LA MUSICA MILITAR DURANTE LAS BATALLAS POR LA INDEPENDENCIA
Nuestros ejércitos llevaron su música militar preferentemente tambores de guerra.
Las gloriosas campañas de la Independencia reavivaron la afición por la música militar. Las bandas de los distintos regimientos marchaban por la ciudad festejando los triunfos de las armas patriotas. En los acuerdos del Cabildo de junio y julio de 1814 se pagó al Músico Mayor Francisco Ramos, cuarenta pesos por la banda que tocó en las celebraciones de la toma de Montevideo y en la recepción de los trofeos capturados en aquella plaza.
Al Músico Mayor Antonio Martínez se le pagó ciento siete pesos por la banda que acompañó a los S.S. del Cabildo por las calles de la ciudad el 20 de julio festejando la toma de Montevideo. José Saura fue en esos años tambor mayor de Arribeños.
Conocemos los nombres de dos tambores que sirvieron a las órdenes del general Belgrano en la campaña al Paraguay. Uno de ellos es el niño Pedro Ríos (1798-1811), conocido por la historia como el tambor de Tacuarí. Bartolomé Mitre, en su "Historia de Belgrano y de la Independencia Argentina" hizo conocer el episodio que protagonizó este heroico niño. Sabemos que se incorporó a las tropas de Belgrano, en marcha al Paraguay, en la localidad correntina de Yaguareté Corá, actual ciudad de Concepción: allí el 26 de noviembre de 1810, pocas horas después de su arribo, el general Belgrano recibió las adhesiones de un grupo de vecinos que quería alistarse en el ejército expedicionario. Entre ellos se hallaba Pedro Ríos, de 12 años de edad, quien rogó al general que le permitiera marchar con sus soldados en calidad de tambor, junto a los integrantes de la banda lisa. Asistió a las alternativas de la expedición combatiendo en Itapúa y Yuquerí, hasta que el 9 de marzo de 1811, en Tacuarí, cayó herido de muerte tocando el redoble de combate a la cabeza de las tropas argentinas. El otro tambor fue el sargento Pedro Bustamante (1793-1883), nacido en el Fuerte de Soledad, en la frontera santafesina. Incorporado al ejército de Belgrano actuó como tambor en la batalla de Tucumán, en la que resultó herido. A su regreso a Santa Fe ocupó el cargo de tambor mayor en las filas de Estanislao López, para dirigir después la compañía de tambores con el grado de sargento mayor. Murió en la ciudad de Santa Fe el 1º de julio de 1883, siendo sepultado en el cementerio de Guadalupe con honores oficiales. Pantaleón Silva, tambor del 6º de infantería, murió en la batalla de Tucumán (1812), en la que fueron apresados 16 músicos realistas.
Era frecuente en aquellos tiempos los niños tambores en los regimientos, y conocemos un decreto de la comandancia general de armas de 1814, disponiendo que la policía recogiera a los muchachos que vagaban por las calles para que remplazaran la falta de músicos en los regimientos recientemente formados. Ya en las invasiones inglesas de 1806-07 los niños fueron regimentados y muchos de ellos fueron tambores. En 1851, por un decreto de Rosas, los niños de 12 años eran incorporados como tambores al ejército.
Conocemos los nombres de varios músicos militares en los primeros años de la Independencia. José Saura fue tambor mayor del cuerpo de Arribeños; un tal Latorre, tambor mayor en las campañas del Alto Perú y Chile; José Pons, nacido en Buenos Aires en 1784, fue tambor del cuerpo de Artillería en el Alto Perú y luchó en Chile y Perú; Félix Bogado, que llegó a coronel, fue en sus principios corneta de Granaderos a Caballo; Domingo Lara, un negro que vivió más de cien años, fue el trompa a órdenes de San Martín en Chacabuco y Maipú, pasando después al Perú y Ecuador, murió en Buenos Aires a principios de siglo; el sargento Moyano fue el tambor mayor del regimiento 8º en el Ejército de los Andes; José Agapito Roco fue tambor mayor del regimiento 7º en el mismo ejército; el sargento Julián Ponce (1795-1890), nacido en Cosmes (Corrientes), fue trompa de órdenes de San Martín en San Lorenzo e hizo las campañas de Chile, Perú, el Brasil y Caseros; Miguel Chepoya, sargento trompa de órdenes de San Martín, sirvió en el ejército de 1813 a 1826. Regresó a Buenos Aires en febrero de 1826 con el coronel Félix Bogado y otros cinco granaderos.
El músico español Blas Parera (1776-1840), vivió en Buenos Aires y en Montevideo desde 1797 hasta 1818. Organizó bandas militares durante las Invasiones Inglesas y compuso aires militares en ese período y después de 1810. La Asamblea le encargó la música de nuestro Himno Nacional, el 6 de marzo de 1813. Fue también autor de la música de numerosas marchas y canciones patrióticas compuestas en la época. Entre ellas una Canción Patriótica con letra de fray Cayetano Rodríguez, que se cantaba en 1812 y cuyas estrofas decían:
"A las armas corramos ciudadanos, Escúchese el bronce, óigase el tambor…"
Fue impresa en Londres y profusamente difundida en Buenos Aires, la Banda Oriental, Entre Ríos y Corrientes. "El Censor" de Buenos Aires, del 21 de enero de 1812, decía: "Es una hermosa marcha militar y la he visto cantar en Montevideo a un ejército de cinco mil patriotas con lágrimas de entusiasmo". Su actividad como organizador de bandas militares manifiesta en un documento del Archivo General de la Nación, de setiembre de 1815, en donde Parera aparece como "revisor de la música" en una compra de instrumentos que se hizo para el batallón Nº 7 de Libertos.
(De "Todo es Historia", edición "Las Bandas Militares: el coraje a través del ritmo" por Vicente Gesualdo, 1977).
Excelente!
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