EL CLAN PUCCIO: ARQUÍMEDES PUCCIO, SU FAMILIA Y BANDA
Quienes
recorrieron los pasillos de la Municipalidad de Buenos Aires durante la
intervención a la misma de Leopoldo Frenkel, (4 de junio al 6 de agosto de
1973) deben recordar la vinculación de Arquimedes Puccio con la Secretaría de
Deportes y la relación de ésta con Lopez Rega. En dicha época Puccio y su gente
hacía ostentación de armas largas y recorrían el edificio municipal como “dueños”
del mismo y fueron considerados como un embrión de la Triple A.
Recordemos
también que Frenkel es sindicado como el facilitador al Cnel. Osinde de la infraestructura
de transporte y comunicación para la organización del acto de Ezeiza, el 20 de
junio de 1973.
Leopoldo
Frenkel se encontraba al frente del Consejo de Planeamiento desde 1971, un
órgano que salió a competir desde la derecha con los Equipos Político-Técnicos
de la JP.
Paradojalmente,
luego de su detención, pretendió alegar inocencia y que la persecución que
sufría era por haber pertenecido al peronismo revolucionario.
Arquímedes
Puccio nació en Barracas el 14 de septiembre de 1929 y murió en General
Pico el 4 de mayo de 2013). Era el mayor de tres hermanos. Contrajo matrimonio
con la profesora de contabilidad y matemática Epifanía Ángeles Calvo, con quien
tuvo cinco hijos: Alejandro, Silvia, Daniel, Guillermo y Adriana.
Fue
mayormente conocido por haber sido el cerebro del "clan Puccio",
conformado por uno de sus hijos y algunos secuaces, quienes entre 1982 y 1985 secuestraron y asesinaron a los empresarios Ricardo Manoukian, Eduardo Aulet, y Emilio Naum.
El
clan fue descubierto por la policía al momento de cobrar el rescate de la
empresaria Nélida Bollini de Prado gracias a la denuncia de los familiares de
la víctima, quien logró sobrevivir a sus captores.
Sus
dos hijos, Daniel y Alejandro tuvieron algún vinculo con los hechos delictivos.
Sus
secuaces fueron el Coronel retirado Rodolfo Victoriano Franco (quien lo conoció
por su paso en la Triple A), Guillermo Fernández Laborda y Roberto Díaz.
Puccio
egresó del Colegio Comercial Hipólito Vieytes de Buenos Aires, se recibió de
contador en la Facultad de Ciencias Económicas. Entre 1947 y 1964 fue
Vicecónsul en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Fue empresario,
miembro de la SIDE e integrante de la Alianza Anticomunista. Realizó misiones de correo diplomático
en Madrid. En 1973 concurrió a la Escuela Superior de Conducción Política
que dependía del Movimiento Nacional Justicialista.
Durante
esa época fue nombrado subsecretario de Deportes de la Municipalidad de
Buenos Aires.
Puccio con Laborda llegaron a ser miembros
del Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea.
Terminado
el proceso, Los Puccio, fueron conocidos como una familia que vivía en San
Isidro, tenían un local de artículos de deportes náuticos en la planta baja de
su vivienda, ubicada en Martín y Omar al 500. También eran dueños de un bar que
funcionaba en el edificio de al lado. A Arquímedes, jefe de la familia, se lo
veía permanentemente barriendo la vereda, a cualquier hora. La suya y la del
frente. Le decían "el loco de la escoba".
Pero
esa conducta aparentemente inocente ocultaba algo que saldría a la luz años más
tarde: que barría para tapar los ruidos que provenían del sótano en donde
retenían a sus víctimas.
LOS
SECUESTROS
Eduardo
Aulet, el 5 de mayo de 1983; Emilio Naum, el 22 de junio de 1984; Ricardo
Manoukian, el 22 de julio de 1982 y Nélida Bollini de Prado, el 23 de julio de
1985.
Además
de los cuatro secuestros conocidos, la policía en su momento sospechaba que el
clan tuviera relación con otros secuestros acontecidos algunos años antes.
Puccio había sido acusado de secuestrar a un empresario de Bonafide en 1973. Dicha
acusación no prosperó y fue sobreseído por falta de pruebas.
El
clan tenía planeado secuestrar a unas diez personas, según una lista escrita en
un papel que la policía encontró al allanar la casa de los Puccio cuando el
clan fue desbaratado.
La
primera víctima se trató de Ricardo Manoukian de 23 años de edad, fue
secuestrado el 22 de julio de 1982. Su familia pago un rescate de 250.000
dólares, pero Manoukian fue asesinado el 30 de julio con tres disparos en la
cabeza. Manoukian era un conocido de Alejandro Puccio (jugador del CASI), hijo
de Arquímedes.
El
5 de mayo de 1983 el clan secuestro a Eduardo Aulet, un ingeniero industrial
jugador del CASI, fue capturado cuando se dirigía a su trabajo en su vehículo.
Su familia pago 150.000 dólares de rescate, pero Aulet fue asesinado, su cuerpo
apareció cuatro años más tarde.
El
clan decidió emprender su tercer secuestro, la víctima sería el empresario
Emilio Naum. El plan era que Puccio, quien conocía bien a su victima, lo parara
mientras Naum se trasladaba en su auto para que lo acercase a unas pocas
calles, y allí emprender el secuestro. Pero al momento de llevar a cabo el
acto, Naum se resistió aún cuando tenía dos hombres que intentaban reducirlo,
uno de los secuaces de Puccio lo ejecutó con un tiro de pistola, y el clan se
dio a la fuga.
La
cuarta víctima se salvó porque entró la Policía. El 23 de agosto de 1985 la
policía allanó por sorpresa la casa de los Puccio, cuando
el clan había efectuado su cuarto secuestro, la empresaria Nélida Bollini de
Prado. Esta llevaba un mes en cautiverio, la policía tenía sospechas sobre la
familia. Cuando llegaron las fuerzas del orden, estaba atada al piso del
temible sótano de los Puccio. Alejandro y su novia estaban en la casa cuando
llegó la policía. El resto del clan fue detenido cuando intentaba cobrar el
rescate.
Una
semana después de las detenciones, el CASI salió campeón. Pero Alejandro no
vivió esa alegría. Pasaron casi tres meses para que al rugbier le tocara ir a
declarar al Palacio de Justicia. La presión fue demasiada y antes de llegar a
la sala se lanzó desde el quinto piso del edificio. Cayó sobre un puesto del
vestíbulo de la planta baja, pero sobrevivió.
En
diciembre de ese año Arquímedes Puccio fue condenado a reclusión perpetua más
la accesoria por tiempo indeterminado. Fue liberado en abril de 1997, por la
ley del 2x1. Volvió a ser detenido a fines de los 90 porque la Justicia
entendió que su liberación no había sido correcta.
Alejandro,
su hijo mayor, con una prometedora carrera de rugbier (llegó a jugar en Los
Pumas), también recibió una dura condena. Intentó suicidarse cuatro veces: se
ahorcó, se tragó cartuchos de máquina de afeitar, se electrocutó, y se tiró del
quinto piso de Tribunales. Este último intento le dejó las secuelas más graves
que le produjeron la infección que terminó con su vida en 2008. Daniel, el hijo
menor, tuvo participación únicamente en el último secuestro y estuvo preso tres
años.
Por
su parte, a las mujeres de la familia, Epifanía, Silvia y Adriana, nunca pudo
probarse su participación en los secuestros.
Alejandro
falleció en 2008, y su abogado aseguró que la muerte estuvo relacionada a las
secuelas de ese intento de suicidio en el Palacio de Justicia.
Arquímedes,
el líder del clan, también fue condenado a reclusión perpetua más accesoria por
tiempo indeterminado. Estuvo en prisión durante 23 años, hasta que la Justicia
determinó que por el régimen del 2x1 debían computársele 53 años y ocho meses
de prisión. Por ese motivo, fue beneficiado con la libertad condicional. Se fue
a vivir a la casa de un pastor evangelista, en General Pico, provincia de La
Pampa. Murió en mayo de 2013, a sus 84 años, por una complicación derivada
de un accidente cerebrovascular.
Ni
Arquímedes y Alejandro reconocieron jamás ser los autores de los secuestros y
asesinatos. Para los investigadores también formaron parte de esta organización
criminal Daniel Puccio, otro de los hijos de Arquímedes, el militar retirado
Rodolfo Franco y sus amigos Guillermo Fernández Laborde y Roberto Oscar Díaz.
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