ALFEREZ MANUELA PEDRAZA, LA TUCUMANESA
Hoy en el Día Internacional de la Mujer quiero hacer un
homenaje a la primera mujer que se destacó en nuestra historia. Fue durante la
reconquista de Buenos Aires de los ingleses, durante la primera invasión, los días 10, 11 y 12 de agosto de 1806.
En esa época vivía con su esposo "el cabo de Asamblea José
Miranda, asturiano", y residía "en el segundo Cuartel, 6ª manzana,
vereda al este", de la ciudad de Buenos Aires. Hoy sería sobre calle
Reconquista, antes de llegar a la esquina de Av. Corrientes.
La lucha final por la Reconquista de la ciudad de Buenos Aires, tuvo
lugar cuando Santiago de Liniers al frente de las milicias y los voluntarios tomaron la Plaza Mayor y pusieron sitio al
Fuerte de la ciudad, que era el último bastión en donde se habían atrincherado
los invasores británicos. El marido de Manuela formaba parte de esa fuerza.
Ella decidió combatir a su lado. Es
legendaria la participación del pueblo, hombres, mujeres y niños de todas las
edades participaron de la Reconquista. Entre ellos se incluye a Juan Manuel de
Rosas, que tenía en esos días 13 años, y participó con heroísmo en la misma.
El 11 de Agosto de 1806, durante el combate, el marido de Manuela
cae mortalmente herido por un disparo de un soldado británico. Cuenta la
historia que Manuela tomó el fusil que dejó caer su marido, y con esa arma,
mató, a su vez, a quien había disparado contra su esposo. No contenta con ello persigue
al pelotón enemigo y mató a otro soldado inglés de un bayonetazo. Luego le arranca el
fusil, que presenta, después, como trofeo a Liniers.
Al término de la
lucha, Liniers en el parte al Rey de España, específicamente al ministro Manuel
Godoy (el "Príncipe de la Paz"), en la Corte de España, relatándole
sobre la gesta de la Reconquista informa: "No debe omitirse el nombre de
la mujer de un cabo de Asamblea, llamada Manuela la Tucumanesa, que combatiendo
al lado de su marido con sublime entereza mató un inglés del que me presentó el
fusil". El parte de Santiago
de Liniers que se encuentra en el Museo del Cabildo.
Atendiendo a la
precaria situación económica de Manuela. Santiago de Liniers se preocupó
especialmente para que Manuela Hurtado y Pedraza tuviera un merecido
reconocimiento, por parte del Rey de España y del Cabildo de Buenos Aires.
Carlos IV, el rey de España en despacho fechado 24 de febrero de 1807 en el
Palacio del Pardo la reconoce expresando: “"El Rey: por cuanto atendiendo al valor y
distinguida acción de doña Manuela La Tucumanesa, combatiendo al lado de su
marido, en la Reconquista de Buenos Aires, he venido en concederle, el grado y
sueldo de Subteniente de Infantería. Por tanto mando a los Capitanes Generales.
Gobernadores de las Armas y demás cabos, mayores y menores, oficiales y
soldados de mis ejércitos, la guarden y hagan guardar las honras, gracias,
preeminencias y exenciones, que por razón de dicho grado le tocan y deben ser
guardadas, bien y cumplidamente. Que así es mi voluntad y que el Ministro de mi
Real Hacienda, a quien perteneciere, dé la orden conveniente, para que se tomen
razón de este Despacho, en la Contaduría Principal y en ella se formará asiento
con el expresado sueldo, del cual ha de gozar, desde el día del cúmplase de
este Despacho, sin contribuir cosa alguna, al derecho de media anata. Dado en
El Pardo a veinticuatro de febrero de mil ochocientos siete, firmado el Rey;
José Caballero; S. M. concede grado y sueldo de Subteniente de Infantería a
doña Manuela La Tucumanesa." Este documento se encuentra en el Instituto Histórico de la Ciudad de
Buenos Aires.
Posteriormente. el 25 de mayo de 1807, el Cabildo
porteño le acordaba una gratificación de 50 pesos por única vez; y a partir de
junio, mientras durase la guerra con los ingleses, el sueldo de “soldado del
Cuerpo de Artillería de la Unión”.
Liniers a su vez, la integra al recientemente creado Batallón de
Patricios y le da el grado de Alférez (subteniente o portaestandarte)
concedido por el rey.
Tiempo después,
el sacerdote patriota Pantaleón Rivarola, le dedicó unos versos de su Romance
sobre la Reconquista de Buenos Aires, que la inmortalizaron en esta estrofa:
"A estos héroes generosos
una amazona se agrega
Que oculta en varonil traje
triunfa de la gente inglesa:
Manuela tiene por nombre,
Por patria Tucumanesa".
También es conocido el poema: La Guerrera Urbana
Manuela Pedraza,
flor de La Fortaleza:
no hay otro alférez
más valiente que vos.
Oigo tu voz
más allá de Buenos Aires
y tu galope audaz,
Manuela "La Tucumanesa".
Me enamora la patria en agraz,
desvelada, recorro su faz;
el inglés no pasará
con mujeres tendrá que pelear.
Manuela Pedraza,
flor de La Fortaleza:
no hay otro alférez
más valiente que vos.
Truena el cañón,
préstame tu fusil
que la revolución
viene oliendo a jazmín.
Tierra de neblina
en la antigua ciudad porteña,
el eco nombra aún
a Santiago de Liniers.
Tierra en armas que se hace mujer,
amazona de la libertad.
Quiero formar
en tu escuadrón
y al clarín de tu voz
atacar.
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