GILDA, LA MILAGROSA: LA SANTA DE LOS POBRES
Míriam
Alejandra Bianchi, más conocida por su nombre artístico Gilda por
sus seguidores y la prensa) (Buenos Aires, Argentina, 11 de
octubre de 1961 - Ceibas, Entre
Ríos, Argentina, 7 de septiembre de1996), fue
una cantante y compositora argentina de cumbia y música
tropical.
Comenzó
la carrera de maestra jardinera y Profesorado de Educación
Física, pero debió interrumpirlas en 1977 al fallecer su padre, con
sólo 16 años, y debió hacerse cargo del hogar. Se casó luego y tuvo dos hijos,
Mariel y Fabricio Cagnin.
Su
carrera musical comenzó cuando respondió a un aviso en el periódico, dónde
pedían vocalistas para un grupo musical. Su voz y su carisma le ganaron un
lugar en una banda de género tropical, y su familia cedió, después de una
oposición tenaz, a que incursionara en el mundo del espectáculo. Miriam se
convirtió en Gilda, en honor a la femme fatale que encarnaba Rita
Hayworth en la película del mismo nombre.
La
banda no tuvo éxito y al poco tiempo formó “Crema Americana”, un grupo
con el que durante un año tocó los éxitos del momento por todo el Gran
Buenos Aires. Contra los deseos de su familia, a quienes no le gustaba el
ambiente de la música tropical, la cantante continuó con su carrera musical.
Algunas
cosas curiosas sobre la vida de la cantante popular: Gilda puso la voz en dos
discos del grupo Las Primas, cuando todavía no tenía en mente ser cantante
solista y mucho antes de que se armara su grupo musical La Barra. También
compuso y grabó en un casete el tema La Playa Tropical para el disco Flavia
está de fiesta de Flavia Palmiero, se trata de la canción número once de ese
trabajo.
Cuando
estaba por cumplir 27 años, se encuentra casualmente con Toti Giménez, un amigo
de la infancia quien en ese momento estaba tocando con Ricky Maravilla. Gilda
lo invitó a escucharla cantar en algunos de los festivales de la escuela y él
quedando fascinado con una parodia de música de bailanta que realizó con los
alumnos. Giménez le propone cultivar el género, grabaron algunas canciones e
inicia su carrera en la música tropical.
"Cuando
éramos chicos, Toti tocaba música clásica y estaba en el coro del Teatro Colón.
Por eso, al reencontrarnos, no podía creer que fuera músico de Riki
Maravilla", recordó Gilda siendo ya famosa.
Con
ese conocimiento del mundo bailantero, Giménez le hizo escuchar el cassette a
un representante quien enseguida llevó a Gilda a un estudio para que grabara su
primer disco: "De corazón a corazón".
Se
divorció de su marido y comienza una relación personal y profesional con Toti
Giménez. La rectora del colegio donde trabajaba la hace dejar su puesto y así
pasa definitivamente de maestra jardinera a cantante..
Toti
es el hombre encargado de forjar la leyenda de Gilda.
Fue
él quien la convenció de lanzarse como solista y la apoyó en la lucha contra
las compañías discográficas, que por entonces creían que el mundo de la música
popular era exclusivo para voces masculinas.
Een
1993 lanzó su primer disco ‘De corazón a corazón”, seguido por
“Corazón herido” y “Pasito a pasito”, que contenía el éxito ‘No me
arrepiento de este amor‘.
Durante
su corta, pero exitosa carrera que la llevó de gira por casi toda América
Latina, la cantante vendió millones de discos, logrando el de oro,
platino y doble platino.
Entre
1992 y 1995, Gilda grabó cuatro álbumes y, a pesar de haber convertido algunas
canciones en éxitos que trascendían el ambiente de la cumbia (algunas fueron
apropiada por hinchadas de fútbol en sus cantos de aliento y otras eran
bailadas en las discotecas de clase media), su nombre no era citado dentro del
grupo de las cantantes más reconocidas del momento.
A través de su música, invitó al público a
ingresar en sus mundos mágicos, donde proponía otras maneras de sentir la
música popular, provocando una fuerte conexión con el público. Ella conocía lo
que significaba ser uno mismo. Quizás de esa experiencia lejana de su trabajo
con niños mezclada con la fuerte energía del ritmo tropical, hizo que surgiera
la popularidad casi mística donde llegaron a ovacionarla multitudes en toda
Latinoamérica. Tan fuerte fue el impacto que ella causaría en el público, que
durante un recital en Jujuy, Gilda , vio llorar a una niña cerca del escenario.
Al finalizar el concierto la abuela de la niña se acercó para decirle el motivo
por el cual la niña lloraba: «su madre está en terapia intensiva, y la niña le
pone tu música como si ésta pudiera curarla». Así fue que al tiempo la madre se
recuperó. Luego en el medio de otro recital una señora, le pidió a gritos que
le cure la diabetes. Gilda se quedó callada, sus músicos comenzaron a
impacientarse pidiéndole que cante, Gilda la miró y le dijo «No hago milagros,
pero si el poder de mi música te puede ayudar, bienvenida sea la música».
Había
otra cosa en la que estaba claramente definida: Gilda era fanática de Boca
Juniors.
Gilda
siempre fue muy buena compañera, una persona muy sensible a las necesidades de
los otros, siempre dispuesta a ayudar. Esa capacidad para la empatía con los
demás y un espíritu muy solidario fueron los que cimentaron una relación más
allá de la música con sus seguidores
Muerte
El 7
de septiembre de 1996, en el kilómetro 129 de la Ruta Nacional
12 (Argentina), en camino a Chajarí, Entre Ríos, un camión embistió
al colectivo donde viajaba, falleciendo junto a su madre, su hija mayor, tres
de sus músicos y el chofer del ómnibus.
Desde
su muerte muchos fans le atribuyen la condición de santa, debido a que ha
realizado varios milagros.
Existe,
incluso, un santuario en su honor en el lugar donde ocurrió el accidente fatal,
en el cual se conserva también el ómnibus en el que viajaba la cantante. Sus
restos descansan en la tumba n.º 3635 de la galería 24 en el Cementerio de
la Chacarita.
Apenas
un año después, la compañía discográfica Leader Music editó el disco titulado
Entre el cielo y la tierra, con algunos temas grabados por la vocalista antes
de su muerte, del que se vendieron miles de copias. Fue una especie de collage
sonoro, con apenas cinco temas en estudio, otros dos registrados en vivo y la
participación de Tormenta, Antonio Ríos y el Grupo Green.
El
producto se difundió con alto impacto: el productor musical y tecladista Juan
Carlos “Toti” Giménez, dijo que los temas habían sido encontrados en el lugar
del accidente, sobre la banquina del kilómetro 129 de la ruta 12.
Era
un casete en el que Gilda había grabado llamado “No es mi despedida”, como una
escalofriante premonición.
En
realidad, la creación no fue un presagio, sino el regalo de la cantante a un
grupo de fanáticas que acompañaron a la banda durante toda su gira por Bolivia.
Para
el trompetista Dani de la Cruz, la famosa historia del casete no fue más que un
negocio inventado por Giménez, quien figura como autor de la canción. “Fue una
cuestión de marketing”, asegura el músico peruano de la banda, que trabajó en
La Nueva Luna, La Repandilla y que hoy forma parte de Damas Gratis.
En
ese mismo año la discográfica organizó el “Tributo a Gilda”, un recital en el
teatro Astros, cuya entrada se acondicionó como un museo dedicado a la ídola.
Allí actuaron los mismos artistas que figuran en el disco, más el show de Los
Gorilas, la nueva banda armada por Toti. “La entrada costaba 50 pesos y a los
clubes de fans nos dejaron afuera”, recuerda indignado Claudio Milano,
presidente del club “No me arrepiento de este amor”.
Inmediatamente,
se forjó en torno a Gilda una aureola de "santa", y vean hasta donde
llegó la cosa, que el lugar donde se produjo su accidente, se convirtió en un
lugar de peregrinación (allí hay un monolito donde se indica el lugar exacto de
su accidente, además de una cruz de madera donde la gente coloca flores).
Hoy
son miles los fieles que trasformaron el lugar del accidente en santuario y la
recuerdan con su imagen y su música, al tiempo que cuentan haber sido curados
de enfermedades, haber recuperado la fertilidad o haber sido bendecidos con la
lotería en plena necesidad. Sus fans relacionan su música y su figura con una magia
mística y poderosa. Lo cierto es que hoy es natural escucharla en todos lados:
en una cancha de fútbol, en un casamiento o en una escuela. Quizás ella esté
donde siempre quiso estar: entre el cielo y la tierra.
Los
fans de quien en la vida real fue Miriam Bianchi, una maestra jardinera que un
día descubrió que podía ser exitosa en el plano musical, consideran que Santa
Gilda, como también la denominan, es capaz de cumplir sus pedidos relacionados
a la salud, el trabajo o la concreción de sueños postergados.Uno de los hechos
increíbles relacionados con ese tipo de revelaciones tuvo lugar hace cerca de
un año cuando una mujer fanática de Gilda le pidió por la salud de su hijo, un
adolescente afectado de un grave cuadro de diabetes que poco tiempo después
logró sortear los efectos de la enfermedad
Al
año siguiente, allí se levantó un altar, donde colocan muchos objetos en
ofrenda, y también hay que mencionar que el autobús donde viajaba Gilda se
conserva cerca de ese lugar.
Actualmente
miles de devotos se movilizan a pedirle ayuda tanto a su tumba en el primer
piso, galería 24 del Cementerio de la Chacarita como hasta el Santuario
levantado en Paranacito, llevándole ositos, cartas de amor, flores, cintas,
dibujos, prendas, escarpines, ramos de novia y rosarios, etc. En la provincia
de Tucumán, una calle de un barrio lleva su nombre, y también un barrio en el
partido de Ensenada, Buenos Aires.
Por
cierto, hay incluso un museo con objetos personales de Gilda, que en un
principio fue itinerante (vamos, que no tenía un lugar fijo).
El
juez correccional de Gualeguaychú, Jorge Torres, condenó a 2 años y 6 meses de
prisión en suspenso al camionero
brasileño Renato Sant Ana, acusado de provocar el accidente en el que murió la
cantante bailantera Gilda. También dispuso 7 años de inhabilitación para
manejar.
nuestra santa de Boca.
ResponderEliminarAGAUNTE GILDA Y BOCA LPM
ResponderEliminarNO Puedo mencionar que a pesar de todo lo que sufrió Gilda (En cada foto y Video se ve su tristeza en sus ojos), hoy miles de Fans se acuerdan de ella brindándole su Amor incondicional.Su Corazón enaltece de bondad,cariño y felicidad y desde el Cielo nos guía día a día.Te extrañamos mucho pero mucho mi Hermosa Gilda.
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