EL TAMBOR DE TACUARÍ NIÑO HEROICO
En
la batalla de Tacuarí, el 9 de marzo de 1811, entre el ejercito de
Belgrano se destaca la actuación de un niño conocido con el nombre de
"Tambor de Tacuarí", que es el símbolo del heroísmo de la niñez en
las gestas de la Patria.
El
9 de marzo está señalado, en los calendarios escolares, como día de recordación
del niño héroe. Artistas plásticos, escultores y poetas argentinos se han
inspirado en "El Tambor de Tacuarí".
Edmundo
Serpa en "Historia de los Cuatro Siglos de Corrientes", dice que el
niño se llamaba Pedro Ríos y contaba con sólo 12 años de edad cuando se
incorporó al Ejército Libertador de Belgrano en su campaña a Paraguay.
Juan
C. Díaz Ocanto, miembro de la Asociación Belgraniana de Corrientes, arroja luz
sobre este tema, concluyendo que el tamborcito había nacido en el
establecimiento agropecuario "San Ignacio", Paraje Lomas de Verón, 1°
sección del actual Departamento de Concepción de Yaguareté Corá, en la Pcia. de
Corrientes.
Su
aceptación como bisoño miembro de un ejército estuvo condicionada a servir de
"lazarillo" al Mayor Celestino Vidal. En valioso testimonio, el mismo
Belgrano lo evoca junto a las "Niñas de Ayohuma", como el recuerdo
más hermoso de su vida militar. En la plaza principal de Concepción se levanta
un monumento en su memoria, réplica de la que se erige en el Colegio
Militar.
También
en La Plata, en la plaza Máximo Paz, existe un monumento a este verdadero
mártir inocente de la Campaña al Paraguay.
Rafael
Obligado le compone estas versos:
Es
un grupo de argentinos
el
que marcha a combatir;
es
la Patria quien los mueve
y
es Belgrano su adalid.
Con
la bala y con la idea
traen
de Mayo el boletín;
y
las selvas paraguayas
van
abriendo al porvenir,
mientras
juega con sus chismes
el
Tambor de Tacuarí.
Rompe
el aire una descarga,
el
cañón entra a crujir,
y
un vibrante son de ataque
los
empuja hacia la lid.
Bate
el parche un pequeñuelo
que
da saltos de arlequín,
que
se ríe a carcajadas
si
revienta algún fusil,
porque
es niño como todos
el
Tambor de Tacuarí.
Es
horrible aquel encuentro:
cien
luchando contra mil;
un
pujante remolino
de
humo y llamas truena allí.
Ya
no ríe el pequeñuelo:
suelta
un terno varonil,
echa
su alma sobre el parche
y
en redobles le hace hervir:
que
es muñeca la muñeca
del
Tambor de Tacuarí.
-¡Libertad!
¡Independencia!
parecía
repetir
a
los héroes de dos pueblos,
que
entendiéndose por fin,
se
abrazaron como hermanos;
y
se cuenta que de allí.
Por
América cundieron,
Hasta
en Maipo, hasta en Junín,
Los
redobles inmortales
Del
Tambor de Tacuarí
Fuente: - www.lagazeta.com.ar
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