sábado, 4 de abril de 2015

EL CAFÉ DE LA REVOLUCION: EL CAFÉ DE MARCOS

EL CAFÉ DE LA REVOLUCION: 


EL CAFÉ DE MARCOS



En Buenos Aires los cafés remontan su existencia a la época colonial y constituyó una síntesis perfecta del café europeo y la pulpería criolla, si bien su tradición viene de España.
El Café más importante, por la actividad política que se desarrolló en él, es el “Café de Marco”. Estaba ubicado en Bolívar y Alsina, próximo al colegio San Carlos.
El  5 de enero de 1801 don Pedro José Marco, inauguró su café.
Nace con los albores de la Patria. Fue vigía durante las Invasiones Inglesas y centro de conspiración del motín de Álzaga, lo que motivó que fuera clausurado por Liniers; centro de reunión de la Sociedad Patriótica y conocedor de la vehemente oratoria revolucionaria de Monteagudo. Hacia 1816 pierde su importancia.
En una ubicación de privilegio, a un paso del Cabilldo, el Fuerte, la plaza de la Victoria y justo a comienzos del siglo XIX, en el que se forjaron las independencias americanas, el café de Marco fue lugar obligado de cita para varias generaciones de políticos. Por sus mesas pasaron variadísimos personajes de nuestra historia como Juan Jose Castelli, Bernardo de Monteagudo, Manuel José de Lavardén, French, Beruti, Agustin Donado como así también casi todos los hombres de la burguesía porteña.

Según el deán Funes, parece que existía una enemistad bastante virulenta entre los parroquianos del café de los catalanes, que ocupaba la esquina nordeste de las calles San Martín y Perón y los del café de Marco. Dice Funes, que era partidario de Cornelio Saavedra, que el café de los Catalanes servía como tribuna política y competía con el de Marco, donde concurrían los partidarios de Mariano Moreno, "muchachones perdidos y sin obligaciones".

El óleo es de Carlos Szwarcer

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