edificio de la ex Rentas, que antes fue Banco de la Nación.
En la segunda mitad de 1818, Dolores quedó embarazada. En ese estado se hallaba en febrero de 1819, cuando Belgrano con sus tropas partió a la campaña contra los caudillos de Santa Fe. Y seguía en campaña en mayo, cuando nació la niña, El 4 de mayo de 1819 nació la única hija de la pareja, a la que bautizaron con un nombre similar al del padre: Manuela del Corazón de Jesús Belgrano.
Don Victoriano dispuso que Dolores se casara de inmediato con un señor de apellido Rivas: se sabe que tuvieron dos hijos y que no se llevaban bien. Un día, Rivas la dejó y se fue de Tucumán. A Bolivia, decían.
Como es conocido, luego del armisticio de abril de 1819, el Ejército del Norte contramarchó hasta Capilla del Pilar, Córdoba. Allí Belgrano, ya bastante enfermo, renunció al mando en septiembre y se volvió a Tucumán. Mas tarde los enamorados volvieron a reencontrarse pero no pudieron llegar a casarse dado que en aquella época no existía el divorcio y, legalmente Dolores seguía unida en matrimonio con su marido abandonico.
Belgrano adoraba a su hijita, pero infelizmente pudo llegar a disfrutar muy poco de su paternidad dado que su salud se vio fatalmente desmejorada falleciendo de hidropesia el 20 de junio de 1920 a los 52 años.Unos cinco años después, Manuela Mónica pasó a vivir a Buenos Aires con una hermana del general, Juana Belgrano de Chas, y cuidó de su educación otro hermano, el canónigo Domingo Estanislao Belgrano. Hablaba inglés y francés, y era inteligente y despierta, con gran parecido físico a su padre. Cuentan que Juan Bautista Alberdi fue uno de sus cortejantes. Estuvo un tiempo exiliada en Montevideo, bajo el rosismo.
Por testamento, otro de sus tíos, Joaquín Belgrano, hizo un importante legado a "mi sobrina doña Manuela Belgrano, hija de mi hermano el señor general".
A comienzos de los años 1850, se casó con el próspero comerciante y hacendado Manuel Vega Belgrano, posiblemente su pariente. Tuvieron tres hijos: Manuel Félix y Carlos Miguel, sin descendencia, y Gregoria Flora, quien se casaría con un primo segundo, Juan Carlos Belgrano-Martínez Albín, con descendencia hasta nuestros días. La tucumana Manuela Mónica del Corazón de Jesús Belgrano falleció en Buenos Aires, el 5 de febrero de 1866.
FUENTE :EL RUIDO Y LAS NUECES

martes, 20 de noviembre de 2018

LAS ARMAS SECRETAS DE LA PRIMERA JUNTA


LAS ARMAS SECRETAS DE LA PRIMERA JUNTA

LAS ARMAS SECRETAS DE LA PRIMERA JUNTA

 

Interesante investigación histórica hecha por Paulo Antonio Zappia

 

Los hombres de Mayo acariciaron el sueño de contar con un sumergible en la guerra contra los realistas

 Al hablar de los antecedentes de la Revolución de Mayo normalmente se mencionan las revoluciones estadounidense y francesa. Y sobre estas últimas es necesario señalar que, además de las novedades políticas que ambas introdujeron, una trajo aparejado el primer ataque de un submarino a un buque enemigo y la otra el estreno de una nave aérea durante un combate. Efectivamente, el 7 de septiembre de 1776, un submarino estadounidense atacó un buque británico en el puerto de Nueva York y, el 26 de junio de 1794, la utilización de un globo en tareas de reconocimiento permitió a los franceses obtener la victoria frente a los austríacos en la batalla de Fleurus. Por ello, resulta significativo que la Primera Junta Provisional Gubernativa de las Provincias del Río de la Plata, mejor conocida como la Primera Junta y cuya constitución fue la consecuencia directa de los sucesos de mayo de 1810, entendiera tanto en lo relativo a un proyecto de aeróstato como al de un sumergible.

Ya en 1809, el relojero holandés Miguel Colombise había dirigido al entonces virrey Santiago de Liniers una solicitud de cuatro mil pesos para "fabricar un Aérostat, en el cual me ofrezco ir adonde se me mande, no siendo a una distancia para la cual se necesite instrumento de pilotaje, porque no es mi arte". El artífice afirmaba haber construido dos prototipos de tamaño reducido y agregaba que el aeróstato se desplazaría a una velocidad de -por lo menos? "un cuarto de legua por minuto".

Sin haber obtenido lo solicitado, Colombise marchó a Santiago de Chile a fin de intentar, ejerciendo su oficio, ahorrar la suma necesaria para construir su máquina voladora. Una vez producida la Revolución de Mayo, el holandés solicitó a la Junta desde Mendoza, el 6 de agosto de 1810, permiso para regresar a Buenos Aires sin despertar sospechas por su condición de forastero. Cuando llegara a la capital porteña, Colombise dedicaría al gobierno patrio "su persona y servicios" para realizar el proyecto. Sin embargo, la petición recibió una negativa con la manifestación gubernamental de que, en su tenor, "se descubre un proyectista, que para calificarlo de la calidad de muy malo, no se necesita más prueba que la de que el Señor Liniers le despreció el proyecto", y fue a dar al archivo.

Esta decisión ha motivado su consiguiente divergencia historiográfica. Antonio Biedma Recalde señaló al secretario Mariano Moreno como su responsable, en tanto que Ernesto Fitte atribuyó la misma a "un anónimo funcionario subalterno". No obstante, el texto de la decisión es precedido por la expresión "Nota de la Mesa" y el expediente -custodiado en el Archivo General de la Nación (AGN)- se encuentra reunido con una extensa serie de resoluciones de la Junta, lo que sugiere que su plenario estuvo de acuerdo. En cualquier caso, el juicio no es sorprendente para la época, especialmente si se tiene en cuenta que el innovador Napoleón Bonaparte había disuelto la Compagnie d´Aéronautiers en 1799.

El bloqueo del Plata

Entretanto, los realistas de Montevideo habían aprovechado su superioridad naval para establecer el bloqueo de la margen occidental del Plata. En esas circunstancias, el estadounidense Samuel William Taber llegó a Buenos Aires en diciembre de 1810 y presentó a la Junta la propuesta de construir una "máquina submarina" con la cual destruir los buques realistas que asediaban el puerto de Buenos Aires.

La Junta, que por entonces pasaba a ser la Junta Grande, designó una comisión, integrada por el presidente Cornelio Saavedra y el vocal Miguel de Azcuénaga, para evaluar el proyecto. El dictamen fue favorable y se ofreció a Taber un anticipo con el que financiar los primeros pasos para la construcción de la máquina submarina, pero que el estadounidense se rehusó a aceptar, prefiriendo hacer frente a los gastos con su peculio. En enero de 1811 el último virrey del Río de la Plata, Francisco Javier de Elío, llegó a Montevideo. El bloqueo se interrumpió brevemente y la Junta decidió enviar a Taber para que informara -en secreto y con exactitud- sobre el estado de la plaza realista.

El estadounidense cumplió su misión pero luego del restablecimiento del bloqueo recibió la instrucción de regresar a Buenos Aires y continuar la construcción de la máquina submarina. Con autorización de la Junta, aprovechó la ocasión para contratar los servicios del ingeniero Angel de Monasterio, matemático de profesión, a fin de aplicarlos en la construcción del sumergible. Sin embargo, cuando retornaba en un bote con el ingeniero y otros cuatro oficiales, fue capturado por marinos realistas el 8 de marzo de 1811. Así fue a dar a un calabozo, acusado de alentar la deserción de los oficiales que lo acompañaban. Tras cuatro meses de prisión, Taber fue condenado a pagar una fianza de dos mil pesos fuertes y fue liberado con la condición de que saliera de la Banda Oriental, hacia los Estados Unidos, en un plazo de veinticuatro horas. Taber llegó a Río de Janeiro, pero luego volvió a Buenos Aires.

Plan de ataque

En julio y agosto de 1811, la escuadra realista bombardeó infructuosamente Buenos Aires, siguiendo órdenes del virrey Elío. Poco después, el 10 de septiembre de 1811, Taber dirigió a la Junta un memorial en el que ofrecía "de nuevo trasladarme a la Banda Oriental y echar a pique con la enunciada máquina la fragata de guerra y el bergantín que sirve de depósito para la pólvora" y "presentar un plan de ataque que al paso que asegure la posesión de la plaza, consulte la menor efusión de sangre, empeñando mi palabra de que seré el primero que me presentaré entre los bravos que deben ejecutarlo". En octubre, la Junta libró el despacho de capitán de artillería del ejército de la Banda Oriental, que Taber aceptó ad honórem.

La construcción del arma submarina progresó desde el regreso de Taber a Buenos Aires y, el 11 de octubre de 1811, solicitó permiso para conducirla por agua hasta la ensenada de Barragán, "encerrada en una caja tosca de pino, marcada con la letra T", para efectuar las pruebas correspondientes y volver por la misma ruta sin que nadie pudiera impedírselo ni tomar conocimiento del asunto.

La Junta accedió a conceder el permiso solicitado, aunque estipuló que previamente Pedro Pablo Torres debía reconocer la máquina. Desde entonces, y aunque la documentación originalmente estudiada por el historiador Angel Carranza -hoy en el AGN- omite ofrecer más datos acerca del proyecto secreto, se han hecho coloridas conjeturas sobre el mismo. Si bien es cierto que ninguno de los proyectos anteriores ofrecieron resultados prácticos, el ingenio no se agotó. Por el contrario, poco después llegaba a Buenos Aires José de San Martín, quien pondría en marcha el plan más importante de la guerra de la independencia: conducir un ejército a través de una cadena montañosa como Aníbal y Napoleón en los Alpes, pero atravesando la segunda cordillera más alta del mundo para luego llegar al Perú por el mar.

Por Paulo Antonio Zappia

El autor es licenciado en Historia y diplomático.

Link corto: http://www.lanacion.com.ar/708052



lunes, 19 de noviembre de 2018

QUIENES FUERON LOS QUE ACOMPAÑARON A PERON EN SU RETORNO AL PAIS


QUIENES FUERON LOS QUE ACOMPAÑARON A PERÓN EN SU RETORNO AL PAÍS

QUIENES FUERON LOS QUE ACOMPAÑARON A PERON EN SU RETORNO AL PAIS
El 17 de noviembre de 1972 el General Perón regresó a nuestro país. 133 personas acompañaron el retorno en avión. Aquí está el listado completo de quienes viajaron con Perón:
1
1.    María Estela Martínez de Perón
2.    Héctor J. Cámpora
3.    José López Rega
4.    Vicente Solano Lima
5.    Antonio Cafiero
6.    Carlos Saúl Menem
7.    Raúl Lastiri
8.    Jorge Alberto Taiana
9.    Lorenzo Miguel
10.  Julio Romero
11.  Vicente Leónidas Saadi
12.  Benito Llambí
13.  Ángel Federico Robledo
14.  Rogelio Coria
15.  Casildo Herreras
16.  Oscar Bidegain
17.  Nilda Garré
18.  Amado Juri
19.  Ricardo Obregón Cano
20.  Anibal Demarco
21.  Guido Di Tella
22.  Raúl Matera
23.  Maximiliano Castillo
24.  Juana Larrauri
25.  Nélida de Miguel
26.  José Humberto Martiarena
27.  Alberto Rocamora
28.  Deolindo Felipe Bittel
29.  Carlos Mugica
30.  Enrique Tomás Cresto
31.  Eduardo Luís Duhalde
32.  Rodolfo Ortega Peña
33.  José Rodríguez
34.  Alfredo Gómez Morales
35.  Milo de Bogetich
36.  Ernesto Fatigatti
37.   Emilio Mignone
38.  Carlos Snopek
39.  Antenor Argentino Gauna
40.  Miguel Revestido
41.  Abelardo Arce
42.  Estanislao Rosales
43.  Ludovico Lavia
44.  Mario Franco
45.  Elías Adre
46.  Jorge Cepernic
47.  Manuel de Anchorena
48.  Eloy Camus
49.  Héctor Sustaita Seeber
50.  Carlos Seeber
51.  Horacio Farmache
52.  Valentín Irigoyen
53.  Guillermo Solveyra Casares
54.   Jorge Morganti
55.  Luís Oscar Ratti
56.  Adalberto Eduardo Wimer
57.  Jesús Porto
58.  Alberto Fonrouge
59.  Rodolfo Vittar
60.  Horacio Pietragalla
61.  Rodolfo Antonio Ponce
62.  Celestino Marini
63.  Luis Longhi
64.  José Antonio Sánchez Toranzo
65.  Horacio Apicella
66.  Roberto Pettinato
67.  Arturo Pons Bedoya
68.  Juan Aquiles Regazzoli
69.  René Bustos
70.  Saturnino Funes
71.  Carlos María Lascano
72.  Esther Fadul de Sobrino
73.  Jorge Vernazza
74.  Eduardo Pablo Setti
75.  Florencio Carranza
76.  Antonio Campos
77.  Ricardo F. Anzorena
78.  Julián Moreno
79.  Carlos Caro
80.  Enrique Svrsek
81.   Eduardo Julio Forteza
82.  Pedro J. Bonnani
83.  Leopoldo Frenkel
84.  Victoria Lorente
85.  Irene Román
86.  Julio Quinteiro
87.  Jorge Gianola
88.  Antonio Santiago Castro
89.  Angel Miel Asquía
90.  Néstor Carrasco
91.  Juan D`alessio
92.  Guillermo Amarilla
93.  Fernando Santiago González
94.  Juan Palarea
95.  Otto Calace
96.  Buenaventura Vai
97.  Enrique Basualdo
98.  Pedro Cámpora
99.  Enrique Gau
100. Hugo Guillamón
101.Carlos Menéndez
102.Orlando Santos
103.  Fidel Gustavo Peralta
104. Rodolfo Desperbasques
105. Santiago Mele
106. Miguel Ángel Barrau
107.  Emilia Poll de Aruj
108. Hugo del Carril
109. Leonardo Favio
110.   José María Rosa
111.  José Francisco Sanfilippo
112. Jorge Descotte
113. José María Castiñeira de Dios
114. Miguel Bellizi
115.  Marilina Ross
116.  Juan Carlos Gené
117.  Marta Lynch
118. Chunchuna Villafañe
119.  Francisco Muñoz Azpiri
120.Oscar Alonso
121.  Pedro Maratea
122.  Abel Cachazú
123.  Silvana Roth
124. Bruno Porta
125. Norma López Rega
126.Señora de Campano
127. Georgina Acevedo de Cámpora
128. Sergio Villarruel
129. Jorge Conti
130. Horacio Riego
131.Armando Puente
132.Gianni Corbi
133.  Manolo Alcalá


domingo, 18 de noviembre de 2018

INDIOS SANAVIRONES


INDIOS SANAVIRONES
INDIOS SANAVIRONES
Ubicación: podemos ubicar a esta cultura en la depresión de la laguna de Mar Chiquita, en Córdoba. Por el norte llegaban hasta el río Salado, donde comenzaban los Tonocotés. Al sur se extendían por el río Suquia o Primero. Al oeste limitaban con la sierra de Sumampa y el limite oriental coincidía con los actuales límites entre las provincias de Santiago del Estero y Santa Fe.
Étnicamente pertenecían al grupo Amazónido, y al llegar al territorio debieron dominar, rápidamente, a los huárpidos originales. 

VIVIENDA: Construyeron ranchos o chozas apuntaladas por cuatro horcones clavados en tierra. El techo, fabricado con palos, ramas y pajas, estaba sostenido sobre estos horcones. Para levantar las paredes usaban adobe crudo o tierra apisonada. Cubrían las aberturas con puertas de caña o cueros. Eran viviendas grandes agrupadas en pequeños poblados, protegidos o rodeados por cardones o arbustos espinosos.

Economía: adoptaron sistemas andinos de cultivos, a los que complementaron con caza, pesca y recolección. Entre las armas utilizadas por los Sanavirones encontramos la macana, que era una especie de garrote triangular con protuberancia en un extremo, también usado como elemento de defensa personal en las guerras indígenas. 

Costumbres: las numerosas excavaciones realizadas sacaron a la luz numerosos trabajos de alfarería que ponían de manifiesto dos tipos de cerámica: una negra grisácea y otra grabada. Los Sanavirones vivieron en casas muy grandes donde cabían hasta quince soldados con sus respectivos caballos. Se construían con vegetales y cada una albergaba a varias familias.
Las viviendas se reunían en pequeños grupos que se rodeaban de cardones y otras arboledas espinosas que servían de protección. Su extinción tuvo lugar hacia el siglo XVII. 
Eran agricultores sedentarios, cuyos cultivos principales fueron el maíz y los porotos. Su dieta se complementaba con la recolección de la algarroba y el chañar, la pesca, la cría de llamas y la caza del avestruz.
Su cerámica era de color negro grisácea, con motivos geométricos e impresiones de telas y cestería. Este último dato implicaría que los sanavirones conocían el hilado y el tejido, además de haberse encontrado varias piezas de rueca, propias de un telar rudimentario. Tanto para la caza como para la guerra, sus armas fueron el arco y la flecha en hueso y piedra, también, la macana, la maza y la boleadora.



lunes, 12 de noviembre de 2018

HISTORIA DE LA CRUZ ROJA


HISTORIA DE LA CRUZ ROJA
HISTORIA DE LA CRUZ ROJA
En un mundo cada vez más cambiante, a veces hostil e inestable, todos contamos con la presencia de la Cruz Roja, dispuesta siempre a brindar ayuda incondicional. En la medida en que las necesidades de la humanidad se han ido incrementando, Cruz Roja ha desplegado más acciones en favor de quienes la necesitan hasta llegar a formar lo que es hoy: La mayor organización privada, no lucrativa, de socorro en el mundo.
La Cruz Roja ha sido galardonada con cuatro Premios Nobel de la Paz, siendo hasta ahora la única Institución a nivel mundial en contar con tal distinción.
La idea de formar Cruz Roja es de un ciudadano suizo llamado Henry Dunant. A los 31 años de edad, un viaje de negocios lo condujo a la ciudad de Solferino, en la región de Lombardía, al norte de Italia. Ahí el 24 de junio de 1859 fué testigo casualmente, de una guerra corta pero sangrienta La Batalla de Solferino, donde franceses e italianos libraron una batalla contra los austriacos que ocupaban el país. A causa de esa batalla se produjeron 40,000 víctimas, entre muertos y heridos. Dunant se horrorizó al ver que, abandonados a su suerte, miles de caídos tendidos en el campo de batalla morían de hambre, sed y enfermedad; por ello interrumpió su viaje para asistir a los moribundos y organizar grupos de voluntarios para salvar el mayor número de vidas.
De regreso en Suiza, Dunant no podía olvidar esa visión de horror. Así pues, decidió relatarlo y en 1862, terminó su libro "Recuerdo de Solferino". Dunant buscó la forma de que estos hechos no se repitieran, concientizando a los gobiernos para formar, en tiempos de paz, grupos de voluntarios que auxiliaran a los heridos en tiempos de guerra. En febrero de 1863 se constituyó una comisión especial en la Sociedad de Utilidad Pública de Ginebra, integrada por cinco personas Henry Dunant, Guillaume-Henri Dufour, Gustave Moynier, Dr. Louis Appia y el Dr. Théodore Maunoir, de donde nació el “Comité Internacional de Socorros a los Militares Heridos “, que el 22 de agosto de 1864 se convertiría en el Comité Internacional de Cruz Roja (CICR).
Esté Comité, con el apoyo del Gobierno suizo, logra organizar una conferencia diplomática el 8 de agosto de 1864, en Ginebra, en donde participan 24 representantes de 16 países europeos y observadores de los Estados Unidos obteniendo los siguientes resultados: La firma por doce Estados del primer Convenio de Ginebra para proteger a los militares heridos en campaña donde se contempla:
  • Proteger a los militares heridos en campaña.
  • La neutralización y protección del personal sanitario, así como de los hospitales militares.
  • La Cruz Roja sobre fondo blanco como símbolo protector.
  • Promoción de Sociedades de Socorros.
Hasta entonces guerra y derecho eran considerados como adversarios irreconciliables, sin embargo, este convenio viene a demostrar que el derecho tiene poder de acción hasta en la guerra y que, en ciertas cuestiones, puede marcar el comportamiento en los combates.
El Comité Internacional de la Cruz Roja, la Federación Internacional y cada una de las Sociedades Nacionales integran el Movimiento Internacional de la Cruz Roja. La Cruz Roja Argentina junto con otras ciento sesenta y cinco Sociedades Nacionales, forma parte de la Federación Internacional de la Cruz Roja y Media Luna Roja en Ginebra.
En Argentina
La Institución fue fundada formalmente en Buenos Aires el 10 de Junio de 1880 bajo la inspiración del distinguido médico higienista y eminente hombre público Dr. Guillermo RAWSON, quien contó con la colaboración del Dr. Toribio AYERZA; por ello, ambos merecieron el nombramiento de Presidentes Honorarios del primer Consejo Supremo. Su Presidente efectivo fue el Dr. Pedro ROBERTS.
Con anterioridad a aquella fecha ya existía virtualmente la Cruz Roja; los que después fueron sus miembros habían actuado en forma destacada asistiendo a los heridos de la guerra con el Paraguay (1865- 69), en la epidemia de fiebre amarilla (1871) y en la epidemia de cólera (1873 y 1874).
Pocos meses antes de la fundación el Gobierno Argentino ratificó el 25 de Noviembre de 1879 el Primer Convenio de Ginebra, que fuera aprobado en el Congreso Internacional realizado en dicha ciudad de Suiza en 1864.
Desde el mismo día de su creación, comienza a actuar la "Sociedad Argentina de la Cruz Roja " (como entonces se denominaba) con motivo de la insurrección armada de la provincia de Buenos Aires contra el Gobierno Nacional, instalándose hospitales de sangre en distintos puntos de la ciudad de Buenos Aires.
Esta lucha civil (particularmente cruenta) dio lugar a que el 14 de Junio de 1880, a cuatro días de la sesión constitutiva, por decisión del Presidente Nicolás AVELLANEDA, el Poder Ejecutivo Nacional reconozca a la nueva asociación.
Otro enfrentamiento armado, la "revolución del 90", que transformó las calles de Buenos Aires en escenario de escaramuzas y combates, convirtió a la entidad en el centro de la acción de socorros y atención de heridos, contando con la colaboración solidaria de la población.
El 6 de Diciembre de ese mismo año el Presidente Carlos PELLEGRINI dictó el decreto por el cual se le reconoce la personería jurídica.
En 1890 interviene en las inundaciones de Córdoba, lo que dio motivo a la creación de la filial en la misma ciudad capital y, asimismo la promesa comisión de damas de la Cruz Roja Argentina.
En 1893 el Congreso Nacional sanciona la Ley N° 2376 sobre el uso del emblema y el nombre de la Cruz Roja.
El sismo de La Rioja en 1894, las inundaciones de Buenos Aires de 1900, de Río Negro, Santa Fe, Chaco, Formosa y Entre Ríos de 1911 y 1913 y en Buenos Aires en 1919; la epidemia de gripe de 1918, dieron lugar a la efectiva participación de la Cruz Roja Argentina.
El crecimiento de su potencialidad como organización de bien pública se manifiesta posteriormente en los terremotos de Mendoza en 1929 y de la Poma en 1930 (Salta).
También acude en auxilio a pueblos hermanos: Chile, Uruguay y Brasil, en ocasión de luchas intestinas; posteriormente Paraguay, como así también en las dos grandes guerras mundiales con ayuda a los prisioneros, auxilio a los heridos, envío de ropas, medicamentos y víveres, búsqueda de personas desaparecidas, etc.
La participación de nuestra Institución fue tan relevante en la segunda guerra mundial, que se considera que la Cruz Roja Argentina ocupó el tercer lugar en importancia, precedida por las sociedades Nacionales de Estados Unidos y Gran Bretaña. Hacemos la salvedad que estos dos países participaron en la contienda, en tanto que el nuestro colaboró en forma totalmente desinteresada, movido únicamente por su afán de servicio.
Durante la guerra civil Española (1936-39) se organizó un servicio de búsqueda de personas que fue de gran utilidad para los familiares de españoles residentes en nuestro país.
Su sentimiento humanitario la impulsa a enviar cuantiosa ayuda a raíz de las sequías de la U.R.S.S. de 1921, el sismo de Chile de 1922 y las catástrofes de Guatemala e Italia en 1976.
En el orden nacional, actúa en San Juan (1944) en ayuda de las víctimas del terremoto que destruyo la ciudad; intervino también como consecuencia de los movimientos militares de 1893, 1930, 1943, 1955 y 1962/63.
La fundación de filiales en el interior de la república se intensificó a comienzos de siglo, aunque ya existían en Córdoba, Rosario (1893) y Tucumán (1886); en esta ciudad se constituyó a causa de la epidemia de cólera.
La primera escuela de enfermeras se crea en Buenos Aires en 1920 y se organiza la Cruz Roja de la Juventud en 1926; los cursos de formación de guardavidas se inician ocho años después.
La Cruz Roja Argentina fue la segunda Sociedad Nacional creada en el continente americano después de la del Perú (1879).
En América Latina, contribuye con su asesoramiento en la creación de las respectivas Cruces Rojas en Venezuela en 1895, de Uruguay en 1897 y Brasil en 1908.
En 1923 se desarrolló en Buenos Aires la Primera Conferencia Panamericana de la Cruz Roja a la que concurrieron delegaciones de la mayoría de las Sociedades Nacionales de América.