viernes, 14 de agosto de 2009

El Negro Ricardo Ibarra: al que cariñosamente llamábamos “Dulce de Leche"

Un recuerdo de los cumpas Arbelos y Roca del MNR Tacuara
El Negro Ricardo Ibarra: al que cariñosamente llamábamos “Dulce de Leche"
Un luctuoso accidente se produjo anoche en la ruta nacional de la provincia de Córdoba, al cruzársele un caballo al automóvil "Peugeot" 404, chapa de la provincia de Buenos Aires 674.395 que circulaba a alta velocidad. Como producto de la violenta colisión, perdió la vida el conductor del mismo, el joven Marcelo Nazar Anchorena, perteneciente a una prestigiosa y conocida familia de nuestra sociedad. El extinto tenía 23 años de edad"

Esta noticia apareció en el diario "La Nación" de Buenos Aires algún día de octubre de 1964. Nosotros la leímos con los ojos llenos de lágrimas en la celda 145 del pabellón celular 5º de la cárcel de Villa Devoto.

Pero no estábamos llorando al joven parásito de nuestra sociedad. ¡¡No!! El bobo se nos estrujaba por un querido compañero y gomía: "El Negro" Ricardo Ibarra, al que cariñosamente llamábamos "Dulce de Leche".

Mote por el que lo conocían tanto los que lo protegían y querían, como los gorilas que lo perseguían y buscaban. Compañero de fierro....

Habíamos pasado las mil y una juntos... durmiendo en la sede de algún sindicato combativo... quemando banderas yanquis frente algún Minimax de Rockefeller o exigiendo el castigo de los asesinos de Felipe Vallese... o planeando "la boleta del Lobo".

Ricardo era muy querido en las villas de La Matanza, por donde paseaba su humanidad desgarbada y su andar de "cowboy". El "Flaco" Pamplona no se olvidará jamás de una aventura que le tocó vivir junto a "Dulce de Leche". Te la contamos...

Habían quedado en encontrarse para tratar un artículo que iba a aparecer en el Boletín de la Juventud Revolucionaria Peronista, sobre el Plan de Lucha que por aquel entonces la CGT estaba por largar; no te olvides que 1964 era el año del retorno de Perón.

Cuando llegó -tarde como siempre- le pidió a Pamplona que lo acompañara, que tenía que hacer algo muy urgente, que fuera con él así charlaban por el camino. Subieron al coche y se dirigieron hacia el Once. En la calle Pasteur estacionaron frente a uno de los tantos comercios mayoristas que hay por ahí.

-Esperá aquí que es un minuto nomás- le dijo Ricardo, mientras bajaba y enfilaba para el negocio.

Al rato empiezan a aparecer empleadas cargadas de mantas que las van acomodando e el asiento trasero y en el baúl del coche. Lo llenaron. Pamplona a través de las vidrieras, lo veía a Ricardo que hablaba con el que seguramente sería el patrón o el encargado. Gesticulaba, revisaba unos papeles y finalmente comenzó a buscarse algo en el bolsillo. Sale junto con el encargado a la puerta y desde allí le grita a Pamplona:

- ¡Flaco, alcanzame el portafolios!

Pamplona busca por todas las partes que habían quedado libres de mantas y no ve ningún portafolios. Finalmente, le dice que no lo encuentra.

¡Qué boludos!, seguro que quedó debajo de todas las mantas, en el asiento de atrás. dijo Ricardo mientras se dirigía al coche. Llegó. Se subió y con una mano hizo que buscaba entre las frazadas, mientras que con la otra puso en marcha el coche, metió la primera y arrancó. Con un chirrido de la gran puta, el auto pegó un salto y salió en dirección a la avenida Corrientes.

Ricardo se reía y sacando la mano izquierda por la ventanilla le hacía cuernos al dueño, que corría desesperado dentrás del coche gritando ¡¡¡Ladrones!!! ¡¡Me han robado!!.. Pamplona estaba aterrorizado.

A modo de explicación, mientras daban vueltas por una Villa repartiendo las mantas, Ricardo le dijo: -¿Sabés lo que pasa?, ya se viene el invierno y por aquí hace un frío de la gran puta y los compañeros si compran mantas no morfan.

Ricardo era protagonista de anécdotas como esta, diariamente, tanto en Argentina como en Uruguay cuando venía a encontrarse con nosotros.

La primera vez que fue a Montevideo, al llegar, nos contó el miedo que había pasado en el control de documentación del aeropuerto Carrasco. El loco había viajado con su propia documentación. Se había olvidado que lo buscaba la policía de todo el país. Le dimos un buen tirón de bolas y le planteamos que con sus documentos no volvía a Buenos Aires. Así que un compañero le "lavó" la libreta. La dejó en blanco. Cuando llegó el momento de volver a rellenarla dijo mientras se cagaba de risa: - Me quiero llamar Marcelo Nazar Anchorena. Lo miramos con cara rara...

Es que cuando te piden los documentos, si ven que sos de buena familia te respeta más y te joden menos- nos dijo a modo de explicación.

Al dia siguiente, el diario "La Nación", publicaba entre las noticias policiales:

"En fuertes cercanas a la Policía Federal se ha podido saber que el hombre muerto en el accidente de anteanoche en la ruta nacional de la provincia de Córdoba, era Ricardo Ibarra (a) Dulce de Leche, (a) El Negro, (a) El Loco, sin domicilio conocido, de 20 años de edad y soltero. Tenía pendientes varios pedidos de captura por pertenecer a organizaciones ilegales adictas al tirano prófugo. La documentación que portaba era falsa y se está investigando el origen del automóvil que se supone era robado"

Ricardo se dirigía a un Congreso clandestino de la Juventud Peronista en Tucumán.

Le velaron en el Sindicato del Calzado. El salón estaba repleto de gente, su gente.

Carlos Arbelos y Alfredo Roca

martes, 11 de agosto de 2009

Eva: filantropía de choque

Eva: filantropía de choque
ROGELIO GARCIA LUPO
En un clima diplomático tenso, con EE.UU., Eva Perón envió, en 1949, ayuda a los niños negros de Washington. El acto fue tachado de arrogante y generó pedidos de explicaciones.
ROGELIO GARCIA LUPO. Periodista.


En 1952, cuando falleció, hace ahora medio siglo, muchos aún recordaban en los Estados Unidos que tres años antes Eva Perón había asombrado al mundo político al enviar un avión con ayuda de invierno para los niños pobres de Washington.

Fue en 1949, en medio de un clima de tensión diplomática creciente entre nuestro país y los Estados Unidos, y en vísperas de que Harry Truman asumiera la presidencia. El vicepresidente Truman era un granjero de Missouri a quien la muerte del presidente Franklin Roosevelt depositó en el centro del poder mundial.

Truman arrojó sin titubear la bomba atómica sobre Japón y había dado muestras de que estaba dispuesto a poner a los Estados Unidos a la cabeza del mundo cuando se firmara la paz. Su elección por cuatro años, a partir del 21 de enero de 1949, fue una celebración internacional marcada por la guerra fría ya desatada contra la Unión Soviética y un reconocimiento hacia la mayor potencia. Las principales figuras de la política se hicieron presentes en Washington y todos se sorprendieron al recibir una comunicación de la embajada argentina que informaba sobre un evento que tendría lugar al día siguiente de los festejos oficiales. Se trataba de la entrega de ropa de invierno para 600 niños pobres residentes en los barrios bajos de la capital.

La donación en nombre de Eva Perón y su Fundación de Ayuda Social había sido gestionada cuidadosamente con el reverendo Ralph Faywatters, quien presidía la Children''s Aid Society, una entidad caritativa que protegía a los niños negros de Washington. Consistía en ropa de abrigo y calzado, fabricados en la Argentina y enviados por avión, lo que sugería la situación apremiante de quienes se beneficiarían con la ayuda.

La reacción del gobierno norteamericano no se hizo esperar y la embajada argentina tuvo que dar explicaciones sobre las intenciones del regalo. Entretanto, el reverendo Faywatters había puesto en acción a otras organizaciones y un total de 27 entidades —en su mayoría de ciudadanos negros— reclamaron su porción del cargamento. La idea de que el gobierno norteamericano podía impedir que los niños pobres obtuvieran su ropa de invierno argentina produjo una rápida agitación entre miles de familias de Washington.

El asunto fue tratado por la prensa internacional. La Agence France Presse describió "una situación que por momentos parecía casi enojosa, debido a la confusión producida por la inesperada noticia" de la donación. "No hubo intención de demostrar que en un país rico cual es Estados Unidos, hay niños ''pobres''", agregó la AFP. Los diarios de la cadena Scripps-Howard no ocultaron su perplejidad y publicaron en docenas de ciudades norteamericanas un comentario donde afirmaban que "la Fundación encabezada por la esposa del presidente argentino no hace las cosas con moneda pequeña ni tampoco peca de falsa modestia".

También trataron el episodio los semanarios de mayor circulación, como Newsweek, bajo el título "Señora" pockets (Señora bolsillos) y Time, que lo encabezó "Helping hand" (Dando una mano), donde no ocultaban que la filantropía peronista transpiraba arrogancia pero había golpeado exactamente en un punto muy sensible, el de la pobreza alarmante de la mayoría negra de Washington.

El reverendo Faywatters, silencioso cómplice de Evita, se hizo cargo de los regalos y retribuyó con una nota oficial donde subrayó que "entendemos ante esta evidencia su deseo (de Eva Perón) de que toda América viva y trabaje unida para bien de su pueblo (y) esta contribución para los niños necesitados está por encima de toda diferencia internacional de opinión política".

El caso quedó cerrado definitivamente y la embajada argentina insistió en que si bien la entrega formal de la donación se había superpuesto con la asunción presidencial de Truman, se trataba de una coincidencia sin propósitos secundarios.

Truman le dio en parte la razón a Evita cuando en su discurso de posesión afirmó que "Estados Unidos sufre el efecto de los precios excesivamente elevados, la producción no cubre aún las necesidades y los salarios mínimos son demasiado bajos, al mismo tiempo que las pequeñas empresas pierden terreno en beneficio de los monopolios". La prosa de Truman anticipaba los cambios en los derechos civiles para los negros aunque faltaban años y mucha sangre para que estos se concretaran definitivamente.


Unos apuntes de Eva Perón hasta ahora inéditos, pertenecientes a la Colección Alberto Casares, revelan cómo siguió personalmente la donación a la Children''s Aid Society y en todo momento fue conciente de su alto contenido político. "Sirva de ejemplo este acto y esta ayuda que lo hacemos con todo el respeto y todo el cariño por el gran pueblo de los Estados Unidos y humildemente le hacemos llegar nuestro granito de arena de ayuda", escribió con su tumultuosa caligrafía. En otro lugar afirma que "este avión argentino que pronto llegará a Estados Unidos representa a la bondad de nuestro conductor y lo que somos capaces de hacer por el desposeído, esté donde esté y se encuentre donde se encuentre".

Pero en Washington la procesión iba por dentro y a nadie se le ocultó que detrás de la prosa protocolar rugía la furia de la mujer más poderosa de la Argentina y sin duda la más famosa en el mundo de su tiempo. En los dos años siguientes la misma Fundación de Ayuda Social enviaría donaciones semejantes a más de ochenta países, entre los que se incluían naciones europeas devastadas por la guerra, pequeños principados africanos y prácticamente todos los países latinoamericanos. Sin embargo, aquella donación para los niños pobres de Washington D.C. resultó incomparable.

lunes, 10 de agosto de 2009

A vos chabón!!!

A vos chabón:

A vos pibe me dirijo; a vos que miras pasar la vida sin que te importe.
O que pensás que podés hacer nada por cambiar nada. Que casi no te interesa que te estén afanando: la Patria, tu futuro. Y el de tus hijos: la razón de tu vida.

Se te ocurre que esto fue siempre así. Y vos piola. Lo importante es la cerveza.

No seas dolobu: te estas cagando. Se están llevando puesto todo lo que vos querés, todo lo que vos amas.

Como vas a construir algo si te sacan todo? Vos crees que los del Norte son iguales? Que la vida la ven pasar?

Estas loco !!!

Ellos van a vivir bien mientras a vos te van a tener de esclavo para que le produzcas bienestar. La heladera de ellos va a estar llena, mientras que vos pensás como sobrevivís con la basura de comida que te ofrecen.

Vos sos boludo? En un país que tiene todo lo que necesitas para alimentarte te están queriendo enseñar que lo mejor es comer mierda. O mierda o nada, te dicen. Y vos que estas medio atontado te lo crees.
"Total me tomo otra birra, me mando una burguer, me meto en el cyber y me pongo a joder". Eso puede estar bien. Pero es como ir de cuerpo: No alcanza para darle sentido a la vida.

En un país que tiene petróleo las ganancias se la llevan los de afuera.
Y vos mirás como la guita se la gastan mientras tus amigos pasan hambre.
En el campo más fértil del mundo plantamos soja para que coman los chinos, mientras los pibitos pobres se cagan de hambre.

Como consecuencia de un mar inmenso vos pagas el pescado mas caro que en Europa. Y te enseñan a comer hamburguesas cuya compuesto esencial son las harinas. Minga de proteínas; así te va a quedar el mate: escuálido como rama seca.

Las vaquitas son ajenas. Y vos miras. Eso se come en otros países.

Te llevan en bondis y trenes de mierda porque vos no existís. Por que como a muchos le dijeron que lo importante era la cerveza. Y que si tenías mucha guita eras mejor. Lo que no te dijeron es que la guita ni
las vas a oler. Para eso tienen soldados y canas. Para protegerse de vos.

Se chorrean todo. Y vos pensás que no se puede hacer nada.

Si que se puede !!!

Y te necesitan todos. Los más viejos y jóvenes. Para tratar de encontrar los caminos. El triunfo es de los inteligentes. Y si se unen son casi invencibles.

O como te crees que hicieron los países que nos comen todo? Usando el marulo. Juntando la materia gris. Obligándose a pensar la realidad y ver cual es el horizonte soñado.

Creo que tenemos que tratar de imitarlos. No supongas que nos va a salir barato. Pero valdrá la pena. La Patria (esa que incluye a todos los que vivimos aquí) te lo va a agradecer. Siempre se va a acordar de vos.

Es que vas a pelear por vos. Por lo que a vos te gusta. Por tus amigos. Por tus costumbres. Por tu forma de ver al mundo. Por la gente que vos querés. Y por un ideal: la felicidad del pueblo: que es la tuya.

Ahh...eso si: pelear no significa tal o cual método. Te lo repito por si no te quedó claro: pelear es usar el marulo para lograr lo que todos necesitamos. Juntá a tus amigos y empezá a pensar.

Somos una colonia; necesitamos ser libres.

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Jorge E. Catena
jecatena@sursur.com

jueves, 6 de agosto de 2009

Perón habló sobre el problema de la basura

El hombre en ese sentido, trabaja normalmente en contra de la naturaleza, porque ha comenzado por convertir a la tierra en basurales.
El plástico es un ejemplo.
Es un elemento que sale de la famosa ley de que en la naturaleza nada se pierde, todo se transforma.
Pero el plástico es in transformable.
Se queda depositado como basura donde lo pongan, y la tierra se esta cubriendo de esos basurales indestructibles.
Algunos los echan al mar, que es lo mismo que dejarlo arriba de la tierra.
Los ríos se están convirtiendo en cloacas; ya no se pueden utilizar los ríos en la mayor parte del mundo porque están todos contaminados.
Los detergentes, insecticidas y todos los residuos que el hombre lanza actualmente están exterminando la flora y la fauna marítimas y fluviales, que podrían ser grandes fuentes de alimentación.

martes, 21 de julio de 2009

Un Planeta Llamado EVITA

Un Planeta Llamado EVITA
Por: Enrique Oliva (especial para ARGENPRESS.info) (Fecha publicación:19/02/2004
Un pequeño planeta que brilla en el firmamento recibió el nombre de 'Evita' por decisión de sus descubridores, los científicos y técnicos del Observatorio Astronómico de la Universidad Nacional de La Plata en 1948. Efectuadas las comprobaciones del caso, fue reconocido y registrado por la Unión Astronómica Internacional, máxima autoridad mundial, que oficializa los descubrimientos astrales.
La historia de este logro argentino puede verse en la publicación del Observatorio Astronómico de la Universidad Nacional de La Plata, editado en 1951 bajo el título 'De Ceres a Evita - Un siglo y medio de descubrimientos de planetitas'. Allí se puede leer:
'En la noche del 3 al 4 de agosto de 1948, los auxiliares del Departamento de Astronomía, Juan Macluf y Carlos Rogati, cumplían el encargo de la obtención de una placa con dos imágenes del planetita Gunhild. Examinada la placa con la cámara del Anteojo Astrográfico de 842 mm, el jefe del Departamento profesor Miguel Itzigsolin, además del planetita buscado, estableció la presencia de otro'.
Continuaron así complicados procesos de investigación con la participación de diversos científicos del Observatorio.
Al fin, terminado todos los estudios confirmatorios de la existencia de un pequeño planeta hasta entonces no identificado, la documentación fue enviada a la Unión Astronómica Internacional para obtener su reconocimiento y registro.
De acuerdo a normas internacionales preexistentes, 'el observatorio que haya suministrado el primer conjunto de posiciones que permita el cálculo de una órbita (y en este caso, además la ha calculado), tiene derecho de proponer el nombre definitivo del astro'. Provisoriamente se lo identificó como '1948 P A'.
El 7 de marzo de 1950, el director de la Central de Pequeños Planetas de la Unión Astronómica Internacional, profesor Raúl Hergot comunica al Director del Observatorio Astronómica de La Plata que 'puede Ud. presentar un nombre para el 1948 P A, el que será aceptado, a menos que no haya conflicto con algún nombre anterior'.
Pocos días después, el 25 de marzo de 1950, a propuesta de los investigadores del Instituto Superior del Observatorio Astronómico de la Universidad de La Plata, le asignó al nuevo astro el nombre de 'EVITA', 'como homenaje a la señora María Eva Duarte de Perón, por su intensa obra cristiana a favor de los niños, de los ancianos y los desamparados de todo el país y naciones hermanas'.
Hoy, a más de medio siglo de aquel honor acordado a Evita, cuando se han serenado las pasiones de odio que despertó en una minoría, ya prácticamente desaparecida, sigue brillando en el firmamento SU planetita.
El nombre asignado es definitivo e irrevocable y no podrá ser negado o destruido como ocurrió con tantas de las obras de Evita, que merecieron el agradecimiento de los humildes. También es un homenaje al General Juan Perón, que apoyó las investigaciones astronómicas en el país, bajo el asesoramiento del investigador en física nuclear y astrónomo Padre Jesuita Juan L. Busolini.
Nota:
'Ceres' (divinidad griega de la agricultura) es el nombre adjudicado al primer pequeño planeta o astro, descubierto en 1801 por el astrónomo José Piazzi del Observatorio de Palermo (Italia). Estos planetas son cuerpos celestes que giran alrededor de una estrella y que se hace visible por la luz que refleja, en particular los que giran alrededor del sol, como 'Evita' y la mayoría de ellos.

viernes, 10 de julio de 2009

EEl 11 de marzo de 1973 por Ernesto Jauretche

El 11 de marzo de 1973 será recordado en la historia como el día en que el pueblo peronista recuperó la democracia para todos los argentinos. Para nosotros, los militantes de esa época, fue el día en que las millones de manos que introdujeron en el sobre la boleta del FREJULI materializaron un sueño. Tan real como ese encuentro espontáneo en la esquina de Oro y Santa Fe donde "el tío" Cámpora aparecía pletórico a saludar a la multitud rodeado de jóvenes combatientes por la libertad en los balcones de la casona vieja sobre la marquesina de La Burdalesa. Vale la pena meditar hoy sobre los antecedentes de esa victoria popular.

Ese 11 de marzo el pueblo argentino pudo expresarse libremente, por primera vez desde que en 1955 el golpe apoyado por radicales, conservadores, comunistas y socialistas, la llamada Revolución Libertadora, había tronchado un sueño de libertad, de soberanía y de justicia. Durante esos 18 años habían ocurrido hechos oprobiosos: el Decreto 4161/55 firmado por Aramburu-Rojas-Alsogaray (que fue Ley en 1962 y conservó vigencia hasta después de Junio de 1963, cuando la Corte Suprema ratificó la constitucionalidad de esa norma que proscribía electoralmente al peronismo para despejar el camino del poder a Arturo Humberto Illia) es un ejemplo monstruoso de la iniquidad con que la llamada clase política de la época acompañó la brutalidad de los fusilamientos y el acoso de que fue víctima la mayoría electoral del país. Pero también sucedieron acontecimientos cuya lectura resuena en ecos aleccionadores para nuestro presente. Cuando fue desalojado del Estado, el pueblo se albergó en sus organizaciones sociales. Abolida la democracia política, la democracia popular se refugió en todo tipo de organizaciones libres del pueblo. Fábrica por fábrica se votó en la elección de Comisiones Internas, dando muestra de la vocación democrática y unidad de la clase trabajadora argentina. Florecieron el mutualismo, las cooperadoras escolares, hospitalarias y de trabajo y consumo, las asociaciones de ayuda social y de consumidores, la agremiación de profesionales, docentes y alumnos, las entidades educativas y culturales de base y hasta los clubes deportivos. En todas partes, donde se juntaban más de tres frustrados ciudadanos, se organizaban de manera solidaria para defender sus intereses. Y burlando la proscripción política, las organizaciones sociales prolongaron a pesar de todo el negado ritual de padrones, listas, urnas, cuarto oscuro, fiscales.Esos movimientos sociales -por más diverso que fuera su origen, sus objetivos y sus proyectos- poseían rasgos comunes, y similares a los que protagonizan la políticaargentina en nuestros días. Provenían del rechazo al fraude de una democracia irrepresentativa, que negaba la concurrencia u ofrecía opciones indeseables; participaban repudiándolas (como en el caso de los votos en blanco) o desnudando la farsa (como al elegir al obrero Andrés Framini gobernador de la provincia de Buenos Aires). Así, durante años, el movimiento social disputó palmo a palmo el monopolio de la representación política a los partidos.Aprovechando los márgenes de la legalidad, se constituían bajo formas organizativas de inspiración libertaria (en 1965 y 1966, en los Planes de Lucha de la CGT, llegaron a autogestionar miles de fábricas "tomadas"). Las decisiones se adoptaban en asambleas, en una práctica democrática de fuerte rasgo plesbiscitario. Y sus conducciones exponían el mandato a constantes pruebas revocatorias. La precariedad de sus recursos y la frecuente clandestinidad, las obligaba a asumir métodos de gestión sumamente eficaces y fluidos y a abominar toda burocracia. Por fin, la cercanía entre los asociados y el riesgo a que se exponían, imponían trasparencia y lealtad: la ética gobernaba las conductas individuales y asociativas. Aunque su actividad reivindicativa se orientaba hacia objetivos determinados sectorialmente, éstos representaban demandas concretas y cardinales para la vida de toda la sociedad (trabajo, vivienda, salud, educación, etcétera). Y las soluciones prácticas y sensatas que proponían las emparentaba en sus luchas con las de las otras organizaciones sociales comprometidas con un cambio de la situación social, económica y política imperante, excluyendo sin embargo toda voluntad de apropiación. Esa suma, que se manifestaba en una movilización constante de todos los sectores sociales en todo el territorio del país, desestabilizaba a las instituciones del régimen pero no lograba abrirle el acceso al poder político, dando origen a lo que algún sociólogo calificó como "empate hegemónico".El fundamento último de esa asociatividad pivoteaba sobre el eje que siempre caracteriza a las organizaciones del pueblo: la solidaridad. Por lo tanto, como hoy, sus fines disentían radicalmente con los proclamados por las doctrinas neoliberales. En ese marco general se inscribieron las múltiples tendencias ideológicas y políticas que enriquecieron el proceso de formación de conciencia del pueblo argentino en aquellos años de ilusiones: clasismo, izquierdas parlamentarias y revolucionarias, cristianos y clerecía progresista, organizaciones político-militares y sindicalismo combativo y revolucionario se nutrieron de esa experiencia de militancia social. Hacia 1973, la fortaleza formidable de ese movimiento popular, aportando cada una de las organizaciones sociales sus competencias y métodos, arrinconó al Partido Militar y a sus aliados políticos, aislándolo y combatiéndolo con huelgas, movilizaciones e insurrecciones. Obtuvo enormes victorias en el terreno de las reivindicaciones económicas y laborales, logró el retorno de Perón y, cuando arrancó la posibilidad de canalizar su energía renovadora a través del sistema representativo, rompió la proscripción de las mayorías y ganó las elecciones. En esa circunstancia, el gran movimiento social tuvo la sabiduría de adaptarse al orden constitucional, amparándose en las formas de diversos partidos políticos para legalizar su participación en la justa final por el poder. Los radicales juntaron adhesiones con Ricardo Balbín como postulante; el desarrollista Oscar Alende encabezó un acuerdo progresista; el grueso de las fuerzas conservadoras se alineó tras el "candidato joven", Ezequiel Martínez, caballo del comisario de Lanusse, y la izquierda paleolítica, como siempre, confluyó en una efímera coalición. El Movimiento Peronista, parcialidad predominante del movimiento social de la época, se constriñó hasta caber dentro del corset jurídico del Partido Justicialista y armó un vasto arco de alianzas: el Frente Justicialista de Liberación, que obtuvo más votos que todos los demás juntos. Pero esta victoria no escatimó esfuerzos ni arrugó frente a los riesgos. Innumerable cantidad de dirigentes sociales fogueados en casi dos décadas de luchas legales, semilegales y hasta clandestinas acudieron al llamado a una afiliación masiva a los partidos políticos. El activo de las organizaciones sociales blanqueó sus nombres y domicilios ante una justicia todavía servil al poder militar y padrones partidarios que fueron a dar a manos de traidores y corruptos. Había que ganar las "internas". Pero después tampoco fue fácil la convivencia entre los recién llegados -inexpertos y a menudo ingenuos en esas lides-, los desplazados por la irrupción de un activo dinámico y moderno y la vieja guardia cuyas fullerías partidocráticas venían a extirpar. Pero se aprendió también a convivir, defendiendo políticamente ideas y convicciones; a veces ganando y otras perdiendo, pero siempre disputando milímetro a milímetro cada espacio de poder. El conflicto social por la apropiación del excedente económico socialmente generado, había dado un salto en calidad: pasó de la fragmentación de las luchas reivindicativas, asaltó los Partidos Políticos y conquistó el Estado. Fueron las fuerzas veteranas que habían librado mil luchas sociales las que desde una renovada práctica política rompieron el cerco a que la partidocracia sometía a las jóvenes generaciones militantes y penetraron la democracia hegemonizada por los políticos del enjuague, el clientelismo y la exclusión. No está de más aclarar que semejantes esfuerzos de lo nuevo no alcanzaron para poner en retirada a las viejas fuerzas aliadas de la dependencia y el despotismo. Pero fue muy alto el nivel alcanzado históricamente por la libertad y el respeto a la soberanía popular. Se habían quebrado 18 años de proscripciones al movimiento mayoritario. Y la militancia había aprendido dos cosas: que en cada coyuntura histórica, apenas si somos eslabones de una larga cadena siempre inconclusa; y que la política es contingente y hay que saber avanzar concretando los sueños poco a poco. Paso a paso, porque "la victoria final" es una zoncera. Hoy, el proceso de reconquista de los espacios políticos por parte de un joven movimiento social está en marcha: avanza en la construcción de organizaciones económicas, sociales y culturales y mejora la calidad de su participación en el cambio de rumbo que Kirchner ha impuesto al estado. Concurre hacia una nueva democracia, donde el pueblo no sólo espera ser convocado cada cuatro años a votar, sino que cotidianamente cuestiona a sus dirigentes políticos, se mantiene activo frente a las amenazas del poder financiero y el capital concentrado y alerta ante el mensaje de los medios masivos de comunicación, y se organiza para expresar y defender sus intereses. Esa militancia rechaza con mayor énfasis cada día el mensaje nihilista con que el neoliberalismo alienta la indiferencia y la resignación. Es hora de que los contumaces dirigentes del sistema político decrépito comprendan que la defensa del viejo orden y sus privilegios contribuye también al éxito de la política de la antipolítica.
Ernesto Jauretche
Marzo 2005

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miércoles, 8 de julio de 2009

Los hermanos de San Martín: todos militares

Los hermanos de San Martín: todos militares

Por Eduardo Aldiser

Por Revista Raíz Argentina (España)

Dialogamos con Armando Puente, periodista argentino, investigador, escritor. Nació en 25 de Mayo, provincia de Buenos Aires. ¿Premonitorio para su interés por la historia?. Como periodista fue testigo de importantes acontecimientos en Latinoamérica, como la muerte de Eva Perón o la revolución cubana. Corresponsal durante diez años de France Presse en Madrid, actualmente vive en la capital española.
Sus libros de investigación histórica son: "Los hermanos de San Martín", editada en México; la biografía de "Alejandro Aguado, militar, banquero, mecenas”, publicada en Madrid. Tiene casi terminada "El banquero y el Libertador", segunda parte de la vida de Aguado.

Comencemos Armando, con la familia del General San Martín ¿De donde provenía?

El Capitán Juan de San Martín y su esposa, Gregoria Matorras, ambos nacidos en la provincia castellana de Palencia, tuvieron cinco hijos, todos ellos nacidos en las antiguas misiones jesuíticas, donde don Juan fue teniente gobernador de cuatro pueblos con siete mil indios, defendiendo la frontera de las incursiones de los bandeirantes portugueses.

Estos fueron sus hijos: Maria Elena fue la mayor y también la única mujer. Nació en Calera de Vacas, lo mismo que los dos primeros varones, Manuel Tadeo (1772) y Juan Fermín (1774). Los dos menores nacieron en Yapeyú, Justo Rufino (1776) y José Francisco (1778). Llegaron a España en marzo de 1784, es decir que Maria Elena tenía entonces doce años y José Francisco seis. Los cuatro hijos varones fueron militares y Maria Elena se casó con un militar nacido en Barcelona.

¿Podemos recordar donde se desempeñaron como militares los hermanos del Libertador?

"Manuel Tadeo (regimiento de infantería Soria), Juan Fermín (regimiento infantería Soria) y José Francisco (regimiento de infantería Murcia), entraron en el Ejercito español en edades entre los 13 y los 15 años. Combatieron siendo muy jóvenes en la Guerra del Rosellón contra la Francia Revolucionaria.

Posteriormente Juan Fermín embarcó en la Real Armada en enero de 1797 y participó en la batalla de San Vicente contra la flota inglesa. Luego, con la escuadra española coaligada a la francesa permaneció en Brest hasta 1801.

Juan Fermín de regreso a España fue destinado a Filipinas como capitán de Caballería, donde llegó a ser comandante de Húsares del regimiento Luzón y brevemente fue gobernador de Mindanao. Se casó en Manila, donde murió. Fue el único de los hermanos San Martín que tuvo descendencia masculina. El último de los San Martín murió en Filipinas en 1945."

¿Los comienzos de nuestro General San Martín?

"José Francisco embarcó en la fragata Santa Dorotea, en junio 1797 y participó en acciones navales hasta julio del año siguiente, en que tras enfrentarse con el navío inglés Lion fue hecho prisionero. Se reincorporó al regimiento Murcia dos años después.

Manuel Tadeo -al que su hermano José consideraba el hermano con más dotes y virtudes militares - como resultado de un confuso incidente ante un tribunal militar, fue condenado en 1801 a 8 años de prisión. Reintegrado en el Ejército en 1806, participó en la heroica jornada del 2 de mayo de 1808 en Madrid y en la defensa de Valencia.

Luego en la batalla de Tudela, en batallas en La Mancha, en Cataluña y en Valencia; al capitular esta ciudad fue hecho prisionero y llevado a Francia donde estuvo tres años. Terminada la llamada por los españoles “Guerra de la Independencia”, se le ascendió a Teniente Coronel en 1815 y a Coronel en 1818, siendo puesto al frente del Regimiento Provincial de León, donde estuvo hasta 1826 y luego un par de años como gobernador de la fortaleza de Pasajes ( San Sebastián), pasando entonces a retiro. Murió en Valencia - soltero - en 1851, es decir que siendo el hermano varón mayor fue el último en morir."

Seguiremos en la segunda parte conociendo detalles de las vidas de los hermanos del General San Martín. Seguramente concitará el interés de más de un argentino, por tratarse de aspectos de la historia que no nos han contado.
El cruce de los Andes

¿Cual ha sido Armando?

José Francisco embarcó en la fragata Santa Dorotea, en junio 1797 y participó en acciones navales hasta julio del año siguiente, en que tras enfrentarse con el navío inglés Lion fue hecho prisionero. Se reincorporó al regimiento Murcia dos años después.

Manuel Tadeo -al que su hermano José consideraba el hermano con más dotes y virtudes militares - como resultado de un confuso incidente ante un tribunal militar, fue condenado en 1801 a 8 años de prisión. Reintegrado en el Ejército en 1806, participó en la heroica jornada del 2 de mayo de 1808 en Madrid y en la defensa de Valencia.

Luego en la batalla de Tudela, en batallas en La Mancha, en Cataluña y en Valencia; al capitular esta ciudad fue hecho prisionero y llevado a Francia donde estuvo tres años. Terminada la llamada por los españoles “Guerra de la Independencia”, se le ascendió a Teniente Coronel en 1815 y a Coronel en 1818, siendo puesto al frente del Regimiento Provincial de León, donde estuvo hasta 1826 y luego un par de años como gobernador de la fortaleza de Pasajes (San Sebastián), pasando entonces a retiro. Murió en Valencia - soltero - en 1851, es decir que siendo el hermano varón mayor fue el último en morir.

Justo Rufino tuvo también una trayectoria muy destacada, ¿verdad?

Justo Rufino ingresó en 1794 en la Guardia de Corps (para entonces sus otros tres hermanos habían participado en una treintena de acciones militares cada uno de ellos). Participó en el golpe de Estado de Aranjuez en el que el rey Carlos IV fue depuesto por su hijo Fernando.

Acompañó al rey Fernando VII hasta la frontera francesa, cuando iba a reunirse con el emperador Napoleón y se unió en Zaragoza a Palafox y otros oficiales de la Guardia de Corps , defendiendo heroicamente la ciudad en el primero y segundo sitio llevado a cabo por los franceses. Tras la capitulación, fue hecho prisionero, pero se escapó cuando era conducido a Francia, pasando a integrar una especie de cuerpo de comandos, mandado por el general ingles Charles William Doyle, combatiendo así bajo bandera británica en Cataluña y Valencia (acciones en San Carlos de la Rápita, Peñíscola, Tortosa, etc.) y pasando luego a Cádiz (sitiado por los franceses), siempre a las ordenes directas de Doyle.

Fernando VII no le reconoció el grado de Teniente Coronel. Como Capitán siguió en Madrid y al negársele el ascenso, se retiró en 1821. Para entonces se había producido la revolución liberal y Justo Rufino ingresó en el cuerpo de Caballería de la Milicia de Madrid, con el grado de Teniente Coronel y adjunto del marqués de Pontejos. Un año después, al radicalizarse la revolución liberal, Pontejos, Justo de San Martín y otros liberales moderados decidieron exiliarse en Paris.

¿Quiere decir que nunca volvieron a América, su lugar de nacimiento?

San Martín fue el único de los hermanos que regreso a América, a nuestra Argentina. Lo hizo en 1812 cuando tenía 34 años y después de haber vivido 26 años en España. Durante los catorce años que vivió en América (1812-1824, liberando a Argentina, Chile y Perú ), mantuvo contacto con sus hermanos Manuel Tadeo ( al que invitó a integrar las filas independentistas ) y Justo Rufino, que lo esperaba al llegar a Europa en 1824.

Después - entre 1824 y 1832 - Justo Rufino pasó largas temporadas junto a su hermano José en la ciudad de Bruselas (que entonces formaba parte del reino de los Países Bajos) y en París. José de San Martín mantuvo contacto epistolar con sus hermanos Maria Elena y Manuel Tadeo y le hizo un significativo legado en su testamento a su hermana y a su sobrina. Probablemente José de San Martín no supo que su hermano Juan Fermín, muerto en Manila (Filipinas) en 1822, había tenido descendientes y creyó siempre que la única descendiente de sus hermanos era la hija de Maria Elena (que murió en Madrid).

¿Como es posible que los historiadores argentinos y especialmente Mitre, nos hablen tan poco de sus hermanos y la relación que tenían con José de San Martín?

Mi opinión es que el yerno de San Martín, Mariano Balcarce, (casado con Merceditas, la única hija del Libertador), destruyó parte de la correspondencia privada de su suegro y solo entregó a Mitre la correspondencia y documentación que se refiere a aspectos públicos y políticos. De ahí que no se tenga la correspondencia que San Martín pudo tener con compañeros de armas de los 26 años que vivió en España, ni tampoco la que tuvo con sus hermanos. Balcarce vivió en Francia como diplomático de los sucesivos gobierno argentinos durante más de 40 años.

De ahí la importancia de la documentación que he podido encontrar en archivos franceses (medio centenar de documentos relacionados con Justo y con José de San Martín). Me ha permitido reconstruir aspectos de la vida de ambos, totalmente desconocidos. También la documentación encontrada en archivos madrileños que me ha permitido reconstruir la vida de Maria Elena con su esposo González de Menchaca, en La Mancha , Galicia y Madrid , y luego - al quedar viuda - en Madrid durante un cuarto de siglo, con su hija."

Armando, más de un argentino se va a asombrar al conocer estos datos. Muchas gracias por tu aporte.
María Elena San Martín, hermana del Libertador, vivía en Madrid

Calle del Príncipe, 13 - Madrid (Foto: Revista Raíz Argentina)
Maria Elena, la mayor y también la única mujer de la prole San Martín- Matorras, nació en Calera de Vacas, Provincia de Corrientes, Argentina, lo mismo que los dos primeros varones, Manuel Tadeo y Juan Fermín.

El título se refiere a los demás hermanos varones de José Francisco. Sin embargo también María Elena estaba vinculada al mundo castrense al casarse con González de Menchaca, militar catalán con quien vivió en La Mancha, Galicia y finalmente en Madrid. Tras enviudar, su vida continúa en la casa del tercer piso de calle del Príncipe, 13 cuya fachada actual ilustra esta nota.

Realizamos con Armando Puente los recorridos habituales de esta San Martín ligada a Madrid. Cada día asistía a misa a la parroquia de San Sebastián, en la calle Atocha, donde además fue sepultada en lo que entonces eran los fondos de la iglesia, donde hay un pequeño cementerio.

Cuando uno es argentino y se encuentra ante lugares que se vinculan familiarmente con el Libertador, se siente un cosquilleo, producto del fervor con el que vivimos nuestra historia argentina.

Tilingos Arturo Jauretche

Tilingos
Arturo Jauretche
(Revista Confirmado)
Junio 1966



CONFIRMADO me propuso este tema. Pensé entonces que era la oportunidad para ofrecer una respuesta, entre las muchas que pueden articularse, a un interrogante que plantea José Luis de Imaz en Los que mandan; "¿Por qué, no obstante su peso económico, su rol en la modernización, y haber sido innovadores tecnológicos, los empresarios no pesan en la vida del país?".
O pesan al revés. Este es el caso de ciertos tipos de grupos económicos capitalistas, adscriptos a la política de la Sociedad Rural, ya consolidados dentro del viejo sistema agro-importador, que prefieren un mercado interno pobre en condiciones de monopolio a un mercado en crecimiento en condiciones de competencia, como los que apoyaron la política de contención del progreso en las Juntas Reguladoras de la Década Infame. Sólo que éstos sí saben lo que quieren.
Pero no voy a hablar de economía, sino del tema propuesto; de la forma en que la tilinguería impone sus pautas, y cómo ellas están perturbando el desarrollo de la inteligencia nacional y sus impulsos creadores.
Y ésta es cosa de que debe tomar cuenta también el político militante, si es que no sabe que el comité ha muerto definitivamente. Porque los estados de opinión, entre los cuales tiene importancia fundamental el slogan que surge de la cuestión de los status, pesan mucho más que una recluta que sólo vale para las elecciones internas.
En el Espasa Calpe se lee tilingo: "Argentinismo: Insustancial, ligero, que habla muchas tonterías". Segovia, en su Diccionario de Argentinismo", expresa: "Dícese de la persona simple y ligera que suele hablar muchas tonterías".
Los paisanos, de un tipo así, dicen; "Hombre sin fundamento".
Don Hipólito -desde luego, Yrigoyen es el Hipólito por antonomasia- decía "palangana". Supongo a esta expresión tradicional y fundada en la poca cosa y mucho ruido de la enlosada al caer retumbante.
Usted lo conoce al tilingo. Y si no lo conoce, ahí lo tiene al lado, en esta mesa de un café céntrico donde se han sentado cuatro o cinco tipos con portafolios.
Algún día habrá que escribir la historia del hombre del portafolio. Hubo la etapa de la posguerra con los "ingenieri" italianos recién llegados que escondían bajo el cuero -con una sugestión de planos y patentes de invención- el sandwich de milanesa del almuerzo. Ahora es posible que el portafolio contenga la cuarenta y cinco persuasiva, o la concluyente tartamuda portátil.
Pero esos que están en la mesa de al lado sólo llevan allí sueños, proyectos, hipotéticas transacciones. Andan a la búsqueda de enganchar algo, intermediar en alguna operación cualquiera para ganar una comisión, y muchas veces intermediando entre intermediarios. Generalmente se ayudan con el teléfono de un amigo que tiene escritorio y al que han pedido permiso para que les "dejen dicho". Ese teléfono, la mesa del café y el portafolio constituyen su establecimiento comercial.
Mientras llega "el asunto*', hablan de fútbol, de carreras, de política, de economía.
Cuando tocan estos dos temas últimos, nunca faltará quien diga: "Lo que pasa es que los obreros no producen". Ahí está el tilingo.
No se le ha ocurrido averiguar qué es lo que él produce y qué producen todos ellos, puntas sueltas, mallas erradas en la enorme red de intermediación que es Buenos Aires.
Que un tipo que no produce diga, en una reunión de tipos que no producen, que no producen los únicos que producen algo, es tilinguería. En esto de producir, tenemos muchos productores rurales por el estilo que creen que la condición de productor la da la propiedad de una estancia, unos breeches y unas botas de polo, que viven en la ciudad -"porque mi señora dice que hay que educar a los chicos"- y dan una vuelta por el campo cada quince días. Productores rurales son los que trabajan y producen en el campo, que pueden ser patrones o peones, pero no los que no intervienen en la producción sino como propietarios, y que son rentistas aunque no arrienden. Estos también son de los que dicen que los "obreros" no producen. Y ya no desde la posición marginal del tipo del portafolio, sino empinándose como "fuerza viva" sobre la que descansa la economía del país.
Inevitablemente, éstos y otros representantes de la tilinguería son los que, ante la menor dificultad, califican al país: "Este país . de m...", colocándose fuera del mistao a los efectos de la adjetivación. Y la verdad es que el país lo único que tiene de eso son ellos: los tilingos.
EL racismo es otra forma frecuente de la tilinguería.
La tilinguería racista no es de ahora y tiene la tradición histórica de todo el liberalismo. Su padre más conocido es Sarmiento, y ese racismo está contenido implícitamente en el pueril dilema de "civilización y barbarie". Todo lo respetable es del Norte de Europa, y lo intolerable, español o americano, mayormente si mestizo. De allí la imagen del mundo distribuido por la enseñanza y todos los medios de formación de la inteligencia que han manejado la superestructura cultural del país.
Recuerdo que cuando cayó Frondizi, uno de esos tilingos racistas me dijo, en medio de su euforia:
-¡Por fin cayó el italiano! Se quedó un poco perplejo cuando yo le contesté:
-¡Sí!, lo volteó Poggi.
Muchos estábamos enfrentados a Frondizi; pero es bueno que no nos confundan con estos otros que al margen de la realidad argentina, tan italiana en el presidente como en el general que lo volteó, sólo se guiaban por los esquemas de su tilinguería.
Ernesto Sábato, con buen humor, pero tal vez respirando por la herida, ha dicho en Sobre héroes y tumbas más o menos lo siguiente: "Más vale descender de un chanchero de Bayona llamado Vignau, que de un profesor de filosofía napolitano". La cita me chocó en mi trasfondo tilingo (fui a la misma escuela y leí la misma literatura) porque tengo una abuela bearnesa también Vignau, tal vez más que por lo de Bayona, por lo de chanchero (vuelvo a recordar que fui a la misma escuela, etcétera).
La verdad que ni el presidente ni el general son italianos. Simplemente son argentinos de esta Argentina real que los liberales apuraron cortando las raíces.
Pero la idea liberal o sarmientina no era ésa. Ella tenía, y tiene, una escala de valores raciales que se identifican por los apellidos cuando son extranjeros. Arriba están los nórdicos -con escandinavos, anglosajones y germánicos-; después siguen los franceses; y después los bearneses y los vascos; más abajo los españoles y los italianos, y al último, muy lejos, los turcos y los judíos. Cuando yo era chiquilín nunca oí nombrar a un inglés -que generalmente era irlandés, pero la diferencia era muy sutil para entonces- sin decir "Don", aunque estuviera "mamao hasta las patas". El francés, a veces, ligaba el Don; y en ocasiones, el vasco. Jamás el español, que era "gallego de...", lo mismo que el italiano "gringo de...". ¡Para qué hablar del turco y del ruso.'
En La condición del extranjero en América, Sarmiento parece revisar sus tesis sobre la inmigración. Pero no nos engañemos: se sintió defraudado por la misma porque vino del Mediodía de Europa. El hubiera querido una inmigración de arquetipos, y los arquetipos son los que estaban en lo alto de su escalera antiamericana y antiespañola.
Afortunadamente fracasó, y eso es lo que nos ha salvado como nación. En algún lugar he recordado las palabras de Hornero Manzi cuando me dijo:
-Lo que nos ha salvado es la actitud del italiano y el turco, que en lugar de proponerse como arquetipos, propusieron como tal al gaucho; así, en el ridículo del cocoliche se nacionalizaron en lugar de desnacionalizarnos.
Sólo falta imaginar lo que hubiera ocurrido si las pampas y las aldeas se hubieran poblado de los ejemplares arquetipos deseados por ese racismo, con la actitud de obsecuencia de las generaciones liberales para todo lo foráneo.
Ya se ha dicho que esa tilinguería racista viene de lejos.
Pero se acentúa cuando se producen cambios sociales. Entonces, la tilinguería se exacerba en una peyorativa actitud racista. Pasó con el acceso al poder del radicalismo. Los tilingos de entonces cargaron el acento sobre los apellidos italianos de la nueva promoción política suscitada con el ascenso de la clase media: la pequeña burguesía inmigratoria y los doctores de primera napa nacional,
La oposición conservadora adoptó un aire peyorativo que se tradujo en toda una literatura política, que fue del periódico -La Mañana y La Fronda, sucesivamente, fueron sus expresiones más calificadas- hasta el discurso parlamentario. Se jugaba, por ejemplo, con la equívoca significación de algunos apellidos; así, la triple fórmula Coulom-Coulin-Culacciatti, que integraba, con la igual finalidad peyorativa hacia los criollos desconocidos, don Julio del C. Moreno -un personaje riojano- completaba el ridículo en la imagen anal. Hasta cuando el apellido era patricio se lo modificaba para ponerlo a tono: así, padeciendo Yrigoyen de un posible mal de las vías urinarias, el doctor Meabe, su médico de cabecera, se convertía en el doctor Meabene para adecuarlo a la cita siguiente que era la de un correligionario de la 3a Don Plácido Meo.
En realidad, para los que lo escribían no se trataba de otra cosa que de un recurso humorístico. Pero para el tilingo de entonces el fundamento más real, el que más invocaba, el que más jugaba, era ese de los "gringos", Y lo de "gringos" sólo jugaba para los descendientes de inmigrantes provenientes del Mediodía de Europa. No para los otros.
Pasó mucha agua bajo los puentes, y vino otro movimiento multitudinario: el de 1945. Ya los gringos se habían incorporado y su presencia política no lesionaba a la tilinguería, no sé si es porque de las nuevas promociones ascendentes habían salido también promociones de tilingos. Sólo así puede explicarse que un hijo de italianos -Sammartino- haya hablado despectivamente de los "negros" al referirse al "aluvión zoológico", en una caracterización evidentemente racial y peyorativa, cuando aún estaba fresca la tinta que lo había calificado a él también peyorativamente.
Que "el gringuito" de unos pocos años atrás se sienta vieja clase frente a los descendientes de los conquistadores en la confrontación de sus apellidos no revela simplemente que "el gringuito" se ha incorporado a la tilinguería. Lo grave es que se ha frustrado como guarango. Y la guaranguería es la espontaneidad de las nuevas clases, de las promociones que irrumpen con cada ascenso de la sociedad, porque los dos grandes movimientos populares del siglo -el de 1914-16 y el de 1943-45- han sido la expresión de eso: de ascensos masivos.

Arturo Jauretche

No corresponde aquí desentrañar las raíces económico-sociales de los dos hechos históricos; ni siquiera la coincidencia con las dos guerras mundiales que nos aislaron de los países arquetipos en una neutralidad intolerable para los tilingos, pero que dio las bases para una consolidación propia.
Usted puede hacer un fácil test. Yo lo he hecho.
Sé que un fulano se ha gastado 15 millones de pesos en un departamento de la Avenida del Libertador. Nos encontramos y le adivino la intención de informarme de su compra, como corresponde al guarango. Pero yo quiero saber si está frustrado como tal y lo madrugo diciéndole antes de que me dé la noticia:
-Estoy muy afligido por un amigo que se ha gastado más de 10 millones en un departamento de la Avenida del Libertador...
-¿Y por qué se aflige? -me pregunta inquieto. Le contesto:
-Y... porque la Avenida del Libertador no es "bien"...
-Pero entonces..., ¿qué es "bien"? -pregunta desesperado.
-"Bien" es de la plaza San Martín hasta la Recoleta, de Santa Fe al Bajo. Y dentro de ese radio. "bien", "muy bien", el codo aristocrático de Arroyo, como dice Mallea: Juncal, Guido, Parera. . .
Le veo en la cara al hombre que está desesperado. Y entonces, lo remato:
-La Avenida del Libertador es como tener un leopardo de tapicería sobre el respaldo del asiento trasero del coche.
El leopardo lo tiró a la vuelta. Del departamento no sé.
Pienso que lo hecho es una crueldad, pero la investigación "científica" es así.. ., cruel como la vivisección.
Yo quería saber si el hombre era un burgués con toda la barba o un tímido burguesito en camino de terminar en tilingo. El que es verdaderamente burgués sigue adelante, cumple su gusto, se realiza con la arrogancia del vencedor y compra en la Avenida del Libertador, precisamente porque es caro, porque acredita su victoria y la prestigia ante los burgueses. Si quiere barrio, compra; y si quiere apellido y mujer distinguida, compra también. Podría citar casos. Pero no se achica, se disminuye; no se acomoda a los esquemas y limitaciones de los tilingos.
De aquí que mientras en Europa y en Estados Unidos un banquero o un industrial miran a un ganadero como un "juntabosta", aquí el ganadero lo mira por arriba del hombro al empresario. Y el empresario, que quiere ser "bien", se ve obligado a comprar estancia, a tener cabaña -así sea de perros-, porque sólo por la Rural, y tal vez por el Kennel Club, puede lograr ascenso social que apetece.
Lógicamente esta burguesía, desde que imita a la vieja clase, se somete a todas sus normas y, por consecuencia, también en política.
Ese sometimiento y esa adhesión a las viejas clases -incongruente económicamente- no sólo se ejerce verticalmente. También horizontalmente, cuando contemplamos la geografía social del país.
Así, los titulares de los intereses vitivinícolas de Cuyo y los tabacaleros, azucareros y fruticultores del Norte, que necesitan un mercado interno de alto poder de compra -es decir, que el Litoral desarrolle una política de alto nivel de vida-, están ligados políticamente a los conservadores del Litoral, gobernados por cabañeros e invernadores cuya tendencia es producir a bajo costo en un mercado de poco poder adquisitivo para cumplir la función asignada en la división internacional del trabajo como abastecedores ultramarinos de las metrópolis. Esta incongruencia es difícil de explicar, pero no son ajenos a ella el prestigio social del Litoral y la incapacidad burguesa de los del interior en los respectivos grupos patronales. Esta gente de Cuyo y del Norte es muchas veces portadora de apellidos españoles de abolengo arribeño, de mucho mayor cotización histórica que los abajeños del puerto. Pero queriendo asimilarse a la alta clase del puerto se han sometido a las normas políticas e ideológicas de los principales. De "bien" provincianos, quieren ser "bien" en la Capital. ¿Cómo extrañar entonces que los guarangos frustrados del Litoral se hagan tilingos, si la misma tilinguería la padecen muchos aristocráticos descendientes de la Conquista por el Perú?
La tilinguería cotiza una marca de vino, un tabaco, un pomelo, o una palta, muy por debajo de un toro lleno de medallas. Se entra muy bien en la alta sociedad llevando de la rienda al toro, pero es difícil mostrando una botella de vino por lujosa que sea la etiqueta, por más sugestiones de chateau que evoque, tanto en la presentación como en la exquisita calidad del producto.
A un cuarto de siglo de la entrada del país al capitalismo, debemos recordar que el capitalismo naciente en la Argentina fue ajeno en sus hombres al hecho histórico que lo provocaba, produciéndose la paradoja de que le correspondiese a la clase obrera abrir la etapa del desarrollo económico burgués. Más aún: la nueva burguesía sigue aún incapacitada para jugar su papel, y es precisamente porque en la medida que asciende, pierde conciencia de su propia realidad para hacer suya la imagen de importancia que le presenta el tilingo. Se queda en el "medio pelo" y, rechazando el triunfo burgués, se adecúa al remedo, a la imitación de la alta clase con la que cree tomar contacto cuando se acomoda a la imagen de alta sociedad que le brindan los declasados.
Hubo un tiempo en que los venidos a menos económica y socialmente se jactaban de ser un pequeño sector domiciliado en el "Palacio de los Patos" de la calle Ugarteche. Ahora se han multiplicado. desde detrás de la Recoleta hasta San Fernando, a lo largo de las vías del Central Argentino. (Lo designo así porque la nueva nominación ferroviaria es completamente tilinga, aunque la hayan hecho los guarangos, lo que prueba que, en esta materia, todos tenemos tejado de vidrio.)
Landrú ha identificado perfectamente los personajes describiendo en el "gordi" y el "mersa" la oposición tilinguería-guaranguería. El botellero próspero, con su Valiant resplandeciente, es feliz echándole soda al vino de marca, ocupando las mesas de los restaurantes caros, hablando fuerte de lo que dijo-"su señora", mientras "cena". Está en el camino de constituir una burguesía. Todavía no tiene conciencia de que constituye un sector de la sociedad correspondiente a una etapa de la economía, y no ha alcanzado a comprender la correspondencia de sus intereses personales con los intereses de su grupo. Hijo de sus aptitudes capitalistas -aunque muchas veces también más de la inflación que de su capacidad, o de equívocas actividades comerciales-, está en el camino de constituir una burguesía. Pero en el momento de definirse como burgués y adquirir la psicología correspondiente, nota el contraste de sus gustos y normas con lo que es "bien". Desde que se ha mudado al barrio Norte, desde Gerli o Quilmes, y la "señora" ha olvidado la batea deslumbrada por la máquina de lavar, ha hecho nuevos contactos que le dan la idea de una meta social que tiene que alcanzar. Comienza él también a añorar la época en que "el servicio daba gusto" y en que el obrero -el "negro"- se mantenía "donde debe estar". Olvida de inmediato que es precisamente ese cambio el padre de su prosperidad y de su posibilidad de acceso a niveles más altos. Más aún. que el mantenimiento de ese cambio y su profundización es su única garantía. Quiere dejar de ser "mersa" y sólo logra ser "gordi". E inmediatamente tiene el complejo político del "gordi", a quien comienza a imitar.
Y comienza a imitar a una imitación, tomando por modelo las malas copias. Porque la tilinguería constituida por las "gordis" no es ni remotamente la alta clase a la que cree aproximarse.
Desde la época en que los declasados se refugiaban en la calle Ugarteche, todo el "Norte" liminar se ha llenado de falsos declasados. Se ha constituido un sector social entero que vive en la convención de que "todo tiempo pasado fue mejor" en aquella "Jauja" retrospectiva -"cuando la tía Leonor tenía Lando"-; de miles de familias que se aterran al recuerdo de un ascendiente que figuró algo en la segunda y la tercera línea de los amanuenses de la oligarquía, Descendientes de militares -un oficio generalmente despreciado por la alta clase-, de secretarios de juzgados, directores de oficinas, bancarios pueblerinos y hasta de conscriptos de Curu-malal, se han construido imaginativamente un pasado señoril que tratan de revivir en una vida forzada que absorbe casi todos sus recursos en gastos de representación.

martes, 7 de julio de 2009

Perón Poeta

De: conozcamoslahistoria@gruposyahoo.com.ar

Perón Poeta
Transcribimos fragmentos de un poema escrito por el joven Juan Domingo Perón en 1911, y cuyo original se encuentra en la Sección "Tesoro" de la Biblioteca Nacional.

Permiso pido señores
Y al silencio la atención
Para esto se quiere gracia
La cual no la siento yo
Si las gracias se compraran
Yo también las compraría
Atiendan nobles señores
Yo emprendado que anduve un día.

Yo tenía mi buen sombrero
Que el capa no conocía
Cuando no tenía pañuelo
De goliya me servía
También tenía mi buena camisa
Que era de salir a noviar
Una tira por el cogote
Y otra por el costillar.

También tenía mi buena bombacha
De rica bayeta blanca
Que salía reculando
Para que no me vieran el anca
También tenía mi buen recado
Que era de salir a pasear
Y que un capitán de Bahía
Me lo andaba por comprar.

Tenía mi buen cojinillo
De cuero de carnero negro
Mis buenos bastos (...)
Formando bien el apero
Tenía mi buen pretal
Buena cincha y encimera
Y unos estribos de palo
Que no los usa cualquiera.

.....................................

Toda la gente miraba
Y empezaban a secretear
Diciendo sería un resero
Que una tropa iba a comprar
Y ai me pusieron un banco
Cerquita de una mujer
Vino una rubia con la guirarra
Cante Ud. ha de saber.

domingo, 5 de julio de 2009

9 de julio de 1816 Un acto de coraje

Un interesante artículo de mi amigo Tito Bardini sobre el trascendental paso dado en Tucumán.
Rodolfo Parbst
9 de julio de 1816 Un acto de coraje
El 9 de julio de 1816 cae un martes. A las dos de la tarde, los diputados del Congreso, reunidos en San Miguel de Tucumán, comienzan a sesionar bajo la presidencia del representante por San Juan, Francisco Narciso Laprida. El diputado Teodoro Sánchez de Bustamente, de Jujuy, pide que se trate el proyecto “sobre la libertad e independencia del país». La solicitud se acepta sin discusión. No es el mejor momento de la historia para dar un paso así, pero los legisladores de ese momento (a diferencia de muchos de sus colegas actuales) tienen sus atributos bien puestos en el lugar que corresponde. Y se animan.
Por Roberto Bardini
bambupress@Argentina.com
La elección de Tucumán como sede del Congreso simboliza el intento de la elite política de Buenos Aires de lograr el apoyo del interior del país. Para llegar a la capital norteña, los diputados porteños recorrieron largos y accidentados caminos en diligencia. El viaje desde la ciudad puerto duraba aproximadamente un mes.
«La Declaración de la Independencia fue, básicamente, un acto de coraje, una especie de gran compadrada en el peor momento de la emancipación americana», escribe Félix Luna. El historiador explica por qué :
«En el norte del continente, Bolívar había sido derrotado. Chile estaba nuevamente en manos de los realistas. Los españoles amenazaban Salta y Jujuy y apenas si eran contenidos por las guerrillas de Güemes. Para empeorarlo todo, Fernando VII había recuperado el trono de España y se preparaba una gran expedición cuyo destino sería el Río de la Plata. La Banda Oriental estaba virtualmente ocupada por los portugueses. Y en Europa prevalecía la Santa Alianza, contraria a las ideas republicanas. En ese momento crítico los argentinos decidimos declararnos independientes. Fue un gran compromiso, el rechazo valiente de una realidad adversa. Era empezar la primera navegación de un país independiente, sin atender las borrascas ni los riesgos. Un acto de coraje».
«NOS, LOS REPRESENTANTES...»
En cierta forma, el proyecto de emancipación suscrito por 29 congresales también es resultado de las permanentes demandas del general José de San Martín, gobernador de Cuyo. El militar la consideraba un requisito indispensable para su plan de iniciar una ofensiva en gran escala en otras regiones de América del Sur. Y así, en medio de una situación adversa, se aprueba el texto de la independencia:
«Nos, los Representantes de las Provincias Unidas en Sud América reunidos en Congreso General, invocando al Eterno que preside al universo, en el nombre y por la autoridad de los Pueblos que representamos, protestando al Cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia que regla nuestros votos : declaramos solemnemente a la faz de la tierra, que es voluntad unánime e indubitable de estas Provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a los Reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojadas, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli. Quedan en consecuencia de hecho y derecho con amplio y pleno poder para darse las formas que exija la justicia, e impere el cúmulo de sus actuales circunstancias. Todas y cada una de ellas así lo publican, declaran y ratifican, comprometiéndose por nuestro medio al cumplimiento y sostén de esta su voluntad, bajo del seguro y garantía de sus vidas, haberes y fama».
En aquel momento, como hoy, proliferan los operadores políticos, los agentes de inteligencia, los mariscales de la derrota. En los días posteriores, corre el rumor de que el general Manuel Belgrano ha negociado en privado con los diputados para crear una monarquía al servicio de los reyes de Portugal.
En una sesión secreta del 6 de julio, Belgrano -quien había sido invitado por el Congreso de Tucumán para informar sobre las formas de gobierno en la Europa de la época- propuso una monarquía constitucional con un heredero de la dinastía de los Incas.
Los legisladores salen al paso a la campaña de trascendidos. Se reúnen en sesión secreta el 19 de julio y amplían un párrafo del Acta de la Independencia : donde dice «una nación libre e independiente de los reyes de España y su metrópoli», agregan la frase «y de toda otra dominación extranjera». La propuesta es del diputado Pedro Medrano, abogado nacido en Montevideo (Banda Oriental). El texto se jura 48 horas después.
Para divulgar la noticia, el Congreso envía a todas las provincias copias del acta. Incluso, se hacen traducciones en quechua y aymara, los dialectos aborígenes del Norte. Y para mantener informada a la población sobre las actividades de los representantes, se crea un periódico oficial: el Redactor del Congreso Nacional.
El Congreso se traslada a Buenos Aires a comienzos de 1817 porque los portugueses invaden la Banda Oriental, los realistas españoles del Virreinato del Perú amenazan las fronteras del Norte, defendidas por Martín Güemes, y algunas provincias reaccionan ante la posibilidad de que se instaure un régimen monárquico. El llamado «Congreso de Tucumán» sigue sesionando hasta febrero de 1820.
Sin embargo, hay que destacar que en la asamblea no están representadas varias regiones que actualmente son importantes provincias del país y que, en cambio, participan delegados de zonas que hoy ya no pertenecen a la Argentina. En el primer caso, están ausentes Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos y Misiones. En el segundo, se encuentran Charcas, Mizque, Chichas y Cochabamba, zonas del Alto Perú que actualmente pertenecen a Bolivia.
«HIJOS DE UN PAÍS COSMOPOLITA»
En 1825 la denominación de Provincias Unidas de América del Sur se suplanta por el de Provincias Unidas del Río de la Plata. La Constitución de 1826 instaura el nombre de Nación Argentina.
El ensayista, diplomático y viajero Manuel Ugarte (1878-1951), sistemáticamente silenciado por la historia oficial, escribe en «La bandera y el himno», artículo publicado en 1916 :
«Somos hijos de un país cosmopolita, donde la nacionalidad se viene acumulando con ayuda de aportes disímiles, y a veces contradictorios, que exigen un especial esfuerzo de aglomeración. ( ?) Lo que aquí se impone antes que nada es difundir y afianzar el sentimiento nacionalista por medio del razonamiento, el color, el sonido, los recuerdos y cuanto concurre a mantener en el alma esa maravillosa emoción colectiva que se llama el patriotismo».
Ugarte se refiere a patriotismo, no patrioterismo. Nacionalismo, no folklore gauchesco. Pertenencia, no exclusión. Más adelante, agrega:
«Lo que nuestra república cosmopolita y poco coherente exige, no es que se concrete la nacionalidad en un grupo dirigente, que en ciertos momentos ha estado lejos de ser la mejor expresión de nuestro conjunto, sino que se expanda y se difunda hasta invadir todos los cerebros y todos los corazones para amalgamarlos, no ya en un simple conglomerado material, sino en un conglomerado más complejo y más alto, que de a todos un punto de partida en el pasado y un punto de mira en el porvenir, sancionando la verdadera continuidad solidaria que ha sido el secreto de las más grandes fuerzas históricas».
DESTINOS DISTINTOS
Fue ese patriotismo mencionado por Ugarte el que en 1816 logró que unitarios y federales dejaran de lado sus discrepancias tras un objetivo superior. Entre ellos había abogados, militares, comerciantes y sacerdotes, muchos de ellos pertenecientes a logias masónicas. Después, continuaron siendo adversarios. Y algunos tuvieron finales trágicos.
Laprida, unitario, fue gobernador de San Juan en 1823. Seis años después murió asesinado por las montoneras de Félix Aldao. Nunca se halló su cadáver.
El abogado Tomás Manuel de Anchorena, se transformó en portavoz de los grandes estancieros de la provincia de Buenos Aires que apoyaron a Juan Manuel de Rosas. Durante el gobierno del brigadier general, fue ministro de Relaciones Exteriores.
El sacerdote tucumano José Colombres se exilió durante el gobierno de Rosas.
El militar y abogado José Ignacio Gorriti fue gobernador de Jujuy y aliado de Martín Güemes. Cuando en 1831 Facundo Quiroga derrotó a los unitarios en el norte argentino, se exilió en Bolivia.
Juan Martín de Pueyrredon, miembro de la Logia Lautaro, fue Director Supremo y apoyó la campaña de San Martín. Más tarde se hizo partidario del general Juan Lavalle, y vivió exiliado en Brasil y Francia hasta 1849.
El sacerdote Pedro Ignacio de Castro Barros, nacido en La Rioja y representante por su provincia, fue rector de la Universidad de Córdoba. Vivió exiliado en la Banda Oriental y en Chile, donde falleció.
El licenciado en filosofía Tomás Godoy Cruz creó la Logia Lautaro en Mendoza y fue gobernador en 1820. Durante la época de Rosas se exilió en Chile.
El abogado Pedro Medrano, nacido en Montevideo, fue diputado en dos ocasiones, camarista (1831), fiscal de Estado (1838) y presidente de la Cámara de Apelaciones. Amigo de Rosas, se sumó a sus partidarios.
El abogado jujeño Teodoro Sánchez de Bustamante gobernó su provincia entre 1826 y 1827. Murió desterrado en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia).


El Movimiento Bambú está contra lo «políticamente correcto»,
el «pensamiento único» y la «globalización» impuesta desde
arriba.

jueves, 2 de julio de 2009

EL HUMOR DE PERÓN

EL HUMOR DE PERÓN
UN NEGOCIO REDONDO
Perón decía que no había nacido para los negocios: “No me gusta. Julio César le dejaba los negocios a Craso. El estaba en otra cosa“, sentenciaba. Pero más de una vez recibió propuestas y entonces tenía un cuento divertido. Un día vinieron a proponerle algo, que ponderaban mucho. -¿De que se trata?, preguntó. -De una empresa pesquera,-le dijeron -Ah, sí. ¿Y que debo hacer en el negocio? -Usted pone los barcos… -¿Nada más?, preguntó -Y también la tripulación. -¿Y ustedes qué ponen? -Nosotros…el mar Se lo contó a Héctor Tristán.
LOS LECHEROS
Se había prohibido en la ciudad la circulación de los lecheros que distribuían en carritos su producto. Esto significaba dejar sin trabajo a un cierto número de gente y se manifestaron protestas por parte de los damnificados. El Secretario de Trabajo y Previsión los recibió en el Palacio del Concejo Deliberante y les habló: -"No saben los recuerdos que ustedes me traen, de aquellos tiempos en que nos dejaban la leche en casa, todas las mañanas. Unos tenían y dejaban un tarro, otros un jarro humilde, una vasija enlozada. Estábamos tranquilos y teníamos tanta confianza que, a veces, dormíamos y el lechero entraba despacito, para no hacer ruido, a la cocina y dejaba la leche en el recipiente. Y ellos también tenían mucha confianza en los clientes. Claro, a veces cobraban en el mes. ¡Pero otros no cobraban ni al año!". Los lecheros, que habían llegado quejosos, terminaron aplaudiéndolo.
CALLADITO
Perón hacía y escribía cuentos. Lo dijo en más de una ocasión. En sus textos y grabaciones se encuentran muchos de ellos. En este caso la fuente es el propio líder justicialista. Al llegar a la Presidencia de la República, en 1946, empezó a cortarse el cabello en la residencia de Agüero y Libertador, donde vivió con Evita, a quien, entre paréntesis, no le gustaba el corte de pelo que le hacía el peluquero oficial, porque lo dejaba parecido a un recluta. Pero esto recuerda el General: "Me acuerdo de la primera vez que llegué a cortarme el pelo a la residencia. El peluquero me dice: ¿Cómo quiere que se lo corte? Y le dije: Calladito".
EL CUENTO DEL VASCO
Lo dijo en el Teatro Colón ante trabajadores de la Asociación Bancaria el 28 de febrero de 1947: Los hombres están siempre inclinados a negar los éxitos atribuyéndolos a fuerzas extrañas, y eso me recuerda el viejo cuento del vasco. Dicen que un vasco atravesaba un día con su carro de lechero un río crecido de la provincia de Buenos Aires; cuando estaba en la mitad del río, la corriente le dio vuelta el carro y él, a duras penas, pudo escapar hacia la orilla. Pero cuando casi llegaba a ella le faltaron las fuerzas, en cuyo momento un sauce llorón le dio la posibilidad de asirse a sus ramas y descansar lo suficiente como para poder luego seguir nadando hasta la costa. Cuando llegó a la orilla, un hombre, que no se había animado a tirarse al agua para salvarlo, le dijo: “Bueno, amigo, ¡gracias a Dios!“ Gracias a la rama, que la intención de Dios bien vista era“. Así nuestros opositores seguirán atribuyendo el éxito de nuestra gestión a diversos factores.
EL AGUA PASA SIEMPRE
Esta parábola fue reiterada más de una vez por Perón. Aquí reproducimos la versión que dio el 31 de julio de 1952, en un artículo de Descartes: Lucha contra los pueblos. -Muchos han despreciado el ingenio y el poder del pueblo, pero, a largo plazo, han pagado caro su error. Los pueblos siguen la táctica del agua; las oligarquías, la de los diques que la contienen, encauzan y explotan. El agua aprisionada se agita, acumula caudal y presión, pugna por desbordar; si no lo consigue, trabaja lentamente sobre la fundación, minándola y buscando filtrarse por debajo; si puede, rodea. Si nada de esto logra, termina en el tiempo por romper el dique y lanzarse en torrente. Son los aluviones. Pero el agua pasa siempre; torrencial y tumultuosamente, cuando la compuerta es impotente para regularla.

miércoles, 1 de julio de 2009

LUCHA CONTRA LOS PUEBLOS por DESCARTES

Quiero en estos momentos y en este día recordar al querido “viejo”
Rodolfo Parbst
LUCHA CONTRA LOS PUEBLOS por DESCARTES
En el año 1951 el general Perón escribió una serie de artículos publicados semanalmente en el Diario Democracia, titulados Política Y Estrategia ( no ataco critico)
Los mismos que el firmaba con el seudónimo de Descartes, en estos hace referencia a diversos temas políticos. Semanalmente iremos publicando los distintos artículos del tres veces presidente de los Argentinos, desde donde podremos observar la vigencia de su pensamiento, el desarrollo de su ideología, y la lucidez de su pluma, de la que hoy aun no se ha encontrado referencia ni punto de comparación.

(Artículo del Gral Perón en el diario “Democracia” - 31/07/1952)

Generalmente los dirigentes políticos piensan que ellos son quienes dirigen y encauzan la evolución de los pueblos, aunque a menudo se ven defraudados por su pensamiento. Ello sucede porque se apartan del pueblo.
“ La Hora de los pueblos”
Es así que las transformaciones político-sociales se encauzan por los grandes movimientos populares que llevan a “ LA HORA DE LOS PUEBLOS”. En la evolución de la humanidad esa hora llega de la humanidad esa hora llega muy de tanto en tanto y caracteriza a las grandes revoluciones. El interregno entre dos de ellas suele ser de calma y evolución. En las revoluciones los hombres son el instrumento del pueblo y las oligarquías se destruyen o desaparecen. En las épocas de calma, los pueblos suelen ser instrumento de los hombres y las oligarquías proliferan, se fortalecen y dominan.
La lucha del pueblo
Por eso la historia del mundo ha sida la lucha del pueblo con la oligarquía. Grecia, Roma, la Edad Media , no son sino largas etapas de esa lucha. La Revolución Rusa son dos fases violentas que la patentizan. Los imperialismos actuales son otras etapas de los pueblos en lucha contra la esclavitud interna e internacional.
Hoy, como en todas las épocas de la historia universal, deben vencer los pueblos.
Poder al pueblo
Muchos han despreciado el ingenio y el poder del pueblo, pero, a largo plazo, han pagado caro su error. Los pueblos siguen la táctica del agua. Las oligarquías, la de los diques que la contienen, encauzan y explotan. El agua aprisionada se agita, acumula caudal y presión, pugna pro desbordar; si no lo consigue, trabaja lentamente sobre la fundación, mimándola y buscando filtrarse por debajo; si puede, rodea. Si nada de esto logrea, termina en el tiempo por romper el dique y lanzarse en torrente. Son los aluviones. Pero el agua pasa siempre, torrencial y tumultuosamente, cuando la compuerta es impotente para regularla.
Impulso avasallador
Con los pueblos pasa lo mismo; los dos, torrente o pueblo, son fuerzas de la dinámica universal y actúan con leyes y mecánica semejantes.
Los viejos diques del imperialismo, las oligarquías y las plutocracias comienzan a ceder, esta vez en el mundo, como cedieron en Francia en 1789 y en Rusia en 1918 ante el impulso incontenible y avasallador de los pueblos.
Doble dominación
Los hombres superficiales suponen al mundo regido por las estrechas reglas de sus estados. Piensan que todo se reduce a sojuzgarlo por el dinero o a dominarlo mediante una política impulsada por la fuerza o la amenaza.
La reunión del capital y poder político, a través de las guerras mundiales, ha llevado a una doble dominación: del hombre en lo interno, de los pueblos en las colonias o en las naciones, en lo internacional. En consecuencia, dentro de cada pueblo hay dos procesos en marcha que coinciden en sus propósitos, si bien pueden diferir en sus objetivos inmediatos o en las formas de ejecución.
Germen de rebelión
En el mundo actual, con ideologías o sin ellas, en cada pueblo está latente el germen de la rebelión política y social. Contra los imperialismos, en las colonias o en los países independientes, pero dominados; contra el capitalismo o el comunismo, en los pueblos explotados por cualquiera de estas dos formas de expoliación. En cada lugar de la tierra se levantan puños amenazadores del pueblo, y lo peor es que se levantan con razón en demanda de la justicia y la libertad, siempre ofrecidas pero jamás alcanzadas.
Las oligarquías, obedientes a los imperialismos, luchan por detener lo que ellas llaman comunismo, capitalismo, nacionalismo etc. Es el anuncio de que llega la hora de los pueblos que hoy padecen sumisión y explotación, frente a los cuales no podrán resistir.
“Honor inmerecido”
De un tiempo a esta parte se nos ha hecho un honor inmerecido; cuando los movimientos populares se manifiestan son acusados de “peronismo”.
Cuando Getulio Vargas fue postulado para la presidencia del Brasil los diarios imperialistas lo acusaron de ser un instrumento peronista financiado desde Buenos Aires. Otro tanto dijo de Chávez en el Paraguay. Velasco Ibarra en Ecuador ha sido acusado de lo mismo. La revolución boliviana, que llevó a Paz Estensoro al gobierno, según los imperialistas y sus secuaces fue obra del peronismo argentino. En Chile está ocurriendo igual cosa con el general Ibáñez. ¿Cómo no se les ocurrirá pensar que son los pueblos?
Los pueblos imponen
El error de la política imperialista estriba precisamente en el hecho de engañarse a sí misma, atribuyendo sus fracasos a factores que nada tienen que ver con sus propios errores e incapacidades. Por eso pasan su tiempo “peleando con la sombra” mientras los pueblos imponen paulatinamente sus designios.
La lucha de los imperialismos por meter a los pueblos detrás de la “cortinas de hierro” o detrás de la “cortina del dólar” les ha cegado al extremo de no ver sino enemigos por todas partes. Como no les da la habilidad, recurren a la fuerza o a la injusticia, y por ese camino es difícil persuadir a los pueblo. Con los gobiernos solos no se va lejos en este camino.
“Parábola de la gallina”
Para explicar la actual situación de los pueblos hemos oído exponer la “parábola de la gallina”. A este noble animal se lo puede matar, desplumar, meter en el horno, asarlo y aún comerlo. Todo eso puede hacerse con él. Lo que no se puede es hacerle poner un huevo a la fuerza. Lo que los imperialismos necesitan de los pueblos son sus “huevos”y esos no se los podrán hacer poner a la fuerza.
Con los métodos actuales se dominarán gobiernos impopulares, impondrán sacrificios y dolores a los pueblos, los conquistarán por la fuerza si es preciso, pero jamás contarán con su apoyo afectuoso o su cooperación si no lo merecen. Para merecerlo hay un medio: la justicia y la libertad, materializadas en LA INDEPENDENCIAECONOMICA , LA JUSTICIA SOCIAL y LA SOBERANÍA POLÍTICA de las naciones. El justicialismo lo ha hecho. Ahora queda por ver si los imperialismos se animan y son capaces de hacerlo.
(Artículo del Gral Perón en el diario “Democracia” - 31/07/1952)

martes, 30 de junio de 2009

Angel Lo Valvo. El Pionero de los Campeones de Turismo de Carretera

Angel Lo Valvo
El Pionero de los Campeones de Turismo de Carretera
Por Rodolfo Parbst


Nació en la Ciudad de Arrecifes el 8 de noviembre de 1909.
A la edad de 27 años, siendo un cerealero importante de la zona, se presentó en la casa del Dr. Bracco (delegado del ACA en Arrecifes) y le dijo textualmente “me sobran unos pesos y no se en que gastarlos”
Una coupé Ford 1936 fue la respuesta y el Gran Premio de ese año la solución de que hacer con ella.
Se inscribió bajo el seudónimo “Hipómenes” y fue 3º en la general. Para un debutante de aquellos días nada mal ¿no?
La cuestión es que había gastado tres mil y pico de pesos en la compra del auto y terminó embolsando seis mil ochocientos por el tercer puesto.
Lo que son las vueltas de la vida, la expresión vertida a Bracco en el ´36 se trastocó para el ´37 en, “me faltan unos pesos y voy a tener que correr para tratar de ganarlos”. Los cereales le habían jugado una mala pasada, y ahora Lo Valvo necesitaba de la “diversión" para poder zafar económicamente.
El Gran Premio de 1937 fue benigno con él. Ganó y el premio de casi 40000 pesos lo liberó de sus compromisos económicos. Con ese dinero – valga la comparación – cualquier individuo podía comprarse 10 automóviles 0 Km.
Este triunfo le posibilitó además, poder integrar el equipo Ford junto a Raúl Risatti, Oscar Gálvez y Domingo Marimón.
En el GP del Sur Argentino del ´38 volcó destruyendo al pobre Ford. Para el GP Argentino del mismo año debutó con Dodge reemplazando a la coupé del ovalo. Tampoco le trajo suerte ya que volvió a volcar rompiéndose un brazo su acompañante de apellido Moisello, con tan mala fortuna que como consecuencia de un exceso de anestesia en la operación, perdió la vida. “Mi recuerdo más triste” diría luego Lo Valvo.
Al año siguiente gano el Gran premio de 1939 y con ello se convirtió en el primer Campeón Argentino de Carretera.
Ángel era un buen músico en su Arrecifes natal. Tocaba el bandoneón junto con sus amigos en una orquesta tanguera. Pero después de aquellos resultados, era evidente que había nacido en “Hipómenes”, una nueva actividad en la cual mostrar sus artes.
Luego de la guerra, no pudo repetir sus logros y abandonó la actividad en 1953, después de clasificar 4º en las 1000 Millas de ese año. Se dedicó de allí en más, al comercio en el rubro automotor. Lo Valvo quedó en la historia como el ganador de dos Grandes Premios, tres etapas en los mismos y por ser el primer campeón que dio la categoría de Turismo de Carreteras. Su historial no es quizá muy rico en cantidad ya que corrió 20 carreras, pero si en calidad. Un verdadero especialista en travesías largas y difíciles que inicio aquella famosa frase en el ambiente de “Arrecifes, cuna de campeones”
Falleció el 1 de Agosto de 1978

Nota: En arrecifes además de Lo Valvo, nacieron pilotos de la talla de Froilán Gonzalez, el Clan Di Palma, Nestor Garcia Veiga, todos los Marincovich, Carlos Pairetti y ya mucho más cerca Norberto Fontana y Juan C Alvarez.

Hipómenes

Ángel Lo Valvo había corrido en 1936-cuando le sobraban unos pesos- bajo el seudónimo “Hipómenes”. Llegado el ´37 debió correr para ganar unos pesos, y así poder salir de la difícil situación económica que se encontraba.
Quiso el destino que Lo Valvo cruzara como ganador la meta. Pero cuando llegó el momento de cobrar los premios, un embargo cayo sobre Hipómenes suponiendo todos que el hombre era el mismo. Sin embargo “Hipómenes” ese año era un tal Spampinatto, su cuñado, quien con toda la indignación imaginable adujo no deberle un centavo a nadie.
Astutamente Lo Valvo – ante una indicación del Dr Bracco, había corrido con el seudónimo de “spampinatto” y así pudo cobrar los pesitos uno sobre el otro. Pagó las deudas y se quedó con el sobrante.
Vivo el hombre no?

Otro hecho curioso Lo Valvo fue campeón del ’39, ganó el GP de 1939 con un Ford 39 y con el Nº 39 pintado en sus puertas.

lunes, 29 de junio de 2009

La Bestia de Gevaudan

La Bestia de Gevaudan

La Bestia de Gevaudan fue un misterioso animal antropófago que asoló supuestamente la región de Gevaudan, en el centro de Francia, entre 1764 y 1767. Se le atribuye la muerte de más de 130 campesinos, en su mayoría mujeres y niños, que fueron encontrados despedazados por los dientes de algún animal. En algunos casos las víctimas fueron encontradas decapitadas o partidas por la mitad, lo que demuestra la enorme violencia con la que fueron asesinadas.

Son menores los casos de animales domésticos muertos por la Bestia, pues parece que ésta prefería la carne de los pastores a la de sus ganados.La mayor parte de los ataques se registraron en los alrededores de Aveyron. El primero de ellos se produjo el 30 de junio de 1764, día en que asesinó a Jeane Boullet, de 14 años. En los tres meses siguientes, la Bestia atacó y mató salvajemente a 2 niñas, 2 niños y una mujer. En invierno, con el animal acuciado por el hambre, las muertes ascendieron hasta el punto de que se producía una víctima o dos cada semana. En ésa época, los bosques de Gevaudan acogían una población considerable de lobos, pero los testimonios de los pocos testigos y supervivientes rechazaron su autoría.

Describían al animal como una bestia gigantesca de pelo rojizo con un tamaño mucho mayor que el de un lobo, con rayas negras en los cuartos traseros y una cresta de pelos largos sobre el lomo. La cola era larga y musculosa, y las mandíbulas, bien desarrolladas y llenas de dientes enormes. Los rastreadores y cazadores que acudieron al lugar atraídos por las recompensas ofrecidas para quien capturase al monstruo, encontraron huellas de tamaño considerable y le calcularon un peso de unos 100 kilos. Durante meses se mataron grandes cantidades de lobos en la zona, pero la bestia era increíblemente escurridiza. Llegó a mencionarse que las balas rebotaban sobre su lomo y los aterrorizados campesinos opinaban que era el mismo Demonio venido de los Infiernos. Pronto llegó a considerarse un problema nacional, y el propio rey Luis XV envió un cuerpo de dragones de caballería para abatirla, sin resultados, al que posteriormente se unirían otros tres. Para entonces el año de 1764 había acabado y las víctimas ya eran 54.Según el testimonio de uno de los capitanes de los dragones, logró ver cara a cara a la Bestia antes de que ésta consiguiese huir. Era tan grande como su propio caballo, pero pronto lo dejó atrás con facilidad, pues lo superaba ampliamente en velocidad y agilidad. Mientras huía, él y los hombres que le acompañaban descargaron varias decenas disparos contra ella que ni siquiera parecieron atravesar su piel.

El asunto de la Bestia de Gevaudan traspasó fronteras y llegó a considerarse un problema serio para el gobierno de Luis XV, entonces recién salido de la Guerra de los Siete Años. Las potencias extranjeras comentaban jocosas cómo el ejército francés podía pensar siquiera en la victoria si sus mejores tropas no eran capaces de capturar un "simple" lobo en mitad de su propio país. Pronto se retiraron de la zona a las autoridades locales por considerarlas inútiles, y se pescó a más de un cazador particular que ponía pistas falsas para despistar a los dragones y aspirar a cobrar la recompensa matando él mismo la Bestia. Se pusieron trampas y se rastreó el monte día y noche, pero la bestia siempre aparecía en otro lugar y continuaba su siniestra matanza.El nerviosismo se apoderó de la población y estallaron disturbios. Se acusó públicamente a algunos vecinos de ser hombres lobo que se convertían por las noches en la bestia; otros se volvieron contra los gitanos, a los que acusaron de criar alguna bestia salvaje en su circo que había escapado al monte. Los sacerdotes predicaban contra el rey, responsable indirecto de la crisis, o decían que las víctimas eran jóvenes lascivas a las que Dios había enviado la Bestia como castigo. Incluso se llegó a poner en el punto de mira a un noble que había estado en África y criaba en los jardines de su palacio hienas, tigres, leones y perros de presa, acusándolo de cruzar los animales hasta dar con una bestia asesina e indestructible.Fuese ella o no, lo cierto es que en 1767, con más de 130 muertes en la región, un campesino armado abatió en Gevaudan un lobo descomunal, más grande que cualquiera de los que se podían encontrar en Francia. Poco después se mató una loba también de gran tamaño.

La leyenda cuenta que los responsables de las capturas emplearon balas de plata hechas tras fundir medallas de la Virgen, algo que ha pasado posteriormente al imaginario colectivo como la única forma de matar un hombre-lobo. Al menos uno de los ejemplares fue llevado a París, donde llegó en un estado de putrefacción muy avanzado, lo que impidió disecarlo. Su esqueleto fue expuesto en el Museo Real de la ciudad hasta su destrucción en un incendio. A pesar de que el esqueleto se ha perdido, las descripciones parecen indicar que se trataba de una gran subespecie de lobo de los Alpes, extinta en el siglo XIX. La falta de animales grandes que estos lobos encontraron en su nuevo hogar les habrían impulsado a alimentarse de los humanos, fáciles de capturar y matar.

Desde entonces, no se ha producido ningún ataque similar a los de la Bestia.La bestia de Gevaudan, ¿Que hay detrás. Realidad o leyenda? En documentos oficiales que describen los crímenes llevados a cabo por la Bestia de Gevaudan que describen las autopsias practicadas en aquel entonces a los cadáveres se revelaron claros indicios de agresión sexual en algunos de los cuerpos de las mujeres y niñas mutilados por el enigmático asesino.La leyenda cuenta que una "bestia" desconocida mantuvo aterrorizados a los habitantes de la comarca de Gevaudan, en Francia, al devorar cerca de un centenar de personas entre 1764 y 1767. Si bien se han barajado las más diversas hipótesis especulando acerca de un enorme lobo e incluso de un hombre lobo, nunca se pudo determinar la identidad real de este monstruo.Todo lo que se ha escrito hasta el momento acerca de este extraño caso es enormemente curioso y extraño.

Llama la atención, que las hipótesis que se han vertido sobre el caso sean tan dispares e incluso a veces disparatadas, es realmente sorprendente las sombras que todavía existen en este caso.Nunca un lobo ha sido una amenaza tan seria para el ser humano, y más alucinante todavía es pensar que uno solo de estos animales, que suelen atacar en grupo, se atreva a eliminar a unas cien personas con el sadismo y saña del que se servía esta Bestia. Por otro es difícil de creer que se haya tratado de un hombre lobo que bajo los efectos de la luna llena decapitase a toda esa gente para luego devorarla...Esta teoría es realmente disparatada y peregrina, a mi modo de ver.En la revista "Mas Allá" de España se publicaba un extenso artículo en el que Carlos Chevallier Marina expone en su artículo una gran investigación acerca del misterio de esta Bestia. En este artículo se señala un detalle muy importante que nunca anteriormente había sido apuntado. La posibilidad de que el agresor fuese uno, o varios hombres, de instintos algo más que sádicos. Al parecer, en algunos de los cadáveres se hallaron indicios de agresiones sexuales que evidentemente no han podido ser perpetrados por un animal salvaje.Dejando a un lado los numerosos relatos más o menos novelados acerca del la Bestia de Gevaudan, existen documentos oficiales que describen los crímenes llevados a cabo por éste ser.

El primer estudio serio fue realizado por el abad François Fabre en 1901, quien demostró documentalmente que habían sido exactamente 70 las víctimas (la gran mayoría niñas y mujeres jóvenes), además de otros 76 ataques y enfrentamientos con 27 heridos de diversa consideración.En las autopsias realizadas entonces a los cadáveres, se revelaron claros indicios de agresión sexual en algunos de los cuerpos de las mujeres y niñas mutiladas por el enigmático asesino, lo cual dio lugar a rumores tales que la Bestia no era un animal sino uno o varios maniacos que habitarían en los bosques, o incluso algún señor feudal que se aprovechó de su poder, agrediendo y violando a las jóvenes campesinas en los desolados prados de Auvernia.El primer ataque constatado, tuvo lugar el 30 de junio de 1764, donde la Bestia devoró a una niña de 14 años. En los días siguientes decapitó y mutiló a otras dos niñas de 15 y 12 años, así como a un joven de 15 y a una mujer de 32, todos ellos en la misma provincia pero de diferentes localidades de Gévaudan.Así continuó aumentando su larga lista de víctimas, a una media de dos victimas por semana.El problema se convirtió en tan grave que los aristócratas locales realmente inquietos por esa situación solicitaron la intervención de un cuerpo de caballería de la Corona para dar caza al o a los asesinos.Tras varios meses de infructuosa búsqueda y como éstos no daban con el animal.

Los lugareños recurrieron al propio rey Luis XV, quien ofreció una recompensa elevada al que pudiese dar caza al asesino. Ésta noticia atravesó las fronteras de Francia, provocando la llegada masiva de cazadores la misma Francia, así como de otros países europeos.La codicia por la generosa recompensa ofrecida por el monarca, provocó la competencia individual. La competencia fue tal que incluso los numerosos rastreadores y cazadores dejaban pistas falsas para engañarse unos a otros.Este panorama fue aprovechado por los países enfrentados a Francia para ridiculizar al monarca francés, como Prusia e Inglaterra, quienes con sorna repitieron hasta la saciedad que "cómo un país puede amenazar militarmente a grandes potencias, cuando su ejército no es capaz de cazar una simple fiera en su propio país". Las burlas indignaron de tal manera al rey, quién para acabar definitivamente con la Bestia envió a varios de sus hombres de confianza, aunque estos tampoco tuvieron más éxito. Mientras tanto, el "monstruo" seguía asesinando y devorando más víctimas.

En varias ocasiones los cazarecompensas dieron caza a enormes lobos, haciendo que se disparase la euforia colectiva al creer que la Bestia había sido atrapada y dando por cerrado el caso en varias ocasiones. Pero la Bestia siempre volvía a realizar ataques a mujeres y niños, añadiendo nuevas víctimas a su ya larga lista. El gasto de las batidas y las sucesivas cacerías recayó sobre los campesinos, quienes se vieron obligados a mantener a las tropas del rey pagando impuestos más elevados. a lo que se añadía que muchos, por su miedo al monstruo se negaban a salir a trabajar al campo, razones que agravaban su habitual pobreza y convirtieron la región en un polvorín social.En uno de los ataques la mujer Marie Jean Vallet, una criada del cura de Paulhac, dijo haber herido de muerte a la bestia con una bayoneta cuando ésta se disponía a atacarla. De nuevo se dio por muerta a la Bestia, debido a las graves lesiones que está mujer dijo haber ocasionado en el monstruo. Pero unos meses más tarde, la bestia volvió a aparecer y volvió a atacar a otros lugareños.Los lugareños comenzaron a creer que ese animal era un ser sobrenatural y la encarnación de la Bestia del Apocalipsis o un enviado el propio satanás para acabar con ellos.

También se llegó al extremo de culpar a los Zíngaros y a los nómadas que cruzaban el territorio francés de haber dejado escapar una fiera de sus circos, o de haber hechizado un animal para que causase esos daños.De todos los rumores, el que más fuerza cobró fue el que acusaba a un hombre,Antoine Chastel.Este era un joven de carácter asocial que vivía aislado en los bosques desde los 19 años criando perros asilvestrados y otras alimañas. Finalmente fue el propio padre de este muchacho, el veterano cazador y gran perseguidor de la Bestia, Jean Chastel, quien dio caza al temido animal, matándolo el 19 de junio de 1767 con el disparo de una sola bala fundida a partir de dos medallas de plata de la Virgen María. Ni que decir tiene que este hombre se convirtió en un héroe de la región de Auvernia.El rey pidió que el cadáver del animal fuese trasladado a la Corte, pero desgraciadamente durante el traslado y por el calor el cuerpo llegó a Versalles completamente descompuesto. El rey no pudo más que donar su esqueleto al Museo de Ciencias Naturales de París, donde se conservó hasta la revolución de 1830, fecha en la que en plena sublevación contra Carlos X un incendio fue ocasionado en dicho museo, calcinándose tanto esos huesos como la mayoría de los grabados sobre el "monstruo".Según consta en las actas notariales y en los archivos departamentales de Puy-de-Dôme.
En la necropsia realizada al cadáver de la Bestia se pudo constatar la presencia de las numerosas cicatrices de las heridas proferidas por los campesinos que a ella se enfrentaron. Al ser abiertas las cavidades abdominal y craneana fueron extraídos del estómago las vísceras de un animal, unos huesos de cordero y la cabeza y el fémur de un niño. En el interior de su cabeza sólo había un minúsculo cerebro en proceso de descomposición, mientras que el resto del cráneo era una masa ósea espesa, donde se sujetaban las membranas de una muy potente mandíbula. Además, se certificó la causa exacta de su muerte: "La bala disparada por el fusil del llamado Jean Chastel, la cual traspasó la nuca del animal y arrasó las cuatro primeras vértebras...”

jueves, 25 de junio de 2009

Anécdotas sobre virreyes del Río de la Plata

Anécdotas sobre virreyes
Sólo dos de los once representantes de la corona se encuentran enterrados en Buenos Aires
En los treinta y tres años, o poco más, corridos desde la creación del Virreinato del Río de la Plata el 1º de agosto de 1776 hasta mayo de 1810, once virreyes -uno sólo americano (Vértiz) y otro francés (Liniers)- mandaron en Buenos Aires. Pero en esta plaza consiguieron escasa memoria popular. La carencia resulta inevitable de saber que casi no se estimula la memoria de algunos próceres: menos aún despiertan curiosidad los mandatarios coloniales. Las pocas huellas de los representantes de la corona tampoco suelen alimentar la base de datos del actual turismo urbano.
Pero a espaldas de un monumental hotel del barrio de Monserrat, a metros de la Avenida de Mayo, está enterrado el quinto virrey en estas tierras y el primero que falleció en América tras ocupar el sillón de don Pedro de Cevallos, aquel militar que fue gobernador de Buenos Aires en 1756 y años después preludió su primer virreinato con la derrota a los ejércitos lusitanos de O Desterro en Santa Catalina y de Colonia del Sacramento.
El sepulcro de don Pedro de Melo de Portugal y Villena está -desde el 22 de abril de 1797- en el costado derecho del altar de San Juan Bautista, la antigua iglesia de la esquina de Alsina y Piedras, que en la actualidad abre sus puertas por la mañana.
Las guías turísticas capitalinas no incluyen este dato tan poco conocido como la accidentada muerte del virrey y su aún más curiosa exhumación. El dato de su entierro en Buenos Aires se rastrea en viejos repertorios y en las Memorias curiosas que suscribió Juan Manuel Berutti. Más recientemente figura en Buenos Aires, ciudad secreta, de Germinal Nogués, que señala a Melo como único gobernante de aquel entonces sepultado en Buenos Aires. Pero los registros de Berutti de 1804 detallan con precisión la enfermedad y muerte del octavo virrey: Joaquín del Pino y Rozas, Romero y Negrete.
Berutti anotó que el 9 de abril de aquel año, la gravedad del ilustre enfermo hizo que el flamante obispo Benito de Lué y Riega llevara los santos óleos bajo palio -y en compañía de toda la clerecía, Cabildo eclesiástico y el secular junto con la Real Audiencia en pleno, cuerpo que ese mismo día decretó asumir el mando- hasta la cama del moribundo. Luego Berutti dice que "en abril 11 falleció el excelentísimo señor virrey y fue enterrado el 13 por la mañana en el panteón de la Santa Iglesia Catedral" (actualmente en la cripta de ese templo mayor). Del Pino fue suegro de Bernardino Rivadavia.
Pero la muerte asechó al virrey Melo siete años antes de la agonía del virrey Del Pino. Había decidido defender la banda oriental del río y la recorrió in extenso -beneficiándose incluso con el clima benigno de la hoy Punta del Este-, pero en el camino de regreso a Montevideo -cerca de Pando- tuvo un grave accidente de cabalgadura. Postrado y persuadido de que se acercaba su agonía, rogó se lo enterrara en el porteño templo de las Capuchinas. Allá murió el 15 de abril de 1797, se lo revistió con el hábito de Santiago y fue embarcado. El 22 se lo enterró en San Juan Bautista. En su lápida hoy se lee: "Aquí yace, por afecto a las vírgenes esposas de Jesucristo, el Exmo. Señor D. Pedro Melo de Portugal y Vilena", extenso epitafio que remata asegurando que vivió 63 años, 11 meses y 16 días.
Ciento trece años después, durante el Centenario, el capellán Pedro Sardoy descubrió un camino de hormigas contiguo al patio del convento (donde se dice que enterraron a defensores y enemigos tras los combates de la Segunda Invasión Inglesa, ya que el lugar fue entonces "hospital de sangre"). Sardoy descubrió que el camino de las hormigas provenía del sepulcro virreinal. Exhumado el virrey -lo publicó Julio A. Luqui Lagleyze y lo reprodujo B. Lozier Almazán en su Martín de Alzaga- se descubrió que provenían de la calavera del encumbrado occiso. El esqueleto de las manos sostenía una espada de oro y plata que, retirada, se fundió en una patena de celebración sacramental.
Siete virreyes rioplatenses murieron en España, dos en Buenos Aires, y Liniers, fusilado en Cabeza de Tigre el 26 de agosto de 1810, fue rescatado para cruzar el océano en demanda del Panteón de los Marinos Ilustres de San Fernando, provincia de Cádiz.
El catalán Gabriel de Avilés, único que asumió dos virreinatos, séptimo virrey rioplatense que tuvo varias y sucesivas funciones en Chile y también había actuado en el Perú contra la insurrección de Túpac Amaru, asumió tardíamente en Buenos Aires el 14 de marzo de 1799 y su gobierno fue breve. En marzo de 1800 falleció el virrey del Perú Ambrosio O'Higgins -padre del prócer chileno- y la corona hizo un enroque: mandó a Avilés en su reemplazo a Lima y trajo de la gobernación de Chile a Del Pino para asumir en Buenos Aires. Pero Avilés dejó su trono peruano en 1806, aunque residió en Lima hasta 1810 cuando se embarcó hacia España (según lo cuenta el autor Sigfrido Radaelli). Estaba a bordo cuando se sintió enfermo de gravedad y desembarcó en Valparaíso. Allí murió el 19 de setiembre de aquel año del proceso revolucionario.
Los edificios donde transcurrieron episodios de la vida de estos personajes han desaparecido, a excepción de la casa de Sobremonte, en Córdoba, su sede de gobernador antes de su virreinato. En la porteña calle Bolívar 553 existió hasta 1920 la casa que alquiló la familia de Cisneros (sordo desde que combatió heroicamente en Trafalgar) después de ser defenestrado por los patriotas.
Quizá la casa de mayor significación en la historiografía de la ciudad haya sido la Casa de la Virreyna Vieja del siglo XVIII que mucho tiempo sobrevivió en la esquina noroeste de Perú y Belgrano, y que ocupó la viuda del virrey Del Pino, doña Rafaela de Vera y Muxica (terminó siendo el montepío ciudadano).
Los virreyes consiguieron por lo menos memoria permanente en la toponimia de Buenos Aires, un damero de calles entre las estaciones Belgrano R y Colegiales, donde se recuerda a Loreto, Arredondo, Olaguer y Feliú, Del Pino y Avilés. Liniers tiene calle entre Once y Boedo, y Vértiz logró una avenida que lame la barranca de Belgrano. Cisneros, en cambio, mereció apenas un pasaje en La Paternal, un sándwich que le hacen las calles Caracas y Gavilán al 1600.
Por Francisco N. Juárez
Para LA NACION
Citar Fuente: "www.elhistoriador.com.ar"

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