ADVERTENCIA A LOS PORTUGUESES POR EL VIRREY DON PEDRO
ANTONIO DE CEVALLOS
1777
TEXTO
Don Pedro Antonio de Cevallos, Gobernador y Comandante
General de Madrid y su distrito, Comandante General de las Fuerzas de Tierra y
Mar destinadas a la América Meridional, Virrey Gobernador y Capitán General de
las Provincias del Río de la Plata, Buenos Aires, Paraguay, Tucumán, Potosí,
Santa Cruz de la Sierra, Charcas y de las ciudades y Pueblos de Mendoza y de
San Juan, Superior Presidente de la Real Audiencia de Charcas y Superintendente
General de Real Hacienda en todos los Ramos y Productos de ella. (...) Hago
saber a los Gobernadores y Comandantes Portugueses en América Meridional que de
orden del Rey, mi Amo, he venido a estas regiones a tomar satisfacción de las
injurias que las Armas del Rey Fidelísimo han cometido contra los dominios,
vasallos, tropa y pabellón español, abusando de la moderación, magnanimidad y
escrupulosa buena fe del Rey y publicando mendaces Manifiestos en que para
paliar sus excesos se atreven a calumniar de agresores a los mismos comandantes
españoles, a quienes han asaltado bajo el seguro de la paz y buena armonía de
los respectivos soberanos. Declaro además para que nunca pueda alegarse o
suponerse ficción y dolo en mis operaciones, que éstas se dirigirán también a
recurperar los dilatados países pertenecientes a la Corona de Castilla, que la
de Portugal ha usurpado ilegítimamente en esta parte del mundo. Que me hallo
noticioso de que después que las armas portuguesas obtuvieron su ya notorio
designio de apoderarse fraudulentamente de la Banda Meridional del Río Grande
de San Pedro y ocuparon poco antes el Fuerte de Santa Tecla, escribió el
comandante General de las Tropas portuguesas Don Juan Henrique Bohm, como el
Gobernador de la Colonia del Sacramento Don Francisco Josef de la Rocha al
Gobernador de Buenos Aires, Don Juan Josef de Vertiz, tenían orden del Virrey
del Brasil de significarle la habían recibido para cesar en todas las
hostilidades y procedimientos que pareciesen contrarios a la buena paz y
amistad que S.S.M.M. Católica y Fidelísima querían se cultivase entre ambas
Naciones; que dichas ordenes expresaban debía esta amistad ser recíproca en
inteligencia de que quien quebrantase bajo cualquier pretexto la amigable
correspondencia sería reputado agresor contra las mismas ordenes y responsable
de todas las consecuencias que se siguiesen de semejantes procedimientos...
Debo yo advertir y prevenir a los gobernadores, comandantes y oficiales
portugueses de mar y tierra, para que no aleguen ignorancia. Vengo a estos
paises plenamente autorizado por S.M. para vindicar los derechos de su Corona y
solicitar por medio de las armas el desagravio del Real decoro, y que soy
portador de las últimas determinaciones de mi soberano, ya arriba enunciadas,
las cuales deben calificarse como forzosas e inevitables consecuencias de los
mismos atentados cometidos por los portugueses sin respeto, ni consideración
alguna a las seguridades, reiteradamente dadas, ni a la negociación entablada
entre ambas cortes la cual era tan positiva y sincera de parte del Ministerio
Español como aparente y capciosa de parte del Lusitano. A bordo del navío el
Poderoso, a Veinte de Febrero de mil setecientos setenta y siete.
Don Pedro de Cevallos.
Fuente: www.elortiba.org
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