jueves, 29 de diciembre de 2011

Lo dijo Perón: Combatir al Capital no es un lema de pintada: es uno de los objetivos que el Justicialismo


Combatir al Capital no es un lema de pintada: es uno de los objetivos que el Justicialismo ha de plantearse como fin principal y último. Indudablemente, la experiencia de los Pueblos no deja de demostrar a lo largo de la historia que la economía no es otra cosa que un trágico juego de suma cero: la riquezas no pueden generarse espontáneamente y de manera enteléquica, sino que es una representación patente del trabajo de los hombres débiles apropiado por otros más fuertes. Quien diga que la riqueza ha de hacerse a futuro sólo está escudándose en una triquiñuela que sólo los tontos creen: esa riqueza jamás se derramará si dejamos que quien la reparta sea el Capital y sus poderes coaligados. La riqueza ha de ser del trabajador, y el gobierno por él elegido quien mueva la máquina en forma de un cuerpo más poderoso que el más fuerte de los hombres.

El Justicialismo hace rato que esto lo ha comprendido, y no podía ser de otra manera: gracias al componedor justicialismo la relación es de fifty-fifty entre el Capital y el Trabajo. No hay para el Justicialismo sino una clase de hombres: los que trabajan.

El trabajador tiene derecho a buscar y querer lo mejor para sí. Tal es el fruto de su trabajo: un crecimiento material y espiritual que pueda perpetuarse en sus hijos. Por ello en este caso os haré llegar un visualizador similar al ClutterView de dispositivos oligárquicos como el iPod, pero especificado para que puedan disfrutarlo en su Banshee, el reproductor multiplataforma que ha engendrado el Justicialismo. Con él la liberación será completa en otras de las ramas del goce espiritual del trabajador.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Hoy más que nunca

Interesante nota a Tanja Nijmeijer

"Yo oí las últimas palabras del Mono Jojoy"
El año entrante la holandesa Tanja Nijmeijer cumplirá una década en las Farc y en febrero tendrá 34 años de edad. Ha escapado siete veces de la muerte, la última de ellas el 20 de septiembre de 2010, cuando 30 toneladas de bombas cayeron sobre el campamento del Mono Jojoy.
Por:  Jorge Enrique Botero
“Yo vivía a 25 metros del búnker del camarada Jorge”, relata 15 meses después de aquella estruendosa madrugada. Tanja tiene en sus manos un ejemplar de la revista Semana que da cuenta de la muerte de Alfonso Cano; un moderno Mac Book Pro al frente y un libro que se titula Marulanda y las Farc para principiantes. Explica que lo está traduciendo al inglés.
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"Nos sentimos orgullososos de que nuestro comandante haya muerto en combate", afirmó Tanja sobre la muerte del Mono Jojoy
En 10 años de monte ha sido traductora y maestra; ha remolcado remesa por los laberintos de la Serranía de La Macarena; ha cruzado a pie al menos cinco departamentos de Colombia: Meta, Cundinamarca, Caquetá, Guaviare, Vichada. Ya perdió la cuenta de los combates en los que ha participado y de los bombardeos que ha esquivado. Puso bombas en Bogotá para presionar el pago de vacunas y perdió su diario en un asalto del ejército en 2005. Había escrito que estaba aburrida en el monte, que no soportaba más la soberbia de ciertos comandantes y la falta de cigarrillos. Se dijo que le habían hecho consejo de guerra y por poco la fusilan. Pero en 2010 reapareció desafiando al ejército. “Si creen que estoy aquí contra mi voluntad, vengan a buscarme. Aquí los espero con mi AK, con morteros, con todo”.
Personaje mediático en Holanda, Niejmeijer ha desatado encendidas polémicas en los diarios y la televisión de su país. La semana pasada se emitió el primer capítulo de una teleserie argumental sobre su vida, rodada en su natal Denekamp, (frontera con Alemania) y en regiones selváticas de Ecuador.
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"La muerte es algo normal en una guerra", dijo Tanja mientras abría la revista en que se anunciaba la muerte de Alfonso Cano
Este es su testimonio de lo ocurrido el día en que el Mono Jojoy murió bajo una lluvia de bombas:
Los días transcurrían con tranquilidad, nosotros estábamos trabajando normal. El Mono Jojoy nos daba charlas en el aula por la mañana, a veces por la tarde también. Me acuerdo que el día antes del bombardeo habíamos visto una película colombiana, Retrato de Mentiras o algo así. Trabajábamos sobre todo haciendo trincheras pues había mucho sobrevuelos de la aviación. Al flanco derecho y al flanco izquierdo del campamento se escuchaba mucho plomo, pero el Mono decía que él no se iba a salir de ahí. Estaba dirigiendo personalmente las peleas.
A veces faltaba el dulce, a veces el café, pero estábamos bien abastecidos. Preciso por esos días habían llegado cigarrillos y los fumadores andábamos contentos.
En esos días, la diabetes tenía al Mono bastante mal. Estaba muy enfermo, mas sin embargo nunca se dejaba achicopalar por la enfermedad. Recibía a los mandos, hacía reuniones de mandos y nos daba las orientaciones. Por las tardes se dedicaba a la orquesta que había creado unas semanas atrás. La orquesta llegaba hasta su oficina y ahí se ponían a componer y a ensayar nuevas canciones. El escuchaba y cantaba. Desde mi caleta yo lo oía cantar todas las tardes.
También andaba por el campamento pero se le notaba el esfuerzo que le tocaba hacer. Se movía para todos lados con una silla de esas de plástico. Llegaba a la rancha y ponía su silla y ahí se sentaba a joder a la gente; se iba para otro lugar y otra vez se sentaba a recochar. Pero todo eso era dentro del campamento porque él ya no podía marchar.
Durante la última marcha que hicimos, en junio del 2010, a él tocó cargarlo en hamaca. Me acuerdo que cuando llegamos a nuestro destino, yo me quedé esperando a que él pasara y me di cuenta que lo estaban cargando en hamaca y a mí me impresionó mucho eso, no sólo porque era el comandante, sino porque habíamos cruzado los terrenos más imposibles y peligrosos a su lado. Verlo en hamaca a mí me dio muy duro. Cuando pasó por donde yo estaba, seguro él se dio cuenta de mi asombro y levantó el puño y me gritó: “!vamos por la Copa, Holanda!”, por lo que estábamos en semifinales del Mundial de Fútbol.
En las semanas anteriores al bombardeo, cada nadita hacíamos simulacros en las trincheras. El Mono nos había anunciado que se venían bombardeos masivos contra la Serranía de La Macarena, así que los ensayos eran permanentes. Usted se acuesta, de repente llaman y usted se mete lo más pronto posible a la trinchera con fusil y con pecheras. La noche anterior al bombardeo hicimos esa maniobra tres veces.
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Tanja en su "oficina" en la profundidad de la selva, donde hace traducciones de documentos de las Farc al inglés.
La tarde del 20 de septiembre habíamos tenido una reunión de los secretarios. Me acosté, hubo un ensayo de trinchera, me volví a acostar y me levanté más tarde a pagar la guardia. Esa noche me tocó el tercer turno, de 10 a 12. Durante el turno todo estaba normal. Pasó un avión pero todo estaba normal. Me acosté a las 12 de la noche y a las dos de la mañana una bomba me despertó. Aunque no había caído muy cerquita de mi caleta, la bomba me despertó y yo me metí de una a la trinchera, con cobija y todo, pero sin botas, porque después de la primera cayeron tres más, una detrás de la otra. Después se hizo un corto silencio y yo salí de la trinchera, me puse las botas, las pecheras y el fusil y me volví a meter a la trinchera con rabia pues no había podido encontrar mis lentes de contacto. De repente empezó el bombardeo masivo. Desde el comienzo se notó que todo el fuego estaba concentrado en el búnker del camarada Jorge. Ese búnker quedaba como a 25 metros de la escuadra de nosotros. Todo el fuego iba concentrado ahí, las primeras cochadas de bombas. Entre bomba y bomba yo trataba de mirar pero no se veía nada, solo se escuchaba cacarear a una gallina herida. Cuando ya pasó el bombardeo masivo contra la caleta del Camarada, comenzaron a bombardear a las escuadras; la última cochada de bombas yo nunca la voy a olvidar porque una cayó a unos cuatro o cinco metros de mi caleta.
Entre cochada y cochada nosotros escuchábamos gritar al Mono. Él quedó vivo después de las primeras bombas. Llamaba a Quino, su oficial de servicio, quien también murió esa madrugada, y le decía: “!Quino, saque a la gente, saque a la gente! Esas fueron las últimas palabras del Mono. Ahí está pintado él: Quino, saque a la gente!...
Después de las últimas bombas, yo estaba un poco sorda. Tenía el cuerpo dormido de la cintura para arriba. Me hormigueaban las manos, los brazos, todo. En la trinchera hacía un calor insoportable, entonces yo saqué la cabeza y pensé en sacar mis cosas, mi equipo, y ahí me di cuenta de que ya no había nada. Donde estaba mi caleta ya no había nada. Un palo grande y negro había caído encima. Saqué la cabeza un poquito más y vi la caleta del Mono. Eso parecía, -como le dijera yo- un pastal, un cultivo: ya no había árboles, no había matas, todo había quedado arrasado. Todo estaba negro y se miraban llamas por aquí, por allá…
Cuando salí de la trinchera dije: menos mal tengo mi fusil y tengo mis pecheras, así que nos vamos. El comandante de mi escuadra nos estaba llamando a todos y nosotros respondimos, así que dio la orden: ¡Vámonos saliendo, muchachos! Salimos por un filo. Éramos 17, el bombardeo ya había pasado pero entonces comenzaron a ametrallarnos. Seguimos subiendo como una hora y media hasta que coronamos el filo y ahí me puse debajo de una roca. Saqué mis lentes de contacto, me los puse y por fin me sentí lista pa las que fuera.
Una parte de la escuadra se devolvió a pelear. Trataban de impedir que el ejército desembarcara en el campamento, mientras otros nos dedicamos a evacuar a los heridos, a sacar economía, munición…Duramos casi todo el día en esas.
En los siguientes días nunca salimos del área de combate. Escuchábamos los aviones, escuchábamos las peleas y casi no oíamos radio. Estábamos dedicados a tareas militares. En las exploraciones a veces encontrábamos panfletos que decían: “Murió el terror de La Macarena, ya Alfonso Cano lo está pensando, usted que va a hacer?”. A nosotros nos daba risa. A los que botaban los panfletos se les olvidó que los guerrilleros tenemos una consigna: los muertos no se lloran, su memoria se lleva al próximo combate. Lo que se miraba en esos días era esas ganas de la gente de salir a pelear.
Después, con el paso de los días, a la gente le llegó la tristeza. No mira que él anduvo tantos años con nosotros? Que para muchos era como un padre…
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Tanja durante la entrevista con el preriodista Jorge Enrique Botero.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Sidra "La Morocha"


Robado a n blog, que se lo robó a otrro, que se lo robó a "Tranco de pollo"

Imagen de "Mirando hacia adentro"

viernes, 16 de diciembre de 2011

Moyano y su circunstancia

Comparto casi todo lo que el hombre 3 publicó en su blog
http://elhombre3.blogspot.com/2011/12/moyano-enfrenta-la-viuda-negra-donde.html



Moyano enfrenta a la Viuda Negra. Donde, lamentablemente, vuelvo a meterme en política sin saber.

No voy a agregar nada nuevo, solamente quiero tomar apunte de cosas que todo el mundo sabe:


Moyano no es el enemigo.


Moyano se la jugó contra los gobiernos neoliberales-liberales de los 90-03.


Moyano apoyó a Nestor y a Cristina en momentos jodidos.


Moyano nunca pudo controlar al PJ de provincia.


Moyano dirige un sindicato con salarios que están por encima de lo que ganan en Europa. Hay sueldos que hay que empezar a ponerlos en euros porque hablar de 15 mil mangos no tiene sentido.


A Moyano le preocupa el mínimo para pagar ganancias que no es la preocupación de la inmensa mayoría de los argentinos.


Moyano defendió a Zanolla.
Zanolla está preso por un asunto muy oscuro de medicamentos adulterados. Imaginate si tu mamá tuviera cáncer y le dan ampollitas de agua en vez del remedio.


Zanolla hizo pelota a la obra social bancaria.


El Momo Venegas es un pájaro de cuentas peor queZanolla. Se queda con la guita de los obreros rurales mientras las condiciones de esclavitud persisten.


El Momo y Barrionuevo tienen una "CGT" a parte. Nadie entiende porque Moyano tiene que solidarizarse con ellos.


El Momo es parte de la muchachada de la mesa de enlace.


El Momo es socio de D*alde y de Barrionuevo.


Las declaraciones de Moyano salieron justo el mismo día en que la cámara de diputados le quitó la obra social al Momo.


Varios de los sindicalistas de la CGT de Moyano son, ¿como decirlo?, sumamente cuestionables.

Varios sindicatos están controlados por los mismos tipos desde hace décadas y no hay ninguna señal de que la gestión sea buena, vean a Zanolla si no me creen.


Moyano todavía no pidió la libertad de Pedraza.


Todos los salarios aumentaron en Argentina pero la disparidad entre una rama de la actividad y otra es, sencillamente, inadmisible.


La rentabilidad empresaria es mayor que nunca.


Las subas de salario en general no han acompañado el inmenso aumento de la productividad.


Todavía tenemos un tercio de los trabajadores en negro y con un promedio de salario que es un 50% menor al de los que trabajan en blanco. No escuche nada sobre eso en el discurso de Moyano.


Las obras sociales en general están en problemas tienen, casi todas, perdida de afiliados. En algunos casos, hablo específicamente de los bancarios, las obras sociales han sido privatizadas de hecho.


Con Moyano o sin Moyano el estado va a tener que intervenir.


Si algo de esto no es cierto, por favor, háganmelo saber.

martes, 13 de diciembre de 2011

lunes, 12 de diciembre de 2011

martes, 6 de diciembre de 2011

PERON Y EL REVISIONISMO



Me parece que ahora estamos cosechando la permanente y patriótica labor de los historiadores y escritores nacionales que han venido desafiando, desde hace muchos años, el esquema falso y comprometido del liberalismo. Esos pensadores nuestros son los precursores, dentro del estudio de la historia, de la etapa de liberación a que estamos asistiendo.
Cuando casi todos enseñaban la mentira, ellos eran los abanderados de la verdad. Pero no sembraron en el mar, indudablemente.
La prueba es esa actitud a que Ud. se refería. Las nuevas generaciones, saben que la liberación también supone emanciparse del tutelaje cultural que nos escamoteó a los verdaderos próceres y nos metió de contrabando a otros que no eran tales. Las enseñanzas de nuestros revisionistas ya han calado muy hondo, y ahora hay conciencia nacional sobre hombres y circunstancias del pasado.
La verdadera imagen de un Juan Manuel de Rosas, de un Facundo Ouiroga, de un Artigas, recuperados para el país de los argentinos, ilumina los hechos que ellos vivieron, y que también vivieron otros cuyas estatuas y monumentos a veces sobran. La liberación presente se ha proyectado y se seguirá proyectando sobre nuestro pasado.

Entrevistador: Durante los años de su gobierno, esa recuperación histórica tuvo un gran impulso, pero algunos señalan que faltó énfasis en el apoyo oficial.
JDP:: Tienen razón. Había que esperar que existiera una conciencia nacional bien difundida a todos los niveles. Estos hechos deben madurar, para eso hacen falta muchos años. Fíjese Ud. que teníamos que enfrentarnos con 100 años de mentiras, y estas cosas no se pueden hacer por decreto. Teníamos maestros y profesores secundarios, y hasta universitarios, que habían sido formados -en realidad, deformados- inconscientemente durante muchas generaciones; desde el primer grado de la escuela primaria.
Además, estaban los medios masivos de información que respondían a esa óptica por razones obvias. Pero ahora es distinto: el pueblo pide, como un derecho más, la verdad histórica.