viernes, 11 de noviembre de 2011

Gracias Prol

¿Qué le aporta la juventud kirchnerista al kirchnerismo?

 

Por José Natanson





El acercamiento de un número creciente de jóvenes al kirchnerismo es un fenómeno que lleva ya unos años, aunque se hizo visible últimamente. Escribí la primera nota sobre el tema en este diario el 27 de septiembre de 2009, para advertir sobre una tendencia que se había ido desarrollando subterráneamente y en la cual, me parecía, el gobierno no había reparado lo suficiente. En la estela del conflicto del campo y la derrota electoral, el kirchnerismo había logrado consolidar una “minoría intensa” de respaldo, compuesta en buena medida, asombrosamente, por jóvenes. Después vinieron los festejos del Bicentenario, la muerte del ex presidente y la reelección de Cristina Kirchner, que le dieron visibilidad definitiva a todo el asunto.
¿Y qué hizo el kirchnerismo con este fenómeno nuevo? Lo mismo que había hecho tantas veces en el pasado con temas, ideas o proyectos que no formaban parte de su agenda: capturarlo y tratar de aprovecharlo al máximo, poniendo detrás todo el peso del Estado y toda la fuerza de su voluntad. Fue así como cada vez más kirchneristas sub-40 fueron designados o promovidos a puestos estratégicos, y fue así como la Presidenta intervino en la definición de las listas legislativas, ubicando en lugares expectables a un número inédito de jóvenes, y no renunció a ello ni siquiera cuando referentes provinciales de peso, como el pampeano Carlos Verna, amenazaron con un portazo.
Sin caer en los análisis que enfocan el tema desde el simplismo institucional, como si la influencia de una organización pudiera medirse sólo por el peso de las bancas o secretarías que controla (los famosos siete diputados de La Cámpora), creo que vale la pena ensayar una mirada que contemple las diferentes facetas de la idea de generar un recambio generacional promovido desde la cúpula misma del poder, para después considerar sus desafíos y sus límites.
Digamos primero que la apuesta tiene su lógica. Ubicar a jóvenes en lugares de decisión les permitirá foguearse en los rigores del día a día del gobierno para jugar más tarde en ligas mayores. En segundo lugar, y ya desde un punto de vista más electoral, conviene recordar que Cristina Kirchner tiene vedada la reelección y que por lo tanto debe comenzar a pensar en construir un sucesor diferente al que desde el primer día le querrá imponer el peronismo, sea Daniel Scioli o Juan Manuel Urtubey o José Manuel de la Sota. Una juventud consolidada y potente puede jugar un rol importante en la interna del PJ.
Pero también hay riesgos. El primero es inmediato, pero controlable: los posibles errores de jóvenes súbitamente catapultados a lugares institucionalmente muy relevantes y ultraexpuestos públicamente. En efecto, la falta de experiencia política o de gestión puede llevarlos a cometer equivocaciones, que serán explotadas no sólo por las fuerzas opositoras sino, lo que quizá resulte más peligroso, por el peronismo tradicional (los gobernadores como viejos vinagres verdugos de jóvenes desprovistos de peso territorial y atractivo electoral).
Pero me interesa sobre todo señalar un punto más profundo y potencialmente más conflictivo, que podría sintetizarse en una pregunta molesta: ¿qué le aporta la juventud kirchnerista al kirchnerismo? Como escribió Mario Margulis (La juventud es más que una palabra, Editorial Biblos), los jóvenes, por definición, se sienten lejos de la enfermedad y la muerte, lo que los provee de una sensación de invulnerabilidad y, a veces, de inmortalidad, con efectos de temeridad y arrojo que a menudo se reflejan en riesgos gratuitos y conductas autodestructivas (sobredosis, accidentes, excesos). Estamos generalizando, desde luego, pero podríamos formularlo así: aligerados de recuerdos de etapas que no vivieron, los jóvenes actúan despojados de las inseguridades y certezas que no sean las de sus propias vidas, sin esa prudencia adulta que es fruto del recuerdo y la experiencia. Por eso la juventud es esperanza, promesa, potencia y libertad en el sentido de un abanico grande de opciones abierto.
Desde el Mayo del 68 hasta las revueltas árabes, es evidente que los jóvenes son capaces de cambiar un estado de cosas, pero que encuentran más dificultades para convertir todo eso en una construcción de poder. La cuestión es que el kirchnerismo ya tiene el poder. Hasta el momento, los jóvenes cercanos al gobierno han demostrado su capacidad para administrar poder, pero no para producirlo: Cristina Kirchner, por supuesto; pero también Scioli, los intendentes del conurbano, José Luis Gioja y Gildo Insfrán, todos ellos producen poder. ¿Qué pedirles, entonces, a los jóvenes kirchneristas, si “el poder ya está”?
No se trata, como señaló bien el periodista Martín Rodríguez, de reclamarles que “corran por izquierda” al gobierno, en buena medida porque el gobierno ya ha dado muestras de su voluntad de impulsar una agenda de políticas transformadoras sin la necesidad de un acicate que lo radicalice. Hacerlo, además, equivaldría a reproducir a destiempo la historia de los ’70: pedirles que hagan lo mismo que los Montoneros hicieron con Perón es absurdo, entre otras cosas porque los actos de diseño ultracontrolados y pensados para la transmisión televisiva no admiten a miles de jóvenes discutiendo con el líder, ni al líder echándolos de la Plaza.
Pero tampoco es cuestión de aceptar que el momento histórico cambió y que entonces la juventud kirchnerista debe insertarse mansamente en una maquinaria que ya anda sola. Su potencia militante es bienvenida y quedó demostrada en el acto en el Luna Park. Pero los jóvenes no pueden limitarse a empujar la maquinaria, aunque lo hagan con fuerza, y quizá deban comenzar a pensar en generar chirridos, aunque aún no sepamos cómo. Por eso creo que el riesgo más grande de la juventud kirchnerista no es la disputa con el líder; el riesgo es que su institucionalización comprima la voluntad creativa, la innovación y el ejercicio de la libertad, que son o deberían ser los grandes aportes de los jóvenes al “proyecto”.
No faltan antecedentes. A comienzos de los ’80, la Coordinadora, integrada por una generación brillante de militantes, acompañó a Raúl Alfonsín en sus muy transformadores primeros años en la presidencia; el líder radical los premió designándolos en puestos importantes, ministerios, secretarías, jefaturas de bloque. Con el tiempo se fueron oxidando, enredados en sus mil y una internas, al punto que ninguno de ellos logró superar el liderazgo del ex presidente, que por otra parte siempre se las arregló para situarse a su izquierda. Hace tiempo que dejaron de ser jóvenes y hoy son una colección de canosas promesas incumplidas. En este sentido, el riesgo de los jóvenes kirchneristas no es la expulsión de la Plaza, sino el ensimismamiento institucional, el achatamiento de sus pulsiones transformadoras y el encasillamiento burocrático; en suma, la imposibilidad de trascender al líder. Ninguno de ellos será Mario Firmenich, pero todavía tienen que demostrar que no se convertirán en Leopoldo Moreau o Federico Storani.
Si podrán hacerlo o no dependerá sobre todo de ellos, pero también de Cristina Kirchner y de quien asoma como el posible puente entre unos y otros: el vicepresidente electo Amado Boudou. Sus antecedentes de hombre de la noche, su paso por el CEMA y los modos actuales de su exposición pública (su moto y su guitarra) reenvían un poco a los ’90, igual que incursiones televisivas como la de Sábado Bus, un programa tan noventista como Ramón Hernández o las vacaciones en Miami. Pero al mismo tiempo hay que reconocer que Boudou acompañó de manera decidida las políticas oficiales, defendió incluso aquellas que podrían haberle resultado costosas en términos de imagen, como la disputa con Clarín, y es el autor intelectual de la nacionalización de las AFJP, decisión sobre la que descansa buena parte del esquema económico-social del kirchnerismo. Quizá fue al CEMA, pero lo bocharon y, en todo caso, un hombre siempre tiene derecho a cambiar, a ajustar su trayectoria de acuerdo con el signo de los tiempos, que es eso que siempre supo leer bien el peronismo: es en este sentido que Boudou es un peronista hecho y derecho.
Retomando el hilo del argumento, finalicemos señalando que la juventud kirchnerista tiene la oportunidad de liderar el ingreso al primer plano de la política de la tercera generación de la democracia recuperada, si la primera fue la de Alfonsín, Menem, Duhalde y De la Rúa, y la segunda la de los Kirchner, Macri, Carrió, Scioli. El desafío es administrar con inteligencia y al mismo tiempo con pasión el poder que se les ha concedido, mientras buscan la forma de generarlo y exploran nuevos estilos, ideas y vocabularios. Desprovista del tono sacrificial y las reminiscencias épicas que la teñían hace cuatro décadas, la política está cruzada hoy por la democracia, el pluralismo y el lenguaje de los derechos, que la organiza y regula. Si se escucha bien, es fácil comprobar que los jóvenes kirchneristas hablan esa lengua, porque la aprendieron de chicos y porque no cargan el peso de la experiencia de los ’70, que dobla las espaldas de muchos adultos, con sus recuerdos tan legítimos como cualquier recuerdo, pero a veces –es la impresión del autor de esta nota, que el lector adivinará treintañero– excesivamente presentes.
* Director de Le Monde Diplomatique, Edición Cono Sur, www.eldiplo.org

jueves, 10 de noviembre de 2011

El honor de una guarnición



Normalmente evocamos la heroica defensa de nuestro patriotas de la Vuelta de
Obligado.
Hoy quiero acercar otra heroica defensa, también en épocas de Rosas, de un
pequeño grupo de argentinos que también defendieron nuestra soberanía de la
agresión imperialista francesa, y datos biográficos de los jefes militares
de esta patriada, uno de ellos extranjero (como Brown y Bouchard), y que
también participó de Vuelta de Obligado.
Rodolfo Parbst

El honor de una guarnición


'Esta opinión, tan francamente manifestada, es también la de los capitanes
de las corbetas “Expeditive” y “Bordelaise”, testigos de la increíble
actividad del señor coronel Costa, como de las acertadas disposiciones
tomadas por este oficial superior para la defensa de la importante posición
que estaba encargado de conservar. He creído que no podría darle una prueba
mejor de los sentimientos que me han inspirado, que manifestarle a V.E. su
bizarra conducta durante el ataque dirigido contra él, el 11 del corriente
por fuerzas muy superiores a las de su mando'. (Nota del comandante de las
fuerzas navales francesas que tomaron la isla Martín García, Hipólito
Daguenet, al gobernador Rosas, en ocasión de remitir la totalidad de los
prisioneros argentinos rendidos después del asalto).
LA LUCHA
La isla estaba bloqueada desde septiembre de 1838 por la nave
'Bordelaise', lo que impidió durante un tiempo el abastecimiento de la
guarnición de un total de 125 hombres, compuesta por 21 infantes de línea,
63 milicianos del batallón Restaurador, 34 presos y 7 oficiales, incluidos
los superiores (Costa y Thorne).
A principios de octubre se sumaron a aquella nave, la 'Vigilant',
'Expeditive' y 'Ana', francesas; las goletas uruguayas "Loba', 'Eufracia',
'Estrella del Sur' y su falucho despacho, y dieciséis lanchones franceses y
siete uruguayos, con un total de 550 hombres de desembarco, que fondearon a
tiro de fusil.
En la mañana del 11 de octubre, Daguenet intima la entrega de la isla y
da una hora a partir del momento de haberse recibido el mensaje.
Transcurrido el plazo abriría fuego y tomaría por asalto las defensas.
Vencido el plazo, toda la artillería de los barcos abre fuego, lo que
es contestado por las dos baterías de la isla, compuestas de un cañón de a
24 y dos cañones de a 12 (*). Rápidamente, se produce el desembarco, lo que
es resistido por el fuego de fusilería de los defensores. Recompuesta las
filas de los atacantes de las bajas producidas por dicho fuego, se organizan
en dos columnas, lo que provoca el repliegue de los defensores sobre las
defensas interiores, adonde se emplazan los dos cañones de a 12 para ser
disparados ahora contra la infantería. Mientras, el cañón de a 24 sigue
disparando sobre los barcos, colocando algunos tiros. Los defensores agotan
sus municiones y el combate prosigue con arma blanca, y ante la inutilidad
del sacrificio (ha pasado hora y media), el hidalgo jefe francés ordena el
alto de las acciones y le solicita a Costa que rinda la guarnición. Otro
tanto hacen los uruguayos con los artilleros y auxiliares que están al mando
de Thorne.
Las fuerzas atacantes tuvieron 50 muertos y un número similar de heridos.
Los defensores sufrieron las siguientes bajas: subteniente Francisco
Molina, del batallón Restauradores, que tomó a su cargo continuar disparando
el cañón de a 24 cuando las defensas externas fueron desbordadas, muerto por
fuego enemigo. Sargento Juan Sauco jefe del grupo que atendía uno de los
cañones de a 12, muerto de una cuchillada en momentos en que clavaba dicha
pieza, Otros 12 soldados murieron en acciones diversas por arma de fuego o
arma blanca; 25 de ellos fueron heridos, quedando entre los prisioneros.

DOS OFICIALES HERMANADOS
El teniente coronel Gerónimo Costa y el sargento mayor de marina Juan
Bautista Thorne fueron los que encabezaron la resistencia a las fuerzas
franco-uruguayas al mando de Daguenet.
Costa, comandante de la isla, recibida la solicitud de rendición enviada por
el capitán de navío francés, reúne a los oficiales y les manifiesta su
voluntad de resistir por el honor de la bandera. Thorne, en dicha reunión,
dijo que aún no habiendo nacido en el país, estaba acostumbrado a pelear
bajo el pabellón argentino y correspondía que así hiciese, dada la misión
que la fuerza que integraban tenía en ese lugar. Los otros oficiales se
sumaron a lo que decían sus jefes, y así lo hicieron suboficiales y soldados
luego, y hasta los presos, para los que sólo había garrotes y lanzas, se
comprometieron a sostener con las armas el reducto a ser atacado.
Hecho esto, Costa le envía a Daguenet, en respuesta, la siguiente nota:
'En contestación a su solicitud, sólo tengo que decirle que estoy dispuesto
a sostener, según es mi deber, el honor de la Nación a la que pertenezco'.
Hermanados en esta común conducta, ambos oficiales, así como los oficiales
subalternos y toda su tropa, lucharon con tal denuedo que provocaron la
admiración y el respeto de sus enemigos, al punto de obtener su remisión a
Buenos Aires y la conceptuosa nota transcripta.
Los años posteriores los encontrarán en distintas oportunidades
combatiendo juntos, prolongando el hermanamiento nacido en Martín García, y
provocando en sus hombres la misma actitud de valor frente al enemigo.


LOS LEGAJOS
Gerónimo Costa nació en Buenos Aires en 1808, y a los 17 años se
incorpora al Ejército con el grado de subteniente. En 1825 integra el quinto
batallón de Cazadores que participa en la batalla de Ituzaingó. En mérito a
su participación en las acciones, es ascendido a ayudante mayor en 1826. El
29 de octubre de 1827 es ascendido a capitán y al negarse a plegarse a las
fuerzas que derrocan a Dorrego (1º de diciembre de 1828) es dado de baja.
Reincorporado en 1829, es destinado al Regimiento Patricios. En 1830 es
nombrado subinspector en la comandancia del Ejército, y en 1831 es destacado
en Córdoba en las fuerzas a enfrentar a las que comandaba el general José
María Paz (Liga del Interior).
En 1833 participa de la campaña al Desierto y es ascendido en el
campamento del río colorado (Médano Redondo) a teniente coronel. En 1836 es
nombrado comandante de la isla Martín García. En 1839 es destinado al fuerte
de la Ensenada de Barragán.
Participará luego en las batallas de Medio y arroyo Grande. En 1844
presta servicios en las fuerzas sitiadoras de Montevideo hasta 1851, cuando
se niega a aceptar las condiciones de rendición ya tomadas por Oribe,
embarcándose a Buenos Aires.
Participa en la batalla de Caseros, y después de la derrota, se dirige
a Uruguay brevemente, para reencontrarse en servicio durante el sitio de
Buenos Aires (noviembre de 1852 - mayo de 1853), después de lo cual vuelve a
estar por corto lapso en Uruguay. En 1853 es jefe del Ejército del Norte con
base en Rosario y participa de la invasión a Buenos Aires de 1854, siendo
derrotado en El Tala. En 1856, durante un nuevo intento por someter a Buenos
Aires a la Confederación, es muerto innoblemente cuando se entregaba
prisionero.
Juan Bautista Thorne nació en Nueva York, Estados Unidos, el 8 de marzo
de 1807. En su patria hizo los cursos de capacitación en marinería muy
joven, y en 1818, cuando sólo tenía once años, hizo un viaje de instrucción
que lo llevó, entre otros destinos, a Buenos Aires. En 1825 estando en
Brasil, ante los acontecimientos que preanunciaban la guerra de aquel país
con la Argentina, viene a Buenos Aires solicitando su ingreso en la Armada.
Admitido, comanda la barca 'Congreso', en la que presta servicio durante el
conflicto. En 1827, a instancias de la continuación de la guerra con dicho
país, integra la división Argentina, cuyos buques llevarán guerra de corso
contra el Imperio, acciones en la que será herido y caerá prisionero, siendo
remitido a la fortaleza Santa Cruz, en Río de Janeiro.
Vuelto a la patria y al servicio en la Marina, en 1833 integra la
fuerza naval que participa en la conquista del desierto encabezada por
Rosas, remontando el río Colorado.
En 1838 fue ascendido a sargento mayor de marina y designado segundo
jefe en la isla Martín García, donde poco después tendrá la actuación
relatada.
Más tarde, a las órdenes del general Echagüe, participa como artillero en
las batallas de Pago Largo, Cagancha, Don Cristóbal, Sauce Grande y Caa
Guazú, en el marco de la guerra contra las fuerzas de Fructuoso Rivera
apoyado por los franceses. En 1844 comanda la flotilla de río en el Paraná y
en 1845 integra la oficialidad del almirante Brown en la flota que debe
rendirse a la combinación anglo-francesa que la apresa.
En 1845 comanda las baterías de la Vuelta de Obligado, donde queda
sordo como consecuencia del cañoneo enemigo disparado a corta distancia. En
1846, el 4 de junio, toma revancha para las fuerzas argentinas de aquella
derrota en la Angostura del Quebracho, 4 kilómetros al norte del Convento de
San Lorenzo, batalla en la que su artillería hundirá varios mercantes y
dañará la mayoría de los barcos de guerra. Después de Caseros, participará
en el sitio de Buenos Aires (noviembre de 1852 - mayo de 1853) encabezado
por Hilario Lagos.
Pidió la baja del servicio activo, y falleció en Buenos Aires el 1 de agosto
de 1885.

Nota:
(*) Cañones de a 12, de a 24, etcétera.
Se refiere al peso en libras de la bala, una esfera de hierro fundido que
podía ser sustituida por una piedra o piedras que totalizaran cual peso. En
ocasiones, se colocaba la bala en una fragua y se disparaba al rojo vivo
para provocar incendios. También se cargaba con metralla para efectuar fuego
contra infantería o caballería.
Gentileza de Por Oscar J. C. Denovi

La matemática fue la vedette en el templo de la revista

LA PRESIDENTA ESTUVO EN EL MAIPO JUNTO A ADRIAN PAENZA
Vale la pena leer esta nota de Pagina 12
En la presentación de ¿Cómo, esto también es matemática?, el nuevo trabajo del periodista, que será incorporado al programa Conectar Igualdad, Cristina Fernández compartió el escenario con Emanuel Ginóbili y Víctor Hugo Morales.






por Silvina Friera
En el templo de la revista porteña, Cristina Fernández de Kirchner y Adrián Paenza animaron un show inédito, sin plumas ni vedettes ni humoristas. Sólo ella y él, en un primer plano, bajo los focos del escenario y la “reina de las ciencias”, la matemática, en la marquesina. La Presidenta y el periodista y doctor en matemática protagonizaron una función memorable, “fuera de serie”, en el teatro Maipo, durante la presentación de ¿Cómo, esto también es matemática? (Sudamericana), el sexto libro de Paenza, que será incluido en el programa “Conectar Igualdad”. Los alumnos de las escuelas públicas de todo el país podrán acceder desde sus netbooks a la versión en e-book del libro, que será el primero en incorporarse a este programa. En el “reparto” escénico, Víctor Hugo Morales y Emanuel Ginóbili añadieron un plus de originalidad en el modo de divulgar la matemática. Fernández subrayó que “es muy importante que un presidente le dé visibilidad a una ciencia como la matemática” y aseguró que la Argentina precisa “generar capacidades diferentes muy vinculadas a las ciencias exactas, que es lo que el país está necesitando y el mundo está demandando”. En el escenario del teatro, la Presidenta estuvo acompañada por el ministro de Economía, Amado Boudou; el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; el ministro del Interior, Florencio Randazzo; el ministro de Educación, Alberto Sileoni; el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao; y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli.
CFK agradeció la donación del contenido del nuevo libro de Paenza –a quien definió como “un hombre increíble, un científico con humanidad”– al programa Conectar Igualdad. En el colegio, confesó la Presidenta, no le gustaba la matemática. “No la entendía porque me la enseñaban horrible”, aclaró; pero cuando lo escucha al periodista y matemático, “las cosas entran de otra manera”, aseguró Fernández, ante una platea variopinta que combinaba ciencia, periodismo, deporte y “farándula”. Allí se encontraban, entre otros, los periodistas Juan Pablo Varsky y Marcelo Araujo, el ex arquero Germán Burgos, el basquetbolista de la NBA Luis Scola y el actor Federico Luppi. “Tenemos que convencer a nuestros chicos y también ayudar a todo nuestro sistema docente a reformular el sistema de enseñanza. De cada 700 abogados que se reciben en la Argentina, solamente egresa un físico –comentó la presidenta–. Necesitamos más matemáticos, más ingenieros, más físicos, más químicos, más gente vinculada a la innovación tecnológica del siglo.”
Era extraño para muchos, empezando por Paenza y Ginóbili, estar sobre el escenario de la meca de la revista porteña. La primera mandataria, rápida de reflejos, tomó cartas en el asunto de esta rareza por demás evidente. “Nunca imaginé en mi vida que iba estar en el escenario del Maipo. Por acá ha desfilado cada minón increíble, Nélida Lobato y Nélida Roca, unas mujeres impresionantes, talentosas, divinas; toda una característica de la Argentina fue el teatro de revistas, con los capocómicos y nuestras vedettes. La verdad es que me siento muy orgullosa de estar en este escenario”, reconoció Fernández.
–¡Vos sos más linda, Cris! –le gritaron unos jóvenes desde la tribuna.
–Che, que me quieran es una cosa pero que mientan es otra. ¡Déjense de embromar! –los amonestó con gracia CFK. El público estalló en carcajadas y aplausos ante la réplica.
En un tono descontracturado, la Presidenta contó que sus secretarios le entregaron el problema enviado por Paenza, que se completaba con otro sobre cerrado donde estaba la solución. “No, no, no, no me abras la solución”, le pidió a uno de sus colaboradores. “Yo soy muy competitiva, pero compito contra mí misma, como Kirchner, que era infinitamente más competitivo que yo –comentó–. Caminábamos juntos haciendo footing y él tenía que ir dos pasos adelante. Y cuando no tenía a nadie a quién ganarle, se ganaba a sí mismo”. El problema planteado por Paenza suponía la existencia de tres monedas: una con “cara y ceca” y las dos restantes sólo con cara y sólo con ceca, respectivamente. El desafío indicaba que, al lanzarse una de las monedas, ésta mostraba cara; y preguntaba cuántas probabilidades había de que hubiera cara del otro lado. CFK dedujo que era “esa cara y otra más”; pero su secretario la desalentó y le dijo que nadie iba a creer que ella había resuelto el problema. “Me sugirió que diga que acerté y listo”, agregó la presidenta ante Paenza, el autor de la serie Matemática... ¿estás ahí? (Episodios 1, 2, 3.14, 100 y 5, editorial Siglo XXI), que lleva vendidos más de un millón de ejemplares, un récord en materia de popularización de la “reina de las ciencias”.
“La verdad es que visualicé las monedas y pude deducirlo, pero después vi varias hojas con X más A por B. Yo no hice nada de eso pero lo pude resolver”, se sinceró Fernández, que atribuyó el resultado a su capacidad de “razonamiento visual”, y volvió a destacar su deseo de estar presente en un día “tan importante” para la educación, el conocimiento y la ciencia argentinos. “Un presidente tiene que estar en un G-20, tiene que estar en un acontecimiento de estos, tiene que estar cuando se inaugura una cloaca en un barrio, tiene que estar en todos lados”, afirmó CFK. “Tenemos que acostumbrarnos a la diversidad, a la pluralidad; a que somos un país amplio y diverso. Y donde hay un argentino ahí también tiene que estar su presidente”. Hacia el final del acto de esta obra que la tuvo como protagonista, la presidenta planteó que “hay otra manera de aprender matemática que no es esa cosa tan árida como nos enseñan”. “Para estudiar y aprender tenemos que encontrarle un sentido a los que nos enseñan y nos están explicando, para qué nos va a servir. Es el gran desafío de la educación argentino y lo que me desvela. Estamos poniendo mucho dinero pero necesitamos que se utilice bien y pueda reproducirse en más y mejor conocimiento para nuestros chicos”.
“Sí: esto es matemática, por hoy y por siempre”, remató el locutor presidencial la intervención de Fernández. Paenza, con la emoción colgada en su rostro, ponderó el significado de la presencia de CFK. “Un presidente argentino viene al lanzamiento de un libro de ciencia, de matemática. Si esto no es la Argentina año verde, esa Argentina dónde está”, se preguntó el autor de ¿Cómo, esto también es matemática? antes de que cayera el telón y llegara el segundo intervalo de la noche, en medio de cantitos que coronaron la salida de la Presidenta.
“¡Matemática para paenzar!”, se leía sobre el telón del Maipo, antes del lanzamiento, con música clásica de fondo, pero también temas como “Matador”, de Los Fabulosos Cadillacs; o “Yesterday”, de los Beatles. El neologismo “paenzar” deberá ser incorporado, se presume que en breve, al diccionario. El fenómeno que viene ensayando Paenza amerita esta inclusión por la manera distinta de acercarse a la matemática y al ejercicio de pensar –sin el espanto a equivocarse que, como imperativo, suele paralizar, desalienta y expulsa– que está cultivando el periodista y docente. El público, desde temprano, estaba preparado para jugar. Cuando Claudio Martínez irrumpió en el escenario, pasadas las ocho de la noche, lo primero que pidió fue que levantaran las manos quienes se hubieran llevado matemática en la escuela secundaria. Unas cuantas manos se alzaron sin vergüenza; otras, en cambio, quedaron flameando como banderas a media asta, acaso por el pudor de blanquear el bochazo. “Quienes todavía la tienen previa con presentar el libro de Paenza autografiado se la van aprobar”, bromeó el maestro de ceremonia. “Quiero que sea una fiesta para el país, no sólo para la matemática, sino para la ciencia argentina”, aventuró Paenza.
Un desopilante video ratificó la fiesta. Paenza no quería una presentación en la que todos hablaran bien del libro y de él, “como si estuviese muerto”. Martínez, su productor, lo hizo al proyectar “La historia negra” de este genio “maldito” de la matemática. Las personas damnificadas, amigos y compañeros de trabajo, decidieron dar la cara. El periodista deportivo Tití Fernández confesó, muy suelto de cuerpo, que él fue el profesor de Paenza, el verdadero artífice de un muchacho que en el pasado “no agarraba una”. “Si me apuran, les digo que era un burro; planteaba problemas que nunca tenían solución”. Tití la clavó en el ángulo al terminar su testimonio. “Al final, me rendí: colgué los logaritmos y me dediqué a ser periodista deportivo”. El matemático suelto, el personaje “peligroso” del video, estaba llorando de la risa, acompañado por Víctor Hugo Morales y Emanuel Ginóbili, la revelación de la noche es su rol de presentador. O vedettes, Maipo mediante. “La gente puede emocionarse y sonreír con la matemática”, comprobó Víctor Hugo. “Estamos en el teatro Maipo para decir: ¡Viva la matemática!”.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Credencial de médico del CHE

Carta Abierta a Cristina Fernández de Kirchner



 


Señora Presidenta de todos los argentinos:

Somos un grupo de curas que queremos vivir y dar la vida en medio de los pobres, los preferidos de Jesús. Lo que nos mueve y anima es –precisamente- el amor a los pobres, su dignidad, la justicia.
Es evidente que el pueblo argentino se expresó en las urnas el pasado domingo 23, aunque –debemos decirlo- era evidente que se venía expresando desde hace ya tiempo y es evidente también que lo seguirá haciendo. Esa expresión popular no puede ser escuchada o reconocida por quien no sepa –o no quiera- escuchar la voz del pueblo.
Y estamos convencidos de que el pueblo, en especial los más pobres, se expresaron no con el bolsillo, como algunos agoreros afirman, sino con el corazón. Que el pueblo lo tiene, ¡y grande! Corazón que supo reconocer que era tenido en cuenta en el trabajo, en la salud, en la educación, en sus jubilaciones, en sus mesas y en su propia vida. Corazón que sabe y sabrá reconocer lo que se hace en su favor o también cuándo se lo niega o se lo olvida.
Es por eso que queremos, desde nuestro lugar militante de vida, felicitarla, y alentarla, Señora Presidenta, a que no descanse mientras al pueblo le falte salud, trabajo digno, justicia, paz, y vida mejor para todos.
Sepa que desde nuestros lugares, nosotros estaremos allí. Acompañándola en la búsqueda cierta de una cada vez más justa distribución del ingreso sin temor a herir los intereses de la avaricia o codicia de personas o corporaciones, apoyando todo lo que entendamos como nacional y popular, cuestionándole con lealtad y amor a los pobres lo que no nos parezca bien, aplaudiendo lo que sea a favor de ellos, y soñando con un futuro siempre mejor para todas y todos.
Con profundo respeto y alegría, la saludamos afectuosamente


Marcelo Ciaramella (Quilmes)
Eduardo de la Serna (Quilmes)
Rodolfo Taboada (San Isidro)
Marcelo Margni (Quilmes)
Ricardo L. Carrizo (Quilmes)
Daniel E. Echeverría (San Justo)
Fermín Gauna (Quilmes)
Germán Pravia (Quilmes)
Marcos Alemán (Mendoza)
Gonzalo M. Llorente (La Rioja)
Enio Cargnello (Quilmes)
José Piguillem (Merlo-Moreno)
Rubén Capitanio (Neuquén)
Ernesto Narcisi (Añatuya)
Carlos Barbero (Zárate-Campana)
Félix Gibbs (Quilmes)
Sergio Agüero (Merlo-Moreno)
Pablo Agüero (Quilmes)
Roberto Murall (Santiago del Estero)
Eduardo Rodríguez (Quilmes)
Eduardo Farrell (Merlo-Moreno)
Héctor Sosa (Merlo-Moreno)
Carlos Morena (Bariloche)
Adrián Gómez (Quilmes)
José Luis Calcagno (Quilmes)
Adrián Bergallo (Quilmes)
Eduardo Brites (Quilmes)
Carlos Alberto Guerrera (Quilmes)
Nelson Barrios (Quilmes)
Ramiro de la Serna ofm (Merlo-Moreno)
Roberto Angeli (Quilmes)
Eduardo A. González (San Martín)
Eleuterio Ruiz (Lomas de Zamora)
Ignacio Blanco (Quilmes)
Carlos P. Gómez (La Plata)
Cristian Fernández Moores (Quilmes)
Luis Casalá (Mercedes-Luján)
Mariano Pinasco cp (C. A. Buenos Aires)
Damián Burgardt (Quilmes)
Marcelo Sarrailh (Córdoba)
Miguel Hernández (Quilmes)
Roberto Ferrari (Santiago del Estero)
Rodolfo Viano ofm (San Martín)
Roberto Musante sdb (C. A. Buenos Aires)
Francisco Olveira (Avellaneda)
Y adhieren además:
Gustavo Glería (Córdoba)
Gabriela de Lourdes Mayer (Córdoba)
Horacio Gallo (C.A. Buenos Aires)
Eduardo Leuzzi (Mendoza)
María del Carmen Madrid (Moreno)
Claudia Echeverría (C. A. Buenos Aires)
Graciela Dodyk (Avellaneda)
Guillermo Murillo (Florencio Varela)
Guillermo D. Ñañez (Florencio Varela)
Cristian Rodríguez Paez (Florencio Varela)
Edgardo N. Rodríguez (Quilmes)
Mariana T. Rodríguez (Quilmes)
Luis M. Rodríguez (Quilmes)
Juan Rodríguez (Quilmes)
Nélida Echeverri (Quilmes)
Walter Kaufmann (Bernal)
Mónica Rubalcaba (UNQ)
Gabriel Bicinskas (Justicia y Paz, Quilmes)
Daniel Cazielles (Wilde)
Alicia B. Cardama (Quilmes)
María J. Orihuela (C. A. Buenos Aires)
Marcelo Escobar (Quilmes)
Silvia Fernández (Quilmes)
Ingrid Rodriguez (Wilde)
Renzo Colluci (Quilmes)
Emanuel Fernández, (Quilmes)
Lautaro Foppiano, (Centro de Formación Social, Quilmes).
Andrea Quintana, (Quilmes)
Celia Haydeé Di Yorio, (Quilmes)
Nicolina Micicché, (Quilmes)
Pablo Foppiano, (Quilmes)
María Gabriela Arnaudín, (Bernal)
Roberto Foppiano, (Quilmes)
Susana Botindari (Quilmes)
Luis Staffora (Centro de Formación Social, Quilmes)
Gabriela Castori (Quilmes)
Rodolfo Brardinelli (Quilmes)
Gabriela Pisani FM (Quilmes)
Liliana López Foresi (C. A. Buenos Aires)
Claudia Pastorino (Centro de Formación Social, Quilmes)
Juan Roberto Presta (Vicente López)
Margarita P. Cuenca (Quilmes)
María Rosana Tornielli (Avellaneda)
Facundo Germán Fagiani (Avellaneda)
Alejandro Héctor Fagiani (Avellaneda)
Gabriel Fagiani (Avellaneda)
Daniel Rimoldi (Avellaneda)
Natalia Bettoni (Pastoral Social, Quilmes)
Y siguen las firmas….

CLARIN ESTA CONTENTO

Y LO DEMUESTRA EN SU PRIMERA PLANA