jueves, 10 de noviembre de 2011

El honor de una guarnición



Normalmente evocamos la heroica defensa de nuestro patriotas de la Vuelta de
Obligado.
Hoy quiero acercar otra heroica defensa, también en épocas de Rosas, de un
pequeño grupo de argentinos que también defendieron nuestra soberanía de la
agresión imperialista francesa, y datos biográficos de los jefes militares
de esta patriada, uno de ellos extranjero (como Brown y Bouchard), y que
también participó de Vuelta de Obligado.
Rodolfo Parbst

El honor de una guarnición


'Esta opinión, tan francamente manifestada, es también la de los capitanes
de las corbetas “Expeditive” y “Bordelaise”, testigos de la increíble
actividad del señor coronel Costa, como de las acertadas disposiciones
tomadas por este oficial superior para la defensa de la importante posición
que estaba encargado de conservar. He creído que no podría darle una prueba
mejor de los sentimientos que me han inspirado, que manifestarle a V.E. su
bizarra conducta durante el ataque dirigido contra él, el 11 del corriente
por fuerzas muy superiores a las de su mando'. (Nota del comandante de las
fuerzas navales francesas que tomaron la isla Martín García, Hipólito
Daguenet, al gobernador Rosas, en ocasión de remitir la totalidad de los
prisioneros argentinos rendidos después del asalto).
LA LUCHA
La isla estaba bloqueada desde septiembre de 1838 por la nave
'Bordelaise', lo que impidió durante un tiempo el abastecimiento de la
guarnición de un total de 125 hombres, compuesta por 21 infantes de línea,
63 milicianos del batallón Restaurador, 34 presos y 7 oficiales, incluidos
los superiores (Costa y Thorne).
A principios de octubre se sumaron a aquella nave, la 'Vigilant',
'Expeditive' y 'Ana', francesas; las goletas uruguayas "Loba', 'Eufracia',
'Estrella del Sur' y su falucho despacho, y dieciséis lanchones franceses y
siete uruguayos, con un total de 550 hombres de desembarco, que fondearon a
tiro de fusil.
En la mañana del 11 de octubre, Daguenet intima la entrega de la isla y
da una hora a partir del momento de haberse recibido el mensaje.
Transcurrido el plazo abriría fuego y tomaría por asalto las defensas.
Vencido el plazo, toda la artillería de los barcos abre fuego, lo que
es contestado por las dos baterías de la isla, compuestas de un cañón de a
24 y dos cañones de a 12 (*). Rápidamente, se produce el desembarco, lo que
es resistido por el fuego de fusilería de los defensores. Recompuesta las
filas de los atacantes de las bajas producidas por dicho fuego, se organizan
en dos columnas, lo que provoca el repliegue de los defensores sobre las
defensas interiores, adonde se emplazan los dos cañones de a 12 para ser
disparados ahora contra la infantería. Mientras, el cañón de a 24 sigue
disparando sobre los barcos, colocando algunos tiros. Los defensores agotan
sus municiones y el combate prosigue con arma blanca, y ante la inutilidad
del sacrificio (ha pasado hora y media), el hidalgo jefe francés ordena el
alto de las acciones y le solicita a Costa que rinda la guarnición. Otro
tanto hacen los uruguayos con los artilleros y auxiliares que están al mando
de Thorne.
Las fuerzas atacantes tuvieron 50 muertos y un número similar de heridos.
Los defensores sufrieron las siguientes bajas: subteniente Francisco
Molina, del batallón Restauradores, que tomó a su cargo continuar disparando
el cañón de a 24 cuando las defensas externas fueron desbordadas, muerto por
fuego enemigo. Sargento Juan Sauco jefe del grupo que atendía uno de los
cañones de a 12, muerto de una cuchillada en momentos en que clavaba dicha
pieza, Otros 12 soldados murieron en acciones diversas por arma de fuego o
arma blanca; 25 de ellos fueron heridos, quedando entre los prisioneros.

DOS OFICIALES HERMANADOS
El teniente coronel Gerónimo Costa y el sargento mayor de marina Juan
Bautista Thorne fueron los que encabezaron la resistencia a las fuerzas
franco-uruguayas al mando de Daguenet.
Costa, comandante de la isla, recibida la solicitud de rendición enviada por
el capitán de navío francés, reúne a los oficiales y les manifiesta su
voluntad de resistir por el honor de la bandera. Thorne, en dicha reunión,
dijo que aún no habiendo nacido en el país, estaba acostumbrado a pelear
bajo el pabellón argentino y correspondía que así hiciese, dada la misión
que la fuerza que integraban tenía en ese lugar. Los otros oficiales se
sumaron a lo que decían sus jefes, y así lo hicieron suboficiales y soldados
luego, y hasta los presos, para los que sólo había garrotes y lanzas, se
comprometieron a sostener con las armas el reducto a ser atacado.
Hecho esto, Costa le envía a Daguenet, en respuesta, la siguiente nota:
'En contestación a su solicitud, sólo tengo que decirle que estoy dispuesto
a sostener, según es mi deber, el honor de la Nación a la que pertenezco'.
Hermanados en esta común conducta, ambos oficiales, así como los oficiales
subalternos y toda su tropa, lucharon con tal denuedo que provocaron la
admiración y el respeto de sus enemigos, al punto de obtener su remisión a
Buenos Aires y la conceptuosa nota transcripta.
Los años posteriores los encontrarán en distintas oportunidades
combatiendo juntos, prolongando el hermanamiento nacido en Martín García, y
provocando en sus hombres la misma actitud de valor frente al enemigo.


LOS LEGAJOS
Gerónimo Costa nació en Buenos Aires en 1808, y a los 17 años se
incorpora al Ejército con el grado de subteniente. En 1825 integra el quinto
batallón de Cazadores que participa en la batalla de Ituzaingó. En mérito a
su participación en las acciones, es ascendido a ayudante mayor en 1826. El
29 de octubre de 1827 es ascendido a capitán y al negarse a plegarse a las
fuerzas que derrocan a Dorrego (1º de diciembre de 1828) es dado de baja.
Reincorporado en 1829, es destinado al Regimiento Patricios. En 1830 es
nombrado subinspector en la comandancia del Ejército, y en 1831 es destacado
en Córdoba en las fuerzas a enfrentar a las que comandaba el general José
María Paz (Liga del Interior).
En 1833 participa de la campaña al Desierto y es ascendido en el
campamento del río colorado (Médano Redondo) a teniente coronel. En 1836 es
nombrado comandante de la isla Martín García. En 1839 es destinado al fuerte
de la Ensenada de Barragán.
Participará luego en las batallas de Medio y arroyo Grande. En 1844
presta servicios en las fuerzas sitiadoras de Montevideo hasta 1851, cuando
se niega a aceptar las condiciones de rendición ya tomadas por Oribe,
embarcándose a Buenos Aires.
Participa en la batalla de Caseros, y después de la derrota, se dirige
a Uruguay brevemente, para reencontrarse en servicio durante el sitio de
Buenos Aires (noviembre de 1852 - mayo de 1853), después de lo cual vuelve a
estar por corto lapso en Uruguay. En 1853 es jefe del Ejército del Norte con
base en Rosario y participa de la invasión a Buenos Aires de 1854, siendo
derrotado en El Tala. En 1856, durante un nuevo intento por someter a Buenos
Aires a la Confederación, es muerto innoblemente cuando se entregaba
prisionero.
Juan Bautista Thorne nació en Nueva York, Estados Unidos, el 8 de marzo
de 1807. En su patria hizo los cursos de capacitación en marinería muy
joven, y en 1818, cuando sólo tenía once años, hizo un viaje de instrucción
que lo llevó, entre otros destinos, a Buenos Aires. En 1825 estando en
Brasil, ante los acontecimientos que preanunciaban la guerra de aquel país
con la Argentina, viene a Buenos Aires solicitando su ingreso en la Armada.
Admitido, comanda la barca 'Congreso', en la que presta servicio durante el
conflicto. En 1827, a instancias de la continuación de la guerra con dicho
país, integra la división Argentina, cuyos buques llevarán guerra de corso
contra el Imperio, acciones en la que será herido y caerá prisionero, siendo
remitido a la fortaleza Santa Cruz, en Río de Janeiro.
Vuelto a la patria y al servicio en la Marina, en 1833 integra la
fuerza naval que participa en la conquista del desierto encabezada por
Rosas, remontando el río Colorado.
En 1838 fue ascendido a sargento mayor de marina y designado segundo
jefe en la isla Martín García, donde poco después tendrá la actuación
relatada.
Más tarde, a las órdenes del general Echagüe, participa como artillero en
las batallas de Pago Largo, Cagancha, Don Cristóbal, Sauce Grande y Caa
Guazú, en el marco de la guerra contra las fuerzas de Fructuoso Rivera
apoyado por los franceses. En 1844 comanda la flotilla de río en el Paraná y
en 1845 integra la oficialidad del almirante Brown en la flota que debe
rendirse a la combinación anglo-francesa que la apresa.
En 1845 comanda las baterías de la Vuelta de Obligado, donde queda
sordo como consecuencia del cañoneo enemigo disparado a corta distancia. En
1846, el 4 de junio, toma revancha para las fuerzas argentinas de aquella
derrota en la Angostura del Quebracho, 4 kilómetros al norte del Convento de
San Lorenzo, batalla en la que su artillería hundirá varios mercantes y
dañará la mayoría de los barcos de guerra. Después de Caseros, participará
en el sitio de Buenos Aires (noviembre de 1852 - mayo de 1853) encabezado
por Hilario Lagos.
Pidió la baja del servicio activo, y falleció en Buenos Aires el 1 de agosto
de 1885.

Nota:
(*) Cañones de a 12, de a 24, etcétera.
Se refiere al peso en libras de la bala, una esfera de hierro fundido que
podía ser sustituida por una piedra o piedras que totalizaran cual peso. En
ocasiones, se colocaba la bala en una fragua y se disparaba al rojo vivo
para provocar incendios. También se cargaba con metralla para efectuar fuego
contra infantería o caballería.
Gentileza de Por Oscar J. C. Denovi

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