JUANA
MORO "LA EMPAREDADA" Mujer de la Independencia
JUANA MORO, (1785-1874
nacida
en Jujuy, durante las guerras de independencia, lideró en Salta, junto con Doña
Loreto Sanchéz de Peón, una red de espionaje femenina conocida como Las Mujeres
de la Independencia.
Juana
Moro nació el 26 de mayo de 1785 en San Salvador de
Jujuy, hija del escribano, coronel de los Reales Ejércitos y funcionario
español, Juan Antonio Moro Díaz y de Faustina Rosa de Aguirre Pondal,
viuda de Francisco Sánchez Taibo.
Su
padre, Juan Antonio Moro Díaz, fue hombre de confianza del gobernador de
la Intendencia de Salta del TucumánRamón García de León y Pizarro y
contribuyó a la fundación de San Ramón de la Nueva Orán, siendo nombrado
Segundo Regidor y Alcalde Mayor.
Juana
se casó en octubre de 1802 con el coronel Jerónimo López, estableciéndose en la
ciudad de Salta. Al iniciarse la guerra de la independencia adhirió
fervientemente a la causa patriota.
Ocupada
su ciudad por las fuerzas realistas, en 1813 ante el avance de
los ejércitos patriotas al mando de Manuel Belgrano, y en
concurso con otras damas salteñas intentó conquistar para la causa patriota a
algunos oficiales realistas.
Juana, humildemente
vestida, se trasladaba a caballo espiando recursos y movimientos del enemigo.
Sólo en una oportunidad fue apresada y obligada a cargar pesadas cadenas que no
consiguieron que confesara o delatara a sus compañeros.
En el año 1814, después de invadir Jujuy y Salta, el Jefe realista, Joaquín de la Pezuela, le informa al virrey del Perú:
«Los gauchos nos hacen casi con impunidad una guerra lenta pero fatigosa y perjudicial. A todo esto se agrega otra no menos perjudicial que es la de ser avisados por horas de nuestros movimientos y proyectos por medio de los habitantes de estas estancias y principalmente de las mujeres, cada una de ellas es una espía vigilante y puntual para transmitir las ocurrencias más diminutas de éste Ejército».
La comunicación, interceptada por los patriotas, es un claro testimonio de la actuación de las mujeres. Una de las que desvelaba al jefe realista era la jujeña Juana Moro de López, delicada dama que humildemente vestida se trasladaba a caballo espiando recursos y movimientos del enemigo.
En una oportunidad fue apresada y obligada a cargar pesadas cadenas, pero no delató a los patriotas. Sufrió el castigo más grave. Cuando Pezuela invadió Jujuy y Salta. Juana fue detenida y condenada por espionaje a morir tapiada en su propio hogar. Días más tarde una familia vecina, condolida de su terrible destino, oradó la pared y le proveyó agua y alimentos hasta que los realistas fueron expulsados.
Fue emparedada a los 29 años, pero murió centenaria. A consecuencia de la difícil situación que atravesó fue su apodo: «La Emparedada».
Años
después de finalizada la guerra y consolidada la independencia
Argentina continuaría desempeñando un papel destacado en la sociedad
salteña. Así, integró el grupo de damas salteñas que se dirigió al
gobierno "lamentando la postergación a que se relega al sexo femenino
al no permitírseles jurar la Constitución Nacional".
Juana
Moro murió en 1874.
En
su honor Giménez y Canqui Chazarreta escribieron la zamba La Juana Moro,
que dice en dos de sus estrofas:
Cuando fue
sometida
la tierra gaucha
llevaba los
mensajes
al paisanaje en
batalla.
Llegando al río
Arias
desde Quebrada
del Toro
con un parte
guerrero
la sorprendieron
los godos
pero guardó el
secreto
a los nuestros,
la Juana Moro.
Fue mujer y fue
leona
entre todas, la
Juana Moro.
Tuvo
al menos una hija, Serafina López Moro, y dos hijos, Ramón López Moro y el
doctor Bernabé López (1808-1880), intendentes de Salta, ministro de
gobierno de la provincia en dos oportunidades, Ministerio de Relaciones
Exteriores y Culto en la presidencia de Justo José de Urquiza y uno
de los principales gestores de laLiga del Norte contra Juan Manuel de
Rosas.
Fuentes:
- La Gazeta Federal www.lagazeta.com.ar ¡Gracias!
Qué bueno rescatar a las olvidadas y olvidados! Gracias!
ResponderEliminarQué bueno rescatar a las olvidadas y olvidados! Gracias!
ResponderEliminarno entendi bien una parte
ResponderEliminarHola tengo que leer mucho
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