El 4 de octubre de 1944 se dictó el decreto por el cual se disponía que, a partir del 10 de junio de 1945, la circulación en el país de topo tipo de vehículo, debía realizarse por la mano derecha, en lugar de la izquierda, tal cual era el sistema imperante en ese momento; quedando expresamente exceptuados los trenes y el tranvía que unía la estación Federico Lacroze con Campo de Mayo. Se encomendó a la Administración General de Vialidad Nacional, instrumentar las medidas necesarias para cumplir con la citada disposición.
Como consecuencia de ello, se montó un amplio operativo de divulgación y se tomaron las medidas conducentes a posibilitar el cambio ordenado del sentido de circulación del parque vehícular. Se debió cambiar la señalización existente en las rutas nacionales y caminos provinciales y dictar clases explicativas para peatones y conductores de todo tipo de vehículo. Se establecieron velocidades máximas más reducidas que las vigentes y se dispuso el uso obligatorio en todos los medios de transporte, de una placa – ubicada en su parte trasera - en la cual debía verse claramente una flecha con su punta orientada hacía la izquierda, para así indicar el lugar por donde debía adelantarse cualquier vehículo que circulara detrás. La Administración General de Vialidad editó un folleto donde se especificaban las medidas que los conductores y los peatones debían respetar. A los transeúntes se les prohibía cruzar las calles a mitad de cuadra y les recordaba que deberían hacerlo por las esquinas “mirando hacía ambos lados”. En otro párrafo se dirigía a la “mujer madre” , a las maestras, preceptoras o niñeras” pidiéndoles instruir a los niños, acerca de la nueva modalidad del transito vehícular.
En Buenos Aires se debió cambiar el sentido de circulación de muchas calles y por ende el cambio de recorridos de tranvías , ómnibus y colectivos. Todo esto significó que debieron cambiarse la señalización en uso y adecuar algunos empalmes y vías de tranvía. El domingo 10 de junio de 1945 todo estaba preparado para el cambio. Los subterráneos comenzaron a funcionar a la hora cuatro, en tanto que para el resto de los vehículos la medida comenzó a a aplicarse a partir de la hora seis. La Dirección de Tránsito de la Municipalidad de Buenos Aires, entonces ubicada en en la calle Parera 119 , habilitó ese día varias líneas telefónicas para atender consultas de la gente y dispuso además que los inspectores uniformados de la repartición (entonces conocidos como “zorros grises”) , controlaran el acatamiento a la nueva medida y sancionaran a quienes así no lo hicieran. Algunas empresas comerciales se asociaron a la campaña publicitaria liderara por el gobierno nacional y en sus avisos incluyeron frases que recordaban a la población, la puesta en vigor de la nueva norma; tal el caso de Columbia Seguros, Boquillas Crisol, Casa Escasany, Cinzano y Alpargatas, la que para entonces publicitaba su “brin sanforizado” con el slogan de “No Se Achique Don Enrique”. Más allá de la puesta en marcha del nuevo ordenamiento de tránsito, el 10 de junio de 1945 fue un domingo en que Buenos Aires no alteró su ritmo normal. Otro tanto sucedió en el resto del país. En futbol, Boca enfrentó a Vélez Sársfiel, Rosario Central a River y en el Hipódromo de San Isidro la yegua Quelinda, conducida por el maestro Ireneo Leguizamo, se adjudicó el Clásico Juarez Celman.
Gracias José Pedro Aresi
Qué justificó el cambio compañero?
ResponderEliminarPor lo que me contó mi abuelo y disculpe que me meta a opinar ya que esto es hablar de oídas y no puedo certificarlo ya que él ha fallecido hace tiempo, el cambio se debió a que se iban a instalar en el país unas automotrices, y cómo venían de yankilandia, tenían toda la matricería y ruta de ensamblado o cómo catzo se llame, preparada para el volante del otro lado al inglés. Espero que mi abuelo no me haya mentido...
ResponderEliminarUn abrazo