ANTONIO ÁLVAREZ JONTE colaborador de San Martin, se negó a juzgar a Belgrano
Nació
en Madrid en 1784 y vino con sus padres a Córdoba, estudió
derecho en la Universidad de esa ciudad y se doctoró en la
de Santiago de Chile.
Se
instaló en Buenos Aires como abogado, y allí estaba cuando se
produjeron las invasiones inglesas. Se ofreció como voluntario para
rechazarlas, pero no fue aceptado por su salud endeble.
Participó
en la preparación de la Revolución de Mayo; producida ésta,
la Primera Junta lo envió a Chile para provocar otra en la
misma dirección; allí fue nombrado "Comisionado de la Primera Junta"
(18/9/1810). Llegó a Chile en el mes de octubre, cuando ésta ya se había
producido, y fue el primer embajador rioplatense en ese país.
De
regreso en Buenos Aires, integró con Sarratea el Tribunal de Concordia.
Hacia
fines de 1810 estaba en Buenos Aires y se unió al grupo de Mariano Moreno.
La Junta lo nombró Regidor del Cabildo, puesto desde el cual presionó para
disolver la Junta cuando llegó la noticia del desastre de Huaqui.
Apoyó
la formación del Primer Triunvirato, y por iniciativa de éste fue nombrado
nuevamente regidor del cabildo para el año 1812. Pasó a la oposición cuando el
gobierno dirigido por Rivadavia disolvió la primera asamblea nacional
en 1812.
Se
unió a la Logia Lautaro, fundada por Alvear y San Martín, y
apoyó la revolución de octubre de 1812 (provocada por San Martín al
llegar la noticia de la victoria de Tucumán). Por ésta se disolvía el
primer triunvirato y se lo reemplazaba por otro, formado por Juan
José Paso, Nicolás Rodríguez Peña, y Álvarez Jonte. Poco después, Paso fue
reemplazado por José Julián Pérez, y unos meses más tarde, Rodríguez Peña fue
reemplazado por Gervasio Posadas, tío de Alvear.
En
la práctica, el gobierno estuvo controlado por la Logia Lautaro y por Alvear.
El
Triunvirato convocó a una Asamblea General Constituyente, dominada por
Buenos Aires y en la cual muchos de los diputados del interior habían sido
nombrados por la Logia, en Buenos Aires. Ésta no cumplió con sus objetivos, ya
que no declaró la Independencia ni sancionó ninguna constitución.
A
fines de 1813, Juan Larrea (un rico e influyente amigo de Alvear y
del comercio inglés) reemplazó a Álvarez Jonte, que fue nombrado al frente de
la comisión investigadora de las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma.
Poco
después, el Triunvirato se convertía en Directorio, nombrando Director Supremo
a Posadas.
Álvarez
Jonte se trasladó a Tucumán para iniciar el juicio, pero se negó a
juzgar a Belgrano. A principio de 1814 reorganizó el gobierno de
la provincia de Tucumán.
Fue
auditor de guerra del Ejército del Norte en el corto período en que
su comandante fue San Martín.
Regresó
a Buenos Aires, donde fue auditor general de guerra, y mantuvo su cargo durante
el breve directorio de Alvear.
Al
estallar el motín de Fontezuelas, que produjo la caída de Alvear, fue
desterrado a Londres.
Allí se unió a la casa central de la Logia
Lautaro y se dedicó a formar una escuadra para Chile, recién reconquistada por
San Martín, apoyando los planes de éste de atacar el virreinato del
Perú por el mar.
Llegó
a Chile con el almirante Alexander Cochrane en noviembre
de 1818, en la armada destinada a trasladar al Ejército de los
Andes al Perú.
Aunque
estaba muy enfermo, fue nombrado Auditor de Guerra del ejército y secretario de
San Martín.
Acompañó a Cochrane en la primera campaña
naval a El Callao, y no pudo impedir que el almirante se apoderara de las
presas que había capturado el capitán Hipólito Bouchard en su vuelta
al mundo como corsario.
En
agosto de 1820 se embarcó con San Martín hacia el Perú. Pero a poco de llegar,
murió a causa de fiebres (probablemente tuberculosis ) en octubre
de 1820 en el puerto de Pisco. Acababa de empezar la campaña
libertadora del Perú.
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